Conflicto Español de 1936: Un Recorrido por sus Fases y Protagonistas Clave

La Guerra Civil Española (1936-1939)

El Preámbulo del Conflicto

La justificación de los rebeldes era salvar a España de una inminente dictadura comunista. Según ellos, España corría peligro. Esto no era cierto, aunque sí lo era la importante conflictividad social, ya que falangistas y comunistas se enfrentaban violentamente en las calles. El Gobierno de la República no actuó con la firmeza necesaria.

Los Gobiernos del Frente Popular

Tras las elecciones, Niceto Alcalá-Zamora encarga la formación de gobierno a Manuel Azaña, quien aplica el programa del Frente Popular: continuar con la reforma agraria, restablecer la Generalitat e impulsar la aprobación de los estatutos de autonomía vasco y gallego. El 7 de abril, Alcalá-Zamora es destituido de la presidencia y Manuel Azaña es nombrado su sucesor. Santiago Casares Quiroga asume la presidencia del Gobierno. Ni Azaña ni Casares Quiroga pudieron frenar la creciente ola de enfrentamientos. Se sucedieron el desorden público en el campo, ataques a edificios eclesiásticos y atentados. El más significativo fue el asesinato de José Calvo Sotelo, dirigente monárquico del partido Renovación Española. Lo mató la Guardia de Asalto en represalia por el asesinato de uno de sus miembros a manos de falangistas. El asesinato de Calvo Sotelo precipitó la actuación inmediata de los militares para perpetrar el golpe contra la República.

La Insurrección Militar y la Respuesta Republicana

La revuelta militar se inició en Melilla, inmediatamente después de que Francisco Franco llegara a Marruecos para ponerse al frente del Ejército de África. El jefe militar de Melilla fue fusilado, al igual que el jefe militar de Burgos, ambos por rebelión militar. Los sublevados hicieron lo mismo con todos los jefes militares o civiles que se mantuvieron fieles a la República. Esto ponía de manifiesto que los insurrectos querían imponer una nueva legalidad mediante la violencia, bajo la paradójica amenaza de ‘morirás por rebelión’ cuando ellos mismos eran los rebeldes. El general Emilio Mola, desde Pamplona, y otros jefes militares como Queipo de Llano en Sevilla, declararon la guerra en el resto de España.

La Radicalización Social y Política

La radicalización social y política se manifestó en un aumento de las actividades violentas por parte de la Falange Española y de las JONS en la derecha del arco ideológico, lo que llevó al encarcelamiento de José Antonio Primo de Rivera. La Falange proponía una alternativa autoritaria y, junto con los Carlistas, se estaban preparando para dar un golpe a la República. También se observaba una radicalización en sectores del PSOE y de la CNT. En el PSOE también se había producido una división interna. En Cataluña, la radicalización produjo la fusión de diversos partidos de izquierdas, creando el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) y el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC). En 1936, la CNT reafirmó su posición radical y propuso un programa de corte comunista libertario. El radicalismo ideológico llegó también a la sociedad. La guerra no era inevitable. Si bien existen problemas en todos los países, en España lo que nos diferencia y nos conduce a la guerra es la profunda división del ejército.

La Conspiración Militar

Una parte del ejército fue hostil contra la República y conspiró en su contra; un claro ejemplo fue el golpe de Estado de José Sanjurjo en 1932. Cabe destacar la conspiración de la noche de las elecciones de 1936, cuando, tras el triunfo del Frente Popular, el Jefe del Estado Mayor, Francisco Franco, propuso la proclamación del estado de guerra, pero el ministro de Guerra y el director de la Guardia Civil se opusieron. La República, temiendo una revuelta, ‘alejó’ a los jefes militares más sospechosos enviándolos a las periferias. Franco fue enviado a Canarias, mientras que Emilio Mola fue destinado a Pamplona, donde nadie sospechaba de él. Los primeros días de marzo de 1936 comenzaron a tramarse conspiraciones y, a partir de abril, el general Mola sería quien prepararía la red golpista, buscando una acción rápida y el uso de la violencia necesaria para acabar con la República. El golpe de Estado se adelantó por el asesinato de Calvo Sotelo a manos de la Guardia de Asalto. La conspiración estaba en conexión con una importante trama civil de terratenientes y financieros, como Juan March, quien se encargó de llevar a Franco desde Canarias al norte de África con su avión privado.

