Climas de España y Factores Geográficos
1. Clima Oceánico (Cfb)
Se localiza en Galicia, la costa de Portugal y toda la cornisa Cantábrica. Se trata del clima más húmedo de España. Sus temperaturas se caracterizan por inviernos suaves, con temperaturas superiores a los 6 °C, y veranos frescos, con temperaturas inferiores a los 22 °C, registrando una amplitud térmica anual entre los 10 °C y los 12 °C.
Factores Geográficos del Clima Oceánico
- Latitud: Su situación septentrional da lugar a temperaturas más frescas que en el resto de la Península y a una menor influencia de masas de aire tropical.
- Influencia del mar: Modera las temperaturas, dando lugar a inviernos suaves y veranos frescos con una baja amplitud térmica.
Sus precipitaciones son abundantes y están distribuidas de forma regular durante todo el año, siendo superiores a los 800 mm.
Factores de Precipitaciones
- Latitud: Localiza esta región bajo la influencia de factores termodinámicos como borrascas y frentes polares, generalmente asociados a tiempo inestable y precipitaciones.
- Influencia del mar: Da lugar a que las masas de aire sean húmedas, propiciando un mayor número de precipitaciones.
- Relieve: La proximidad del macizo Galaico y la cordillera Cantábrica provoca, a través del efecto Föehn, un mayor número de precipitaciones (lluvias orográficas).
2. Clima Mediterráneo (Csa)
Se trata del clima más extenso de la península Ibérica. Se localiza en los dos tercios meridionales de la península Ibérica y el archipiélago Balear. Podemos distinguir tres subtipos de clima mediterráneo:
2.1. Clima Mediterráneo Marítimo
Se localiza en el litoral de la costa mediterránea y sur-atlántica, el archipiélago Balear, Ceuta y Melilla. Se caracteriza por inviernos suaves con mínimos superiores a los 6 °C y veranos tórridos con temperaturas medias superiores a 22 °C. Su amplitud térmica se sitúa entre los 12 °C y 16 °C.
Factores Geográficos de Temperaturas
- Latitud: Da lugar a unas temperaturas más cálidas y a la influencia de masas de aire tropical.
- Influencia del mar: Modera las temperaturas, con inviernos suaves y veranos mucho menos tórridos que en el interior.
Sus precipitaciones se sitúan entre los 300 y 800 mm anuales. Suelen concentrarse en las estaciones de invierno, primavera y otoño, mientras que el verano se caracteriza por un tiempo seco y estable con ausencia de precipitaciones.
Factores de Precipitaciones
- Latitud: En las zonas meridionales las precipitaciones son menores.
- Factores termodinámicos: El anticiclón de las Azores predomina en los meses de verano, bloqueando el paso de borrascas y frentes polares, dando lugar a un tiempo estable y seco.
- Proximidad al mar: Permite la influencia de masas de aire húmedo, aunque menor que en las zonas de interior.
2.2. Clima Mediterráneo Continentalizado
Se localiza en el interior peninsular, ocupando fundamentalmente el espacio de la Meseta. Se caracteriza por inviernos fríos con mínimos inferiores a los 6 °C y veranos tórridos con temperaturas medias superiores a 22 °C, lo que se refleja en una amplitud térmica, la más alta de la Península, que supera los 16 °C.
Factores Geográficos de Temperaturas
- Relieve: Los bordes montañosos de la Meseta, junto con su distancia a la costa, aíslan al territorio de la influencia del mar, lo que da lugar a temperaturas más extremas y a la alta amplitud térmica.
- Altitud: La altitud media de la Meseta (660 m) influye en las temperaturas, propiciando los inviernos más fríos de la Península.
Sus precipitaciones se sitúan entre los 300 y 800 mm anuales, concentrándose en las estaciones de invierno, primavera y otoño, mientras que los veranos suelen ser secos.
Factores de Precipitaciones
- Relieve: Su disposición deja al territorio en las laderas de sotavento, lo que provoca un menor número de precipitaciones.
