Ley de colonización interior maura

1- El impacto del desastre del 98

La derrota en la guerra y la pérdida de las últimas colonias provocó un gran impacto en España. El fin del Imperio colonial supuso para el país la consideración de pequeña potencia europea que solamente le quedaban aspiraciones imperialistas en el norte de África.

Las pérdidas humanas de las guerras de 1895-1898 se calcularon en conjunto en unos 12.000 hombres de los que la mitad fueron soldados españoles, la mayoría debido las enfermedades infecciosas. Las consecuencias psicológicas y morales fueron asimismo importantes: los soldados retornaban heridos, mal atendidos, pasando hambre, mutilados o tarados por la guerra. A esto se añadía la desmoralización de un país consciente de su propia debilidad y del inútil de su sacrificio.

Las pérdidas económicas no fueron ni excesivas ni tuvieron graves consecuencias inmediatas. Pero a medio plazo supusieron la pérdida de los ingresos procedentes de las colonias, los mercados privilegiados y de ciertas mercancías como el azúcar, el cacao o el café. A cambio hubo una repatriación de capitales.

El impacto político afectó principalmente al partido liberal y a Sagasta, que tuvo que afrontar la derrota. Pero no supuso cambios súbitos en el panorama político. Solamente después de algunos meses comenzaron a configurarse algunas acciones tendentes a transformar la vida pública y regenerar el país.

Pero fue más grave el desprestigio militar pese a la capacidad demostrada por algunos generales y el valor de las tropas. El daño a la imagen del ejército y la desmoralización de este, que responsabiliza a los políticos, hará resurgir el problema militar en España.

2- El Regeneracionismo

Coincidiendo con la crisis del 98 se acelera en España un cambio de mentalidad que ya se había comenzado a manifestar en la década anterior en círculos intelectuales y que conducen a criticar enfoques hasta entonces carácterísticos de la sociedad europea y de la realidad socio- política existente como el mismo parlamentarismo liberal.

En España el regeneracionismo supuso una actitud profundamente crítica respeto a la realidad española. Los regeneracionistas analizan y describen la realidad española con mucha pasión. Es frecuente la crítica al liberalismo y a la democracia y defienden un autoritarismo un tanto superficial. Los puntos clave del programa rexeneracionistas tenían por objetivo proponer una solución idónea para los “males” de España:

 Reorganización política,
 Limpieza del sistema electoral,
 Dignificación de la vida parlamentaria,  Reforma educativa,
 Ayuda social,
 Obras públicas.

Los inicios de este movimiento pueden rastrearse en Valentí Almirall y su obra “España

tal como es” en el que se asegura que España solo es superior a los demás en deuda pública y número de generales. Lucas Mallada y Macías Picavea insisten en los males de España. Miguel de Unamuno y Ángel Ganivet reflexionan sobre la identidad de España. Pero la figura más destacada de este movimiento fue Joaquín Costa que fue un estudioso de diversos temas de la historia española concluyendo con la necesidad de un cirujano de hierro, es decir, una especie de gobernante autoritario temporal, destinado a reformar España y salvarla de sus males.

Desde el poder, el primer regeneracionismo político estuvo representado por Silvela (Marzo de 1899-Marzo de 1901). Miembro del partido conservador intentaba una transformación y moralización de la vida política y para esto se rodéó de un conjunto de políticos que compartían esa voluntad transformadora. Pero los enfrentamientos entre los miembros del gobierno y la oposición social a la reforma fiscal, que pretendía crear nuevos impuestos para hacer frente a las deudas contraídas durante la guerra de Cuba, llevaron la Silvela a presentar la dimisión y a dejar la política. El sucesor fue Sagasta, continuando así con el turno.

3- El fraccionamiento de los partidos dinásticos

La propia naturaleza de los dos partidos dinásticos llevaba implícita su debilidad. No eran partidos de masa, sino de notables, por lo que su fuerza radicaba en las carácterísticas personales de sus miembros y, muy especialmente, de sus máximos dirigentes.

Tras la muerte de Cánovas y Sagasta, los nuevos líderes, como Maura o Canalejas, carecían de la talla política de aquellos. La situación se agravó aún más en el partido liberal tras el asesinato de Canalejas, que desencadenó las luchas internas por la jefatura. La crisis interna de los partidos dinásticos propició que Alfonso XIII asumiera el protagonismo político.