España Dividida: El Inicio del Conflicto Armado

La insurrección no triunfó en toda España y el país se dividió. Los rebeldes triunfaron en las zonas rurales, mientras que el resto del país, conservando las ciudades más importantes, se mantuvo fiel a la República. Las tropas de África quedaron frenadas en el Estrecho porque barcos de la Armada, fieles a la República, les impedían el paso.

La Insurrección en Cataluña

En Barcelona, los militares se levantaron contra la República, pero su intento no tuvo éxito gracias a la resistencia de la Guardia Civil, la Guardia de Asalto y las organizaciones obreras. El general Manuel Goded, que venía desde Mallorca, se rindió. El resto de militares se echaron atrás y huyeron, y los anarquistas se hicieron con las armas.

El Poder en la Zona Republicana

El 20 de julio, iglesias y conventos fueron incendiados por republicanos en Barcelona. En toda la España fiel a la República se crearon comités que asumieron la administración de ayuntamientos y de las instituciones. En tres días, el Gobierno de la República tuvo tres presidentes: Casares Quiroga, Diego Martínez Barrio y José Giral. Paralelamente, surgió un nuevo orden popular sin unidad ni coherencia política. Durante los tres primeros meses, la CNT cometió abusos de poder y numerosos asesinatos, sobre todo entre el clero. Con el fin de evitar levantamientos, el ejército desapareció en los primeros meses y el esfuerzo militar fue asumido por las milicias populares.

El Poder en la Zona Insurrecta

Los políticos fueron sustituidos por militares, quienes eliminaron a muchos de los que simpatizaban con la izquierda. España quedó dividida y comenzó una larga guerra que no estaba prevista. Los ciudadanos quedaron situados forzosamente en un bando, provocando situaciones dramáticas. El principal problema de la población era la subsistencia, especialmente en la zona Republicana, agravado por los intensos bombardeos.

Fases de la Guerra Civil Española

Primeros Meses del Conflicto

El primer objetivo de los insurrectos fue Madrid, y Mola envió columnas desde Pamplona. El Ejército de África consiguió pasar el Estrecho gracias a la ayuda de la aviación de Mussolini. Después, Franco entró en Córdoba y Granada, y desde Sevilla se dirigió a Madrid, pero su defensa los detuvo. El Gobierno de la República se trasladó a Valencia. El general Mola ocupó Irún y San Sebastián, y llegaron a Oviedo. Los republicanos catalanes avanzaron hacia Aragón, pero no consiguieron tomar Zaragoza; también fracasaron en el intento de tomar Mallorca e Ibiza.

La Segunda Fase: De Jarama al Ebro

El objetivo de los militares era rodear Madrid y así conquistar la capital. Al no poder, decidieron conquistar Málaga y el Frente Norte. La única ciudad que consiguieron los republicanos fue Teruel, aunque les duró solo un mes. El Gobierno de la República se trasladó de Valencia a Barcelona. El 3 de abril, Franco ocupó las primeras tierras catalanas y el 5 derogó el estatuto de autonomía catalán. El 15 de abril, llegó a Vinaròs y consiguió dividir la zona Republicana. El Ejército Republicano, con armamento ruso, preparó una ofensiva en la zona del Ebro para intentar reunir el territorio. En la Batalla del Ebro, inicialmente los republicanos consiguieron avanzar, pero la contraofensiva franquista los hizo retroceder. Esta batalla, que finalizó el 15 de noviembre de 1938, causó aproximadamente 50.000 muertos en cada bando. Los republicanos ya contaban con menos efectivos y no pudieron asumir tales pérdidas.

Última Fase: La Caída de la República

Franco ordenó la ofensiva final contra Cataluña: primero tomaron Tarragona, después Barcelona y finalmente Gerona. El Gobierno de la República, junto con los gobiernos vasco y catalán, atravesaron la frontera junto con miles de ciudadanos. Manuel Azaña dimitió como presidente de la República y Juan Negrín intentó dirigir la resistencia desde Valencia, pero ya era tarde. Se produjo el golpe de Estado del coronel Segismundo Casado, jefe de defensa de Madrid, quien pretendía una paz negociada con Franco. Sin embargo, Franco solo aceptaba la rendición sin condiciones. El 28 de marzo, las tropas franquistas tomaron Madrid, y el resto de ciudades cayeron sin resistencia.

