El Yo Máscara
La representación que el hombre hace de su propio yo se puede sintetizar en el término “máscara”. Por máscara se suele entender cualquier trozo de cartón, tela u otro material que un individuo usa para taparse la cara y no ser conocido.
La máscara tiene una propiedad que la hace especialmente adecuada como expresión del yo en el pensamiento mítico: la ambivalencia. Toda máscara, por definición, es ambivalente. El valor de la máscara se basa en el juego de ocultar/desvelar. El simple taparse el rostro para evitar ser identificados no es máscara. La máscara siempre dice lo que el enmascarado quiere que los demás sepan. Cuando nos ponemos una máscara, ocultamos nuestra personalidad ordinaria y adoptamos otra; nos liberamos de las tensiones que sufre nuestro yo y satisfacemos los deseos o pulsiones reprimidas bajo otra apariencia.
La segunda propiedad que aparece vinculada a la máscara es la metamorfosis. Al ponerme una máscara, abandono mi yo inicial y me transformo en otro.
El Yo Sujeto
El Yo Sujeto aparece bajo dos condiciones que intervienen en su aparición: una de orden teórico y otra de orden práctico.
Condición Teórica: El Racionalismo
Dentro de la **teórica** se encuentra el racionalismo. Podemos ver cómo el hombre prehistórico no da razones a las cosas, sino que sus explicaciones son simbólicas. Por ejemplo, si se producía una catástrofe, decían que era por alguna espiritualidad maligna a la cual le hacían ofrendas para que no volviera a ocurrir. Mientras que el hombre actual es capaz de dar la razón por la cual se produce.
Condición Práctica: La Cultura Griega Clásica
Dentro de la **práctica** se produce con la llegada de la cultura griega clásica. Con esta, el hombre que antes era campesino deja de ser súbdito y ahora, gracias a la creación de la polis, esos súbditos pasan a ser ciudadanos. Esto provoca la individualidad del yo sujeto.
La concepción del yo sujeto opera estructuralmente con dos elementos. Nos encontramos con un sujeto convertido en objeto de conocimiento y otro sujeto que es el artífice de ese conocimiento (o el que yo supongo en los demás). Este yo subjetivo es el auténtico sujeto porque está debajo, fundamentando el proceso de conocimiento.
Posturas sobre la Relación Alma-Cuerpo y el Yo
De la relación entre el alma y el cuerpo surgen diversas posturas ante el yo: las dualistas y las monistas.
- Para los **dualistas**, los dos elementos son esenciales, distintos y pueden separarse.
- Para los **monistas**, los dos elementos forman una unidad.
Ejemplos:
- Dualistas: Platón (el hombre es fundamentalmente el alma), Descartes (el hombre está compuesto por dos sustancias: sustancia pensante y la extensa).
- Monista: Aristóteles (el hombre constituía una sola sustancia compuesta de alma y cuerpo).
El Yo Robot
La ciencia moderna no le interesa entender la naturaleza, sino explicar el comportamiento de los fenómenos que observamos en la experiencia. Asimismo, los fenómenos necesitan una comprobación y, para comprobar si la explicación del yo era adecuada, se ha debido crear un artificio experimental que es el robot.
El primero que empieza a hablar de este yo es el dualista **Descartes**. Dice que, al establecer una separación de cuerpo y alma, necesitaba explicar el funcionamiento armónico de este. Y dice que el cuerpo funciona como una máquina automática a impulsos que se transmiten por la corriente sanguínea.
Para **Watson**, la psicología es la ciencia de la conducta. Para el ruso **Pávlov**, el comportamiento humano estaba en función del estímulo, y **Skinner** introdujo una variable: el yo conductista. Más tarde, con el desarrollo de la cibernética, se ha llegado a comparar el cerebro humano con un ordenador. De la relación entre el yo y el robot se han llegado a construir expresiones como ‘cerebro electrónico’.
Factores Biológicos
El factor biológico que tiene mayor influencia en la formación del yo es el **sistema nervioso**. No es que sea absolutamente necesario; ni los vegetales ni algunos animales inferiores lo tienen y aun así pueden reaccionar mediante procesos bioquímicos a las incitaciones del medio. Cuando las relaciones son más complejas, el sistema nervioso se vuelve insustituible. Se necesita establecer entre la estimulación y la respuesta una integración central que elabore la información dada por los estímulos y determine la respuesta muscular o glandular.
