Arquitectura románica
A partir del año 1000, las peregrinaciones potenciaron la construcción de iglesias y catedrales. En primer lugar, se orientaron de este a oeste, de manera que el primer rayo de luz solar —identificada con la luz de Cristo— entrase por el ábside y que el último lo hiciese por la portada principal.
En segundo lugar, se recuperó el transepto, compuesto por una o más naves que cruzan perpendicularmente el cuerpo longitudinal; de esta manera se consigue una forma simbólica Sigue leyendo