Generación del 36
Dramaturgo español perteneciente a la Generación del 36 (o primera generación de la posguerra). Son un grupo de autores nacidos entre 1910 y 1920 que se formaron en los ambientes universitarios y culturales de la Dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República; además, vivieron en primera persona los estragos de la guerra y su resultado, por lo que en sus escritos aparecen algunos temas recurrentes como la guerra, la censura o la miseria. Otros integrantes fueron Camilo José Cela y Carmen Laforet. Literatura comprometida. Estilo más realista y humanizado: Apuestan por una literatura muy realista que retrata fielmente todo lo que estaba ocurriendo en España. Lenguaje directo y real: Intentan mostrar una literatura más sencilla, transparente y directa. Preocupación por la realidad y por las personas que viven en su mismo momento histórico.
Primera etapa (hasta 1957)
Hasta 1957. Pertenecen obras que en lo técnico se ajustan a una estética realista que el autor llamó “construcción cerrada”, que consiste en un espacio escénico tradicional, concebido como reproducción de un lugar real, y una progresión ordenada de la acción (la acción sucede de manera cronológica). Predomina en esta etapa un enfoque existencial (problemas del vivir cotidiano, violencia…) en el que los problemas personales de los personajes reflejan conflictos sociales de carácter general. Sin embargo, el valor simbólico de la escenografía será fundamental para poder realizar esta crítica de manera más sutil. A esta etapa pertenecen: Historia de una escalera, En la ardiente oscuridad y Hoy es fiesta.
Segunda etapa: Experimental (hasta 1970)
Buero no abandona los procedimientos escénicos de la primera época, pero introduce el enfoque social. Aborda temas como la injusticia, la libertad, la tortura, siempre dentro de los límites de la censura. Pertenecen a esta etapa: Un soñador para un pueblo, El concierto de San Ovidio, Las Meninas y El tragaluz.
Tercera etapa: Intimista (a partir de 1970)
Se desarrolla a partir de 1970 y en ella intensifica los recursos aparecidos en la etapa anterior, como los efectos de inmersión y el tratamiento no lineal del tiempo. Los contenidos sociales y políticos también se hacen más explícitos. Son de esta etapa La detonación (1977), El sueño de la razón (1970) y La Fundación (1974).
Generación del 50
La autora pertenece a la Generación del 50, también conocida como del Medio Siglo o de los Niños de la Guerra. Sus integrantes nacieron entre 1924 y 1936, vivieron la Guerra Civil en su infancia y sufrieron la posguerra. Aunque muchos venían de familias franquistas, se convirtieron en jóvenes críticos, comprometidos social y moralmente, influenciados por autores extranjeros y activos en movimientos estudiantiles. Cultivaron especialmente la poesía y la novela, evolucionando desde el realismo existencial al crítico y luego al experimental. Valoraban tanto la expresión artística como el contenido social, buscando transformar la sociedad. Se reunían en tertulias literarias y usaban el cuento, con técnicas como la elipsis, para sortear la censura. Otros autores son Ana Mª Matute, Rafael Sánchez Ferlosio, Luis Martín Santos, Juan Marsé e Ignacio Aldecoa.
Primera etapa (hasta 1970)
Realismo social, objetivismo o neorrealismo. La tendencia realista de los 50 muestra el contexto circundante a través de un narrador testigo que media la denuncia o juzga ante el lector, que terminará extrapolando sus propias conclusiones. Este realismo testimonial, combinado con voluntad de introspección, muestra al individuo preocupado socialmente frente a la existencia rutinaria. Dentro de esta etapa destaca Entre visillos (1957, Premio Nadal).
