Poesía Renacentista: Rasgos, Temas, Formas, Vertientes y Autores
1. Contexto del Renacimiento
Los Siglos de Oro (siglos XVI y XVII) se denominan así por la gran profusión artística en España, donde se escribieron una gran cantidad de obras literarias y de calidad. El Renacimiento surge durante el siglo XIV en Italia y se extiende por Europa hasta alcanzar su plenitud en el siglo XVI. Dicho término hace referencia a “renacer” y es por ello que supone el resurgimiento de los temas y las formas de la literatura clásica. En España, se divide en dos etapas: el reinado de Carlos I, con una apertura cultural y artística, y el de Felipe II, más conservador, marcado por la Contrarreforma. La sociedad era estamental y la Iglesia mantenía un gran poder, reforzado por la Inquisición. Se basaban en el humanismo, el antropocentrismo, el racionalismo y el neoplatonismo. Tras la expulsión de los judíos se empezó a diferenciar entre los cristianos viejos y los nuevos. La obsesión por no tener ascendencia judía ni musulmana supuso que muchos autores solicitaran una limpieza de sangre para acceder a cargos públicos. Finalmente, destaca un nuevo concepto conocido como “hidalgos”, una clase social situada en el último escalón de la pirámide social.
2. Poesía Renacentista: Temas y Tópicos
En la poesía renacentista predomina el amor neoplatónico, con la amada idealizada como “donna angelicata”. La amada es un ser perfecto para el poeta, como la reflejada en el amor cortés. Se asocian tópicos como el carpe diem (“disfruta del momento”), el tempus fugit (“el paso irremediable del tiempo”) y el beatus ille (“escapar del mundanal ruido y disfrutar de la naturaleza, la vida retirada nos lleva a Dios”). Con todo, se recuperan los temas de la mitología clásica.
3. Poesía Renacentista: Formas
Se introduce la métrica italiana gracias a Boscán y Garcilaso. Se usan versos endecasílabos y heptasílabos en estrofas como el soneto, la lira y la octava real. El lenguaje es claro y armónico, buscando la perfección formal y musical. Se toma como referencia la métrica italiana (modelo de Petrarca).
4. Poesía Amorosa: Garcilaso de la Vega
Las principales vertientes de la poesía renacentista de temática amorosa son: Juan Boscán y Garcilaso de la Vega. Boscán es un poeta barcelonés que introdujo los metros italianos en la lírica española. Por otro lado, Garcilaso de la Vega, caballero y “hombre de letras” que representa el ideal perfecto cortesano de la época. Dedicó gran parte de su obra poética a Isabel Freyre. Su obra se publicó por primera vez en 1543 y se compone de:
- Una epístola.
- Dos elegías.
- Tres églogas.
- Cinco canciones.
- Cuarenta sonetos.
Su poesía expresa el amor no correspondido e idealiza la naturaleza como reflejo del sentimiento amoroso. Presenciamos el tema mitológico donde se asocia el tópico carpe diem. Sus églogas presentan pastores idealizados en paisajes bucólicos. Hace un gran uso de adjetivación y metáforas y presenta una claridad expresiva. Antes de la muerte de su amada (1533), aún se observa la influencia de poetas, como Ausias March; a partir de ahí se consolida la influencia de Petrarca.
5. Poesía Religiosa: Ascética y Fray Luis de León
Por otro lado, dentro de la poesía religiosa se dan dos vertientes. La primera, la poesía ascética, se basa en dar “consejos” que buscan la perfección moral. Dentro de esta poesía se emplea la lira, los temas filosóficos y el estilo refinado y elegante. El autor más destacado es Fray Luis de León (1527-1591), monje agustino de ascendencia judía. Estuvo en la cárcel por ser acusado por la Inquisición. Su obra poética es breve. Los temas que desarrolla son: el menosprecio del mundo y la alabanza de aldea, la vida retirada, el cielo como liberación, paso a la vida divina… Sus obras son:
- De los nombres de Cristo.
- La perfecta casada.
- Exposición del libro de Job.
- Oda a la vida retirada.
