El Romanticismo: Un Movimiento Cultural y Literario

Orígenes y Definición

El Romanticismo, surgido a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, fue un movimiento cultural originado en Alemania y Reino Unido. Nació como una reacción contra la Ilustración y el Neoclasicismo, que priorizó los sentimientos sobre la razón. Se caracteriza por una nueva concepción del yo, del mundo y de la creación literaria. Es considerado el primer movimiento cultural de alcance paneuropeo.

Surgió como respuesta al desengaño e insatisfacción frente a los valores sociales y culturales de la Ilustración. Esta nueva sensibilidad otorgó protagonismo a los sentimientos y manifestó un gusto por los paisajes solitarios y sombríos, incluso nocturnos y lúgubres (el locus horrendus), anticipando el cambio estético que trajo el Romanticismo.

El Término «Romántico»

El término «Romanticismo» proviene de la palabra francesa roman, que significa ‘novela’. Inicialmente, el movimiento no fue bien recibido, ya que el término evocaba las novelas medievales. Sin embargo, esta connotación negativa fue desapareciendo a medida que el Romanticismo se consolidaba como un nuevo movimiento literario.

El Mundo Romántico: Evasión y Subjetividad

El mundo romántico está abierto a lo sobrenatural y a lo misterioso. Se busca una realidad más allá de lo visible, recurriendo a la imaginación. El mundo de los sueños es explorado como otra forma de conciencia, a veces inducida por el consumo de drogas. El deseo de evadir la realidad se manifiesta en el gusto romántico por lo extraño y lo lejano, a veces producto de la imaginación y otras veces inspirado en experiencias de viaje. El suicidio se convierte, en última instancia, en la forma más extrema de evasión.

El romántico ve la naturaleza como un reflejo de sus emociones. Prefiere paisajes sombríos y solitarios, lo que dio origen a un nuevo tópico literario: el locus horrendus (lugares oscuros y tenebrosos). La noche, antes percibida negativamente, ahora atrae al artista romántico. Es un momento de soledad, sueños e ideas del inconsciente, y un escenario propicio para lo sobrenatural.

El Yo Romántico: La Exaltación del Individuo

La concepción del «yo» es un elemento clave de este movimiento. El subjetivismo es el rasgo definitorio de la época. En sus obras, expresan su insatisfacción con el mundo, sus ilusiones, deseos, y amores apasionados e imposibles. Los personajes recurrentes en estas obras incluyen: bandidos, piratas, prostitutas, Prometeo, Satán, entre otros (arquetipos de personajes rebeldes).

La Creación Artística Romántica

La creación artística deja de entenderse como imitación de la realidad para mostrar los sentimientos del mundo interior del artista. La obra artística es concebida como una nueva realidad creada por el autor, similar a la creación divina. Por ello, el Romanticismo rechaza las reglas estrictas y se opone al Neoclasicismo. Aunque pronto se reconoció que la creación artística también requiere esfuerzo y un equilibrio entre emoción y razón. Así, el Romanticismo marcó el inicio de numerosos estilos artísticos en los siglos XIX y XX.

Los románticos se negaron a seguir las reglas del arte neoclásico, considerándolas restrictivas para su libertad creativa. Para ellos, el arte debía expresar emociones intensas, sin ataduras ni límites.

Se distinguen dos vertientes del Romanticismo:

• El Romanticismo tradicional: rechaza los valores burgueses y revolucionarios, defendiendo valores del pasado como la patria, la monarquía y la religión.
• El Romanticismo liberal: defiende los derechos individuales y exalta el progreso y la técnica.

Características Fundamentales del Romanticismo

• El subjetivismo: La exaltación del «yo» lleva al creador romántico a plasmar en su obra su insatisfacción ante el mundo, sus ilusiones y deseos truncados, sus amores apasionados e imposibles, así como sus anhelos de justicia social.
• El sentimiento de no plenitud: El escritor se siente incompleto ante el mundo, experimentando una angustia constante.
• El rechazo de la realidad: Se refugian en el mundo de los sueños, en lo exótico, lo lejano… Su forma extrema de evasión es el suicidio o la idealización de épocas pasadas.
• La defensa de la libertad: Rechazan todo tipo de barreras sociales y económicas, y no aceptan nada que les impida manifestar sus sentimientos.
• La identificación del estado de ánimo con el paisaje: En general, el paisaje suele ser tétrico, sobrecogedor, turbulento o melancólico, reflejando el estado de ánimo del poeta. Además, abundan escenas nocturnas, cementerios, tormentas…
• El interés por la historia y las costumbres: Los tradicionalistas rememoran el glorioso pasado perdido, lamentando su pérdida.
• La aversión al Neoclasicismo: Los lleva a abandonar la imitación y a proclamar su libertad creadora mediante la mezcla de formas y géneros, el dinamismo, la intensidad y el dramatismo.

La Poesía Romántica

La poesía romántica se opone a la frialdad de la poesía neoclásica. Se distinguen dos tendencias poéticas principales:

• La lírica: en la que predominan la intensidad, la emotividad y el subjetivismo.
• La narrativa: de temática histórica, legendaria o exótica.