A partir de 1912, Maura da por terminada la alternancia pacífica tras la deriva hacia posturas más izquierdistas del partido liberal. La alternancia ya no dependerá del acuerdo entre los líderes, sino por el mandato del rey. Un Alfonso XIII que concitaba las esperanzas regeneracionistas, pero que convirtió su reinado en un régimen en el que el rey terminó por asumir la dirección política a través de los continuos cambios de gobierno, no exenta de una fuerte impronta militarista.

4- El creciente papel del ejército en la vida política (Ley de Jurisdicciones de 1906)

Tras la derrota en la guerra de Cuba, el ejército español se mostraba vulnerable ante las críticas y el desprestigio ante tal derrota. A ello hay que añadir que las relaciones entre el ejército y la prensa venían siendo muy conflictivas desde 1895, pero en 1905 subieron de tono cuando, ante la pasividad de las autoridades, un grupo de militares asaltó e incendió las imprentas de los periódicos Cu-Cut y La Veu de Catalunya, ofendidos por los comentarios y caricaturas publicadas en las que se burlaban de la derrota del 98. El gobierno reacciónó suspendíó las garantías constitucionales y en 1906 aprobó la Ley de Jurisdicciones que tipificaba de delitos contra el ejército las injurias contra la Patria, quedando bajo jurisdicción militar dando, de nuevo, un papel importante al ejército en la vida política española.

5- La creciente contestación política al sistema (carlismo, nacionalismos periféricos, republicanismo)

1.El republicanismo

Desaparecidos líderes como Castelar y Pi y Margall, el republicanismo se vio afectado por diferencias internas y por la consolidación del nacionalismo en Cataluña y el crecimiento del obrerismo. Esto dio lugar a su escisión en Partido Republicano Radical, presidido por Lerroux y el Partido Reformista de Álvarez y Azcárate.

El Partido Republicano Radical, fundado por Alejandro Lerroux en 1908 nacíó con la vocación de convertirse en un partido de masas. Se caracterizaba por el anticlericalismo y el populismo, así como por una demagogia, aparentemente revolucionaria, lo que le proporciónó un gran arraigo entre los jóvenes y la clase obrera, sobre todo en Barcelona.

El Partido Reformista, fundado en 1912 por Melquíades Álvarez y Gumersindo de Azcárate, era una versión más moderada del republicanismo y llegó a colaborar con el régimen monárquico. Su implantación electoral fue muy escasa excepto en Asturias

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La colaboración entre los republicanos (excepto el grupo de Lerroux) y los socialistas se materializó en la creación de la Conjunción republicano-socialista que obtuvo cierto éxito en las elecciones de 1910.

2- Los nacionalismos periféricos: catalán, vasco y gallego

Los primeros nacionalismos periféricos se consolidaron como fuerzas políticas a principios del Siglo XX de la mano del desarrollo económico y de la aparición de una sociedad urbana y de masas.

El Nacionalismo Gallego no hizo la transición desde el regionalismo hacia el nacionalismo político hasta 1918.

El Nacionalismo vasco logró, por el contrario, una notable expansión al suavizar los primeros planteamientos separatistas e identificarse con los intereses de la burguésía vasca.

El Nacionalismo Catalán comienza su expansión con el agrupamiento de la burguésía moderada entorno a la Lliga Regionalista, liderada por Françesc Cambó y Prat de la Riba, con una propuesta de modernización de la política elaborada en la periferia basada en la reivindicación de la autonomía para Cataluña y una reforma conservadora, elitista, pero eficaz, del Estado.

3- La derecha antiliberal: el carlismo

Tras el fallecimiento del pretendiente Carlos de Borbón (Carlos VII) le sucede su hijo Jaime de Borbón que no pudo mantener la unidad en el seno del carlismo. En 1919 Juan Vázquez de Mella funda el Partido Tradicionalista.

6- El movimiento obrero

Entre la oposición obrera, el anarquismo tenía una amplia difusión sobre todo en Cataluña, Aragón, Asturias, Levante y Andalucía. En 1907 se crea Solidaridad Obrera, una federación de asociaciones de trabajadores de carácter apolítico, reivindicativo y favorable a la lucha revolucionaria. Contó con prensa propia, Tierra y Libertad y Solidaridad Obrera. En 1909, se agudizan los conflictos organizados por los anarquistas y republicanos que aprovechan el clima y descontento provocado por la Semana Trágica. En 1910 propició la fundación de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), con un fuerte arraigo en Cataluña. La CNT se definía cómo revolucionaria y su ideología se basaba en:
*La independencia del proletariado con respeto a la burguésía y al Estado (apoliticismo).
*La necesidad de la unidad sindical de los trabajadores.
*La intención de derribar al capitalismo.

