Explorando el Modernismo y la Generación del 98 en España

Modernismo y Generación del 98

A finales del siglo XIX tuvieron lugar hechos decisivos en la historia de España. La insurrección cubana (1895) y la guerra con Estados Unidos (1898) supusieron la pérdida de las últimas colonias (Cuba, Puerto Rico, Filipinas). El llamado “desastre del 98” originó propuestas de regeneración del país. En este contexto se desarrolló la corriente regeneracionista. Asimismo, a principios del siglo XX coinciden en España dos movimientos estéticos: el modernismo y la generación del 98.

El Modernismo: Orígenes y Características

El modernismo surge en Hispanoamérica hacia 1880 y representa la afirmación de las raíces americanas frente a lo español. Es también una repulsa hacia todo lo cotidiano, hacia la vida de la clase media burguesa. Los autores modernistas, influidos por los parnasianistas y los simbolistas franceses, buscan la belleza y la perfección formal. Entre las características del modernismo se encuentran el cosmopolitismo, el exotismo, la atracción por lo raro, el refinamiento y el gusto por lo elegante, el interés por la mitología clásica, el erotismo y el sensualismo.

El nicaragüense Rubén Darío es el gran poeta modernista. Su obra Azul…, que incluye cuentos breves y algunos poemas, marca el comienzo de la nueva escuela poética. Prosas profanas sorprendió, ya desde el título, tanto por sus innovaciones métricas como verbales. Por último, Cantos de vida y esperanza es su obra más reconocida y valorada, y representa el testimonio del desengaño vital y poético del autor.

En los últimos años del siglo XIX y en los primeros del XX, el modernismo ejerce su influencia en España. Autores como Juan Ramón Jiménez, Ramón del Valle-Inclán o los hermanos Machado arrancan literariamente con el modernismo, pero pronto evolucionan hacia otros derroteros iniciando una búsqueda de temas más metafísicos y trascendentales.

La Generación del 98: Preocupación por España

Paralelamente, surge en España la corriente noventayochista. Se denomina generación del 98 a un grupo de jóvenes autores que había tomado una postura, no solo literaria, ante la problemática española. Así pues, comparten su preocupación por España, reivindican el paisaje castellano y se proponen renovar el estilo literario, rebelándose contra la literatura anterior, con la excepción de Galdós. Sus propuestas renovadoras son simultáneas a las de los modernistas, pero, mientras que el interés de estos es esencialmente estético, los noventayochistas supeditan la forma al contenido, lo que los conduce inevitablemente al ensayo. En cuanto a la novela, los autores del 98 pretenden romper con la novela realista. Cultivan una novela estructurada en un único protagonista, en cuya mente se desarrolla la trama, y donde el diálogo sustituye a la acción. Por último, la poesía del 98, en contraste con el ideal modernista, se centra más en lo humano.

Autores Representativos de la Generación del 98

Los autores más representativos de la generación del 98 son Baroja, Unamuno, Azorín, Valle-Inclán y Antonio Machado.

Pío Baroja

Pío Baroja defiende una novela abierta a todas las posibilidades y en la que cabe todo (aventura, reflexión, humor…). Sus obras (La busca, El árbol de la ciencia) reflejan el proceso de aprendizaje de sus protagonistas a través de la experiencia.

Miguel de Unamuno

La producción literaria de Unamuno es muy variada. Sus novelas se centran en el conflicto íntimo de los personajes. En San Manuel Bueno, mártir se plantea el problema de la pérdida de la fe. Niebla, subtitulada “nivola” para subrayar la diferencia con la novela realista, presenta la lucha contra el determinismo a través del enfrentamiento del protagonista con su creador. Entre los ensayos de Unamuno sobresalen En torno al casticismo, donde aparece el concepto de “intrahistoria”, y Del sentimiento trágico de la vida. Además, pretendió renovar el teatro (Fedra), y en la poesía (El cristo de Velázquez) criticó el modernismo y su gusto por la rima.

Azorín

Aunque Azorín cultivó la novela y La voluntad es su novela más importante, es preciso recalcar su faceta como ensayista y periodista. En sus artículos y ensayos (Castilla, Los pueblos, Lecturas españolas) se hace patente la evolución de su pensamiento desde sus iniciales posturas anarquistas hasta desembocar en una ideología conservadora. En cuanto al teatro, destaca su trilogía Lo invisible.

Ramón del Valle-Inclán

Valle-Inclán es uno de los máximos exponentes del modernismo y de la generación del 98. Entre sus novelas, sobresalen las cuatro Sonatas (novelas modernistas) y Tirano Banderas, en la que ya aparecen las características del esperpento. Como dramaturgo, en la trayectoria de Valle se observa una constante voluntad de renovación y una evolución progresiva hacia su creación máxima, el esperpento, donde la realidad es deformada de forma sistemática. El teatro de Valle se puede dividir en cuatro grandes grupos: el teatro poético (El marqués de Bradomín), los dramas localizados en Galicia (Comedias bárbaras, Divinas palabras), las farsas (La marquesa Rosalinda) y los esperpentos (Luces de bohemia, Martes de Carnaval).

Antonio Machado

Por último, Antonio Machado es el lírico de la generación. Definió la poesía como el diálogo de un hombre con su tiempo. Soledades, galerías y otros poemas se adscribe claramente al modernismo español, pero con un tono más reflexivo y melancólico. Campos de Castilla es ya una obra noventayochista cuyos temas fundamentales son Castilla, la decadencia de España y el carácter de los españoles.