Los temas habituales incluyen el amor y el dolor, la reivindicación y la protesta, la historia y la leyenda, y lo exótico y misterioso. En cuanto a la forma, los poetas rechazan las fórmulas establecidas y crean nuevos ritmos y formas métricas en busca de efectismo y musicalidad.

En la primera mitad del siglo XIX, el principal representante de la lírica romántica fue José de Espronceda. En la poesía narrativa destaca José Zorrilla. En la segunda mitad del siglo XIX, en pleno auge del Realismo, escriben Bécquer y Rosalía de Castro, conocidos como autores posrománticos.

Ejemplos de Poesía Romántica

• La desesperación, de José de Espronceda.
• Rima LIII, de Gustavo Adolfo Bécquer (1870).

Ejemplo: La canción del pirata (José de Espronceda, 1840)

• Un pirata valiente y rebelde proclama su amor por la libertad y su rechazo a la autoridad y las leyes. Navega sin miedo, sin patria ni ley, guiado por el viento.
• Temas románticos: libertad, individualismo y rebeldía, naturaleza indomable, exaltación del yo y musicalidad.

La Prosa Romántica

Durante el Romanticismo, destacaron cuatro géneros en prosa:

Géneros Destacados en Prosa

Las Novelas Históricas

• Son relatos de aventuras sobre temas legendarios ambientados en la época medieval. Los autores españoles del Romanticismo, en muchos casos, tradujeron obras extranjeras como las del inglés Walter Scott.
• La novela histórica más destacada fue El señor de Bembibre, de Enrique Gil y Carrasco.
• También cultivaron este género Telesforo de Trueba y Cossío, quien escribía en español, inglés y francés, y el navarro Francisco Navarro Villoslada.

Las Leyendas

• Cuentan historias en las que abundan los elementos extraños, misteriosos y sobrenaturales.
• Son destacables las Leyendas de Bécquer.
• Algunas leyendas populares fueron llevadas al teatro por autores como José Zorrilla.

Los Cuadros de Costumbres

• Son pequeñas historias publicadas en diarios y revistas que reflejan los modos de vida, usos, costumbres, ambientes y personajes populares de la sociedad contemporánea del autor.
• De argumento sencillo, presentan personajes-tipo y pueden llegar a tener una notable carga crítica.
• Autores destacados: Ramón Mesonero Romanos, Serafín Estébanez Calderón y Mariano José de Larra.

Los Artículos Periodísticos

• El mayor representante fue Larra. En ellos critica el atraso del país, la ignorancia, el falso orgullo, la mala educación…
• También son destacables sus artículos políticos y los de crítica literaria, en especial los dedicados al teatro.

Ejemplos de Prosa Romántica

Ejemplo: El casarse pronto y mal (Mariano José de Larra, 1832)

• Presenta la historia de un joven que se casa demasiado pronto, sin experiencia ni madurez, más por impulso que por verdadero amor. Sobreviviendo con dinero prestado por un amigo. Su mujer le es infiel con este amigo mientras él busca dinero para mantener a la familia. Al final, él mata al amigo, la mujer se suicida y el joven también.
• Temas románticos: crítica social, el individuo contra la sociedad y la frustración.

Ejemplo: Rayo de luna (Gustavo Adolfo Bécquer, 1862)

• La vida de Manrique, un joven noble y soñador cuya vida está dominada por su imaginación poética. Una noche cree ver una mujer bajo la luz de la luna y se obsesiona con encontrarla. Tras buscarla, descubre que era una ilusión, pero sigue idealizando y creyendo en su amor ideal, aferrado a su fantasía.
• Temas románticos: idealismo, evasión de la realidad, soledad y melancolía, la naturaleza como reflejo del alma, amor imposible, conflicto entre sueño y realidad.

Ejemplo: El monte de las Ánimas (Gustavo Adolfo Bécquer, 1871)

• Durante la Noche de Difuntos, Beatriz desafía a su primo Alonso a recuperar una banda azul perdida en el Monte de las Ánimas, sabiendo que está embrujado. Alonso va y muere. Esa noche, Beatriz es atormentada por presencias sobrenaturales y, por la mañana, encuentra la banda ensangrentada en su habitación, muriendo de terror.
• Temas románticos: lo sobrenatural, misterio, muerte, la naturaleza como reflejo del alma, destino.

El Teatro Romántico

El teatro romántico es una continuación del teatro del Siglo de Oro, que el Neoclasicismo no había logrado hacer olvidar. Refleja la libertad aplicada a la concepción dramática, ya que rechaza las normas clásicas apoyadas por los ilustrados: mezcla lo trágico y lo cómico, la prosa y el verso, los personajes de distintas clases sociales y sus respectivos estilos de habla. Por ello, cultiva temas pasionales como amores imposibles, venganzas, rebeldías políticas, entre otros.

• Protagonistas: Héroes valientes con un pasado misterioso que se enfrentan a un destino trágico.
• Aparecen escenas nocturnas y lúgubres, con cementerios, ruinas y paisajes solitarios.
• Hay asesinatos, duelos y amores imposibles.
• Lenguaje: Muy expresivo, con exclamaciones, frases cortas, exageraciones y palabras sugerentes.
• Métrica: Variada, mezclando estrofas y versos de diferentes medidas.