La Narrativa Española del Siglo XX (hasta 1939)
La Novela de la Generación del 98
En España publican autores significativos como Azorín, Unamuno, Baroja y Valle-Inclán, los cuales inician un camino marcado por los siguientes rasgos:
- Denuncia de los males de España: el caciquismo, el hambre y la ignorancia.
- Pesimismo ante la situación histórica (el desastre colonial de 1898) y ante el desmoronamiento de los valores sociales y espirituales.
- Influencia de la filosofía.
- El dolor de España y Castilla como profundo símbolo de patriotismo casticista.
- Renovación estética o del estilo mediante:
- El subjetivismo o antirrealismo.
- Concepción totalizadora.
Miguel de Unamuno (1864-1936)
Se sirvió de la novela para dejar testimonio de su intimidad agónica, para la reflexión sobre sus ideas obsesivas sobre la religión, la vida, la muerte y la propia conciencia. Para ello, interviene en el relato, dialoga con sus personajes, interpela al lector…
Novelas Importantes de Unamuno
En 1914 publica su mejor novela: Niebla. Lo que más sorprende al lector de esta obra es la utilización del conocido juego vida-literatura: Augusto Pérez, el protagonista de la novela, se enfrenta con su creador en un ambiente de confusión entre lo que es verdad y lo que es ficción.
Unamuno publica San Manuel Bueno, mártir (1930). En esta obra aparecen todos los motivos que habían ido apareciendo en sus novelas anteriores: la lucha agónica del individuo en este mundo, el creer y el aparentar creer, la soledad, los problemas de la fe… Cuenta la historia de un cura de pueblo que ha perdido la fe, pero que aparenta tenerla para que sus feligreses mantengan intacta.
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
Dos estilos definen la obra de Valle-Inclán: modernismo y esperpento. Los años iniciales están marcados por la tendencia modernista, representados por las cuatro Sonatas, subtituladas “Memorias del Marqués de Bradomín”: Sonata de otoño (1902), Sonata de Estío (1905), Sonata de Primavera (1904) y Sonata de invierno (1905).
De esta primera época también es la trilogía de La guerra carlista, que narra episodios de la última guerra carlista de España. Entre las obras marcadas por el esperpento destaca Tirano Banderas (1926).
Azorín (1873-1967)
En las novelas de Azorín la narración se fragmenta en instantáneas que congelan el tiempo y captan la impresión del instante. Ejemplos de novela impresionista son La voluntad, Antonio Azorín y Confesiones de un pequeño filósofo.
Más tarde escribe Don Juan (1922) y Doña Inés (1925), en las que se describe el ambiente y la sensibilidad de los personajes.
Pío Baroja (1872-1956)
Sus novelas se caracterizan por los siguientes rasgos:
- Novelas centradas en un personaje activo y dominador o pasivo y sin voluntad.
- Acción y diálogos abundantes.
- Marcada presencia del narrador a través de comentarios y reflexiones.
- Descripciones impresionistas a base de pinceladas o unos pocos detalles físicos y psicológicos y cierto desaliño expresivo.
Su producción narrativa se suele organizar en grupos de tres novelas que siguen un tema común. En estos relatos el autor parte de una observación de la realidad:
- Primera etapa (1900-1912):
- La lucha por la vida (La busca, Mala Hierba, Aurora roja).
- La tierra vasca (La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz, Zalacaín el aventurero).
- La raza (La dama errante, La ciudad de la niebla, El árbol de la ciencia).
- El mar (Las inquietudes de Shanti Andía, El laberinto de las sirenas, Los pilotos de altura).
- Segunda etapa (1913-1936):
- Memorias de un hombre de acción (serie de novelas sobre un personaje llamado Avinareta).
- Tercera etapa (1939-1956):
- Desde la última vuelta del camino (memorias).
Novela Novecentista (Generación del 14)
Gabriel Miró
Destacan: Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso. Transcurren en Oleza (trasunto de Orihuela). Otras obras son Las cerezas del cementerio (1910) y El abuelo del rey (1915).
Ramón Pérez de Ayala
Tinieblas en las cumbres (1907), La pata de la raposa (1912) y Troteras y danzarinas (1913) tienen un marcado carácter autobiográfico. En los años veinte escribe novelas intelectuales como Belarmino y Apolonio (1921), Tigre Juan y El curandero de su honra (1926).