6. Poesía Religiosa: Mística, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús
La segunda vertiente dentro de la poesía religiosa es la poesía mística, que se caracteriza por la expresión de la unión con la divinidad mediante imágenes, paradojas y símbolos de la poesía amorosa. Encontramos dos autores, San Juan de la Cruz (1542-1591) y Santa Teresa de Jesús (1515-1582). San Juan perteneció a la orden de los carmelitas y fue encarcelado en varias ocasiones por sus ideas. Los temas principales de sus obras son la unión material con Dios y las tres fases del proceso místico:
- Vía purgativa: el alma busca al amado (Dios) en el vacío y la oscuridad.
- Vía iluminativa: el alma ve una luz que le guía hacia el amado.
- Vía unitiva: el alma y el amado se unen.
Sus obras son:
- Cántico espiritual.
- Noche oscura del alma.
- Llama de amor viva.
Presenciamos el uso de la lira y la incorporación de metáforas, comparaciones… Por otra parte, Santa Teresa nació en Ávila y también ingresó en el convento de los Carmelitas. Escribió prosa y verso. En cuanto a obras, se observan: Libro de su vida y Libro de las fundaciones. A su vez, utilizó la lira y el lenguaje sencillo y coloquial.
7. Conclusión
El Renacimiento revitaliza la poesía con influencias italianas gracias a Boscán y la idealización del amor y la naturaleza y la recuperación de formas clásicas. La poesía amorosa tiene su exponente en Garcilaso, mientras que la religiosa se divide en ascética (Fray Luis de León) y mística (San Juan de la Cruz y Santa Teresa). Su legado es clave en la literatura española.
Prosa Renacentista: Lazarillo de Tormes
1. Contexto del Renacimiento
Los Siglos de Oro (siglos XVI y XVII) se denominan así por la gran profusión artística en España, donde se escribieron una gran cantidad de obras literarias y de calidad. El Renacimiento surge durante el siglo XIV en Italia y se extiende por Europa hasta alcanzar su plenitud en el siglo XVI. Dicho término hace referencia a “renacer” y es por ello que supone el resurgimiento de los temas y las formas de la literatura clásica. En España, se divide en dos etapas: el reinado de Carlos I, con una apertura cultural y artística, y el de Felipe II, más conservador, marcado por la Contrarreforma. La sociedad era estamental y la Iglesia mantenía un gran poder, reforzado por la Inquisición. Se basaban en el humanismo, el antropocentrismo, el racionalismo y el neoplatonismo. Tras la expulsión de los judíos se empezó a diferenciar entre los cristianos viejos y los nuevos. La obsesión por no tener ascendencia judía ni musulmana supuso que muchos autores solicitaran una limpieza de sangre para acceder a cargos públicos. Finalmente, destaca un nuevo concepto conocido como “hidalgos”, una clase social situada en el último escalón de la pirámide social.
2. Prosa de Ficción Renacentista: Géneros Principales
Las novelas de ficción renacentistas abarcan distintos géneros. Las novelas de caballerías presentan narraciones de caballeros idealizados en aventuras extraordinarias y lugares imaginarios, como Amadís de Gaula. Las novelas bizantinas son relatos que narran las desventuras de dos amantes separados que buscan reencontrarse, como en Los trabajos de Persiles y Segismunda, de Cervantes. Las novelas moriscas tratan historias de amor entre cristianos y musulmanes, reflejando la convivencia armoniosa, siendo El Abencerraje su ejemplo más representativo. Por último, las novelas pastoriles son narraciones con poca acción y protagonizadas por pastores en un entorno bucólico, destacando Los siete libros de Diana, de Jorge de Montemayor. Son todas ellas novelas de carácter idealista.
3. La Novela Picaresca: Definición y Rasgos Esenciales
Por otro lado, dentro de este contexto, aparece una novela de corte realista, la novela picaresca, de género español, protagonizada por un pícaro que se busca la vida por medio de engaños, en un ambiente de pobreza. Tiene un tono realista y un lenguaje directo. Se caracteriza por el relato en primera persona con una forma autobiográfica fingida. El protagonista narra su evolución. Además, la narración es dinámica y ocurre en diferentes espacios con distintos amos. Se combina un estilo popular con expresiones más cultas, donde el narrador es crítico e irónico. Finalmente, el protagonista pertenece a una clase marginal de la sociedad y le mueve el afán por ascender socialmente.
