La Poesía del Siglo XVI: Etapas y Corrientes
Desde 1511 hasta 1543, año en que se publican las obras de Boscán y Garcilaso, en este primer periodo la poesía sigue los temas, géneros y versos de la poesía cancioneril propia de la segunda mitad del siglo XV. El tema central de la lírica es el llamado “amor cortés”. Desde 1543 hasta 1580, cuando comienzan a escribir Lope de Vega y Luis de Góngora, la publicación de las obras de Boscán y de algunas de Garcilaso de la Vega en 1543 es decisiva para la difusión de la nueva poesía renacentista. Con las obras de ambos autores se introducen la versificación, los géneros y los temas de las nuevas corrientes poéticas procedentes de Italia.
Fuentes de la Poesía Renacentista
Los temas y motivos de la poesía renacentista proceden de dos grandes corrientes: el petrarquismo y la tradición clásica. El cancionero del poeta italiano Petrarca, que relata la historia de amor del poeta hacia Laura, se convirtió en el modelo de la poesía del Siglo de Oro. También de la tradición clásica se recuperaron algunas formas literarias como la oda y la elegía amorosa, y poetas como Virgilio, Ovidio y Horacio fueron considerados modelos literarios.
Nuevas Formas Poéticas
- El Soneto: Está compuesto por dos cuartetos con rimas fijas ABBA ABBA y dos tercetos con rimas variables CDC DCD o CDE CDE. El tema más frecuente es el amoroso.
- La Canción Petrarquista: Consta de varias estrofas llamadas estancias, formadas por versos endecasílabos y heptasílabos que adoptan distintas combinaciones.
- El Terceto Encadenado (ABA BCB CDC): Se emplea sobre todo en elegías, epístolas y sátiras.
- La Octava Real (ABABABCC): Es la estrofa épica y descriptiva por excelencia.
- La Lira: Combina endecasílabos y heptasílabos según el esquema aBabB.
La Poesía del Barroco (Siglo XVII)
Para los autores de la época, todo podía ser material poético: un motivo histórico, un personaje mitológico, una fiesta, un aspecto moral, la brevedad de la vida. Es una poesía de contrastes, porque hay una meditación ante un mundo difícil y engañoso. Casi todos los temas podían tratarse desde una perspectiva burlesca. Por lo que respecta a la métrica, lo más destacable es el gran desarrollo del soneto y del romance.
Culteranismo y Conceptismo
Hay dos grandes corrientes estéticas en la poesía y en la prosa: el culteranismo y el conceptismo.
- Culteranismo: Se identifica con los recursos utilizados por Góngora en sus dos grandes poemas, El Polifemo y Las Soledades, en las que utiliza la mitología y cultismos.
- Conceptismo: Es la tendencia literaria que se sirve del concepto. Se muestra en ella una especial predilección por los juegos de palabras. El representante principal era Quevedo.
El Desarrollo de la Prosa en el Siglo XVI
Las nuevas ideas estéticas renacentistas cuajaron pronto en la prosa didáctica (diálogos, mística y ascética) y más tarde en la prosa de ficción, que después se llamaría novela, en la que las tradiciones medievales convivieron con las corrientes renovadoras.
La Prosa Didáctica
Los Diálogos
El género del diálogo tuvo gran aceptación a lo largo del siglo XVI y fue imprescindible para el desarrollo de la novela. En España, los más apreciados diálogos renacentistas pertenecen a Juan de Valdés y Alfonso de Valdés.
Los Tratados Doctrinales: Santa Teresa de Jesús
La concepción de la didáctica en la época y los métodos de enseñanza que exigían a todo tipo de prosa un carácter marcadamente literario hicieron que cualquier tratado doctrinal pudiera alcanzar unos altísimos niveles estéticos. Caso notable de excelente prosa es el de numerosos autores de ascética y mística, entre los que destaca Santa Teresa de Jesús. Nació en Ávila en 1515 y murió en 1582. Su obra cultiva la poesía lírico-religiosa; sus versos son fáciles, de estilo ardiente y apasionado, como nacidos del amor.
La Prosa de Ficción
La prosa de ficción del siglo XVI comprende la novela pastoril, la morisca y la bizantina. Junto a estos géneros, destaca una obra singular: El Lazarillo de Tormes.
La Novela Pastoril
Se publicaron los siete libros de La Diana de Jorge de Montemayor. Esta obra abrió el género de los llamados libros de pastores.
La Novela Morisca
Cuando la situación de los moriscos en Granada estaba a punto de estallar en una rebelión, la literatura idealizó la figura del moro y la confraternización entre la cultura musulmana y la cristiana. El texto que difundió esta moda fue El Abencerraje.