- Ausencia de influencia marítima: Predominio de masas de aire poco húmedas.
- Factores termodinámicos: Gran influencia del anticiclón de las Azores en los meses de verano, que bloquea el paso de borrascas y frentes polares, propiciando un tiempo seco y estable.
2.3. Clima Mediterráneo Subdesértico
Comprende principalmente el sureste peninsular, localizándose en las provincias de Almería y Murcia. Se caracteriza por inviernos con mínimos superiores a los 10 °C y veranos tórridos con medias superiores a 22 °C. En las zonas litorales de Murcia y Almería, su temperatura media anual se sitúa en torno a los 17 °C-18 °C. Su amplitud térmica es moderada, entre los 12 °C y 16 °C.
Factores Geográficos de Temperaturas
- Latitud: Localización meridional que da lugar a temperaturas más cálidas y una mayor influencia de masas de aire tropical.
- Influencia del mar: Modera las temperaturas en invierno.
- Relieve: Su situación en las laderas de sotavento de las cordilleras Béticas hace que reciba la influencia de aires cálidos que aumentan la temperatura en los meses de invierno y de verano.
Sus precipitaciones son escasas, siendo inferiores a los 300 mm anuales, concentrándose en los meses de invierno, otoño y primavera, y son prácticamente ausentes en los meses de verano.
Factores de Precipitaciones
- Latitud: Provoca un menor número de precipitaciones.
- Localización geográfica: El sureste español queda muy alejado de la influencia de las borrascas del frente polar.
- Factores termodinámicos: El anticiclón de las Azores da lugar a un tiempo estable y seco en los meses de verano y una mayor presencia de masas de aire seco procedentes de África.
- Relieve: Queda en la ladera de sotavento de las cordilleras Béticas, con muchas menos precipitaciones que la ladera de barlovento, debido al efecto Föehn.
También existen otras zonas como la estepa Albaceteña o el desierto de Monegros en el Valle del Ebro que pueden enmarcarse dentro de este clima, aunque obedecen a otros factores como su continentalidad, mostrando inviernos mucho más fríos y una mayor amplitud térmica.
3. Clima de Montaña (H)
Se encuentra en zonas de alta montaña por encima de los 1000 m, como Pirineos, Sistema Central, Montes de Toledo, Sistema Ibérico o cordilleras Béticas. Tiene un régimen de temperaturas caracterizado por inviernos fríos, por debajo de los -3 °C, y veranos frescos, en torno a los 10 °C. Por encima de los 3000 m es el reino de las nieves perpetuas, donde no se superan los 0 °C en todo el año.
Factor Geográfico de Temperaturas
El factor geográfico que explica estas temperaturas es el relieve, debido a que por el gradiente adiabático de altitud se produce un descenso de hasta 0,6 °C por cada 100 m que se asciende en altitud.
Las precipitaciones suelen superar los 1000 mm. A partir de los 2000 m de altitud es frecuente que las precipitaciones sean en forma de nieve.
Factor Geográfico de Precipitaciones
El factor geográfico que explica este régimen de precipitaciones es también el relieve, debido al efecto Föehn que da lugar a las lluvias orográficas.
4. Clima Canario (Aw)
Se localiza únicamente en el archipiélago Canario. Se caracteriza por temperaturas cálidas todo el año; ningún mes desciende de los 17 °C y su amplitud térmica es inferior a los 8 °C.
Factores Geográficos de Temperaturas
- Latitud: Su localización en la zona cálida del planeta da lugar a una mínima variación a lo largo del año.
- Influencia del mar: Modera las temperaturas, dando lugar a una escasa amplitud térmica.
Sus precipitaciones son escasas, entre 150 y 300 mm anuales en las zonas costeras.
Factores de Precipitaciones
- Factores termodinámicos: Influencia del anticiclón de las Azores durante gran parte del año, lo que da lugar a un tiempo estable y seco, o la influencia de los vientos alisios de carácter seco.
