El Mester de Clerecía y la Literatura del Siglo XIV: Un Viaje a Través de la Prosa y la Poesía

El Mester de Clerecía S. XIV:

Del s. XIII-XIV, Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, escribió la obra más brillante y original del s. XIV: Libro de Buen Amor. Esta obra podría incluirse en el Mester de Clerecía, pero los temas y el vitalismo que tiene reflejan una sensibilidad muy alejada del didactismo.

El Libro de Buen Amor:

Obra escrita en verso, con predominio del verso de la cuaderna vía (por eso Mester de Clerecía). La ausencia del didactismo, es decir, distintas interpretaciones de su objetivo, es notable. Trata de diferentes episodios amorosos (el autor intenta conseguir el amor de una mujer). En estos episodios se encuentran mezclados textos diferentes: cuentos, composiciones líricas, digresiones morales y composiciones burlescas.

Originalidad:

  • Lo más innovador es la mezcla de elementos aparentemente contradictorios: la religiosidad y el vitalismo profano.
  • El tono serio junto al aire divertido y burlesco de algunas parodias sobre el amor cortés.
  • Esa suma de temas hace que el libro sea difícil de interpretar; es decir, el objetivo del autor no queda claro.
  • Aparece por primera vez una actitud irónica y vitalista en una obra culta.

Estilo:

Muestra un lenguaje rico y variado, se emplea registro culto y coloquial, léxico amplio, expresiones pintorescas, afectivas y populares que reflejan la variedad del habla urbana del s. XIV. Las formas métricas también son variadas; junto a la cuaderna vía, aparece también el zéjel.

Narrativa en Prosa en el S. XIV:

En el s. XIV empieza a desarrollarse una narrativa en prosa que incluye narraciones sobre temas caballerescos. Alfonso X incorporó, gracias a él, nuevos temas y formas narrativas. Por ejemplo:

  • Novelas de Caballerías: «La gran conquista de ultramar», de finales del s. XII, narración anónima que relata las cruzadas en forma de novela, escrita por Ferrand Martínez.
  • Colecciones de Apólogos o Ejemplos: Conjuntos de narraciones que tienen una finalidad didáctica y cuya enseñanza o moraleja se resume al final; El Decamerón, de Boccaccio, se encuentra entre las obras de don Juan Manuel.

El Conde Lucanor, de Don Juan Manuel:

El Conde Lucanor es un conjunto de cuentos enlazados por dos personajes: el conde Lucanor y su criado Patronio. Esta obra, del s. XIV, se considera la primera prosa narrativa de autor en castellano. Los relatos que aparecen en El Conde Lucanor proceden, la mayoría, de la tradición oriental o romana. Don Juan Manuel es el primer escritor que manifiesta su voluntad de crear un estilo literario personal que aspira, sobre todo, a la precisión. Los cuentos tienen una finalidad didáctica y de ellos se extrae una lección moral.

Estructura:

El autor resume la idea didáctica en una moraleja. El conde Lucanor plantea a su sirviente Patronio algún problema.

Temas:

Los que plantea don Juan Manuel reflejan las preocupaciones de los aristócratas de la época: mantenimiento del prestigio y la riqueza, comportamiento moral y social.

Estilo:

Es sencillo, antirretórico, con naturalidad del lenguaje que contrasta con la gravedad del tema. La combinación de sencillez y profundidad es lo que convierte a Manrique en un autor valorado por los poetas.

Sentido de las Coplas:

Las coplas reflejan la sensibilidad final de la Edad Media. Su padre (el protagonista) encarna las virtudes caballerescas y cristianas medievales. La obra refleja las contradicciones de la época cuando expresa la tensión entre la concepción cristiana medieval y una nueva sensibilidad, nostalgia del poeta, rasgos prerrenacentistas: delicadeza y elegancia con que trata el tema de la muerte.

Prerrenacimiento:

La literatura del s. XV abarca temas, formas y géneros en los que se mezclan rasgos medievales y humanistas. El humanismo realza la figura del hombre. Los modelos literarios de la época son los humanistas italianos: Dante, Petrarca, Boccaccio. La combinación de medievalismo y humanismo se manifiesta en diversos aspectos:

  • En la moda medievalizante, que se refleja en el gusto por el tema caballeresco y por la alegoría.
  • En la influencia de la lírica provenzal.
  • En el influjo humanista, que se manifiesta en temas como la valoración de la fama, la admiración por el estilo culto y la desaparición de las escuelas medievales de clerecía y juglaría.

La Poesía Culta. Los Cancioneros:

La poesía culta del s. XV es de estilo conceptista y trata sobre temas variados: amorosos, satíricos, morales, etc. También se denomina poesía cancioneril porque se conserva en los cancioneros de la época. Los cancioneros muestran la producción de diferentes épocas y lugares. En el Cancionero de Baena se recopilan obras de los poetas de la corte de Juan II. La poesía amorosa sigue el modelo del amor cortés medieval, de tradición trovadoresca provenzal; la lírica de tema moral imita la corriente italiana alegórico-dantesca, reflejando el entusiasmo por la cultura grecolatina propio de los humanistas. Del marqués de Santillana, hoy se valoran especialmente las composiciones que imitan la poesía tradicional, como las Serranillas (versión estilizada de las pastorelas medievales).

Jorge Manrique, las Coplas a la Muerte de su Padre:

Fue un buen poeta de cancionero. Su poesía amorosa muestra una de las voces más personales del momento. Se valora como el mejor poeta de su siglo por las Coplas a la Muerte de su Padre. Jorge Manrique, su figura, encarna el ideal cortesano, la valentía en el combate y la habilidad en las letras. Fue uno de los últimos representantes de la aristocracia guerrera en la que aún vivían ideales medievales, hombre culto (como exigía el modelo humanista); compuso las coplas a partir de la muerte de su padre (don Rodrigo). El poema es una elegía (una composición que expresa el dolor del poeta).

Tema:

Desarrolla el tema de la muerte, la fugacidad de la vida. El progreso de lo general a lo particular acentúa la emotividad del final de la composición. El tema de la muerte fue muy presente en la Edad Media, y presenta este tema (de la muerte, muy tratado anteriormente) con una visión serena, con tranquilidad.

Estructura:

La composición consta de 40 estrofas de 12 versos: las coplas de pie quebrado formadas por una sextilla doble de versos de 8 a 4 sílabas (llamada manriqueña por el poeta), forma sencilla que obliga a una cierta concisión. Manrique, mediante los acentos, consigue un ritmo muy marcado.

Por los temas sobre los que trata la obra se organiza en 3 partes:

  1. Reflexión: sobre la fugacidad de la vida y la certeza de la muerte. Recrea temas clásicos o tópicos como «tempus fugit» (el tiempo pasa) y «memento mori» (recuerda que has de morir), que están ligados a la reflexión sobre la vanidad de las cosas terrenales.
  2. Evocación: emotiva y nostálgica del pasado (ya desaparecido). El retrato brillante y sensorial de la vida cortesana se intensifica porque se va recordando su fugacidad mediante las interrogaciones.
  3. Individualización: en torno a la figura del padre, don Rodrigo, presentada como ejemplo por sus virtudes, hazañas, su resignación cristiana y su serenidad ante la llegada de la muerte. La muerte consuela al caballero diciéndole que le esperan dos formas de vida: la fama y la vida eterna. A esas dos vidas contrapone la caducidad y lo engañoso de la vida terrenal.