El Modernismo Literario: Esencia, Innovación y Poetas Emblemáticos

El Modernismo: Origen y Contexto

En el siglo XIX se produce una crisis espiritual y artística. La filosofía, el arte y la literatura reniegan de la mentalidad burguesa, centrada en la actividad económica, y de sus modos de vida mercantilistas y pragmáticos. Se busca una nueva espiritualidad y un arte provocador.

En España, la poesía de la segunda mitad del siglo XIX, exceptuando las obras de Bécquer y Rosalía de Castro, caracterizada por tratar temas banales con un tono ligero y una retórica desprovista de lirismo, estaba en consonancia con el espíritu burgués.

El Modernismo fue un movimiento literario nacido en Hispanoamérica en el último cuarto del siglo XIX y difundido en España principalmente por el nicaragüense Rubén Darío tras publicar su libro Prosas Profanas. Aunque su periodo de auge fue breve y sus manifestaciones más características se agotaron pronto, su importancia fue decisiva, ya que supuso una renovación total de las letras hispánicas. El Modernismo fue eminentemente un movimiento poético, aunque tuvo manifestaciones también en la novela y el teatro.

Un Nuevo Concepto de la Poesía y el Poeta

Los modernistas proponen poemas de lenguaje culto, llenos de ritmo y sensaciones, que tratan sobre mundos y seres fabulosos. Rubén Darío se inspira en dos fuentes principales: por un lado, las características de la poesía romántica y, por otro, adapta las novedades de la poesía francesa del siglo XIX: el Parnasianismo (búsqueda de la perfección formal, temas exóticos) y el Simbolismo (énfasis en la sugerencia, la musicalidad y el misterio).

Consecuencias de esta Nueva Visión

  • El poeta modernista se presenta, tanto en su vida como en su obra, como un ser perteneciente a una aristocracia del espíritu. Se ve a sí mismo como un ser privilegiado, situado por encima de las preocupaciones cotidianas, las cuestiones prácticas y las ambiciones mediocres. Esto lo conduce a consagrarse al Arte y a la Belleza, poniéndolo en contacto con divinidades ocultas o con las fuerzas misteriosas que rigen el mundo. El cuidado de la forma y los elementos sensoriales son primordiales para convertir el poema en una obra de arte.
  • Adopta un estilo de vida bohemio. Su dedicación a la literatura conlleva el desprecio del sentido burgués de la vida. Su mundo es el de los cafés, las tertulias y la noche, lo que a menudo contrasta con su miseria material. Sus poemas se convierten, en parte, en una compensación por su posible pobreza.

Los Temas del Modernismo

La influencia del Romanticismo es perceptible en dos líneas temáticas principales:

  • La evasión de la realidad, característica de los románticos, se prolonga en el Modernismo mediante la recreación de asuntos del pasado o exóticos.
  • La visión subjetiva tiene su continuación en la expresión de la intimidad del poeta.

Se manifiesta un claro rechazo al Realismo y al Naturalismo precedentes.

1. Línea Escapista

Es la más representativa y la más imitada. El poeta se refugia en la búsqueda de la belleza a través de mundos raros, lugares exóticos y épocas antiguas. Con su imaginación y sus palabras, construye palacios, jardines, pagodas o castillos, que sirven como decorados por los que desfilan caballeros con títulos nobiliarios, princesas tristes o casquivanas, guerreros legendarios, cisnes, ninfas, sátiros y centauros. No existen límites geográficos para esta evasión. El erotismo y las conductas amorales aparecen con frecuencia, como muestra del espíritu rebelde y antiburgués.

2. Línea Íntima

Permite traslucir el malestar del poeta con su entorno. El amor y el mundo son vistos con una mirada melancólica. Existe un deseo de plenitud que resulta irrealizable. En los poemas, esta nostalgia y este desasosiego se enmarcan en paisajes otoñales o jardines despoblados y crepusculares, de clara raíz romántica.

El Simbolismo en la Línea Íntima

El poeta encuentra un alma en todo lo existente; todo lo perceptible por los sentidos es manifestación de algún misterio sobrenatural.

La Métrica y el Estilo Modernista

La Musicalidad

Es el principal instrumento estético y se acomoda a los temas tratados. Los ritmos marcados se reservan para los grandes asuntos. Las melodías suaves acompañan a las emociones delicadas, como la tristeza de una princesa o la melancolía de un atardecer. Se emplean palabras evocadoras del ámbito musical como sonatas, arias, sinfonías.

La Métrica

Aunque los versos de mayor tradición, como el octosílabo o el endecasílabo, se emplean habitualmente, las preferencias modernistas se inclinan por el alejandrino (14 sílabas), el dodecasílabo (12 sílabas) o el eneasílabo (9 sílabas), poco usados hasta entonces en la poesía en castellano. En las estrofas se busca la variedad, modificando las estructuras tradicionales o introduciendo estrofas innovadoras.