En las zonas altas, las precipitaciones pueden alcanzar los 1000 mm, lo que se explica principalmente por el relieve y el efecto Föehn.
Regiones Biogeográficas y Formaciones Vegetales
1. La Región Eurosiberiana de Clima Atlántico
Esta región natural o bioma se da bajo el dominio del clima atlántico u oceánico en las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y norte de Portugal. La humedad de este clima, con más de 800 mm anuales sin aridez estival y unas temperaturas moderadas, da lugar a tres formaciones vegetales:
El Bosque Caducifolio
Se trata de un bosque muy denso y umbrófilo (adaptado a la humedad). Las principales especies arbóreas se caracterizan por su gran porte (hasta 40 m de altura) y su hoja plana, blanda y caducifolia, siendo las principales especies el roble y el haya. En el bosque caducifolio predomina una única especie arbórea, por este motivo generalmente hablamos de robledales y hayedos, aunque aparecen otras especies en menor proporción como el fresno, el arce, el tilo, el tejo o el acebo.
- Roble común (Quercus robur): Exige gran humedad, suelos silíceos y temperaturas moderadas, por lo que suele encontrarse por debajo de los 600 m de altitud, formando pequeños bosques en el Macizo Galaico y toda la Cordillera Cantábrica.
- Roble albar (Quercus petraea): En cotas superiores a los 500 o 600 metros, sustituye al roble común. Es mucho más resistente al frío y menos exigente en humedad, requiriendo un sustrato calizo.
- Haya (Fagus sylvatica): También es exigente en humedad, pero posee una mayor tolerancia al frío. Es escaso en Galicia y se encuentra en toda la cordillera Cantábrica y Montes Vascos en las laderas de barlovento, mucho más húmedas, formando bosques densos en cotas entre los 800 m y 1500 m de altitud.
El sotobosque se caracteriza por la presencia de formaciones herbáceas y helechos.
La Landa
Formación arbustiva o matorral resultado de la degradación del bosque caducifolio, bien por sobreexplotación o incendios. Las especies más comunes son el tojo, el brezo o la retama. Su destrucción o degradación da lugar a prados.
El Bosque Marcescente
Formación de tipo atlántico, pero con cierta adaptación a la aridez. La encontramos en la zona de transición del dominio atlántico u oceánico al dominio mediterráneo en la Submeseta Norte, también en el Sistema Ibérico, Montes de Toledo y Sierra Morena. Las especies dominantes son el quejigo (Quercus faginea) y el rebollo (Quercus pyrenaica).
Formaciones Secundarias
En la región Eurosiberiana se han introducido diversas especies por el ser humano:
- Castaño (Castanea sativa): Típico de suelos silíceos, ambientes húmedos y temperaturas moderadas, apreciado por su fruto (la castaña) y su madera.
- Pino resinero (Pinus pinaster) y pino albar (Pinus sylvestris): Especies de rápido crecimiento muy rentables económicamente a través de la explotación de su resina y la madera.
- Eucalipto (Eucalyptus): Especie muy rentable debido a su rápido crecimiento y su utilización para producir pasta de papel.
2. La Región Mediterránea
Esta región natural o bioma se da bajo el dominio del clima mediterráneo, caracterizado por la aridez estival, y se extiende en los dos tercios meridionales de la Península, Baleares, Ceuta y Melilla, exceptuando las zonas de montaña. Las formaciones típicas son el bosque esclerófilo mediterráneo y formaciones arbustivas como el maquis o maquia, la garriga y la estepa.
Bosque Esclerófilo Mediterráneo
Se trata de un bosque esclerófilo (adaptado a la aridez) y perennifolio (de hoja perenne), es decir, especies adaptadas a la aridez, con hojas pequeñas y duras de carácter perenne. También abundan las coriáceas, que se recubren con una membrana para evitar la evaporación. Los troncos suelen tener una gruesa corteza y raíces muy profundas para encontrar agua. Las especies arbóreas tienen un porte pequeño, no superando los 20 metros de altura, y tienen una copa globular.