La huelga general revolucionaria sería el vehículo para alcanzar sus objetivos.
En 1919 llegó a contar con 700.000 afiliados. Fue el momento de los grandes líderes como

Ángel Pestaña, Salvador Seguí o Joan Peiró.
El Socialismo Marxista tenía un menor protagonismo, pero la participación política

propiciada por la asociación con los republicanos permitirá la consolidación de una asociación socialista reformista, capaz de encuadrar nuevas capas sociales en el marco de la monarquía parlamentaria.

Entre 1910 y 1914 el PSOE pasó de 23 a 135 concejales y duplicó el número de afiliados. Con respeto al sindicato socialista, UGT, su crecimiento fue aún más importante. Defendía la acción política para conseguir reformas sociales y laborales, así como la participación de representantes obreros en los organismos estatales. En 1921 contaba con más de 240.000 afiliados sobre todo en Madrid, País Vasco, Asturias, Andalucía y menos en Levante.

El triunfo de la Revolución rusa dio origen a la creación de la III Internacional (1919) vinculada a Moscú lo que provocaría la escisión de la izquierda del PSOE que, en 1921, fundaría el Partido Comunista de España (PCE).

7- La guerra de Marruecos

En el marco del imperialismo, en la Conferencia llevada a cabo en Algeciras en 1906, España tuvo que ocuparse y, posteriormente compartir con Francia, el protectorado sobre Marruecos.

A medida que la presencia española crecía en el norte de África, la oposición de las tribus

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rifeñas fue creciendo. Los constantes ataques a trabajadores españoles hicieron necesario el envío de un creciente número de soldados a la zona. El desastre del ejército español a manos de los rifeños en el Barranco del Lobo, provocó la llamada de los reservistas para embarcar hacia el norte de África, lo que desembocó en la Semana Trágica.

El conflicto en Marruecos se va a prolongar hasta la Dictadura de Primo de Rivera, lo que provocará el incremento de la presencia de los militares y el crecimiento del papel del ejército en la vida política.

8- El reformismo fallido de Maura y Canalejas

Los nuevos líderes políticos, influidos por el regeneracionismo, llevaron a cabo importantes proyectos de reformas del sistema de la Restauración, pero desde dentro del mismo sistema, lo que se tradujo en una continuación de las prácticas fraudulentas para continuar con el monopolio del poder, imposibilitando una democratización del régimen.

A) La “revolución desde arriba” de Maura (1907- 1909)

Tras la dimisión de Silvela y su retirada de la vida política, al frente del partido conservador se sitúa Antonio Maura. De formación jurídica y con una gran experiencia política, Maura fue consciente de la necesidad de la introducción de reformas y cambios en el sistema político de la Restauración. Para él era necesario “realizar una revolución desde arriba, para que no nos la hagan desde abajo”.

Aunque en 1904 se convirtió en jefe de gobierno, fue en el llamado gobierno largo (1907- 1909) cuando pone en marcha una serie de reformas encaminadas a la regeneración del sistema para evitar que las masas populares iniciaran movimientos para llevar a cabo una revolución popular. La regeneración del sistema pasaba por la formación de una nueva base social, las llamadas “masas neutras” que servirían de contrapunto a las masas populares, pero también a la oligarquía caciquil. Para conseguirlo llevó a cabo
1- La Reforma de la ley electoral (Ley de 1907). Se establece la edad mínima electoral en los 25 años y el voto es obligatorio. Se anula la intervención de los ayuntamientos en la elaboración del Censo Electoral que ahora pasa a manos del Instituto Geográfico Catastral, lo que supuso limpieza e imparcialidad. Pero lo más significativo de la ley es el artículo 29 en el que se establecía que un candidato podía ser proclamado diputado, sin que se realizaran votaciones, cuando no hubiera más candidatos. Esto contribuyó, sin embargo, a mantener la lacra del caciquismo.
Otras medidas encaminadas a la transformación del sistema político liberal fueron:
2- Medidas socioeconómicas, como la Ley de Protección de la Industria Nacional, el Plan de reconstrucción naval, la Ley de Fomento de la Industria y Construcciones Marítimas…Etc. En el terreno social destaca la creación del Instituto Nacional de Previsión (1908), organismo encargado de los seguros obreros.
3- Reorganización del poder local y regional mediante la Ley de Administración Local por la que se establecía la autonomía municipal y permitía la creación de las Mancomunidades (asociaciones regionales de las Diputaciones provinciales para la gestión de algunos servicios públicos) como una forma de autogobierno regional, pero la caída del gobierno Maura imposibilitó su aprobación.