Transformaciones y Represión en las Retaguardias

Las Transformaciones Revolucionarias en la Zona Republicana

Tras el fracaso de los insurrectos en Barcelona, Lluís Companys propuso a la CNT organizarse contra el fascismo y se creó el Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña (CCMAC). Las derrotas militares y la expansión de los comités motivaron la formación de un gobierno de unidad presidido por Josep Tarradellas. El CCMAC se autodisolvió. La radicalización llevó a la colectivización de la economía, y muchos propietarios huyeron por miedo. Esto conllevó a situaciones dispares, donde en algunos casos las empresas funcionaban bien y en otros no. La Generalitat creó un organismo para gestionar esta colectivización. En el campo, la colectivización tuvo poca incidencia porque no había demasiados terratenientes. Otras medidas revolucionarias fueron la municipalización de las casas de alquiler, la mayoría de edad a los 18 años y la legalización del aborto durante los tres primeros meses de embarazo.

Los Primeros Meses en la Retaguardia Insurrecta

En la zona insurrecta, la muerte por accidente de aviación de José Sanjurjo los dejó sin un líder visible. Su muerte se produjo dos días después del inicio de la guerra, lo que generó una vacante en el liderazgo. La dirección del levantamiento debía ejercerla una Junta de Defensa Nacional creada en Burgos. Cada general actuaba de forma autónoma hasta que se tomó conciencia de que se iniciaría una guerra y era importante que hubiera una cabeza visible. Finalmente, proclamaron a Francisco Franco jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos. La primera medida fue crear la Junta Técnica del Estado.

Las Trayectorias Políticas en la Retaguardia Insurrecta

Nadie discutía la primacía militar de Franco, pero existían discrepancias, como el grado de democratización y tensiones constantes entre facciones de falangistas y otros soportes ideológicos del franquismo.

La Violencia y la Represión en Ambas Retaguardias

Hubo mucha violencia en ambos bandos. En la zona Republicana se vivía un profundo anticlericalismo, y cualquier sospechoso de confraternizar con los militares sufría una persecución irracional. Los catalanistas conservadores ayudaron a Franco, pero después él no les hizo ni caso. El odio y la represión de este periodo ya venían de tiempos atrás, alimentados por las diferencias entre ricos y pobres. A través de las patrullas de control, todas las organizaciones antifascistas tomaban parte en asesinatos de personas simpatizantes con el Bando Nacional. En la zona insurrecta se vivió un mayor horror, y los responsables de la represión no eran condenados.

Las Trayectorias Políticas en la Retaguardia Republicana

Las derrotas militares evidenciaron la necesidad de centralizar el poder y profesionalizar el ejército. Se nombró como presidente a Francisco Largo Caballero y el Gobierno restableció su funcionamiento. La manera de dirigir el conflicto por parte de Largo Caballero implicó enfrentamientos. Además, los problemas aumentaron por el enfrentamiento armado entre los anarcosindicalistas y el POUM contra las fuerzas del orden de la Generalitat, el PSUC y la UGT. Finalmente, el Gobierno ordenó tomar el edificio de Telefónica para limitar el poder de los anarquistas. Los comunistas, para seguir colaborando, exigieron la renuncia de Largo Caballero como presidente y nombraron a Juan Negrín, además de la disolución del POUM, cuyo dirigente fue asesinado por agentes soviéticos.

La Intervención Internacional en la Guerra Civil

El Comité de No Intervención

Cada uno de los bandos esperaba la ayuda de los regímenes más afines, pero Francia propuso crear el Comité de No Intervención para evitar una Segunda Guerra Mundial. La República salió mal parada porque Alemania e Italia, aunque firmantes, lo incumplieron sistemáticamente.

La Intervención de Alemania e Italia

En julio de 1936, enviaron 9 bombarderos italianos y 20 aviones alemanes. En noviembre, Alemania envió la Legión Cóndor, lo que les dio la supremacía aérea. En 1937, Italia envió 49.000 soldados. Esta ayuda fue decisiva para el desenlace de la guerra.

La Ayuda Soviética a la República

La URSS ayudó en menor medida a la República a cambio de dinero y de una mayor influencia para los comunistas españoles.

Las Brigadas Internacionales

Esta guerra es conocida como la última guerra romántica por la gran cantidad de personas que lucharon por ideales de libertad y democracia, incluso acudiendo a defender la República desde el extranjero. Dando un claro ejemplo de solidaridad, ya que la ayuda venía proporcionada por voluntarios, no por gobiernos.