- Encina (Quercus ilex): Especie más significativa que se extiende prácticamente por toda la península Ibérica, exceptuando la cornisa Cantábrica y las zonas de montaña. Es la formación vegetal más extendida, debido a que se adapta a precipitaciones mínimas de 350 mm anuales y cualquier tipo de suelo.
- Alcornoque (Quercus suber): Requiere una humedad mayor (precipitaciones anuales en torno a los 500-600 mm) y se da sobre sustratos silíceos. Se encuentra reducido a zonas con suelos silíceos como Extremadura, Andalucía Occidental, Ciudad Real y Girona.
- Otras especies típicas son el algarrobo (Ceratonia siliqua) y el acebuche u olivo silvestre (Olea europaea).
Los encinares y los alcornocales no son muy abundantes debido a la acción del hombre, que ha formado dehesas. Se trata de bosques aclarados para su aprovechamiento forestal y ganadero. Las dehesas permiten mantener cierto equilibrio entre las actividades económicas y el medio ambiente, y se encuentran principalmente en las penillanuras salmantinas y extremeñas, siendo más comunes las de encinas.
Formaciones de Matorral Mediterráneo
Son formaciones arbustivas resultado de una degradación del bosque mediterráneo provocado por la acción humana. Las formaciones de matorrales ocupan una amplia extensión y se clasifican en:
- Maquia: Formación esclerófila, densa y cerrada, con portes de hasta 2 metros de altura, compuesta por madroños, brezos, jaras, lentiscos y retamas. Suele encontrarse sobre sustratos silíceos.
- Garriga: Formación menos densa y de porte más bajo. Los arbustos dominantes son la coscoja, la jara y plantas aromáticas como el romero, el tomillo y la lavanda.
- Estepa: Se trata de una degradación tanto de la maquia como de la garriga. Se da en zonas extremadamente áridas como Murcia, Almería, el desierto de los Monegros o la estepa Albaceteña y suele estar formada por hierbas xerófilas (adaptadas a la aridez) como el esparto, el palmito, el espárrago silvestre y plantas aromáticas como el tomillo.
Formaciones Secundarias
El hombre ha introducido distintas especies que han modificado y transformado el bosque mediterráneo original de encinas o alcornoques. La especie introducida más abundante es el pino, en distintas variedades como el pino piñonero (Pinus pinea), el pino carrasco (Pinus halepensis), el pino silvestre y el pino resinero (Pinus pinaster).
3. La Región Macaronésica
La localización geográfica del archipiélago Canario lo sitúa dentro de la región macaronésica, que se caracteriza por combinar especies mediterráneas con otras de origen tropical e incluso atlántico. Su situación de aislamiento ha dado lugar, también, a la aparición de numerosas especies endémicas y especies relictas propias de paleoclimas o climas pasados. La configuración del relieve de las islas Canarias ha dado lugar a una articulación escalonada en altura de la vegetación (cliserie):
- Piso Basal (0-400 m): Condicionado por temperaturas altas y una alta aridez. Las especies dominantes son el cardón y la tabaiba. En las zonas cercanas al mar aparecen plantas halófilas (adaptadas a la salinidad del suelo) como el tamarindo.
- Piso Intermedio (400-800 m): Condicionado por una mayor humedad y temperaturas más suaves. Se caracteriza por especies endémicas como el drago y la palmera canaria, junto a especies mediterráneas como la sabina y el lentisco.
- Piso Montano Termocanario (800-1200 m): Se caracteriza por un descenso de las temperaturas por la altitud y una mayor humedad por influencia de los vientos alisios, donde aparecen dos formaciones características:
- Laurisilva: Formación arbórea muy frondosa con especies como el laurel, el viñátigo, el til y el naranjo salvaje.
