El Barroco: Prosa y Teatro
La prosa del Barroco
En la prosa del Barroco, desaparecieron las novelas de caballerías, las pastoriles y las moriscas. La novela picaresca, con el Lazarillo, llegó a su máximo esplendor en el siglo XVII. Pero la gran novedad del Barroco fue la novela alegórica.
Con los nuevos tiempos y la nueva mentalidad, la prosa satírica, la costumbrista, la moralizante y la doctrinal alcanzaron un momento de gran esplendor.
Se pueden distinguir dos apartados en la prosa barroca:
- La prosa narrativa: novela picaresca, novela satírico-costumbrista y novela filosófica-alegórica.
- La prosa crítica y moral: en la que destaca la sátira, la didáctica-moral, la política o la crítica literaria.
La prosa narrativa
La novela picaresca
El Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán consiguió la consagración de la novela picaresca. Esta obra tiene dos partes publicadas en 1599 y 1604.
El género de la novela picaresca continuó la estructura del Lazarillo:
- Relato de una ficción en forma autobiográfica.
- Linealidad o sucesión de memorias por episodios.
- Explicación, desde el pasado, de una situación final de deshonor.
- Origen deshonroso del protagonista.
- La lucha por la supervivencia y el recurso a las artimañas y los malos pasos para superar la marginación sin alcanzar los propósitos.
Mateo Alemán añadió nuevas características:
- Intención moralizadora: insertaba en medio de la acción sucesivos discursos moralizantes.
- La amargura y el sarcasmo: provocados por el pesimismo y la visión desolada.
- La actitud social crítica que reflejaba una imagen más subjetiva y despiadada de la realidad.
- El realismo se transformó en una estilización deformante.
- La naturalidad dio paso a las nuevas orientaciones retóricas.
En El Buscón de Quevedo destacó en dos sentidos:
1. Rompió con el modelo de novela picaresca, al presentar unos personajes tan caricaturescos y al evitar las intenciones moralizantes.
2. Acumuló en el texto toda la riqueza de recursos retóricos barrocos: las hipérboles, los juegos de palabras y las antítesis.
La ficción autobiográfica del protagonista selecciona episodios de su vida de forma cronológica y retrospectiva, secuenciada en tres libros.
La novela satírico-costumbrista
La sátira de las costumbres de la época está representada por El diablo cojuelo del dramaturgo Luis Vélez de Guevara.
La novela filosófico-alegórica
Baltasar Gracián es el representante indiscutible de este género; su obra más destacada es El Criticón.
La prosa crítica y moral
La reacción ante la situación política tuvo dos direcciones: la intención satírica y burlesca o las actitudes didácticas y moralizantes.
La prosa satírica
En la sátira, el representante fue Quevedo, dotado de un espíritu crítico y burlón y con una capacidad de ingenio para criticar los vicios y costumbres. Su obra más destacada es Cartas del Caballero de la Tenaza.
El punto culminante de la sátira quevedesca lo constituyen Los sueños, que consta de cinco sueños.
La prosa política
En la prosa política vuelven a destacar Quevedo y Gracián.
El teatro del Barroco
El teatro presentó los cambios más radicales. El género dramático superó en cantidad y en calidad la producción anterior.
La Comedia Nueva
La renovación de la fórmula teatral barroca adoptó el nombre de Comedia Nueva, llevada a cabo por Lope de Vega.
La habilidad de Lope de Vega fue ejemplar:
- Armonizó lo aprovechable del teatro anterior con unas formas más libres que se apartaban de las normas clásicas.
- Ofreció al público un teatro cercano y familiar en sus asuntos y contenido, que presentaban una gran variedad.
- Encarnó el sentimiento monárquico, el concepto de honor y el orgullo nacional.
- Proporcionó agilidad al movimiento escénico creando historias dotadas de interés, gracia y de actitud apasionada, es decir, teatralidad.
- Concibió la pieza teatral como un espectáculo total con una puesta en escena en la que primaron los bailes, las canciones y las evoluciones del gracioso.
El teatro se profesionalizó y gozó de lugares fijos de representación como los corrales de comedias y los patios de vecindad.
El tema del honor y la honra
Los temas del honor y la honra son uno de los principales motores de su teatro:
- HONOR: era un privilegio de los nobles, heredado y caracterizado por la limpieza de sangre.
- HONRA: era una virtud personal que no se heredaba y que se sustentaba en la opinión que los demás tenían de uno mismo; por eso afectaba normalmente a las mujeres.
La deshonra debía ser reparada hasta con la vida, y el orden social se restauraba mediante la venganza. Solo ante el rey se perdía este sentido de venganza. En casos de tiranía de un príncipe soberano, el rey, por obligación, tenía que respetarle.
Renovaciones técnicas de la Comedia Nueva
Los cambios técnicos fueron:
- Reducción a tres actos: planteamiento, nudo y desenlace.
- Concepción de la comedia como una intriga en movimiento de escenas, saltos de lugar y tiempo.
- Transgresión de las tres unidades clásicas (lugar, tiempo y acción). Anteriormente, estas unidades obligaban a: mantener un solo lugar, que la trama transcurriera en un solo día y que hubiera una única línea argumental.
- Mezcla de lo trágico y lo cómico, que supuso una nueva forma: la tragicomedia o drama.
- Reacción contra la métrica fija de la obra: se utilizaba la polimetría según el desarrollo de la acción, con endecasílabos para momentos graves y serios, y octosílabos para los más ligeros.
- Variedad de estrofas: el romance (narración), el soneto (declaraciones), la redondilla y la quintilla (diálogos), y estrofas de arte mayor (asuntos serios).
- Decoro expresivo: el habla se adecuaba a la edad y condición social del personaje.
- Configuración de la comedia en torno a una estructura fija de personajes (mirar libro).
- Convergencia de la acción dramática en el sentimiento amoroso y en el de la honra.
Los ciclos de la Comedia Nueva
Lope de Vega | Calderón de la Barca |
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Fundamentos del teatro barroco: asuntos, temas y personajes.
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