Aspectos Metodológicos del Comentario de Texto
Coherencia y Estructura
- Con respecto a la coherencia, en el texto existe una progresión temática que desarrolla el tema de […].
- La estructura externa consta de [número de párrafos] párrafos, lo que traduce una estructura interna [deductiva, inductiva, encuadrada], ya que la tesis se encuentra [al principio, al final, al principio y al final].
- Consta de una introducción (hasta la línea […]), un cuerpo de la argumentación (utilizando principalmente argumentos de […] hasta la línea […]) y una conclusión (de la línea […] hasta el final).
Adecuación y Modalización
- En cuanto a la adecuación, la modalidad textual es expositivo-argumentativa.
- Se trata de un texto periodístico de opinión subjetivo escrito con tono […], en un registro […] (aunque se aprecian algunos coloquialismos como “…”).
- Las funciones del lenguaje que predominan son la [emotiva y la apelativa -tal vez otras], ya que el autor […] (y trata de influir en el lector […], ejemplo).
- Por lo tanto, la intención comunicativa del autor es […].
- Es un texto modalizado donde aparecen rasgos de subjetividad, entre otros, como [el uso de léxico valorativo; empleo del plural inclusivo, etc. Ver esquema].
Cohesión Textual
- La cohesión textual se consigue mediante el empleo de oraciones coordinadas y subordinadas (líneas […]); el uso de conectores como por ejemplo: “porque” (de causa), “sobre todo” (enfático), “incluso” (consecutivo), “o sea” (reformulatorio), etc.
- Encontramos deixis anafórica como en “…” (referida a […]) y/o catafórica en “…” (referida a […]).
- También se usan redes léxicas relativas a la idea de […] como por ejemplo: “…” y en las que se establecen relaciones de:
- Sinonimia: “…”
- Antonimia: “…”
- Hiperonimia e hiponimia: “…”
El Modernismo (1890-1914)
Entre 1890 y 1914 se produjo una serie de cambios profundos sociales y culturales conocidos como la crisis de fin de siglo. Desde finales del siglo XIX se gestó una nueva literatura que triunfó a principios del siglo XX. El Modernismo es una manifestación hispánica de una “crisis universal”.
Definición y Orígenes
El término Modernismo se aplicó a una serie de tendencias europeas y americanas que comenzaron a desarrollarse a finales del siglo XIX y se prolongaron hasta la Primera Guerra Mundial. En sus inicios hay una rebelión hacia el espíritu materialista y un esfuerzo de renovación opuesto a las tendencias realistas vigentes.
Se produce así la denominada crisis de la conciencia burguesa, de la que deriva la actitud modernista de la que hablaba Juan Ramón Jiménez, que se manifiesta en la rebeldía política de José Martí. Esta crisis tiene su origen en Hispanoamérica, siendo José Martí y Rubén Darío sus creadores y distribuidores. La obra de Rubén Darío, Azul, publicada en 1888, se considera el arranque del Modernismo, ya que en ella aparecen los rasgos característicos de este movimiento.
Características Estéticas
El Modernismo es una literatura que busca la belleza por encima de todo. Supuso un enorme enriquecimiento estilístico en dos direcciones: por un lado, la brillantez y los grandes efectos; por otro lado, el sentido de lo delicado y lo armónico. Además, destaca la importancia de lo sonoro (sonetos, versos alejandrinos, disposiciones de distintas rimas, etc.) y el color (metáfora, cultismos, neologismos, etc.), buscando así un lenguaje visual y musical.
La influencia de la cultura francesa es decisiva. Del Parnasianismo se tomó el ansia de la perfección, el culto a la belleza y la aspiración a una poesía equilibrada. Del Simbolismo se tomó el ritmo, la musicalidad del verso y el recurso a los elementos simbólicos para expresar sentimientos, ideas o estados de ánimo:
- El cisne: símbolo de la estética modernista.
- El ocaso: representa la muerte.
- El camino: la vida.
- El otoño: la decadencia.
Temática y Evasión
La temática apunta en dos direcciones: una hacia la exterioridad sensible y otra hacia la intimidad del poeta.
Se denomina escapismo al deseo de los modernistas de huir del mundo. Los autores buscan una evasión de la realidad, situándose en escenarios lejanos. Además, surge una necesidad más de evasión denominada cosmopolitismo. Rubén Darío escribió dos obras que se consideraron una manifestación más de evasión hacia el pasado: Caupolicán y Cantos de vida y esperanza.
La intimidad del poeta se expresó como una manifestación de una insatisfacción existencial. El Modernismo tiene una influencia romántica, en la que se exaltan las pasiones y lo irracional por encima de lo razonable.
El Modernismo Español
El Modernismo español presenta una serie de particularidades: a pesar de la fuerte influencia de Rubén Darío, se centró en el folclore andaluz, la belleza de Galicia y los paisajes de Castilla. Sus mejores frutos literarios fueron los que se inspiraron en el Simbolismo. Aquí incluiríamos a Manuel Machado, Antonio Machado (Soledades, galerías y otros poemas – 1903), Juan Ramón Jiménez (Elejías – 1907) y Valle-Inclán (Las sonatas, de 1902 hasta 1905).
