Literatura del Siglo XVII: El Barroco Español y sus Autores Clave

El Barroco Español: Contexto Histórico del Siglo XVII

El siglo XVII es una época de crisis general en toda Europa que surge a finales del siglo XVI y que no comenzará a superarse hasta pasado 1650. La población disminuye, la economía sufre una fuerte recesión y la sociedad vive fuertes tensiones sociales entre la burguesía y la nobleza. Hay países donde el régimen señorial logra mantenerse y siguen con una monarquía absoluta como forma de gobierno, y países como Holanda e Inglaterra donde la burguesía consigue imponer nuevas formas de gobierno: una república en Holanda y un gobierno parlamentario en Inglaterra.

En España, la crisis es más grave porque se une el desmoronamiento del imperio. Los diferentes reinados absolutistas se caracterizan por la corrupción e ineptitud; se pierde la cuarta parte de la población por culpa de las constantes guerras para mantener el imperio, las pestes y, sobre todo, la miseria que se extiende por las ciudades. Tales circunstancias dan lugar a un malestar general que se notará especialmente en las artes. En Europa, sin embargo, a pesar de este malestar, y gracias a la fuerza de la burguesía, se desarrollan ciertas manifestaciones ideológicas y científicas que conducen a la modernidad, y surgen Academias y sociedades de Sabios, fuera de las universidades, en las que nacerán la ciencia experimental y el pensamiento racionalista.

Características del Barroco: Diferencias con el Renacimiento

El Barroco es un movimiento artístico producto de la crisis de la época. La actitud del autor ante la situación que le rodea puede ir desde la protesta, que se observa en la sátira y en la novela picaresca, hasta la evasión, es decir, la huida y el refugio en un mundo propio y ficticio, y junto a esto, la angustia íntima y profunda que alcanza tonos hondísimos en nuestra gran lírica.

Recordemos que el Renacimiento supuso una decidida confianza en el hombre, un entusiasmo por la Naturaleza y la vida que llevaba a la idealización de todo lo que se veía. El Renacimiento se caracterizaba además por la recuperación de las culturas griega y latina. Su estética buscaba la belleza que se basaba en la elegancia de la sencillez y el equilibrio. Sin embargo, los autores barrocos tienen una realidad hostil y una necesidad de ser originales utilizando los mismos temas: el amor y la naturaleza asociados a la mitología. El sentimiento de desengaño va a teñir todos los temas.

El mundo ahora carece de valor y es un caos en el que el hombre está perdido y rodeado de males; la vida es contradicción y lucha, es extremadamente breve y carece de consistencia porque cambia constantemente de dirección: la vida es como un sueño o como un teatro, falsa y absurda; y el amor es únicamente dolor, bien por el rechazo, bien por la muerte, que antes o después lo destruye todo. Además, la vida incluye lo feo y desagradable, no solo lo bello como en el Renacimiento, y todo ello va a aparecer por primera vez en el Barroco.

Pero si algo es típico del Barroco es la contradicción, y todos estos temas aparecen también vistos desde el humor en sátiras y burlas. Esta contradicción está en el fondo de la estética barroca que se sitúa al margen de las normas clásicas de elegancia y equilibrio. El Barroco se caracteriza por tanto por los contrastes, los claroscuros y los contrarios; también por una estética dramática que gusta de la gesticulación y las exageraciones y excesos de todo tipo, sobre todo en lo que al adorno se refiere. Es con esta contradicción, drama y exageración como los autores logran la originalidad que necesitaban frente al Renacimiento.

Géneros Literarios en el Barroco Español

Lírica Barroca

En la lírica, los máximos autores son Góngora y Quevedo, que representan respectivamente dos corrientes poéticas:

  • Culteranismo: Busca la alusión, es decir, hablar de algo sin nombrarlo, pero adornándolo, por lo que la forma será muy cuidada. Se caracteriza por el uso de la elipsis y la metáfora encadenada, los efectos sonoros, las perífrasis, los cultismos y latinismos y los fuertes hipérbatos.
  • Conceptismo: Pretende transmitir los conceptos más complicados con el mínimo de palabras necesario. Se caracteriza por el uso de dobles sentidos, paradojas, asociaciones inesperadas aunque con un léxico sencillo y frases cortas.

