La Novela Española del Franquismo y el Realismo Mágico de García Márquez

La Literatura Española durante el Franquismo: Dos Caminos Paralelos

La literatura española del periodo de la dictadura franquista se desarrolla en dos líneas que corren paralelas. Una de ellas es la de los escritores que tuvieron que abandonar España tras la guerra civil: el exilio.

La Literatura del Exilio

Aunque cada uno de estos autores siguió una trayectoria personal, se pueden identificar algunos elementos comunes a todos ellos:

  • Referencias a las duras condiciones de la vida del exiliado.
  • El recuerdo del pasado perdido.
  • El recuerdo de la Guerra Civil.

A pesar de recorrer caminos distintos, podrían señalarse asuntos recurrentes en la narrativa de los novelistas españoles en el exilio:

  • El testimonio de las experiencias vividas durante la guerra.
  • La memoria como herramienta útil para el autoconocimiento.
  • La reflexión sobre la naturaleza humana.
  • La crítica social y política.

La Literatura en el Interior: Tres Épocas

La otra línea se refiere a la literatura llevada a cabo en España, en la que se pueden identificar tres épocas diferentes:

Década de los 40: El Existencialismo

Las miserables condiciones de vida en las que se encuentra el país explican que los escritores se concentren en cuestiones existenciales, como la expresión de la angustia provocada por la barbarie de la guerra o la búsqueda de un sentido a la existencia, así como la reaparición del tema de Dios.

La novela escrita en esta década rompe con las tendencias anteriores e inicia un nuevo camino. Temáticamente, las obras de estos años giran en torno a temas existenciales como la soledad o la muerte. Los personajes se adaptan a estos temas, de forma que los protagonistas son seres marginados socialmente (Pascual Duarte), angustiados y desarraigados.

Las novelas de esta época se caracterizan por la recuperación de elementos propios del realismo tradicional: relato cronológico de los hechos, narrador omnisciente, etc. Pueden aislarse diferentes tendencias narrativas:

  • La novela triunfalista (defensa del régimen franquista).
  • La tremendista (mundo rural con violencia y miseria).
  • La existencial (reflejo de la vida cotidiana en la posguerra).

Década de los 50: La Preocupación Social

Existe cierta relajación del control ideológico, lo que permite la aparición en las obras de los asuntos sociales: la denuncia de las desigualdades, la dureza de la vida de campesinos y obreros, y el compromiso político del escritor con la sociedad.

En la década de los 50 nace la novela social, que se vale del estilo realista pero desarrolla rasgos propios, como los personajes colectivos. El comienzo de esta corriente se produce gracias a dos novelas clave: La Colmena de Cela y El Camino de Delibes. Ambos pretendían mostrar diferentes entornos sociales, más allá del interior de los individuos. Después de estas dos, fueron apareciendo otras novelas que trataban aspectos más concretos de la sociedad: la vida de los jornaleros, la vida de los jóvenes urbanos, etc.

Década de los 60: La Renovación Formal

Se aprecia un importante cambio: la renovación formal. Los asuntos sociales siguen presentes, pero también la expresión de la intimidad y la vida cotidiana. Los escritores de esta etapa se alejan de la sencillez y buscan la incorporación de formas y elementos innovadores.

Los novelistas españoles muestran cierto cansancio del realismo y la versión simplista del tema social, interesándose más por la frustración del individuo en el mundo moderno. Se inicia así la renovación de la novela española, a la que se suman autores que habían iniciado sus carreras en la década de los 40, como Delibes o Cela, y nuevos escritores.

Entre las múltiples formas técnicas presentes en esta novela deben destacarse:

  • El uso de varios narradores y perspectivas (multiperspectivismo).
  • El uso del monólogo interior para caracterizar a los personajes.
  • La falta de una estructura clara debido a los saltos temporales, lo que rompe el orden cronológico de la narración.

Autores Clave de la Narrativa de Posguerra

Camilo José Cela

Camilo José Cela fue capaz de adaptarse a los diferentes cambios sociales y artísticos producidos en España y dejar testimonio de ellos en sus obras.