- Fayal-brezal: Formación arbustiva que ocupa zonas resultado de la degradación de la laurisilva.
- Piso Montano Mesocanario (1200-2000 m): Este piso se caracteriza por la aridez, con el dominio casi exclusivo del pino canario (Pinus canariensis), que forma un bosque poco denso con un sotobosque de jaras, tomillos y retamas.
- Piso Supracanario (a partir de los 2000 m): Se trata de un clima frío y árido, con escasa vegetación. Destacan las especies rupícolas (especies que crecen sobre rocas), muchas endémicas, donde destaca la violeta del Teide.
4. La Región Alpina o Boreoalpina
La vegetación de montaña está condicionada por varios factores geográficos: el gradiente adiabático y la disposición del relieve en vertientes de solana y umbría, y también a barlovento y sotavento, que influyen en la aridez y las precipitaciones. El resultado es una vegetación articulada en pisos que conocemos como cliserie vegetal:
- Piso Basal (hasta los 800-1000 m): Se desarrolla una vegetación similar a las zonas limítrofes.
- Piso Montano (hasta los 2000-2200 m): El aumento de precipitaciones y el descenso de las temperaturas condicionan el asentamiento de especies hidrófilas (amantes del agua) y criófilas (amantes del frío) como hayas, abetos, pino silvestre y el pino negro. En las zonas más altas aparecen landas en las montañas atlánticas o la chaparra en las montañas mediterráneas.
- Piso Alpino o Supraforestal (a partir de los 2200 m): Suelen predominar formaciones herbáceas y prados.
- Piso Nival (a partir de los 3000 m): En Pirineos y Cordilleras Béticas, con especies rupícolas, musgos y líquenes.
5. Vegetación de Ribera
La vegetación de ribera se encuentra en las inmediaciones de los cursos fluviales. Se trata de especies caducifolias e hidrófilas (amantes de la humedad). En las orillas de los cauces encontramos alisos y sauces; algo más alejados, chopos, fresnos y olmos. El sotobosque está integrado por espinos, zarzas, enredaderas como madreselvas y hiedras, y otras plantas como helechos.
Hidrografía de la Península Ibérica: Vertientes y Regímenes Fluviales
1. La Vertiente Cantábrica
La vertiente cantábrica se localiza en el norte de España y agrupa las cuencas hidrográficas de los ríos que desembocan en el mar Cantábrico. Las cuencas hidrográficas más importantes son las de los ríos Eo, Navia, Nalón, Deva, Pas, Nervión y Bidasoa. Esta cuenca hidrográfica queda definida por varios elementos:
- Caudal: Abundante y regular.
- Régimen Fluvial: Se trata de ríos caudalosos y regulares con un régimen del tipo pluvial oceánico y pluvio-nival, alimentándose casi exclusivamente del agua de lluvia. El factor geográfico que determina su caudal es su localización bajo el dominio del clima oceánico o atlántico, con precipitaciones abundantes y regulares que superan los 800 mm anuales y unas temperaturas suaves que dan lugar a una escasa evaporación. Esto propicia una gran regularidad, aunque con máximos en invierno (coincidentes con una mayor incidencia de las borrascas del frente polar) y un mínimo poco pronunciado durante el verano, sin llegar a presentar estiaje.
- Longitud: Por lo general, son ríos cortos. Algunos de los más largos, como el Navia, tan solo tienen 159 km de longitud. El factor geográfico que determina su longitud es el relieve, debido a la proximidad de la cordillera Cantábrica (lugar del nacimiento de estos ríos) con el mar Cantábrico. La necesidad de salvar una pendiente tan acusada da lugar a ríos muy potentes con una gran fuerza erosiva.
- Número de Afluentes: Su escasa longitud y la poca extensión de las cuencas hidrográficas dan lugar a un escaso número de afluentes, y los que existen son de poca importancia, no alterando significativamente su caudal. Aunque existen algunos importantes como el río Narcea (afluente del Nalón) y el río Cares (afluente del Deva).