Ramón Gómez de la Serna
Rompe los moldes del género. En sus obras cabe de todo. La más famosa es El torero Caracho (1927). El Novelista (1924), historia de un autor en busca de motivos para sus novelas y de imaginación. El doctor inverosímil (1921) narra la historia de un médico que cura por medio de extraños métodos.
La Novela hacia 1927
El primero está formado por novelistas republicanos que padecieron el exilio: Benjamín Jarnés, Juan Chabás, Rosa Chacel, Juan José Domenchina, Max Aub o Francisco Ayala; estos autores, en sus primeras obras, practican una novela en línea con el “arte deshumanizado” que planteaba Ortega y Gasset.
El segundo grupo (llamado nuevo romanticismo) plantea una novela social muy comprometida con la ideología revolucionaria: José Díaz Fernández, Ramón J. Sender y César M. Arconada.
La Narrativa de la Década de 1930 y la Novela del Exilio
La novela de los años 30 había tendido hacia la rehumanización y el compromiso social, tras abandonar la deshumanización de los años 20. Se encuentra la literatura de Ramón J. Sender, Max Aub, Francisco Ayala, Rosa Chacel.
La Narrativa Española de la Segunda Mitad del Siglo XX
La Novela de los Primeros Años de Posguerra
En 1939 muchos autores se han exiliado y la literatura se encuentra determinada por la presión de la censura, que impide que se pueda expresar una denuncia explícita. En 1940 hay casos excepcionales y aislados, como Torrente Ballester, Camilo José Cela. Estos autores encarnan dos tendencias narrativas:
Tendencias: Novela Existencial y Tremendismo
Novela Existencial
Lo existencial se convierte en uno de los temas fundamentales de la narrativa. La desorientación, la hostilidad de la vida y la angustia marcan los motivos de parte de la novela de estos años.
El Tremendismo
Algunas novelas reflejan los aspectos más desagradables y brutales de la realidad para efectuar una reflexión profunda sobre la condición humana. En 1944, La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela: la novela narra un cúmulo de crímenes que parecen verosímiles por el tipo de protagonista y por el ambiente.
Década de los 50: El Realismo Social
España empieza a salir del aislamiento y se incorpora a algunos organismos internacionales. El incipiente desarrollo del turismo y la industria trae cierta recuperación económica y cambios en los estilos de vida, como las migraciones de los campesinos hacia las ciudades. Al mismo tiempo, los jóvenes que han vivido la guerra como niños o adolescentes empiezan a manifestar actitudes críticas respecto al poder y a la división social entre vencedores y vencidos.
Dos grandes tendencias:
Tendencias en los 50
El Neorrealismo
Se centra en los problemas del hombre (la soledad, la frustración).
Novela Social (Realismo Social)
Se centra en los problemas de los grupos sociales. El tema de la novela es la propia sociedad española: la dureza de la vida en el campo, las dificultades de la transformación de los campesinos en trabajadores industriales; la explotación del proletariado y la banalidad de la vida burguesa. El estilo de la novela realista es sencillo, tanto en el lenguaje como en la técnica narrativa.
La Novela de los Años Sesenta: Entre la Preocupación Social y el Experimentalismo
Durante la década de los sesenta se detecta un cierto agotamiento del realismo social y una clara evolución hacia la experimentación y la renovación. Autores como Luis Goytisolo o Juan Goytisolo constituyen la avanzadilla de las nuevas tendencias. Los escritores españoles se dejan influir por los autores europeos, norteamericanos o latinoamericanos.
Las novelas pasan a ser más complejas y experimentales, quizás dirigidas a un lector [más exigente]. Las novedades no afectan solo al argumento o la estructura, también a la ortografía, ya que algunos autores suprimen los signos de puntuación, o los párrafos. Ya no se pretende solo denunciar la situación social, sino que también se persigue la experimentación de nuevas formas y elementos, como el perspectivismo argumental, el monólogo interior o los continuos saltos hacia atrás o hacia delante en el argumento. Dos novelas son consideradas los modelos de las nuevas tendencias: Tiempo de silencio de Luis Martín Santos y Señas de identidad de Juan Goytisolo.
La Narrativa Española desde 1970 hasta la Actualidad
Aspectos más significativos de la novela española en los últimos 30 años [desde la fecha original del texto]:
- El carácter aglutinador: Acoge prácticamente todas las tendencias, modalidades, discursos, temas.