Todos siguen usando el verso endecasílabo y las estrofas que lo usan: el soneto, la lira y la octava real. Pero con el Barroco se recupera la poesía popular y las estrofas de verso corto, sobre todo el romance y la letrilla.

Luis de Góngora

Góngora escribió casi un centenar de romances, y es, junto con Lope de Vega, uno de los principales autores del Romancero nuevo. Sus letrillas son también abundantes y variadas, y es uno de los máximos sonetistas de nuestra lengua con más de doscientos sonetos. En todos los casos, los temas que trata son muy variados. Escribe romances, letrillas y sonetos amorosos, burlescos, morales y religiosos.

Pero lo más importante de su producción son los grandes poemas. La fábula de Polifemo y Galatea aparece en copias manuscritas en 1613 y está escrita en octavas reales. En la obra, Góngora desarrolla la famosa historia de amor imposible entre el terrible cíclope Polifemo y la bella ninfa Galatea. El mito cuenta cómo Polifemo es rechazado por la ninfa y el despecho le lleva a matar a Acis, el joven del que aquella está realmente enamorada.

Por su parte, Las Soledades fue el más ambicioso proyecto de Góngora. Iba a ser cuatro extensos poemas sobre la belleza de la naturaleza y sobre las cuatro edades del hombre: adolescencia, juventud, madurez y vejez. Pero no la pudo terminar, solo escribió La soledad primera, con la que se sitúa en la vanguardia de la poesía del Siglo de Oro y se puede considerar una de las obras que más han influido en los autores posteriores de nuestra literatura. Se trata de una obra llena de recursos literarios encadenados y de referencias cultas, con un vocabulario escogido y elevado, con lo que solo eran capaces de leerlos una minoría de lectores.

Francisco de Quevedo

Quevedo fue un hombre polifacético e incluso contradictorio. Era capaz de escribir con extraordinaria maestría graves tratados de moral y los más angustiados versos, como las más cómicas e incluso soeces obras de la época. Tradicionalmente, fue el Quevedo burlesco el que primero atrajo a los lectores. Hoy se considera que tanto las burlas como las muestras de dolor parten de su desengaño ante la sociedad y la ruina del imperio. Quevedo es quien mejor representa ese sentimiento de vitalismo frustrado típico del Barroco español. De ahí sus temas más importantes: la brevedad de la vida, la angustia por el paso del Tiempo, el amor desesperado y la muerte. Es el sentimiento trágico de la vida lo que se encierra en todos sus versos.

Escribió poesía religiosa, amorosa y filosófica, y de todo ello se rió en su poesía satírica y burlesca. Fue autor de grandes sonetos, silvas, canciones, tercetos, décimas y romances. Su estilo se basaba en los más complejos y lúcidos juegos de palabras y retorcimientos sintácticos y usaba comparaciones inesperadas, antítesis y paradojas, metáforas múltiples y símbolos.

Lope de Vega (Lírica)

Aparte de su ingente obra dramática, Lope de Vega es también uno de los máximos poetas españoles. Su lírica es de enorme riqueza y variedad, y aparece diseminada en sus comedias teatrales o en sus libros poéticos. Sus dos obras más importantes son Rimas sacras y Rimas humanas y divinas. Toda la vitalidad de Lope y su extraordinaria actividad artística tiene cabida en su poesía, ya que trata todos los temas: sus amores, su familia, sus dudas religiosas, la sociedad, etc., sin olvidar sus imitaciones de la literatura popular.

Novela Barroca

Durante el Barroco decae la novela caballeresca tras el fulminante ataque del Quijote y, en cambio, la novela picaresca experimenta un desarrollo significativo. El modelo del Lazarillo podía servir para crear un género de fuerte crítica social. El Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán y El Buscón de Quevedo son las dos obras más importantes del género en este siglo, si bien fueron cientos las que vieron la luz en esos mismos años.

El Guzmán pretende ser un ejemplo de la vida humana, ejemplo claro está negativo, y se caracteriza tanto por la amarga sátira social como por la visión desengañada de la vida. Una visión deforme de la sociedad puede apreciarse en el Buscón, y los tonos negros, unidos a una moral desilusionada o cínica son sus características más importantes.

Miguel de Cervantes y su Aportación a la Novela

En la novela española, por sus grandes dotes de narrador, destaca don Miguel de Cervantes. En 1605 publica la primera parte del Quijote y comienza a escribir una serie de narraciones cortas que reunirá en un volumen titulado Novelas ejemplares. Su éxito fue notable, entre otras cosas porque ya había alcanzado la fama con el Quijote.

