Transformaciones Políticas en la Europa Moderna: De Westfalia a la Nueva Planta Española

La Paz de Westfalia (1648): Un Nuevo Orden Europeo

Una vez terminada la Guerra de los Treinta Años, los once tratados de paz firmados en las ciudades de Münster y Osnabrück confirmaron el final de las múltiples guerras religiosas que habían asolado Europa desde 1617.

Consecuencias y Repercusiones

  • La Paz de Westfalia significó el declive y la posterior derrota de la Monarquía de los Habsburgo (Casa de Austria), lo cual desencadenó el proceso del particularismo alemán y el creciente poder de Francia.
  • En uno de los tratados, España reconoció la independencia de Holanda.
  • Al Emperador se le restringió esencialmente su potestad por parte de la Dieta o Reichstag, y se determinó la incorporación de antiguos dominios imperiales a Francia y Suecia.
  • Los cantones suizos también consiguieron su independencia, al igual que algunos reinos alemanes como Sajonia, Baviera y Prusia.

Sin embargo, los Tratados de Westfalia no significaron la paz definitiva, puesto que España decidió aprovechar las tendencias de la guerra civil provocadas por la Fronda francesa y rompió las negociaciones pacíficas con Luis XIV al comenzar las ofensivas en Flandes y Cataluña, siendo esta última el objetivo de los intereses franceses.

En definitiva, la Paz de Westfalia fue la demostración más evidente del triunfo de los postulados de Augsburgo de 1555, que declaraban el principio de la paz religiosa —cuius regio, eius et religio—, y la derrota completa del concepto de la Monarchia Christiana defendido por el emperador Carlos V.

Los Decretos de Nueva Planta: La Centralización Borbónica en España

Los Decretos de Nueva Planta constituyen un conjunto de leyes de carácter constitucional, introducidas por Felipe V, mediante las cuales se planteaba una profunda reforma de los sistemas político y administrativo existentes en la Monarquía Hispánica durante los reinados precedentes. Tal reforma afectó esencialmente, aunque no exclusivamente, a los reinos que formaban la Corona de Aragón.

Contexto Histórico y Justificación

Una vez finalizada la Guerra de Sucesión, Felipe V, el primer rey español de la Casa de Borbón, modificó el testamento de su antecesor, el rey Carlos II, de la dinastía de los Habsburgo (Casa de Austria). En dicho testamento, el monarca español había expresado su voluntad de que no fuesen modificadas las leyes, fueros, constituciones y costumbres que regían, de forma diferenciada, los distintos reinos de la Monarquía.

Felipe V, por el contrario, buscaba conseguir para el conjunto de España la uniformidad de leyes, usos, costumbres y tribunales. Con los Decretos de Nueva Planta se introducía un conjunto de modificaciones de carácter sustancial en el régimen constitucional tradicional, mediante el cual la Monarquía Católica de España se organizaba como un conglomerado de reinos, y se pretendía, con estas reformas, establecer un régimen político único y universal para todos sus territorios.

Razones de la Decisión

Las razones de esta decisión, de gran trascendencia para la Historia de España, se fundamentan esencialmente en las vicisitudes de la Guerra de Sucesión y el nombramiento de Felipe de Anjou como sucesor de Carlos II.

  • Oposición de la Corona de Aragón: Los territorios de la Corona de Aragón consideraron que la forma en que se había realizado la sucesión de Carlos II, ante la ausencia de descendencia, constituía un contrafuero, puesto que en dicho proceso no habían participado las Cortes del Reino. Se pensaba, además, que la sucesión debía recaer, antes que en Felipe de Anjou, en el archiduque Carlos de Austria, de la misma dinastía que el difunto monarca, considerándolo como su descendiente más directo.
  • Apoyo al Archiduque Carlos: Por ello, durante la Guerra de Sucesión, los reinos de la Corona de Aragón apoyaron al bando del archiduque Carlos, negando de este modo la validez de la línea sucesoria de Felipe de Anjou. A esto contribuía la imagen negativa que, en la Corona de Aragón, existía respecto a los usos y costumbres centralizadores impuestos por la Casa de Borbón en Francia.
  • Precedente Catalán: En este sentido, Cataluña recordaba la experiencia negativa que, respecto a su propia constitución, había tenido hacía casi cincuenta años, cuando, rechazando su vinculación con la Monarquía Católica, había optado por la francesa.

Consecuencias y Aplicación

La actitud de la Corona de Aragón durante la Guerra de Sucesión obligó a las tropas de Felipe de Anjou a considerar esta zona como territorio de conquista, siendo tratados, más adelante, como reinos rebeldes.

Por otro lado, la monarquía vencedora mantenía la creencia de que, tradicionalmente, aquellos territorios aragoneses habían planteado continuos problemas y dificultades administrativas para el desarrollo de la acción regia, incluso con la monarquía anterior que había sido respetuosa con sus privilegios políticos. Y se pensaba, además, que tales privilegios jurídico-políticos suponían una ofensa comparativa respecto a la Corona de Castilla, cuyos súbditos creían soportar una mayor presión fiscal.

Por todo ello, Felipe V, una vez proclamado vencedor de la guerra y reconocido rey de todos los territorios que componían la Monarquía Hispánica, elaboró y publicó los mencionados Decretos en los que se abogaba por un modelo centralizador y único, aunque algunas de sus propuestas también modificaban la Constitución de Castilla.

La reforma comenzó en el Reino de Valencia, donde fue protagonizada principalmente por Melchor Rafael de Macanaz. Se emprendieron un conjunto de modificaciones en la Audiencia, en el municipio y en el sistema de percepción de rentas reales, suspendiendo los porcentajes que se cobraban en los puertos secos entre Valencia y Castilla por el tráfico de mercancías.

En la Corona de Aragón, aunque los fueros tradicionales habían sido abolidos en 1707, en pleno conflicto sucesorio, esta medida no fue efectiva hasta después de la derrota definitiva del ejército austracista en Villaviciosa, el 10 de diciembre de 1710.