- La individualidad: Cada novelista elegirá la orientación que le resulte más adecuada para encontrar un estilo propio con el que expresar su mundo personal y su particular visión de la realidad.
En las últimas décadas conviven:
- Novelistas importantes de toda la posguerra: Delibes, Cela y Torrente Ballester.
- Algunos novelistas de la “Generación del 50”: Juan Goytisolo, Juan Marsé.
- Los novelistas de la generación del 75: EDUARDO MENDOZA, Félix de Azúa, Juan José Millás, Vicente Molina Foix.
- Después del franquismo: Manuel Vicent, Julio Llamazares, JAVIER MARÍAS, Luis Mateo Díez, Rosa Montero.
Novela Policíaca y de Intriga
Este subgénero resurge con especial fuerza. Destacan Manuel Vázquez Montalbán.
Novela Histórica
Se pueden citar como ejemplos El oro de los sueños, de José María Merino.
Novela de la Reflexión Íntima
Este tipo de narrativa se centra en la búsqueda personal y la reflexión sobre la propia existencia.
Novela de la Memoria y del Testimonio
La memoria de una generación y el compromiso son los temas básicos de esta corriente, en la que se encuadran novelistas como Rosa Montero, con Te trataré como a una reina.
Novela Culturalista
En los últimos años han aparecido una serie de autores jóvenes como Juan Manuel de Prada y Enrique Vila-Matas.
Otras Tendencias
En la novela de los autores más jóvenes es la de hacer una novela que trata los problemas de la juventud urbana con una estética muy cercana a la contracultura.
La Narrativa Hispanoamericana de la Segunda Mitad del Siglo XX
Los Pioneros de la Renovación (1945-1960)
Entre 1945 y 1960 se observan en la narrativa hispanoamericana unas características nuevas que la hacen diferente de la novela desarrollada hasta entonces. Los cambios principales fueron:
- Se abandona el interés prioritario por los espacios rurales y naturales y la denuncia de problemas [sociales].
- Se introduce en las novelas lo fantástico, lo onírico y lo irracional.
- Se produce un gran cambio puesto que se abandona la estética realista decimonónica y se adoptan las nuevas técnicas narrativas.
La Novela de los 60: El Boom Hispanoamericano
La definitiva renovación de la novelística hispanoamericana se produce a partir de los años sesenta con un fenómeno que la crítica ha denominado boom de la novela hispanoamericana. Surgió ligado a un fenómeno extraliterario que facilitó que esta novela fuera conocida en el exterior: el apoyo de las editoriales españolas.
A lo anterior hay que añadir la coincidencia en un corto espacio de tiempo de una sucesión de novelas (y novelistas) deslumbrantes: Sobre héroes y tumbas del argentino Ernesto Sábato; El astillero del uruguayo Juan Carlos Onetti; La ciudad y los perros del peruano Vargas Llosa; La muerte de Artemio Cruz del mexicano Carlos Fuentes.
Temas del Boom
La Crisis Existencial del Individuo
Temas de la sexualidad, la muerte, la soledad y la incomunicación.
El Dictador
La primera irrupción narrativa de esta figura de la historia hispanoamericana se produjo con Tirano Banderas de Valle-Inclán.
La Historia de Hispanoamérica
La historia del continente ha sido pródiga en acontecimientos de sugerentes posibilidades narrativas.
La Novela Hispanoamericana Más Reciente (desde los 70)
A partir de los años setenta continúan publicando autores ya consagrados, a los que se unen otros que no habían alcanzado la difusión de los autores relacionados con el boom. La consecuencia es una lista enorme de creadores y creaciones, que no podemos abordar [en detalle]. La narrativa de estos años reduce la complejidad técnica iniciada en obras anteriores para crear una novela a la que el lector pueda acceder más fácilmente, aunque esto no suponga un abandono total de la experimentación. Prevalece la narración realista que incluye, además, el habla coloquial, pero también se recurre al realismo mágico. Nombres y títulos fundamentales de este período: El amor en los tiempos del cólera de García Márquez.
El Cuento Hispanoamericano
El cuento ha sido un género narrativo ampliamente cultivado en Hispanoamérica desde los años cuarenta hasta la actualidad. Los narradores de los años cuarenta y cincuenta han sido grandes cultivadores del cuento literario. Destaca la aportación extraordinaria de JORGE LUIS BORGES (Ficciones, El Aleph y El libro de arena).