En conclusión y según Davison, “es imposible comprender la literatura hispánica moderna sin tener en cuenta los descubrimientos de los modernistas”.
La Generación del 98
Entre 1890 y 1914 se producen una serie de profundos cambios sociales y culturales en todo el mundo occidental, que se conocen bajo el nombre de crisis de fin de siglo. Desde finales del siglo XIX se gestaba una nueva literatura que triunfa en los primeros lustros del XX. Modernismo y 98 son, en realidad, las dos caras de una misma ruptura, manifestaciones hispánicas de una “crisis universal”.
Definición y Miembros
El término “Generación del 98” se debe a Azorín, que lo propuso para referirse a un grupo de jóvenes escritores que habían empezado a escribir hacia finales del siglo XIX; entre los que citaba tanto a Unamuno, Baroja o Valle-Inclán como a Rubén Darío. Según él, los rasgos que permitían agruparlos eran un espíritu de protesta y un profundo amor al arte.
Para los historiadores, una generación es un conjunto de hombres coetáneos que comparten problemas e inquietudes. Además de existir escasa diferencia de edad entre ellos, fundaron juntos revistas literarias y participaron en actos colectivos propios, y tuvieron una formación intelectual semejante. Estos requisitos se cumplen en autores como Unamuno, Maeztu, Baroja, Azorín, Antonio Machado o Valle-Inclán, pero también en otros que no se incluyen en la lista de los noventayochistas; por ello, algunos críticos prefieren hablar del “grupo del 98”, porque los consideran un grupo reducido dentro de una “generación histórica”.
En 1901, el Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu) publicó un manifiesto donde reflexionaron sobre las causas de los males de España con la intención de regenerar el país.
Evolución y Temas Centrales
A partir de 1910, Azorín señala que cada autor se ha creado una fuerte personalidad, con orientaciones estéticas muy diversas, aunque conservando los anhelos idealistas. Pasado el radicalismo juvenil, se intensifica el entronque con las corrientes irracionales europeas y un neorromanticismo. El subjetivismo se convierte en un rasgo esencial de la estética del 98.
En sus obras están presentes las preocupaciones existenciales y religiosas. Son frecuentes los sentimientos de hastío de vivir o angustia, influenciados por filósofos como Nietzsche. Algunas obras de Unamuno o Baroja son claros antecedentes del existencialismo europeo. Es también común el problema religioso: fueron agnósticos en su juventud, actitud que Baroja mantendrá; otros, adoptaron posiciones católicas, como Azorín o Maeztu.
El Novecentismo (Generación del 14)
Hablamos de Novecentismo para referirnos a un grupo de autores españoles que se encuentran a caballo entre el Modernismo y la Generación del 27. Su objetivo era renovar estéticamente la literatura y el arte, acercándolos a un estilo más propio del siglo XX. Comparten, como rasgo general, la búsqueda del arte puro, alejado del sentimentalismo decimonónico.
Autores y Géneros Destacados
- Novela: Ramón Pérez de Ayala (con su novela intelectual) y Gabriel Miró (con su novela lírica).
- Ensayo: José Ortega y Gasset, con obras como La rebelión de las masas o La deshumanización del arte. En esta última se plantea que la emoción estética debe prevalecer sobre la emoción humana para crear un arte “deshumanizado”.
- Poesía: Juan Ramón Jiménez. Se diferencian tres etapas:
- Sensitiva: De influencias románticas y modernistas (Arias tristes).
- Intelectual: De poesía desnuda (Diario de un poeta recién casado).
- Suficiente: De tinte espiritual.
El Teatro en el Novecentismo
En cuanto al teatro, la renovación que estaba triunfando en la narrativa y en la lírica no llegó con la misma fuerza al género dramático. Había dos vertientes:
- La comercial: Destacan las comedias burguesas de Jacinto Benavente, el teatro poético de Marquina o Villaespesa, y el teatro cómico de Carlos Arniches y los hermanos Quintero.
- La renovadora: Destaca la figura de Ramón María del Valle Inclán, del que sobresalen la trilogía de Las comedias bárbaras, y sus esperpentos, sobre todo Luces de bohemia. En ellos se deforman ambientes y personajes, realizando una crítica incisiva de la sociedad.
Las Vanguardias (Los Ismos)
La agitación social vivida a comienzos del siglo XX tuvo su reflejo artístico en un movimiento que reaccionaba contra el orden establecido: las Vanguardias. Estos movimientos tienen un claro afán renovador y se caracterizan por rechazar el arte anterior, con el propósito de modernizar el arte para que sea acorde a los nuevos adelantos científicos y sociales. Así pues, la creatividad, la experimentación y la rebeldía serán sus características definitivas.
Principales Ismos
Los ismos llegaron a España tras la primera década del siglo, se sucedieron con gran rapidez y tienen en común el irracionalismo. Los más importantes, por orden de aparición, son:
- Futurismo: Fundado por Marinetti, se caracterizaba por el antisentimentalismo, el rechazo radical del pasado y la atracción por los inventos de reciente creación.