4. Lazarillo de Tormes: Autor, Ediciones, Forma, Estilo, Estructura, Personajes y Crítica
La obra más representativa de este género es Lazarillo de Tormes, una novela anónima publicada en 1554. Fue prohibida en 1559 por su crítica social y religiosa, y en 1573 se publicó una versión censurada, recuperándose completa en 1834. Está escrita con una forma epistolar (larga carta dirigida a un interlocutor desconocido, “vuestra merced”), con un estilo espontáneo y natural, donde el humor y la ironía agudizan el tono crítico. Su estructura consta de un prólogo y siete tratados, donde Lázaro narra su vida desde su infancia hasta su situación adulta.
A lo largo de su obra, sirve a varios amos:
- Un ciego, que le enseña la astucia para sobrevivir.
- Un clérigo, avaro y cruel que apenas le da comida.
- Un escudero, noble incapaz de mantenerlo.
- Un fraile, que se presenta como una posible pederastia.
- Un buldero, que engaña a la gente con bulas falsas.
- Un capellán, con quien Lázaro mejora su situación económica.
- Un alguacil, que lo abandona pronto tras ser perseguidos por ladrones.
- Un arcipreste de San Salvador, que lo casa con su criada, rodeado de rumores de una posible infidelidad.
La obra tiene una intención de crítica a la Iglesia, la hipocresía, la corrupción del clero, la obsesión por la apariencia y la falsedad, reflejando una visión pesimista donde la supervivencia depende del engaño.
5. Conclusión: Intención y Originalidad de Lazarillo de Tormes
Lazarillo de Tormes rompe con la narrativa de corte idealista al mostrar la miseria real. Es una sátira anticlerical, con un protagonista que pertenece a la baja condición social. La visión es pesimista, ya que las relaciones humanas se basan en la mentira y el engaño, sin que exista ningún tipo de regla moral. Su originalidad radica en su tono realista y en la evolución psicológica del protagonista, convirtiéndola en una novela moderna. Destaca a su vez el uso de la ironía, presentando, a su vez, un equilibrio entre el registro coloquial y el elevado. La obra denuncia la falsedad y la obsesión por aparentar que afecta a casi todos los personajes. Se observa una forma epistolar (larga carta dirigida a un interlocutor desconocido, “vuestra merced”) para responder a los rumores sobre su matrimonio. La acción se enmarca en un momento histórico definido, ambientada en ciudades y pueblos reconocibles y aborda problemas propios de la época. Finalmente, los temas principales son: el hambre y la supervivencia, la honra (critica las apariencias y el qué dirán).
Poesía Barroca: Vertientes, Autores y Obras
1. Contexto del Barroco
Los Siglos de Oro (siglos XVI y XVII) se denominan así por la gran profusión artística en España, donde se escribieron una gran cantidad de obras literarias y de calidad. El Barroco es el movimiento cultural y literario que se desarrolla en Europa durante el siglo XVII (el segundo siglo de los Siglos de Oro). En España, este periodo se caracteriza por una profunda crisis política, económica y social bajo los reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II. La cesión del gobierno a los válidos, las derrotas militares y el aumento de la mendicidad y la delincuencia, además de continuos conflictos bélicos, contribuyen al declive del país. Esta corriente se caracteriza por el pesimismo y el desengaño. Se impone la idea de que la vida es efímera y engañosa, lo que se refleja en la literatura con la concepción del mundo como un teatro (theatrum mundi). Además, se desarrolla un conflicto religioso con la aparición de la Contrarreforma, que refuerza el poder de la Iglesia y la Inquisición.
2. Temas y Formas de la Poesía Barroca
Los temas más característicos de la poesía barroca son el poder aniquilador del tiempo (tempus fugit), el desengaño y la falsedad del mundo; la vida es vista como una ilusión en la que predominan la hipocresía y la corrupción. La muerte es vista como una liberación, puesto que se acentúa la idea de la vida como sufrimiento y la muerte como única salvación. La crítica social, a través de la sátira, ridiculiza los vicios de la sociedad, especialmente los de la nobleza y el clero. En relación con las formas, la poesía barroca rompe con el equilibrio clásico del Renacimiento y se caracteriza por el gusto por los contrastes, con recursos estilísticos como la paradoja y la antítesis; la tendencia a los excesos; la búsqueda del ingenio (sátiras, ironía, juegos de palabras), lo que da lugar a dos grandes vertientes: el culteranismo y el conceptismo.