Con las Novelas ejemplares, Cervantes se convierte en el primer escritor en adaptar al castellano un género narrativo italiano que se ocupa de las peripecias extraordinarias de uno o varios personajes, concentradas en un lapso breve de tiempo, y en el que el caso chocante queda enmarcado por una descripción detallada del ambiente y del modo de ser de los personajes secundarios. Además, Cervantes pretendía que sirvieran de ejemplo para los lectores, de ahí el título. En total son doce títulos que se clasifican en dos grupos: uno en el que domina la fantasía y en el que la influencia italiana es más clara; y otro en el que domina el realismo y el reflejo de la vida española de la época. Este último grupo es considerado el mejor, a él pertenecen tres obras maestras: Rinconete y Cortadillo, El licenciado Vidriera y La Gitanilla (aunque el texto original solo menciona Rinconete y Cortadillo, se corrigen los ejemplos típicos).

El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha aparece en 1605 (no 1606) y supuso un éxito inmediato. Cervantes declara en el prólogo que con esta novela pretende acabar con los libros de caballerías que solo contaban falsedades y fantasías imposibles. Es verdad que en la época tales novelones eran de muy mala calidad, pero tenían muchísimos seguidores, y era famoso imitar ciertas escenas, sobre todo las de amor, costumbre muy criticada por Cervantes y otros intelectuales.

Don Quijote realiza dos viajes con Sancho, además de uno primero él solo para cumplir con la ceremonia de armarse caballero. El último viaje, a Barcelona, ocupa toda la segunda parte, publicada en 1615 (no 1616), y considerada mejor que la primera, sobre todo porque el autor no incluye ninguna historia intercalada, cosa que sí hace en la primera parte, en la que introduce breves historias de personajes ajenos a la acción principal, que interrumpen esta. Tales historias son un muestrario de los géneros narrativos de la época: la picaresca, la novela de aventuras, la novela morisca y la novela pastoril.

Además, en la segunda parte, los personajes protagonistas se desarrollan con más profundidad psicológica de modo que vemos cómo se influyen mutuamente hasta el punto de producirse un proceso de quijotización de Sancho, que siendo quien representa la cordura, la realidad y la inteligencia práctica, llega a creerse el gobernador de una isla. Este proceso también se da en don Quijote, que sufre a su vez un proceso de sanchificación, en cuanto que cada vez se muestra más razonable, hasta que al final de la segunda parte recupera totalmente la cordura justo antes de morir enfermo.

La Técnica del Multiperspectivismo

Uno de los grandes logros de Cervantes es la creación de una nueva técnica narrativa llamada multiperspectivismo, que consiste básicamente en crear un juego de imágenes equivalentes enfrentadas como si estuvieran dos espejos frente a frente. Por ejemplo, en la segunda parte, todos los personajes con los que los dos protagonistas se van encontrando, han leído la primera parte, de modo que conocen a don Quijote y a Sancho, lo que significa que hay unos lectores de carne y hueso que somos nosotros, y unos lectores ficticios que son esos personajes, y todos hemos leído el mismo libro.

Otro ejemplo: Cervantes cuenta que está escribiendo la historia de Don Quijote porque se la ha encontrado. Según dice, tiene unos papeles viejos donde está escrita y él solo es el copista; cuando los ha copiado todos, resulta que no está ni a la mitad del primer viaje, entonces Cervantes se lanza a buscar el resto de la historia por librerías y mercadillos. Hay por tanto un Cervantes real, de carne y hueso, y un Cervantes-personaje dentro de la obra del Cervantes real, y así sucesivamente. Estos juegos los hace a todos los niveles, y toda la obra está cruzada por ellos.

La novela es además importante por su sentido del humor, que es constante; prácticamente todo lo que en ella se dice, desde el título, tiene un doble sentido. Es probablemente la novela de más éxito y más influyente de toda Europa.

Teatro Barroco

En cuanto al teatro, ya vimos que en el Renacimiento había teatro religioso, cortesano y popular, y ya sabemos que el que alcanzó más desarrollo en España fue el popular. Nunca más el teatro ha conocido el éxito extraordinario que vivió durante el siglo XVII. Tres son las causas que explican tal popularidad:

  • Los acuerdos económicos con cofradías benéficas y hospitales que financiaban las representaciones.
  • La aparición de las compañías de actores profesionales y de un lugar fijo para la representación, que hace que el teatro deje de ser itinerante y cosa de vagabundos.
  • La aparición de un genio como Lope de Vega capaz de escribir más de 300 obras (se estima que escribió muchas más, incluso más de mil).