- Dadaísmo: La idea era liberarnos de las ataduras morales que nos generaba la educación burguesa, para alcanzar una forma de expresión totalmente auténtica.
- Cubismo: Expresa una estructura que forma figuras o imágenes que ejemplifican el tema. Su máximo exponente fue Apollinaire con sus caligramas.
- Expresionismo: Expresa con intensidad los sentimientos y emociones. Influyó en Franz Kafka.
- Surrealismo: Impulsado por André Breton, fue el movimiento más longevo y que más obras produjo. El interés por el subconsciente, los sueños y los mecanismos mentales no sometidos a la razón supuso una ampliación de los límites de la imaginación y un notable enriquecimiento del lenguaje literario.
Vanguardias Españolas
En España, esta influencia se recibió en parte gracias a Ramón Gómez de la Serna, que desde la revista Prometeo reflejó estos movimientos artísticos y el de una vanguardia puramente española, el Ultraísmo. Este, cuyo principal exponente será el poeta Guillermo de Torre, es un movimiento ecléctico cuya finalidad es la experimentación y la renovación del lenguaje. El Creacionismo fue otro movimiento de origen hispanoamericano, protagonizado por Vicente Huidobro, que influyó en algunos poetas del 27.
Para concluir, hacia 1930 se hace perceptible el ocaso del vanguardismo y el rechazo del ideal de un arte puro; cada vez es más notoria la politización de los escritores y el giro hacia una literatura comprometida.
La Generación del 27
La palabra “generación” no se puede aplicar a los escritores del 27 en sentido estricto; se trata más bien de un “grupo poético” dentro de una generación literaria: Lorca, Gerardo Diego, Pedro Salinas, Aleixandre, etc.
Características del Grupo
Constituyen un grupo homogéneo, tenían muchas cosas en común, además de una edad parecida. Tuvieron una educación universitaria y una sólida formación literaria; muchos estuvieron ligados a la Residencia de Estudiantes, donde coincidieron con otras figuras de la cultura del momento.
Igualmente, hay que destacar que compartieron una concepción común de la poesía: las ansias por aprender de lo viejo y de lo nuevo, de renovar la poesía tomando lo mejor de cada época, de cada estilo. En definitiva, aspiraron a una síntesis entre tradición y vanguardia.
Hunden sus raíces en la tradición literaria hispánica. Esto se manifiesta en su labor de crítica literaria. Los grandes temas de nuestra literatura también lo serán de sus poemas: el amor en Salinas y Aleixandre, la muerte en Lorca, el paraíso perdido en Alberti, el choque entre deseo y realidad en Cernuda…
Etapas de la Generación del 27
Aunque sus personalidades son muy distintas y presentan una evolución particular, en general, se pueden señalar las siguientes etapas:
- Hasta 1927: Poesía Pura y Neopopularismo. Escriben sus poemas primerizos, de influencias modernistas y de Bécquer, en los que predomina el ideal de una poesía pura, con formas populares o vanguardistas.
- El Neopopularismo los lleva a un retorno al origen, al primitivismo, incorporando elementos del folclore y la poesía infantil (Poema del cante jondo de Lorca, Marinero en tierra de Alberti).
- En la Poesía Pura, se eliminará lo descriptivo o anecdótico y el lenguaje se somete a un proceso de depuración, con predominio del verso corto (Cántico de Guillén o La voz a ti debida de Salinas).
- Desde 1927 a la Guerra Civil: Humanización y Surrealismo. La humanización de la poesía es cada vez mayor y coincide con la entrada del Surrealismo. Así, nacieron Sobre los ángeles de Alberti o Poeta en Nueva York de Lorca. En este giro hacia la rehumanización destaca Pablo Neruda, que trabó amistad con ellos, especialmente con Lorca.
- Después de la Guerra Civil: Exilio y Desarraigo. Lorca ha muerto; otros muchos, se han exiliado; solo tres poetas permanecieron en España: Gerardo Diego, Aleixandre y Dámaso Alonso. La obra de estos dos últimos poetas es el punto de partida de la poesía desarraigada.
Aportaciones Estilísticas
Los poetas del 27 aportaron a la lengua poética profundas novedades. Utilizaron con maestría las metáforas que aprendieron de Góngora y de las vanguardias. Respecto a la métrica, utilizaron formas tradicionales y clásicas, como el soneto, el romance o el villancico; pero también el verso blanco y el verso libre.
Consiguieron fusionar en su poesía las influencias de toda la lírica anterior. Sintieron predilección por los clásicos, como Manrique, Garcilaso, Fray Luis, Quevedo… Y Góngora, que fue su modelo de búsqueda de una nueva lengua poética. Frente a lo culto, sintieron pasión por la poesía popular.
En definitiva, integraron lo español y lo universal, lo puro y lo humanizado, lo culto y lo popular, lo minoritario y lo que llega a la inmensa mayoría. Todo esto coloca a los poetas del 27 en un lugar preeminente de la literatura española y universal: la Edad de Plata de nuestra poesía.