Los efectos que había producido la Crisis de 1929 se agudizaron durante los años siguientes. Hasta 1932, fueron centenares los bancos, estadounidenses y de otros muchos países, que se vieron obligados a cerrar. Por otro lado, la producción industrial se redujo a más de un tercio y la producción agrícola y el comercio se desplomaron. Pero, sobre todo, el paro fue el efecto más devastador de la crisis. En Estados Unidos hubo unos trece millones de desempleados y en Alemania se alcanzaron los Sigue leyendo