La Guerra Civil Española: Historiografía, Causas y Desarrollo
Historiografía y Etapas Interpretativas
La Guerra Civil Española ha generado una extensa producción historiográfica, con distintas etapas interpretativas. Durante el conflicto, las versiones eran puramente propagandísticas: los republicanos se presentaban como defensores de la democracia frente a un golpe fascista, mientras que los sublevados lo justificaban como una cruzada patriótica contra el comunismo.
En la posguerra, el franquismo impuso el relato de una guerra de liberación nacional. En los años 60, algunos historiadores del régimen moderaron el discurso, pero mantuvieron la tesis de una guerra inevitable. Al mismo tiempo, hispanistas extranjeros como Hugh Thomas y Gabriel Jackson iniciaron estudios más objetivos, centrándose en la polarización política.
Con la Transición se abrió el acceso a fuentes y surgieron visiones más sociales y autocríticas, destacando Tuñón de Lara. Desde los años 80 y 90, con autores como Preston, Casanova o Santos Juliá, se amplió la investigación local y temática. Paralelamente, reaparecieron enfoques revisionistas pro-franquistas. En el siglo XXI, el debate sigue vivo, con hitos como las leyes de Memoria Histórica (2007) y Democrática (2022).
Causas y Inicio del Conflicto
El conflicto comenzó tras el fracaso parcial del golpe militar del 18 de julio de 1936. Lo que debía ser un golpe rápido derivó en una guerra de tres años. La sublevación se extendió desde Marruecos a diversas zonas peninsulares, con Franco trasladado desde Canarias en el “Dragón Rapid”.
España quedó dividida en dos zonas: la republicana, con los centros industriales y financieros; y la nacional, con la mayor parte del ejército profesional. Las fuerzas franquistas contaron con el apoyo de Hitler y Mussolini; la República fue ayudada por la URSS y las Brigadas Internacionales.
Desarrollo de la Guerra: Etapas Clave
El conflicto se desarrolló en tres etapas:
- En la primera, se intentó tomar Madrid, sin éxito.
- En la segunda, Franco conquistó el norte industrial, con el bombardeo de Guernica como símbolo.
- En la tercera, tras la batalla del Ebro y la caída de Cataluña, la guerra terminó con la rendición republicana en marzo de 1939.
Consecuencias de la Guerra Civil
Las consecuencias fueron devastadoras:
- Humanas: entre 350.000 y 500.000 muertos, represión en ambos bandos, y medio millón de exiliados.
- Económicas: se hundieron la producción industrial y agraria.
- Sociales y Culturales: hubo exilio o represión de intelectuales y científicos, retroceso cultural y represión ideológica en la dictadura franquista.
La Guerra Civil Española: Las Dos Zonas y la Dimensión Internacional
La España Republicana
Estructura Política Republicana
Durante la Guerra Civil, España se dividió en dos zonas con estructuras políticas y económicas distintas: la República y la España Nacional. Tras el golpe de julio de 1936, el gobierno de José Giral distribuyó armas entre los obreros, surgiendo milicias desorganizadas y comités revolucionarios. Los anarquistas iniciaron colectivizaciones en el campo. Ante el caos, Largo Caballero formó un gobierno de unidad (septiembre 1936) incluyendo anarquistas y nacionalistas, disolvió comités y unificó el mando militar. Sin embargo, los conflictos internos, como los Sucesos de Mayo en Barcelona, provocaron su caída.
Le sucedió Juan Negrín (mayo 1937), apoyado por los comunistas. Apostó por la resistencia total con ayuda soviética, enviando gran parte del oro del Banco de España a Moscú. Su lema fue “Resistir es vencer”. Intentó negociar la rendición sin éxito. Tras la rebelión del coronel Casado en marzo de 1939, Negrín se exilió.
Economía Republicana
Económicamente, la República controlaba zonas industriales, pero no las agrícolas, generando desabastecimiento. La colectivización por parte de sindicatos y milicias (especialmente anarquistas) fue caótica. El Estado se endeudó gravemente y perdió apoyo internacional.
La España Nacional
Estructura Política Nacional
Los sublevados no tenían inicialmente un modelo común. Tras la muerte de Sanjurjo, se creó la Junta de Defensa Nacional (julio 1936), y en octubre Franco fue nombrado Jefe del Estado. En abril de 1937 decretó la unificación de falangistas y carlistas bajo la Falange Española Tradicionalista, consolidando su poder personal. Se estableció un régimen autoritario, apoyado en el ejército, la Iglesia y Falange.
Se suprimieron partidos y sindicatos, y se derogaron reformas republicanas. Franco concentró todos los poderes en un Estado centralizado.
Economía Nacional
La economía nacionalista se benefició del control agrario y del suministro internacional. Tras conquistar el norte industrial (1937), la producción se estabilizó. No hubo colectivización y las tierras fueron devueltas a sus antiguos dueños. La ayuda de Alemania e Italia fue fundamental, pagada mediante créditos.
Dimensión Internacional del Conflicto
El conflicto español tuvo una dimensión internacional como antesala de la Segunda Guerra Mundial, enfrentando fascismo, comunismo y democracias.
Franco fue apoyado militar y logísticamente por Alemania, Italia y Portugal. Hitler envió la Legión Cóndor y Mussolini tropas y aviones. El Vaticano reconoció pronto al régimen franquista, aportando legitimidad ideológica.
La República recibió apoyo limitado: la URSS envió armamento y asesores; México brindó ayuda diplomática y material. Las Brigadas Internacionales, con unos 35.000 voluntarios antifascistas, lucharon por la República.
Francia y Reino Unido impulsaron el Comité de No Intervención, que fue ineficaz. Temían una guerra europea y evitaron apoyar activamente a la República.
La falta de ayuda de las democracias y el apoyo decidido de los regímenes totalitarios desequilibraron la guerra a favor de Franco.