Fueron los sucesos de la Semana Trágica (1909) acontecidos en Barcelona los que provocaron a la caída del gobierno conservador.

El embarque de tropas reservistas hacia Marruecos para luchar contra los rifeños tuvo una honda repercusión social. Estas tropas estaban formadas por hombres que en su mayor parte ya habían cumplido con el servicio militar, que tenían familias a su cargo y formaban parte de las clases más populares de la sociedad, por lo que sus familias podían quedar en una situación de desvalimiento. La oposición de las mujeres de los reservistas a que fueran embarcados provocó la solidaridad de la población lo que, unido al antimilitarismo y el anticlericalismo, movilizó a los obreros, republicanos y nacionalistas que se unieron en una convocatoria de huelga general que degeneró en duros enfrentamientos entre huelguistas, policía y ejército. El resultado fue de 116 muertos, 300 heridos y más de 60 edificios destruidos.

La represión posterior fue durísima. Fueron fusiladas cinco personas, entre ellas el pedagogo Francisco Ferrer y Guardia, fundador de la Escuela Moderna. Su ejecución provocó una onda de protestas internacionales y el cese del gobierno Maura.

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B) El reformismo social de Canalejas

Tras un breve gobierno liderazgo por Moret, en Febrero de 1810, Alfonso XIII encargó la formación del gobierno al prestigioso líder del sector izquierdista del partido liberal, José Canalejas. Canalejas continuó la política regeneracionista iniciada por Maura, con la finalidad de cambiar el país desde el poder y en una dirección democrática. Para esto consiguió el apoyo puntual de todas las opciones políticas.

El gobierno Canalejas comenzó su labor en medio de un clima de movilizaciones y conflictos.

La política de Canalejas se basó en dos premisas: la intervención del Estado en materia social y laboral y la secularización de la vida política.
En materia social y laboral, el gobierno llevó a cabo reformas como:
1- Fiscal, con la introducción de un impuesto sobre las rentas urbanas, lo que provocó un gran malestar entre las clases medias.
2- Las quintas, con la idea de eliminar la redención del servicio militar, que afectaba fundamentalmente las clases bajas de la sociedad. Pero las necesidades del ejército hicieron que se estableciera el servicio militar obligatorio en tiempos de guerra, mientras que se deja una escala de reducción del tiempo de servicio en época de paz según un pago de redención muy elevado. 3- La legislación laboral tenía por objetivo regular a jornada laboral, el trabajo nocturno femenino, el contrato de aprendizaje infantil, y establecer la prestación de seguridad social por parte del

Estado. Por lo que a la secularización de la vida política se refiere, Canalejas intentó hacer efectiva la separación Iglesia-Estado, aunque la medida más efectiva fue la denominada Ley del Candado (1910) que limitaba la presencia de nuevas órdenes religiosas en España durante dos años.

El tema de las autonomías regionales fue tratado también por el gobierno Canalejas mediante la elaboración de la Ley de Mancomunidades (1912), que reconocía la posibilidad de uníón de las diputaciones provinciales para gestionar algunos servicios públicos. Pero Canalejas no pudo ver la aprobación de esta ley en el Senado porque caía asesinado en la Puerta del Sol de Madrid a manos de un anarquista


Los inicios de este movimiento pueden rastrearse en Valentí Almirall y su obra “España

tal como es” en el que se asegura que España solo es superior a los demás en deuda pública y número de generales. Lucas Mallada y Macías Picavea insisten en los males de España. Miguel de Unamuno y Ángel Ganivet reflexionan sobre la identidad de España. Pero la figura más destacada de este movimiento fue Joaquín Costa que fue un estudioso de diversos temas de la historia española concluyendo con la necesidad de un “cirujano de hierro”, es decir, una especie de gobernante autoritario temporal, destinado a reformar España y salvarla de sus males.

Desde el poder, el primer regeneracionismo político estuvo representado por Silvela (Marzo de 1899-Marzo de 1901). Miembro del partido conservador intentaba una transformación y moralización de la vida política y para esto se rodéó de un conjunto de políticos que compartían esa voluntad transformadora. Pero los enfrentamientos entre los miembros del gobierno y la oposición social a la reforma fiscal, que pretendía crear nuevos impuestos para hacer frente a las deudas contraídas durante la guerra de Cuba, llevaron la Silvela a presentar la dimisión y a dejar la política. El sucesor fue Sagasta, continuando así con el turno.