Los acuerdos económicos supusieron una fuente estable de financiación de las obras y existieron ya en el siglo XVI. En cuanto a las compañías de actores, surgen a imitación de las compañías de la Comedia del Arte italianas que habían venido a España ya en el Renacimiento. En estas compañías, que aún eran itinerantes y actuaban por los pueblos, cada actor se especializaba en un tipo de personaje aprendiendo gestos, movimientos y monólogos que lo caracterizaran. Destacaban el trío de graciosos que se encargaban de crear los malentendidos, los chistes, las caídas, etc. Además, las obras las creaban entre todos en el momento, organizando un breve argumento y luego desarrollándolo directamente en el escenario. Las representaciones se basaban por tanto en la improvisación.

Lope de Vega, al crear sus obras, usa muchos elementos de las comedias de estas compañías, especialmente el uso de personajes tipo.

Los Corrales de Comedia

Eran los patios interiores de un grupo de casas. Frente a una de las fachadas se erigía un sencillo tablado de madera que hacía las veces de escenario. Frente a este se extendía el patio donde veían la obra de pie los hombres de clase baja. Si podían pagar un asiento, entonces la veían desde las gradas que se elevaban a los lados del patio. Las mujeres la veían desde la cazuela, situada en el primer piso y frente al escenario. Los nobles, por su parte, alquilaban los balcones de las casas, y el clero se situaba por encima de la cazuela, en la “tertulia”. Como se ve, todas las clases sociales se reunían en el teatro.

Las representaciones comenzaban a las dos en invierno y a las tres en verano. Duraban varias horas y consistían en tres actos o jornadas, y varios entreactos: la loa inicial, con la que se presentaba la obra; el entremés tras el primer acto; tras el segundo había otro entremés o un baile; y tras el tercer acto, la representación acababa con otro baile o fin de fiesta.

La Fórmula Teatral de Lope de Vega

Lope de Vega crea una fórmula teatral que obtuvo un éxito extraordinario. Tres actos para desarrollar un esquema de inicio, desarrollo y desenlace, en el que el final no se conoce hasta la última escena, dando así fuerza a la intriga. La acción es movida y variada y puede ser doble, y tampoco se mantienen las unidades de tiempo y de lugar.

Los preceptos clásicos, seguidos en el Renacimiento, establecían obras de cinco actos, que desarrollaran una única acción en 24 horas y en un solo lugar; era la conocida regla de las tres unidades. Lope no mantiene ninguno de estos preceptos considerando que al público no le gustaban. Además, la psicología de los personajes no es muy profunda, sino que se crean según un estereotipo. Los más importantes son el viejo, el galán, la dama, la criada y el gracioso, que aparecían en todas las comedias. Lo más interesante es el contraste galán-gracioso. El primero es un caballero apuesto y valiente, el segundo suele ser su criado, cobarde y cínico a veces, cuyo lenguaje llano, chistes y su desenfado contrastan con el estilo culto y adornado del galán.

Entre los temas que más trata Lope, destacan las comedias de enredo que desarrollan un amor idealizado que vence al final todos los enredos y confusiones. Sus protagonistas son casi siempre personajes cortesanos y refinados. El otro gran tema es el honor.

El honor es la estima superior que los demás tienen de uno. Se puede perder por actos propios y por actos ajenos, sobre todo la infidelidad de la esposa. En tal caso era obligada la “venganza”. Este código era exclusivo de la nobleza, pero Lope de Vega, en sus obras, se lo reconoce también a los campesinos “cristianos viejos”. En Fuenteovejuna, El mejor alcalde el rey y Peribáñez y el Comendador de Ocaña, los tres grandes dramas de honor de Lope, y sus obras maestras, un campesino pierde su honor por los abusos de poder de algún noble. El campesino se enfrentará a él y se cumplirá su venganza con la que recuperará su honor. Al final, el rey imparte justicia dándole la razón al campesino.

Con Lope de Vega, el teatro español alcanzó su máxima cumbre, nunca más ha conocido un éxito semejante.