Partes del Sistema Nervioso
De ahí que todo sistema nervioso se componga de **tres partes**:
- La aferencia: Recibe el estímulo y lo envía mediante impulsos.
- La zona central: Recibe los impulsos y elabora la respuesta.
- La eferencia: Transmite la respuesta del sistema central a los músculos.
De esas tres partes, la 1ª y la 3ª forman el sistema nervioso periférico, y la 2ª el sistema nervioso central. Este último fue adquiriendo importancia en los seres más evolucionados.
Partes del Cerebro Humano
El cerebro humano es el resultado más conseguido de esa evolución. El cerebro se puede dividir en **tres partes**:
- El **cerebro primitivo** (a su vez, en el cerebro posterior y en el cerebro medio).
- El **cerebro límbico**: El origen del cerebro emocional y de nuestra vida afectiva es el olfato.
- El **neocórtex**: Formado por dos partes:
- Hemisferios cerebrales: Donde residen los comportamientos intelectuales más avanzados como el pensamiento, lenguaje, percepción.
- El cuerpo calloso: Permite al individuo actuar de manera unitaria, potenciando la funcionalidad de ambos hemisferios.
Funciones del Cerebro
Cerebro Primitivo | Sistema Límbico | Neocórtex |
---|---|---|
Comportamientos primarios | Emociones | Percepción |
Reflejos | Sentimientos | Pensamiento |
Sensaciones primitivas | Sensaciones complejas | Asociaciones abstractas |
Agresividad | Sexualidad | Lenguaje y control del habla |
El segundo factor biológico es el **sistema endocrino**. Es un conjunto de hormonas que activan o no una serie de actividades del cuerpo.
Factores Psicológicos
Las diversas orientaciones que caracterizan al ser humano pueden entenderse como activaciones de sus capacidades. Cada capacidad para orientarse coincide con una facultad psicológica. La percepción, las creencias y el pensamiento, en cuanto son capacidades y no orientaciones, son factores psicológicos que intervienen en la formación del yo.
La Memoria
Una de las capacidades más importantes es la **memoria**. No hay yo sin memoria. Para comprender mejor la importancia de la memoria en la construcción del yo, podemos fijarnos en los casos negativos, es decir, en aquellos en los que el individuo ha perdido la memoria, bien de forma transitoria o permanente. La memoria de que hablamos es una memoria significativa, no mecánica. Los seres humanos no recordamos todas las cosas que hacemos, sino las significativas.
Teorías de la Personalidad (Sigmund Freud)
Desde la psicología se han dado diversas explicaciones del yo bajo el nombre de **teorías de la personalidad**. Su fundador, **Sigmund Freud**, propuso que la personalidad humana se compone de tres partes o instancias: el ello, el yo y el superyó. El ello es la parte más antigua y sobre ella se construyen el yo y el superyó.
- El **ello** está compuesto por un conjunto de impulsos de origen biológico, fundamentalmente dos: las pulsiones sexuales y las pulsiones de destrucción.
- El **yo** se desarrolla a partir del ello en contacto con la realidad, actuando de mediador entre el ello y el mundo exterior.
- El **superyó** constituye la moralidad inconsciente del individuo. A menudo se enfrenta a las creencias y principios conscientes. El superyó ejerce desde muy temprano una gran influencia, casi siempre inconscientemente, sobre el yo, indicándole lo que tiene que hacer y lo que no.
Factores Sociales
La sociedad es imprescindible para el nacimiento de nuestra propia identidad. La sociedad está presente hasta en nuestra esfera más íntima, como es la construcción de nuestro yo. El YO surge siempre en relación con el “otro”. Percibir a una persona no es lo mismo que percibir a una cosa.
La sociedad es imprescindible en la formación de nuestro yo concreto, y ello en dos sentidos:
- Horizontal: El yo depende de la sociedad y la época donde viva.
- Vertical: El yo depende del lugar (alto o bajo) que ocupe en ella.
No todos somos iguales:
- En primer lugar, no hay una única cultura, sino muchas, y por tanto, a la diversidad de culturas le corresponderá una manera de ser de cada uno.
- En segundo lugar, la cultura (al menos las culturas actuales) tiene dos rasgos que potencian la diversidad humana: su dinamismo y su complejidad.
Factor Moral
El factor moral relaciona todas las condiciones. Es la forma, y los otros factores la materia. Es el promotor de las decisiones y crea el yo. No se puede prescindir de él porque no se puede prescindir de la libertad.