- Intervención Humana: Tienen un gran aprovechamiento humano, debido a lo abrupto del relieve que ha permitido construir pantanos, en los que los saltos de agua se aprovechan para la generación de energía hidroeléctrica.
2. La Vertiente Atlántica
La vertiente atlántica es la más extensa del territorio peninsular. Podemos distinguir los ríos gallegos de los grandes ríos de la Meseta (Duero, Tajo y Guadiana) y el Guadalquivir en la depresión Bética.
Ríos Gallegos
Destacan las cuencas hidrográficas del Eume, el Tambre, el Ulla y el Miño. La cuenca hidrográfica formada por el Miño-Sil es la más grande. En general, comparten las mismas características que los ríos de la vertiente cantábrica:
- Caudal: Abundante y regular.
- Régimen Fluvial: Régimen del tipo pluvial oceánico y pluvio-nival, alimentándose casi exclusivamente del agua de lluvia. El factor geográfico que determina su caudal es su localización bajo el dominio del clima oceánico o atlántico, con precipitaciones abundantes y regulares que superan los 800 mm anuales y unas temperaturas suaves que dan lugar a una escasa evaporación. Esto propicia una gran regularidad, con máximos en invierno (coincidentes con una mayor incidencia de las borrascas del frente polar) y un mínimo poco pronunciado durante el verano, sin estiaje.
- Longitud: Por lo general, son ríos cortos, excepto el Miño con una longitud de 315 km. El factor geográfico que determina su longitud es el relieve, debido a la proximidad al macizo Galaico.
- Número de Afluentes: Su escasa longitud y la poca extensión de las cuencas hidrográficas dan lugar a un escaso número de afluentes, y los que existen son de poca importancia, no alterando significativamente su caudal. Aunque existe el río Sil, afluente del Miño.
- Desembocadura: El relieve del macizo Galaico con estructura fallada ha dado lugar al hundimiento de algunos bloques y a la invasión del mar de los valles fluviales, dando lugar a la aparición de rías en el litoral gallego como Vigo o Arousa.
Ríos de la Meseta y la Depresión Bética
Representados por el Duero, el Tajo, el Guadiana y el Guadalquivir.
- Caudal: Caudal relativamente abundante pero irregular.
- Régimen Fluvial: Debido a su longitud y el número de afluentes, presentan unos regímenes fluviales complejos que se caracterizan por combinar distintos tipos de alimentación. En las cabeceras suelen tener un régimen mixto (excepto el Guadiana), mientras que en su curso medio y bajo predomina un régimen pluvial mediterráneo continentalizado, que se corresponde con el interior peninsular, con crecidas en otoño y primavera y un prolongado estiaje en los meses de verano. Esto hace que sean bastante irregulares, debido a que se encuentran bajo el dominio del clima mediterráneo, con una gran influencia del anticiclón de las Azores en verano y unas temperaturas altas que favorecen la evaporación.
- Longitud: Nos encontramos ante ríos muy largos que oscilan entre los 700 y 1000 km: Duero (897 km), Tajo (1007 km), Guadiana (742 km). El factor geográfico que determina la gran longitud de estos ríos es el relieve y la basculación de la Meseta hacia el Atlántico, lo que da lugar a que las cabeceras de los ríos disten mucho de la desembocadura. El Guadalquivir (657 km) debe su gran longitud a que su cauce discurre por la extensa depresión Bética.
- Número de Afluentes: Los grandes ríos atlánticos tienen un gran número de afluentes, debido a la gran extensión de sus cuencas hidrográficas. El Duero, con la cuenca hidrográfica más extensa (100.000 km²), recibe las aguas del Pisuerga, Esla, Adaja y Tormes. El Tajo tiene en el Jarama, Tiétar, Alagón y Almonte a sus principales afluentes. El Guadiana tiene afluentes como el Jabalón, Zújar o Matachel que aportan poca agua al curso principal. El Guadalquivir tiene como principal afluente el Genil, seguido del Guadalimar o Jándula. Esto da lugar a que sean ríos muy caudalosos.