3. Culteranismo vs. Conceptismo: Diferencias Clave
El Culteranismo, representado por Luis de Góngora, busca la belleza formal; por otro lado, en el Conceptismo, representado por Francisco de Quevedo, predomina la significación de las palabras (conceptos). El Culteranismo se convierte en una poesía casi inaccesible, para una minoría, con una expresión muy rebuscada, mientras que en el Conceptismo el estilo está al servicio del tema; los recursos se emplean para transmitir una idea compleja, paradójica y contradictoria.
El Culteranismo usa los siguientes recursos: palabras con múltiples referencias coloristas y sensoriales, musicalidad en los versos, cultismos y neologismos, numerosos adjetivos, hipérbaton (alteración del orden de la frase), metáforas, sinestesias, alusiones a la mitología…
En cambio, el Conceptismo usa los siguientes recursos: elipsis de verbos, escasez de adjetivación, riqueza léxica, sustantivos polisémicos, creación de palabras (composición y derivación), uso de la ironía, juegos de palabras, metáforas, paradojas, antítesis…
4. Luis de Góngora: Máximo Exponente del Culteranismo
El máximo representante del culteranismo es Luis de Góngora (1561-1627), cordobés, nacido en el seno de una familia culta y acomodada. En 1585 se ordenó diácono (aunque su religiosidad se debía más a la necesidad que a la vocación). Fue sacerdote y tuvo numerosos problemas económicos. Mantuvo continuas disputas con autores de otras tendencias (por ejemplo, Quevedo). Fue el máximo representante del culteranismo. Su poesía se basa en conseguir una complejidad formal del poema: alusiones culturales, belleza y sensorialidad, complejidad sintáctica,… Sus obras son:
- Sonetos.
- Fábula de Polifemo y Galatea.
- Soledades (donde muestra toda la expresión del culteranismo).
5. Francisco de Quevedo: Máximo Exponente del Conceptismo
Por otro lado, el conceptismo destaca con Francisco de Quevedo (1580-1645). Criado en la corte, estudió en las universidades de Alcalá de Henares y Valladolid. Aunque contó con el favor del conde-duque de Olivares, fue encarcelado por este. Recuperada su libertad, vivió sus últimos años retirado. Fue el máximo representante del conceptismo. Se aprecian en él los contrastes del Barroco: alterna el tono grave y solemne con el jocoso y desenfadado. En cuanto a su temática, encontramos una visión pesimista de la realidad (desengaño y muerte) y cuestiones filosóficas, pero también políticas y sociales.
- Poesía satírica: Epístola satírica y censoria contra las costumbres presentes de los castellanos.
- Poesía burlesca: Érase un hombre a una nariz pegado, Poderoso caballero es don dinero.
- Prosa política: Política de Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás.
- Prosa satírico-moral: Sueños.
- Novela picaresca: Historia del buscón llamado don Pablos.
6. Lope de Vega en la Poesía Barroca
Lope de Vega (1562-1635) es uno de los autores más destacados de los Siglos de Oro. Cultivó todos los géneros, pero destacó sobre todo en la lírica y el teatro. Nació en Madrid y cosechó en vida un gran éxito literario. Tuvo una vida sentimental agitada, mantuvo aventuras amorosas con numerosas mujeres a las que dedicaba gran parte de sus versos. En 1588 fue desterrado por estar envuelto en desengaños amorosos. Lope se casó dos veces: con Isabel de Urbina y con Juana de Guardo. La muerte de su segunda mujer y su hijo sumió al poeta en una profunda crisis que lo llevó a ordenarse sacerdote. Finalmente, falleció en Madrid en agosto de 1635 y el público madrileño acudió a su entierro. Su poesía combinó el culteranismo y el conceptismo, siendo más directa y accesible que la de sus contemporáneos, lo que le otorgó gran popularidad; además, alternaba temas profanos y religiosos.
