Contexto Histórico de la España del Siglo XX
En el primer tercio del siglo XX, España está marcada por la inestabilidad, con diversas revueltas sociales debido a las pésimas condiciones laborales y a la Guerra de Marruecos, como la Semana Trágica de Barcelona (1909). En 1923, Primo de Rivera dio un golpe de Estado, dando comienzo a una dictadura. La Segunda República (1931-1939) se trunca por la sublevación militar de 1936 que desencadenó la Guerra Civil Española.
La Generación del 27: Un Movimiento Poético Fundamental
La Generación del 27, también conocida como Generación de las Vanguardias o Grupo Poético del 27, está formada por un grupo de escritores que renovaron la lírica española, uniendo tradición y vanguardia.
Etapas de la Generación del 27
Etapa Purista (hasta 1925-1927)
En esta etapa influyeron Bécquer, el Modernismo y el Gongorismo. Se aprecian las vanguardias y el neopopularismo.
Etapa de Madurez (finales de los años 20 – década de los 30)
En esta etapa influyó el Surrealismo; los sentimientos del hombre se vuelven a tratar, y predomina la poesía de compromiso.
Etapa del Exilio (a partir de 1936)
La Guerra Civil supuso la dispersión del grupo. Se caracteriza por la profundización humana de la poesía, por el humanismo angustiado y por los temas filosóficos.
Características Generales de la Generación del 27
- Influencias diversas: Recibieron la influencia del Novecentismo de Ortega y Gasset y de la Generación del 14, la poesía intelectual de Juan Ramón Jiménez, Góngora en cuanto al lenguaje, la sintaxis y el estilo popular, y las vanguardias, en especial el Ultraísmo y el Surrealismo.
- Neopopularismo: Interés por las formas y temas populares.
- Afán de perfección formal y de la metáfora: Búsqueda de la belleza y la precisión en la expresión.
- Temas recurrentes: Predominan el paisaje urbano, la naturaleza, el amor y el compromiso social.
- Equilibrio entre tradición y vanguardia: Tendencia a fusionar elementos clásicos y modernos, lo culto y lo popular.
- Métrica variada: Uso del verso libre y el versículo, así como de estrofas clásicas y populares.
Autores Destacados de la Generación del 27
A continuación, se presenta una selección de los poetas más representativos de este grupo:
Pedro Salinas (1891-1951)
Cultivó todos los géneros con un estilo de conceptismo ingenioso cuyo tema central era el amor intelectual. Destacan obras como La voz a ti debida (1933) o El contemplado (1946), esta última del exilio.
Jorge Guillén (1891-1984)
Es el máximo representante de la poesía pura y de la exigencia estética. Emplea un lenguaje preciso, claridad del discurso y una métrica clásica. Su obra cumbre es Aire nuestro (1968), que incluye todos sus poemarios, o Cántico (1928-1950).
Gerardo Diego (1896-1987)
En su obra destaca la variedad formal y temática, la unión de vanguardia y tradición, la musicalidad y la rima. De su poesía vanguardista destaca Imagen (1922) y de la tradicional, Soria (1923).
Concha Méndez (1898-1986)
Al principio, sus poemas eran neopopularistas (Surtidor); luego, su tono se vuelve amargo por la muerte de su hijo (Niño y sombras, 1936), y finalmente vuelve a la tradición popular con Villancicos (1967).
Federico García Lorca (1898-1936)
Es el poeta y dramaturgo de la genialidad. Trata temas como la frustración, el amor, el destino trágico, y además une lo culto y lo popular. Sus obras principales son: Romancero gitano (1928), cumbre de su poesía, que aúna la tradición culta, el vanguardismo y los ritmos populares; el andalucismo y el gitanismo encubren el destino trágico y un mundo mítico, expresados gracias a los símbolos. También destaca Poeta en Nueva York (1940), influido por el Surrealismo, que denuncia la sociedad capitalista donde la ciudad es símbolo de sufrimiento. En cuanto a obras teatrales, sobresalen Bodas de Sangre, Yerma o La casa de Bernarda Alba.
Vicente Aleixandre (1898-1984)
Ganó el Premio Nobel en 1977. Presenta tres etapas: la poesía anterior a la Guerra Civil, influida por el Surrealismo (La destrucción o el amor, 1935); la poesía posterior a la Guerra Civil, con nostalgia, que pone en primer plano al hombre tratando temas como la lucha o la solidaridad (Sombra del Paraíso, 1944); y la poesía de la senectud, donde vuelve el panteísmo y abunda la reflexión y el tono filosófico (Poemas de la consumación, 1968).
Dámaso Alonso (1898-1990)
Su obra va de la poesía pura juvenil a la angustia del corazón, y la mejor es posterior a la Guerra Civil. Presenta un estilo sencillo e ingenioso. Destacan Hijos de la ira (1944), escrito en versículos, donde se manifiesta la angustia, el odio y la injusticia; y Oscura noticia (1944), sobre la soledad y la muerte.
Rafael Alberti (1902-1999)
Se inició en la poesía neopopularista (Marinero en tierra, 1925). Le influye el Surrealismo (Sobre los ángeles, 1929), y desde 1930, su poesía se ve políticamente comprometida. Durante la guerra escribió poesía de urgencia (Madrid, capital de la gloria, 1937), y en la poesía del destierro, trata el exilio y la añoranza. En su poesía aparecen símbolos (toro, mar…).
Luis Cernuda (1902-1963)
Confronta realidad y deseo, y la raíz de su poesía es romántica. Trata la belleza del cuerpo humano, la soledad, el amor imposible… En su poesía inicial destaca Égloga, elegía, oda (1928); en su etapa surrealista, Los placeres prohibidos (1931); y en la poesía de madurez, Como quien espera el alba (1944).
Ernestina de Champourcin (1905-1999)
Pasa de la poesía pura a la mística. Se divide en etapas: poesía de amor humano, influida por JRJ (Juan Ramón Jiménez), hasta la Guerra Civil (Cántico inútil); poesía de amor divino, del exilio; y en la última se aprecia una difícil readaptación en Primer exilio (1978).
Miguel Hernández (1910-1942)
Considerado el ‘genial epílogo del 27’, a partir de modelos clásicos del Siglo de Oro evolucionó a un lenguaje político de gran fuerza y muy personal. Trata temas como la naturaleza, el amor real y el compromiso, y emplea símbolos (rayo, toro…). Destacan la Elegía a Ramón Sijé, que pertenece a El rayo que no cesa (1936); y El hombre acecha (1938).
Emilio Prados (1899-1967)
En su primera etapa se ve influido por Juan Ramón Jiménez y el neopopularismo (Canciones del farero); en los años 30 utiliza una poesía de compromiso con el Surrealismo, y en el exilio, su poesía se hace densa y emotiva, cercana al misticismo (Jardín cerrado).
Manuel Altolaguirre (1905-1959)
Fundó la revista Litoral y dirigió La Barraca. Escribe sobre la naturaleza y el amor. Su obra se divide en anterior a la Guerra Civil, con una métrica simple, y posterior, con estrofas clásicas (sonetos). Los poemarios Las islas invitadas se escribieron en ambos periodos.