- Intervención Humana: La intervención humana ha modificado sustancialmente el caudal de estos ríos a través de pantanos como el de Aldeadávila o Saucelle (Duero) y Alcántara (Tajo), que permiten regular su caudal y aprovechar los saltos para la producción de energía hidroeléctrica. También se reduce su caudal por medio de trasvases como el Tajo-Segura y la construcción de canales de regadío, sobre todo en la cuenca del Guadiana y del Guadalquivir.
3. La Vertiente Mediterránea
Se extiende por todo el litoral mediterráneo. Debido a sus particularidades, daremos al Ebro un tratamiento aparte.
Ríos Mediterráneos
Se caracterizan a través de los siguientes elementos:
- Caudal: Escaso y muy irregular.
- Régimen Fluvial: Según su régimen fluvial podemos distinguir:
- Ríos catalanes (Ter y Llobregat): Tienen un régimen mixto, debido a su proximidad al Pirineo, con máximos en primavera y mínimos en verano, lo que hace que sean los más caudalosos.
- Ríos levantinos (Segura, Júcar o Turia): Con un régimen pluvial mediterráneo puro o levantino, que presenta tres máximos (dos en primavera y uno en otoño) y tres mínimos (en invierno, primavera y verano).
- Ríos andaluces (Almanzora o Guadalhorce): Con un régimen subtropical con un prolongado estiaje que se puede prolongar hasta seis meses.
La influencia del clima mediterráneo explica la pobreza de su caudal y su gran irregularidad. Son frecuentes las inundaciones o avenidas durante las lluvias torrenciales en otoño y primavera, lo que da lugar a que existan numerosas ramblas o torrentes. Las altas temperaturas en verano favorecen la evaporación y un acusado estiaje.
- Longitud: Los ríos son cortos o medianos, siendo el factor condicionante el relieve, ya que la mayoría nacen en las cordilleras Béticas, el Sistema Ibérico o la zona oriental de los Pirineos, localizándose cerca de sus desembocaduras.
- Número de Afluentes: La reducida extensión de sus cuencas hidrográficas da lugar a que tengan pocos afluentes que aportan poco volumen al caudal del río principal.
- Intervención Humana: La mayoría de los caudales de estos ríos están regulados a través de embalses, y tienen importantes pérdidas debido a la canalización para cultivos de regadío de las huertas murciana y valenciana, lo que ha llevado a construir infraestructuras que aporten recursos hídricos a estas cuencas, como el trasvase Tajo-Segura.
Río Ebro
Su cuenca hidrográfica presenta grandes diferencias con el resto de ríos mediterráneos.
- Caudal: Abundante y regular.
- Régimen Fluvial: Tiene un régimen fluvial complejo, caracterizado por un régimen pluvial oceánico. Durante su curso medio recibe las aguas de numerosos afluentes pirenaicos con regímenes pluviales nivales, y de afluentes del Sistema Ibérico con un régimen pluvial mediterráneo. En su curso final tiene importantes pérdidas de su caudal debido a una mayor influencia del clima mediterráneo, con una fuerte evaporación, así como por el aprovechamiento humano en los arrozales del delta del Ebro, que conforma la desembocadura del mismo.
- Longitud: Tiene una enorme longitud, 930 km, debido a que discurre por la extensa depresión del Ebro.
- Número de Afluentes: Debido a la gran extensión de su cuenca hidrográfica, tiene gran número de afluentes que aportan un gran volumen de caudal. Los más importantes son los pirenaicos (Aragón, Gállego, Cinca y Segre).
- Intervención Humana: El caudal del Ebro también está regularizado a través de embalses como Mequinenza o Canelles, que aprovechan el agua para la producción de electricidad y un intenso regadío.