Teatro Barroco: Lope de Vega y Otros Autores
1. Contexto del Barroco
Los Siglos de Oro (siglos XVI y XVII) se denominan así por la gran profusión artística en España, donde se escribieron una gran cantidad de obras literarias y de calidad. El Barroco es el movimiento cultural y literario que se desarrolla en Europa durante el siglo XVII (el segundo siglo de los Siglos de Oro). En España, este periodo se caracteriza por una profunda crisis política, económica y social bajo los reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II. La cesión del gobierno a los válidos, las derrotas militares y el aumento de la mendicidad y la delincuencia, además de continuos conflictos bélicos, contribuyen al declive del país. Esta corriente se caracteriza por el pesimismo y el desengaño. Se impone la idea de que la vida es efímera y engañosa, lo que se refleja en la literatura con la concepción del mundo como un teatro (theatrum mundi). Además, se desarrolla un conflicto religioso con la aparición de la Contrarreforma, que refuerza el poder de la Iglesia y la Inquisición.
2. Rasgos del Teatro Barroco
El teatro barroco español rompe con las normas clásicas y desarrolla un nuevo modelo de dramaturgia que busca captar la atención del público a través de la espectacularidad. Sus principales características son:
- La ruptura con la unidad de acción, tiempo y lugar (las obras pueden desarrollarse en distintos escenarios y abarcar largos periodos de tiempo).
- La mezcla de lo trágico y lo cómico (se combinan elementos serios y humorísticos en una misma obra).
- La variedad temática (se tratan temas como el honor, el amor, la justicia y la religión).
- Los personajes (se establecen figuras recurrentes como el rey, el caballero, la dama y el gracioso, este último con un papel cómico y de crítica social).
- El lenguaje elaborado (juegos de palabras, metáforas, etc.).
3. Lope de Vega y El arte nuevo de hacer comedias
Lope de Vega fue el gran renovador del teatro barroco español. Consciente de la necesidad de atraer al público, estableció nuevas normas en su obra: El arte nuevo de hacer comedias, un extenso poema o “ensayo” en el que explica los cambios que propone para el teatro. Los principales aspectos que introduce son la división en tres actos, además de ajustarse a los gustos del público.
- El rechazo de la unidad de tiempo y espacio (la acción puede desarrollarse en múltiples lugares y extenderse en el tiempo).
- Mezcla de lo culto y lo popular (combina personajes nobles y plebeyos, con un lenguaje que varía según su condición social).
Los personajes que deben aparecer son:
- El rey, que imparte justicia.
- El caballero, que mantiene el orden en su entorno.
- El galán, apuesto, valiente y enamorado.
- La dama, bella y enamorada.
- Y el gracioso, que suele ser criado y usa el lenguaje llano y vulgar.
Los temas de honor y amor son los ejes principales; además, utiliza las comedias de costumbres, con una temática basada en el enredo y los conflictos cotidianos y sentimentales.
4. Obras Destacadas de Lope de Vega
Lope de Vega escribió alrededor de 1500 comedias, de las cuales se conservan unas 400. Sus obras abordan una amplia variedad de temas, pero destacan las siguientes:
- Fuenteovejuna, donde un pueblo se une contra la injusticia del Comendador.
- El caballero de Olmedo, que narra una trágica historia de amor y venganza.
- El perro del hortelano, que juega con el conflicto entre el amor y la diferencia de clases.
- La dama boba, donde el amor se presenta como un medio para la evolución intelectual de la protagonista.
5. Otros Dramaturgos Barrocos: Calderón de la Barca y Tirso de Molina
Tras Lope de Vega, el teatro barroco sigue evolucionando con autores que consolidan y perfeccionan su modelo. En primer lugar, encontramos a Calderón de la Barca, quien escribió 120 comedias y destaca en el género del auto sacramental. Sus obras tienen una mayor profundidad psicológica, con dramas basados en una trama y con un uso de temas filosóficos. Entre sus obras más importantes se encuentran:
- La vida es sueño, obra de corte filosófico.
- El gran teatro del mundo, donde el mundo es un teatro y cada persona representa un papel.
También está Tirso de Molina, que fue discípulo de Lope de Vega y es conocido por crear el personaje de Don Juan, un seductor que juega con el destino y el castigo divino. Sus obras combinan el drama y la comedia con gran agilidad. Entre sus obras más representativas destacan:
- El burlador de Sevilla y convidado de piedra.
- Don Gil de las calzas verdes.
6. Conclusión
En conclusión, el teatro barroco español se convirtió en uno de los más importantes de la literatura castellana. Lope de Vega introdujo un modelo más dinámico y accesible al público, consolidado posteriormente por Calderón de la Barca y Tirso de Molina. Gracias a estos autores, el teatro español alcanzó su máximo esplendor.