El Liberalismo en España (Siglo XIX)
Ideario y Corrientes Liberales
El liberalismo, doctrina filosófica, política y económica que prioriza la libertad individual, surgió de la Ilustración y las revoluciones francesa, inglesa y norteamericana, impulsado por la burguesía contra el Antiguo Régimen.
Aspecto Social:
- Defiende las libertades y derechos individuales, incluyendo la propiedad.
- Promueve la igualdad jurídica, oponiéndose a los privilegios.
- El mérito, no el nacimiento, es la vía para el ascenso social y político.
- Defiende la movilidad social.
- Promueve la tolerancia religiosa y limita el poder de la Iglesia.
Aspecto Económico:
- Defiende la propiedad libre y plena, independiente de instituciones.
- Promueve el libre comercio (librecambio).
- El interés personal y el máximo beneficio impulsan la economía.
- Se rige por la ley de la oferta y la demanda.
- Propone una intervención mínima del Estado en la economía.
Aspecto Político:
- Se opone al absolutismo, estableciendo la figura del ciudadano.
- Organiza un Estado unitario y centralizado.
- Propone una constitución basada en:
- Soberanía nacional (poder del pueblo).
- Sistema representativo (elección de representantes).
- División de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial).
- Declaración de derechos y libertades individuales.
Corrientes del Liberalismo en el Siglo XIX:
- Liberalismo conservador o doctrinario: Régimen oligárquico, sufragio censitario, defensa del orden público. Predominante en la primera mitad del siglo XIX.
- Liberalismo radical: Soberanía popular, sufragio universal masculino, participación de clases medias y populares. Se implanta a mediados del siglo XIX, dando paso al sistema democrático.
Oposición al Liberalismo:
Inicialmente, la oposición provino de los defensores de la monarquía absoluta y el Antiguo Régimen. Posteriormente, de las ideologías obreras (marxismo, anarquismo).
El Liberalismo en España
Guerra de la Independencia y Cortes de Cádiz (1808-1814):
La Guerra de la Independencia contra Francia desencadenó la crisis de la monarquía absoluta. Las Cortes de Cádiz elaboraron la Constitución de 1812 y medidas que rompieron con el Antiguo Régimen.
Reinado de Fernando VII (1814-1833):
El regreso de Fernando VII restauró el Antiguo Régimen. Su reinado se caracterizó por la pugna entre absolutismo y liberalismo:
- Sexenio Absolutista (1814-1820): Fernando VII anuló la Constitución de 1812.
- Trienio Liberal (1820-1823): Riego sublevó a Fernando VII, quien juró la Constitución de 1812. Los liberales se dividieron en moderados y exaltados. La intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis restauró el absolutismo.
- Década Ominosa (1823-1833): Retorno a la monarquía absoluta.
Regencias (1833-1843):
Tras la muerte de Fernando VII, las regencias de María Cristina y Espartero marcaron la transición al liberalismo: Estatuto Real de 1834, restablecimiento de la Constitución de 1812 y Constitución de 1837.
Reinado de Isabel II (1843-1868):
Consolidación del liberalismo conservador:
- Década moderada (1844-1854): Constitución de 1845.
- Bienio progresista (1854-1856): Reformas progresistas y Constitución non nata de 1856.
- Reacción moderada (1856-1868):
Características del Liberalismo durante las Regencias e Isabel II:
- Monarquía con gran poder político.
- Sufragio censitario masculino restringido.
- Corrupción electoral.
- División en tendencias liberales:
- Moderados: Sufragio censitario restringido, soberanía compartida, religión católica oficial.
- Progresistas: Soberanía nacional, sufragio censitario más amplio, derechos y libertades individuales.
- Demócratas: Sufragio universal.
- Unión Liberal (1854): Fusión de conservadores y progresistas.
- Inexistencia de verdaderos partidos políticos (partidos de notables).
- Protagonismo del ejército.
- Medidas económicas liberales (desamortizaciones).
Oposición al Liberalismo en España:
Inicialmente, Fernando VII y los defensores del absolutismo. Tras su muerte, el carlismo, movimiento antiliberal que defendía la monarquía absoluta, el integrismo religioso y el foralismo.
El Sexenio Democrático (1868-1874)
Primer intento de establecer una democracia basada en el sufragio universal masculino. Se enfrentó a la guerra de Cuba, la Tercera Guerra Carlista, insurrecciones populares y divergencias políticas.
Revolución de 1868 (La Gloriosa):
Pronunciamiento militar que destronó a Isabel II, causado por la crisis política, la depresión económica y la impopularidad de la reina.
Gobierno Provisional y Regencia de Serrano (1868-1870):
El Gobierno Provisional convocó elecciones a Cortes constituyentes por sufragio universal masculino. Triunfó la opción monárquica (Amadeo de Saboya).
Reinado de Amadeo I (1871-1873):
Amadeo I enfrentó oposición de republicanos y monárquicos borbónicos, inestabilidad política, guerra de Cuba y la tercera guerra carlista. Abdicó en 1873.
Primera República (1873-1874):
Régimen inestable con cuatro presidentes. Se intentaron reformas, pero la República se vio desbordada por la guerra carlista, el conflicto cubano y el levantamiento cantonalista. El golpe de Estado del general Pavía disolvió las Cortes. El pronunciamiento del general Martínez Campos restauró la monarquía borbónica con Alfonso XII.