La Novela Bizantina
En las llamadas novelas bizantinas, los jóvenes y enamorados protagonistas de altísimo linaje se encuentran y se separan con frecuencia a lo largo de la narración. Al final se casan. El primer cultivador español de este género fue Alonso Núñez de Reinoso.
Tendencias de la Prosa en el Siglo XVII
Los géneros novelescos durante el siglo XVI corrieron distinta suerte. Mientras que la novela bizantina fue muy apreciada, la novela de caballerías y la pastoril desaparecieron. La novela picaresca, por su parte, se consolidó con El Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán. Dentro de la prosa de ficción, se desarrolla un género no novelístico, la llamada sátira menipea, que alcanza con Quevedo todo su esplendor. Mención aparte merece la novela corta, muy apreciada a lo largo de todo el siglo y cultivada por autores como Cervantes y María de Zayas. La obra maestra de la narrativa de esta época es El Quijote de Cervantes.
La Novela Picaresca: El Guzmán de Alfarache
Aunque El Lazarillo fue bastante leído, no consiguió crear un género hasta que Mateo Alemán (1547-1616) publicó en 1599 la primera parte del pícaro Guzmán de Alfarache, atalaya de la vida humana, completada en 1604 con la segunda parte. Del Lazarillo tomó Alemán la fórmula autobiográfica que parte de la experiencia vital del protagonista, marginado en una sociedad dura. El relato del personaje es el producto de sus experiencias como pícaro y de su conocimiento del mundo. De hecho, la autobiografía es un marco para introducir excursos sobre los más variados temas, desde la crítica social a la salvación del alma. El propio pícaro presenta su relato como una confesión, cuyo objeto es ofrecer a los lectores un ejemplo de todo aquello que ha de evitar. Otra obra importante picaresca es El Buscón de Quevedo.
El Teatro en el Siglo XVI
A lo largo del siglo XVI va cobrando mayor importancia el teatro profano. Este último está representado por autores como Torres Naharro o Gil Vicente. El autor más destacado es Lope de Rueda, creador de un nuevo género teatral: los pasos, que son piezas breves de un solo acto de carácter humorístico.
La Comedia Nueva de Lope de Vega
Lope de Vega fija la llamada Comedia Nueva, que rápidamente recibió las críticas de los autores más conservadores que seguían los preceptos de Aristóteles y Horacio.
Las Nuevas Normas del Arte Teatral (según Lope de Vega)
En 1609, Lope publica Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, obra en la que defiende la nueva comedia española y opina sobre los distintos aspectos del arte teatral:
Los Personajes
Se pueden mezclar personajes trágicos y cómicos. Las tragicomedias y las comedias presentan unos personajes muy similares. Los más característicos son estos:
- El Rey: Que en las tragicomedias impone justicia.
- El Galán: Que reúne todas las virtudes.
- La Dama: Tan virtuosa como el galán.
- El Antagonista: Competidor del galán, pero inferior a él.
- Los Criados: Que actúan de confidentes de sus amos.
- El Padre de la Dama: Que es un padre ejemplar.
- El Gracioso: Lope incorpora a su teatro la figura del gracioso, que se convertirá en uno de los ingredientes fundamentales de la nueva fórmula teatral. Se trata de un personaje cómico e ingenioso, amigo y confidente del galán, suele ser su criado. Si el galán vive en un mundo artificial e idealista, el gracioso se mueve en el de la realidad cotidiana.
La Unidad de Acción
Debe mantenerse, aunque el propio Lope no lo hace.
Las Unidades de Tiempo y Lugar
No es necesario respetarlas, si bien se recomienda que la acción transcurra en el menor tiempo posible.
El Número de Actos
Las obras constarán de tres actos.
La Métrica
Se ajusta a las situaciones de acuerdo con una tradición que adscribe a cada estrofa un tema.
Finalidad
El fin de la comedia es deleitar, y para ello el lenguaje empleado debe llegar a todos los públicos.
La Tragicomedia
Muchas de las obras de Lope no son ni tragedias ni comedias, pues en ellas se mezclan los elementos trágicos y los cómicos. Esas obras son, pues, tragicomedias, es decir, pertenecen a un género nuevo que queda al margen de la preceptiva clásica. Una obra importante es Fuente Ovejuna.
El Corral de Comedias
El corral de comedias acoge un teatro popular representado por diversas compañías de actores. Los espectadores pagaban por asistir a las funciones, que duraban horas, por lo que junto con la comedia se representaban otras obras menores. Como aprovechaban la luz solar, las representaciones debían finalizar al atardecer.