Primera Etapa: El Tremendismo

La primera etapa novelística del autor está centrada en el individuo desarraigado y alejado de la moral convencional. En estos años, el autor se decanta por el retrato de la violencia y la miseria que envuelve la vida de sus protagonistas, iniciando así el tremendismo en España. La familia de Pascual Duarte es el relato de la vida de un personaje condenado a muerte por sus crímenes y que desea justificar sus actos antes de morir. Aunque la novela se mantiene fiel al reflejo de la realidad, Cela rompe con el realismo mediante la inclusión de diferentes perspectivas en el relato:

  • Narración en primera persona de Pascual Duarte.
  • Las notas del transcriptor que dice haber encontrado el relato de Pascual.
  • Las cartas del sacerdote, etc.

Segunda Etapa: La Novela Social y Experimental

Con La Colmena, da entrada a la preocupación social. El interés se centra ahora en reflejar la vida de los hombres corrientes en unos ambientes cotidianos, dominados por la miseria, el miedo, la hipocresía y la humillación. Incorpora nuevas técnicas narrativas, además del perspectivismo:

  • Desaparece el protagonista único, sustituido por el personaje colectivo.
  • El relato avanza gracias al diálogo y al monólogo interior.

Desde la publicación de San Camilo, 1936, Cela se suma a la tendencia experimental que se ha impuesto en la novela española. Este autor continúa usando técnicas innovadoras que lo alejaron cada vez más del realismo narrativo.

Miguel Delibes

Del mismo modo que Camilo José Cela, las novelas de Miguel Delibes recorren las principales etapas de la narrativa española de después de la Guerra Civil. Este autor concentra su atención en el dolor interior del individuo, expresado mediante técnicas procedentes del realismo tradicional. La obra que más destaca de este periodo es La sombra del ciprés es alargada.

A partir de la publicación de El camino, Delibes se decanta por el retrato de una sociedad fracturada y desigual que aplasta al hombre. Desde la publicación de Cinco horas con Mario, incorpora a sus obras nuevas técnicas narrativas que lo apartan del realismo, aunque en el aspecto temático seguirá ocupándose de la deshumanización del hombre contemporáneo y de la crítica a las clases medias y dirigentes.

Carmen Laforet

El nombre de esta autora quedará impreso en la memoria colectiva con su obra cumbre, Nada. Laforet supo transmitir en esta obra la lenta agonía de la pequeña burguesía de posguerra. Con su atmósfera desesperadamente existencialista, Nada es una novela urbana y siempre moderna, pieza clave del realismo existencial de posguerra.

En el escenario de la posguerra española fueron pocas las voces literarias que se elevaron sobre el silencio y menos aún las de mujeres, retaguardia doméstica de un país militarizado y machista. Pero fue en ese contexto poco favorable en el que una muchacha de 23 años sorprendió a todos con su primera novela, que pasaría a la historia de la literatura española y universal. Después de esta obra, con la que consigue el Premio Nadal de narrativa, la autora tiene problemas para conseguir la calidad deseada, por lo que atraviesa largos periodos de silencio literario. También escribió La mujer nueva o Al volver a la esquina.

Estudio de “Crónica de una muerte anunciada” de Gabriel García Márquez

Crónica de una muerte anunciada es una novela que empieza por el final. A su autor, Gabriel García Márquez, le interesó enfocar el suspense en el desarrollo de los hechos, restándole completa importancia al desenlace. Así, con un escaso argumento, consiguió crear una obra cuyo éxito ha sido y sigue siendo muy notable.

1. La Técnica del Realismo Mágico

Crónica de una muerte anunciada está dominada por el realismo mágico, una de las características más importantes de la novela hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX. Consiste en introducir en la realidad cotidiana elementos maravillosos o míticos, pero que se integran con lo real de tal modo que se convierten en normales.

