Modernismo y Generación del 98: Corrientes Literarias Clave del Siglo XIX y XX en España

El Modernismo: Orígenes, Características y Autores Clave

A finales del siglo XIX, específicamente en la década de 1880, los poetas hispanoamericanos más lúcidos buscaron renovar profundamente el lenguaje literario. Su objetivo era expresar el anhelo de ideales absolutos (especialmente la Belleza) que sentían en medio de una sociedad burguesa y materialista.

Poetas como el cubano José Martí, el nicaragüense Rubén Darío, el cubano Julián del Casal y el colombiano José Asunción Silva, tanto en su verso como en su prosa, intentaron crear una obra literaria que, a través de la Belleza como valor absoluto, los salvara de la mediocridad social circundante. En ellos influyeron especialmente los poetas franceses más innovadores, como los parnasianos y los simbolistas, así como otros autores esteticistas que creían en el valor salvador del arte.

Características del Lenguaje Poético Modernista

El elemento básico de su lenguaje poético fue el símbolo: el empleo de una imagen de la naturaleza o del arte que se asociaba inconscientemente (sin semejanza física entre la imagen y su significado real) con el estado espiritual del poeta, produciendo una intensa emoción en el lector.

Las imágenes simbólicas, al igual que otros recursos literarios del Modernismo, aportaron una poderosa expresividad sensorial y sensual. Fue frecuente el empleo de la sinestesia, la aliteración y los neologismos que producían un fuerte impacto sonoro, así como el uso de metros nuevos o poco comunes en la poesía clásica castellana (el eneasílabo, el dodecasílabo, el alejandrino).

El Modernismo en España y su Relación con la Generación del 98

En España, este movimiento literario penetró en la década de 1890, gracias al magisterio de Rubén Darío, y alcanzó su esplendor en la primera década del siglo XX.

Tradicionalmente, dentro de la literatura española de la época, se ha distinguido entre escritores modernistas y escritores de la llamada “Generación del 98”. No obstante, los críticos más clarividentes de las últimas décadas han desvelado lo inapropiado de tal división, pues tanto unos como otros denunciaron la mediocridad de la sociedad contemporánea y la necesidad de una revalorización del espíritu que no renunciara a la belleza del arte; si bien es cierto que los autores del “grupo del 98” solían encauzar estas inquietudes a través de una constante preocupación por la decadencia de España.

Principales Autores Modernistas Españoles

  • Rubén Darío: En sus tres grandes libros de poemas —Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza—, buscó la belleza de Dios a través de la belleza sensible de los seres de este mundo, especialmente mediante el amor erótico, con toda su sensualidad, y a través del gozo de las obras de arte, incluyendo la música y la poesía.
  • Antonio Machado: Se formó en pleno fervor modernista, reflejado en su primer libro, Soledades. Galerías. Otros poemas (1907). En obras posteriores, como Campos de Castilla, su poesía adquirió una dimensión más solidaria y reflexiva.
  • Juan Ramón Jiménez: También inició su obra poética dentro del Modernismo. Para él, la búsqueda de la Belleza fue el único fin consciente y exclusivo de la poesía. Si bien en la primera etapa la musicalidad y la sensorialidad resultaron más llamativas, en sus libros de madurez, como Diario de un poeta recién casado, la Belleza siguió siendo el camino de la salvación humana, aunque representada en sus elementos estrictamente esenciales.
  • Tomás Morales (grancanario): Autor de Las Rosas de Hércules, donde mitificó gozosamente el paisaje canario y la vida cosmopolita del puerto de Las Palmas.
  • Domingo Rivero (grancanario): Recreó con admiración y hondo temblor emotivo los paisajes y objetos de la vida cotidiana en las islas.

La Prosa y el Teatro Modernistas

La novela, el teatro y el ensayo del Modernismo también se caracterizaron por un marcado subjetivismo en su visión del mundo y por una total libertad expresiva, rompiendo con las convenciones tradicionales de esos géneros.

La Generación del 98: Contexto, Actitud y Manifestaciones Literarias

Los autores de la Generación del 98 (término acuñado por Azorín en varios artículos periodísticos de 1905 y 1910) compartieron edad con los modernistas y, al igual que ellos, comenzaron a publicar a finales del siglo XIX o principios del XX.

Al igual que los modernistas, padecieron una crisis espiritual que los llevó a rebelarse contra la cultura cientificista y burguesa de la Modernidad, refugiándose en el Arte y la Literatura para gozar de los bienes trascendentes que esa sociedad materialista les negaba. Como los modernistas, renovaron el lenguaje literario con el uso sistemático del símbolo, la representación impresionista del paisaje y otros recursos literarios que provocaban intensos efectos sensoriales, dando mayor cabida a la significación irracional de la palabra y a la visión subjetiva del autor.

La Peculiaridad de la Generación del 98

Por tanto, la Generación del 98 se considera más bien una actitud peculiar dentro del Modernismo: la de un grupo de escritores españoles que, además de la crisis de ideales propia de esa época, sintieron con especial preocupación la decadencia de España, agravada por la pérdida de sus últimas colonias en 1898.

Entre estos autores destacaron Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Antonio Machado y, en una parte importante de su obra, Ramón del Valle-Inclán. Todos ellos denunciaron los males de España y buscaron regenerar su país mediante la búsqueda de lo esencialmente español, procurando rescatar aquellos valores espirituales que forjaron la mejor cultura de su patria.

Géneros Literarios en la Generación del 98

La Novela del 98

La novela solía reducir la acción a los hechos esenciales; presentaba a un protagonista conflictivo, con inquietudes espirituales y trascendentes; daba mayor cabida a los diálogos y narraba con un lenguaje escueto pero de gran emotividad lírica.

  • De Unamuno destacaron sus novelas Niebla, Abel Sánchez y San Manuel Bueno, mártir, entre otras muchas.
  • La voluntad de Azorín es un buen ejemplo de novela-ensayo.
  • Pío Baroja fue autor de un sinfín de novelas, como La busca o El árbol de la ciencia.
  • En Valle-Inclán sobresalieron las novelas de la trilogía La guerra carlista y, mucho después, las de la serie El ruedo ibérico, sin olvidar su gran obra Tirano Banderas.

La Poesía del 98

Entre los poetas, destacó Antonio Machado, quien manifestó esta inquietud noventayochista a partir de su segundo libro, Campos de Castilla, donde el paisaje castellano le sirvió para cuestionar el sentido de su vida y, a la vez, el de su patria en decadencia. Otros poetas importantes fueron Salvador Rueda, Francisco Villaespesa y, por supuesto, el primer Juan Ramón Jiménez.

El Teatro del 98

El teatro se caracterizó por sus nuevas preocupaciones y sus grandes innovaciones formales. Se centró en los conflictos interiores del personaje o, como en Valle-Inclán, deformó la realidad social mediante técnicas expresionistas, que culminaron en sus esperpentos, como Luces de bohemia y la serie Martes de carnaval.

El Ensayo del 98

Estos autores también llevaron el ensayo a su esplendor literario, especialmente Unamuno, autor de El sentimiento trágico de la vida, entre otros muchos, y Azorín, cuyo ensayo Castilla es un buen retrato de su autor y de toda esta generación.