Segunda etapa: Experimental (1970-1990)
La búsqueda del interlocutor. Esta narrativa se encamina hacia la búsqueda interior de la propia experiencia, recurriendo a la memoria personal o a la histórica para revisar el pasado inmediato. Las obras de este periodo plantean la necesidad de un interlocutor (por eso combina el diálogo y el monólogo) y reivindican la importancia del lenguaje como medio de comunicación que salve al individuo de sus terrores y aislamiento. En esta época se incluyen Retahílas (1974) y El cuarto de atrás (1978).
Tercera etapa: Intimista (a partir de 1990)
Del cuento maravilloso a la escritura del yo. Resulta la etapa más productiva y la más reconocida por los lectores. En sus novelas reivindica el poder de la fantasía y lo maravilloso en el ser humano, la necesidad de reconocernos y complementarnos en el otro en la sociedad posmoderna. Aparecen otras obras en las que los protagonistas indagan en la construcción de su identidad mediante un tono confesional e intimista. Destacan títulos como Caperucita en Manhattan (1990), La reina de las nieves (1994) o Lo raro es vivir (1996).
Generación del 27: Federico García Lorca
Federico García Lorca (1898-1936), nacido en Fuentevaqueros (Granada), fue un destacado poeta y dramaturgo español. Aunque estudió Letras y Derecho por imposición familiar, su verdadera vocación fue el arte. En la Residencia de Estudiantes de Madrid se relacionó con figuras como Buñuel y Dalí. En los años 20 se centró en la poesía y en los 30 destacó en el teatro, alcanzando gran éxito en España y Argentina. Fue asesinado en los inicios de la Guerra Civil, cuando preparaba el estreno de La casa de Bernarda Alba. Su obra, especialmente su poesía, lo ha convertido en el poeta español contemporáneo de mayor proyección universal.
Primera etapa (1921-1930)
En su primer periodo creativo, Federico García Lorca desarrolla una poesía influida por lecturas tempranas, la lírica popular y la estética vanguardista. Es una etapa de experimentación en la que busca una voz propia, aún marcada por autores como Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez y los hermanos Machado. Publica Libro de poemas (1921), Poema del cante jondo (1921), Canciones (hacia 1924) y su obra más representativa de esta fase, Romancero gitano (1928). Estas obras se enmarcan en la poesía pura y el neopopularismo, combinando elementos tradicionales con innovaciones vanguardistas. Los temas centrales —la muerte, el amor, la frustración y la esterilidad— aparecen ya aquí, junto a símbolos recurrentes como la luna, la sangre, el agua, el caballo y figuras como los gitanos y la Guardia Civil.
Segunda etapa (1930-1936)
La segunda y última etapa de Lorca está marcada por el surrealismo. Ofrece libros como Poeta en Nueva York —escrito entre 1929 y 1930—, resultado de un viaje del poeta a esa ciudad. El último libro que publica en vida fue Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (1935), torero amigo de muchos autores del 27 y muerto en la plaza en 1934 (para muchos es su mejor libro). También a la década de los años treinta pertenecen obras que se publicaron póstumamente y que tienen elementos neopopularistas, surrealistas y de marcado estilo personal: Seis poemas galegos (1935), Sonetos del amor oscuro (descubiertos en 1984) y Diván del Tamarit (1941).
Poema del cante jondo
- Baladilla de los tres ríos
- Sorpresa
Canciones
- El lagarto está llorando
- Despedida
- Canción del jinete (1860)
- Suicidio – Trasmundo
Romancero gitano
- Romance de la luna, luna
- Romance sonámbulo
- Romance de la pena negra
- Prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla
- Romance de la Guardia Civil española
Poeta en Nueva York
- La aurora
- Nueva York (Oficina y denuncia)
- Grito hacia Roma
Llanto por Ignacio Sánchez Mejías
- La cogida y la muerte
- La sangre derramada
- Cuerpo presente
- Alma ausente
Diván del Tamarit
- Casida de la mujer tendida
- Casida de las palomas oscuras
Sonetos del amor oscuro
- Soneto de la dulce queja
- El poeta pide a su amor que le escriba
- El poeta dice la verdad