Datos Generales de El Quijote
La primera parte de El Quijote se publicó en Madrid el 16 de enero de 1605 bajo el título El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. La segunda parte, titulada El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha, no apareció hasta 1615.
Propósito de la Segunda Parte: La Respuesta a Avellaneda
Originalmente, Miguel de Cervantes no tenía intención de escribir una segunda parte de El Quijote. Sin embargo, otro autor, bajo el pseudónimo de Avellaneda, publicó una continuación apócrifa en la que Don Quijote se presentaba de una manera distorsionada. Esta circunstancia motivó a Cervantes a escribir su propia segunda parte, donde pudo rectificar la imagen de su célebre personaje y reafirmar la autenticidad de su obra.
La Trascendencia de El Quijote en la Literatura y la Sociedad
La importancia de Don Quijote de la Mancha se hace latente al observar que es una de las obras más reeditadas y traducidas del mundo, convirtiéndose no solo en una obra cumbre de la literatura española, sino en una obra importantísima dentro de la literatura universal.
En la Literatura
El Quijote cambió la manera de concebir la literatura. Marcó una transición de los libros de caballerías a obras más profundas y críticas, pero a la vez cercanas al lector, sentando las bases de la novela moderna.
En su Época y su Legado
Este libro fue una novedad literaria en su tiempo. Desarrolló ideas complejas como el realismo, criticó las ideas caballerescas y utilizó personajes con los que el lector podía identificarse. Es un clásico que hasta el día de hoy estructura la literatura actual. Esto se debe a que nunca antes se había escrito una obra que presentara una crítica tan fuerte a la sociedad de la época, burlándose de algunos conceptos de caballería, a la vez que defendía «la verdadera caballería». Por otro lado, fue pionera al presentar personajes que no eran nobles, sino gente de clase baja, lo que contribuyó enormemente a su éxito y cercanía con el público lector.
El Quijote puede considerarse la transición entre dos épocas: la medieval, con sus libros de caballerías, y la moderna, precursora del romanticismo. Este último, en cierta medida, es una consecuencia o resultado de la magnífica obra de Cervantes.
Contenido y Estructura de El Quijote
El libro relata las aventuras y desventuras de un hidalgo de 50 años llamado Alonso Quijano, quien decide convertirse en un caballero andante, emulando a aquellos que aparecen en sus libros de caballerías favoritos.
Las hazañas de Don Quijote están contenidas en dos tomos que narran tres salidas:
- La «Primera parte», denominada El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, está formada por 52 capítulos y en ella se encuentran la primera y la segunda salida.
- El segundo tomo, cuyo título es El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha, contiene 74 capítulos en los que se narra la tercera salida.
Estructura por Regresos a Casa
La obra también puede estructurarse teniendo en cuenta los regresos a casa del protagonista, lo que hace más visible el proceso de transformación e intercambio entre Don Quijote y Sancho Panza:
- Primera vuelta: Don Quijote regresa de esta salida sintiéndose vencedor y armado caballero.
- Segunda vuelta: Aquí, Don Quijote regresa enjaulado. A pesar de que se emplea el encantamiento como explicación a esta situación, esta resulta lo suficientemente humillante para crear dudas en el caballero.
- Tercera vuelta: En esta ocasión, Don Quijote retorna totalmente derrumbado y muere, totalmente cuerdo.
Personajes Clave de El Quijote
Don Quijote y Sancho Panza son figuras complementarias que reflejan, en conjunto, la complejidad del ser humano.
Don Quijote
Su rasgo principal es la ambigüedad, oscilando entre la locura y la cordura, una dualidad constante entre lucidez y delirio. En la segunda parte, su percepción de la realidad no se deforma por sí misma, sino que esta deformación es inducida o manipulada por otros personajes.
Sancho Panza
En un principio, cumple la función del gracioso: un consejero y ayudante que, con humor, dice las verdades y resulta listo y necio a la vez. Permite conocer los estados de ánimo de Don Quijote a través de su conversación y su evolución a lo largo de la obra es notable.
Otros Personajes
- Sansón Carrasco
- Roque Guinart
- Ginés de Pasamonte
- Dulcinea del Toboso
- Rocinante (el caballo de Don Quijote)
- Rucio (el asno de Sancho Panza)
Rasgos Literarios Distintivos
Narrador, Perspectivismo y Voces Narrativas
Una de las aportaciones más originales de El Quijote es el llamado perspectivismo. En la obra no existe una única voz narrativa, ni se ofrece un único punto de vista sobre los hechos narrados. Existe un primer autor anónimo hasta el final del capítulo VIII, que se presenta como recopilador de fuentes diversas y que interrumpe su relato en pleno combate entre Don Quijote y un Vizcaíno.
- Tiene un carácter metaficcional, es decir, la obra reflexiona sobre sí misma y el acto de escribir.
- Presenta una gran riqueza de diálogos, lo que contribuye a individualizar a cada personaje y a profundizar en su psicología.
- Posee un tono humorístico que refuerza la estructura paródica y ayuda a amortiguar el sufrimiento y la amargura de la vida de los personajes.
- Incorpora diversos géneros discursivos (novelas intercaladas, poemas, discursos), enriqueciendo la complejidad de la narración.
Temas Centrales en El Quijote
Verdad y Mentiras
En el centro del desacuerdo de Don Quijote con el mundo que lo rodea está la cuestión de la verdad en los libros de caballerías. La obra explora la relación entre Literatura, Realismo e Idealismo, así como la Locura y Cordura, la Intención y Consecuencia, y la Autoinvención, identidad de clase y cambio social.
Idealismo
Frente a la vulgaridad, la monotonía o los sinsabores de la vida cotidiana, la literatura y la imaginación ofrecen a Don Quijote la posibilidad de una existencia más noble en la que caben el heroísmo, la libertad y la justicia.
Desengaño
La confusión entre vida y literatura, sin embargo, entraña un riesgo. El choque entre las fantasías o los ideales de Don Quijote y la cruda realidad provoca en el protagonista una profunda decepción que tiñe de melancolía la segunda parte y anticipa el pesimismo característico del Barroco.