Léxico Rico y Colorido

Se utiliza un léxico muy rico y escogido para crear la sonoridad deseada y evocar sensaciones. El color es un elemento fundamental. La adjetivación cromática recorre todas las gamas, ya sean intensas o suaves (ej. “azul”, “pálido”, “oro”).

Figuras Retóricas

Se emplean abundantemente figuras retóricas como:

  • Aliteraciones: que sugieren con frecuencia el sonido real.
  • Sinestesias: que mezclan sensaciones de diferentes sentidos (ej. “verso azul”, “áspero ruido”).
  • Imágenes audaces y metáforas sorprendentes.

Poetas Modernistas Destacados

Rubén Darío (Nicaragua, 1867-1916)

Considerado el máximo exponente y uno de los creadores del Modernismo. Su primer libro relevante fue Azul… (1888), una mezcla de verso y prosa. Con Prosas Profanas y otros poemas (1896), creó el modelo de poesía que imitarían muchos de sus seguidores modernistas, caracterizado por su exotismo, sensualidad y perfección formal. En obras posteriores como Cantos de vida y esperanza (1905) y El canto errante (1907), se encuentran muchas composiciones con temas y estilos diferentes a la tendencia más frívola y decorativa del movimiento, donde ahonda en problemas humanos universales y en la reflexión sobre lo hispánico.

Antonio Machado (España, 1875-1939)

Su obra se caracteriza por su profundidad, manifestada en temas como la intimidad, los recuerdos, el paisaje castellano y la reflexión sobre el tiempo y la muerte.

Métrica de Machado

Utiliza formas populares y cultas, destacando su predilección por la silva arromanzada (combinación de heptasílabos y endecasílabos con rima asonante en los pares), sin que falten los sonetos.

Estilo de Machado

Su estilo evoluciona desde un Modernismo inicial hacia una mayor sobriedad y sencillez expresiva, buscando siempre la emoción honda y auténtica, con una ausencia de complejidades retóricas innecesarias.

Inicios Modernistas

Los inicios machadianos, patentes en Soledades (1903) y su posterior ampliación Soledades, galerías y otros poemas (1907), muestran a un autor cercano al Modernismo de la época. El encanto de la ciudad, el ensueño de las evocaciones, los ambientes quietos y silenciosos, los jardines y parques desiertos son recurrentes. Predomina el intimismo, el tono melancólico y el simbolismo de algunos motivos reiterados como la tarde, el viento, el agua (fuentes, ríos), la noria. Esta influencia modernista se advierte en la métrica, las imágenes, y los aspectos musicales y cromáticos.

Evolución hacia una Poesía Personal: Campos de Castilla

Posteriormente, con Campos de Castilla (1912), la emoción del poeta al enfrentarse con el paisaje y las gentes de Castilla lo lleva a un modo de expresión distinto; su poesía se hace más austera y realista. Incluye la reflexión sobre los problemas de España, mostrando preocupaciones afines a la Generación del 98. Otros poemas son retratos de amigos, de su esposa Leonor Izquierdo, y evocaciones de recuerdos.

Juan Ramón Jiménez (España, 1881-1958)

Su obra se caracteriza por una dedicación total a la poesía (“Obra en marcha”) y una búsqueda incesante de la belleza y la perfección. Su poesía evoluciona desde una inicial vinculación con el Modernismo hasta la creación final de una obra muy personal y diferente, dividida generalmente en tres etapas:

1. Etapa Sensitiva o Modernista (hasta 1915)

Incluye libros de clara inspiración modernista. La suave musicalidad, la melancolía, los paisajes y jardines crepusculares, y la presencia de lo sensorial aparecen en obras como Rimas (1902), Arias tristes (1903), Jardines lejanos (1904) y La soledad sonora (1911). En esta fase, el verso se expande y la sensorialidad aumenta, marcando el momento más modernista del poeta. También pertenece a esta etapa su célebre obra en prosa poética Platero y yo (primera edición reducida en 1914, completa en 1917).

2. Etapa Intelectual o de la Poesía Pura (1916-1936)

Iniciada con Diario de un poeta recién casado (1917), abre el camino hacia la “poesía pura”. En esta obra, que mezcla prosa y verso, desaparece la decoración colorista y musical más externa de su etapa anterior. El lenguaje busca nombrar lo esencial de las cosas, y el poema se simplifica y depura para hacer transparentes las sensaciones y alcanzar una expresión más conceptual e intelectualizada.

3. Etapa Suficiente o Verdadera (1937-1958)

Desarrollada principalmente durante su exilio en América. Con obras como La estación total (1946), Animal de fondo (1949) y Dios deseado y deseante (1948-49), intenta una poesía más abstracta, a menudo difícil y hermética, en busca de la esencia, la trascendencia y una unión mística con la belleza y la divinidad.