De esta manera, el narrador relata con naturalidad cómo Santiago Nasar, después de haber sido acuchillado brutalmente, intenta recoger sus intestinos del suelo y devolverlos a su cuerpo. Este ejemplo también muestra la perspectiva hiperbólica que García Márquez utiliza para crear una realidad extraña. Existe desmesura en el hecho de que absolutamente nadie advierta a la víctima de su asesinato a pesar de que todo el mundo lo sepa o en los cientos de cartas que Ángela Vicario escribe a Bayardo San Román.

Los elementos sensoriales también son muy comunes, aportando gran detallismo a lo que se relata y, por lo tanto, mayor credibilidad (el fuerte olor del cadáver durante la autopsia, por ejemplo).

La multiplicidad de narradores, que combinan primera, segunda y tercera persona con el fin de ofrecer diferentes puntos de vista (multiperspectivismo), aporta también verosimilitud y exageración: es normal que la crónica, al estar completada con varios testimonios, contenga recuerdos desmesurados.

Al igual que la realidad, el tiempo es otro elemento que queda distorsionado en la obra de García Márquez: el presente narrativo se reduce a una hora (desde que Santiago Nasar sale de su casa hasta que regresa y es asesinado), pero se perciben multitud de analepsis y prolepsis.

Siguiendo la tendencia de la narrativa hispanoamericana de la época, el autor realiza un retrato de la sociedad latinoamericana, de modo que habla de un pueblo con diversas razas, clases y estereotipos. De esta manera, el lector se plantea cuestiones de la época y el ambiente, como el papel de la mujer o el valor del matrimonio.

2. Los Temas del Honor, el Amor y el Fatum

La acción de la novela gira en torno al tema del honor: los hermanos Vicario, al conocer que su hermana recién casada aparentemente había perdido la virginidad con Santiago Nasar, se ven obligados a limpiar la honra de su familia. Incluso en contra de su voluntad deben mostrar su hombría, y lo hacen matando a Nasar. La forma en la que anuncian el asesinato es indicio de que buscan que alguien los detenga. García Márquez toma el tema de la honra para exagerar sus consecuencias e ironizar sobre este código moral propio de las comunidades rurales latinoamericanas, que justifica ante la sociedad la muerte violenta del protagonista.

Además, son muchas las alusiones a la moralidad de la época: mientras Ángela Vicario es abandonada por no ser virgen, se dice sin tapujos que gran parte de los varones del pueblo han perdido la virginidad con una prostituta. En relación también con la consideración de la mujer, está su crianza y rol en la sociedad. Las mujeres son educadas para ser madres, esposas y amas de casa.

Por otra parte, la novela está llena de pasiones amorosas, acompañadas siempre de matices machistas. Los hombres viven una vida de sexo, bien con las mujeres de una casa de placer o bien con el abuso de aquellas que, por su situación social, no pueden defenderse. La hija de la criada de los Nasar debe soportar el acoso de Santiago, por ejemplo. Pero sobre todo destaca la historia de amor entre Bayardo San Román y Ángela Vicario, que parece ir siempre en contracorriente. Así, cuando San Román está completamente enamorado, Ángela lo rechaza; y cuando este reniega a la joven, ella se prende de él. Es interesante cómo el amor queda relacionado con la caza: Bayardo fija sus ojos en Ángela (su presa) y actúa mostrando su poder para conseguir casarse con ella. Es la demostración del dominio masculino, de su autoridad hacia las mujeres.

Pese a estos dos temas, se puede considerar como tema principal el fatum (destino): Santiago Nasar está destinado a morir y ese destino es irrevocable, pues se dan una serie de casualidades para que el homicidio se lleve a cabo. Así, todos creen que la víctima sabe lo que se avecina, pero lo dan por hecho y nadie le alerta de su muerte. Incluso los hermanos Vicario, que no desean cometer el asesinato, anuncian su intención para que Nasar pueda huir. Otra coincidencia es el hecho de que la madre de Santiago cierre la puerta sin querer e impida que este se salve. También resultan agonizantes los presagios que auguran su fallecimiento: el presentimiento de muerte de Divina Flor cuando Nasar le agarra la muñeca o el olor a flores que él mismo relaciona con el fin.