3- El fraccionamiento de los partidos dinásticos

La propia naturaleza de los dos partidos dinásticos llevaba implícita su debilidad. No eran partidos de masa, sino de notables, por lo que su fuerza radicaba en las carácterísticas personales de sus miembros y, muy especialmente, de sus máximos dirigentes.

Tras la muerte de Cánovas y Sagasta, los nuevos líderes, como Maura o Canalejas, carecían de la talla política de aquellos. La situación se agravó aún más en el partido liberal tras el asesinato de Canalejas, que desencadenó las luchas internas por la jefatura. La crisis interna de los partidos dinásticos propició que Alfonso XIII asumiera el protagonismo político.

A partir de 1912, Maura da por terminada la alternancia pacífica tras la deriva hacia posturas más izquierdistas del partido liberal. La alternancia ya no dependerá del acuerdo entre los líderes, sino por el mandato del rey. Un Alfonso XIII que concitaba las esperanzas regeneracionistas, pero que convirtió su reinado en un régimen en el que el rey terminó por asumir la dirección política a través de los continuos cambios de gobierno, no exenta de una fuerte impronta militarista.


4- El creciente papel del ejército en la vida política (Ley de Jurisdicciones de 1906)

Tras la derrota en la guerra de Cuba, el ejército español se mostraba vulnerable ante las críticas y el desprestigio ante tal derrota. A ello hay que añadir que las relaciones entre el ejército y la prensa venían siendo muy conflictivas desde 1895, pero en 1905 subieron de tono cuando, ante la pasividad de las autoridades, un grupo de militares asaltó e incendió las imprentas de los periódicos Cu-Cut y La Veu de Catalunya, ofendidos por los comentarios y caricaturas publicadas en las que se burlaban de la derrota del 98. El gobierno reacciónó suspendíó las garantías constitucionales y en 1906 aprobó la Ley de Jurisdicciones que tipificaba de delitos contra el ejército las injurias contra la Patria, quedando bajo jurisdicción militar dando, de nuevo, un papel importante al ejército en la vida política española.

5- La creciente contestación política al sistema (carlismo, nacionalismos periféricos, republicanismo)

1.El republicanismo

Desaparecidos líderes como Castelar y Pi y Margall, el republicanismo se vio afectado por diferencias internas y por la consolidación del nacionalismo en Cataluña y el crecimiento del obrerismo. Esto dio lugar a su escisión en Partido Republicano Radical, presidido por Lerroux y el Partido Reformista de Álvarez y Azcárate.

El Partido Republicano Radical, fundado por Alejandro Lerroux en 1908 nacíó con la vocación de convertirse en un partido de masas. Se caracterizaba por el anticlericalismo y el populismo, así como por una demagogia, aparentemente revolucionaria, lo que le proporciónó un gran arraigo entre los jóvenes y la clase obrera, sobre todo en Barcelona.

El Partido Reformista, fundado en 1912 por Melquíades Álvarez y Gumersindo de Azcárate, era una versión más moderada del republicanismo y llegó a colaborar con el régimen monárquico. Su implantación electoral fue muy escasa excepto en Asturias.

republicano-socialista que obtuvo cierto éxito en las elecciones de 1910.

2- Los nacionalismos periféricos: catalán, vasco y gallego

Los primeros nacionalismos periféricos se consolidaron como fuerzas políticas a principios del Siglo XX de la mano del desarrollo económico y de la aparición de una sociedad urbana y de masas.

El Nacionalismo Gallego no hizo la transición desde el regionalismo hacia el nacionalismo político hasta 1918.

El Nacionalismo vasco logró, por el contrario, una notable expansión al suavizar los primeros planteamientos separatistas e identificarse con los intereses de la burguésía vasca.

El Nacionalismo Catalán comienza su expansión con el agrupamiento de la burguésía moderada entorno a la Lliga Regionalista, liderada por Françesc Cambó y Prat de la Riba, con una propuesta de modernización de la política elaborada en la periferia basada en la reivindicación de la autonomía para Cataluña y una reforma conservadora, elitista, pero eficaz, del Estado.

3- La derecha antiliberal: el carlismo

Tras el fallecimiento del pretendiente Carlos de Borbón (Carlos VII) le sucede su hijo Jaime de Borbón que no pudo mantener la unidad en el seno del carlismo. En 1919 Juan Vázquez de Mella funda el Partido Tradicionalista.