3. El Perspectivismo como Técnica Narrativa

La voz narradora es un cronista que ha de ir reconstruyendo los hechos según se los vayan contando. Por otro lado, él mismo es testigo y partícipe de la acción. Para esclarecer los hechos se sirve de la correspondencia con la madre de Santiago Nasar, del informe jurídico y de la autopsia, así como de los testimonios de los testigos.

Así pues, sirviéndose de todos los datos y declaraciones, reconstruye lo ocurrido entremezclando las perspectivas (multiperspectivismo) con el fin de dar una visión lo más amplia posible de los acontecimientos. Sin embargo, es tanta la polifonía que en ocasiones los personajes se contradicen, presentando una historia llena de dudas. Por ejemplo, en lo que se refiere al clima (lluvioso o soleado) y a quién fue el que deshonró a Ángela Vicario.

Tienen especial importancia los saltos al pasado (analepsis) y al futuro (prolepsis), siendo el lector el que debe ensamblar todas las piezas para lograr comprender lo sucedido.

Se diferencian varias voces:

  • Cuando el narrador se sirve de lo que recuerda, lo hace con la tercera persona omnisciente.
  • Cuando relata como personaje-testigo y narrador a la vez, utiliza la primera persona subjetiva.

4. Personajes Principales y Testigos

Se trata de una novela con numerosos personajes, que hacen posible el multiperspectivismo que García Márquez quería conseguir. Así, no solo son importantes los protagonistas, sino que los testigos adquieren un papel esencial para la historia (contada como una crónica).

Protagonistas del Conflicto

  • Santiago Nasar: Un hombre de 21 años que abandona sus estudios para dirigir la hacienda que su padre le deja en herencia. Es soñador, alegre, pacífico y tiene que actuar como padre de familia. Se le conoce como una persona con la que se puede hablar, formal y creyente, aunque también algo machista y mujeriego.
  • Bayardo San Román: Ronda los 30 años de edad y es ingeniero de trenes. Bien vestido y galán con las mujeres, parece adinerado y amante de las fiestas. No logrará vencer la vergüenza de la deshonra y decide huir, buscando la soledad y el olvido. Sin embargo, la pasión que mostrará Ángela Vicario le hará regresar con ella con un simple “aquí estoy”.
  • Ángela Vicario: La esposa abandonada es la menor de la familia, figura clave en el conflicto que lleva a la muerte a Santiago Nasar. De humilde condición, se ve obligada a un matrimonio de conveniencia que favorecerá a su familia. Es uno de los personajes que García Márquez dota de un oculto interior. Maduró después de lo ocurrido y se vuelve ingeniosa. Aunque nadie le pudo sacar nada de lo que pasó con Santiago, la versión más fiable es que Ángela estaba protegiendo a alguien a quien amaba de verdad.
  • Pablo y Pedro Vicario: Los hermanos deben restaurar el honor de la familia matando a Santiago Nasar, aunque parece que no desean hacerlo. Débiles de espíritu, han de animarse mutuamente y recurrir a la bebida para matar.

Tanto Ángela como Bayardo cambian con el curso de los hechos: Ángela pasa del rechazo al apasionamiento, y él va de la altanería al declive cuando se siente engañado.

Los Personajes Testigo (El Pueblo)

Su función es la de aportar información como partícipes secundarios de los hechos. Su mezquindad se manifiesta con las exculpaciones con las que tratan de justificarse (la muerte de Santiago Nasar fue por honor, no había nada que hacer). Su pasividad o su escondido deseo de que la amenaza se cumpla es parte esencial del destino que pesa sobre la víctima.

Por su carácter cronístico es especialmente importante el uso del estilo directo e indirecto: conocemos las opiniones de los personajes por la transcripción de sus propias palabras o a través de la perspectiva del narrador. En realidad, la voz narrativa sirve para unificar coherentemente todos los datos que, de otro modo, causarían la impresión de un caos incomprensible.