La Segunda República Española (1931-1936): Origen, Fases y el Camino a la Guerra Civil

1. Introducción

La II República Española nació en una época de profunda crisis internacional. Por un lado, llegaron a España las repercusiones de la crisis económica mundial del Crack del 29, que provocó el aumento del paro y la radicalización de las masas proletarias. Por otro lado, la Europa democrática se vio sacudida por el desarrollo de regímenes totalitarios en Italia y Alemania, así como por el comunismo soviético, no estando España ajena a estos movimientos.

Durante su existencia, la República pasó por varias fases:

  • Una primera fase, el Bienio Progresista (1931-1933), en el que se llevaron a cabo una serie de reformas urgentes en el campo social y agrario.
  • A este le siguió el Bienio Radical-Cedista (1933-1936), en el que se anularon la mayor parte de las medidas del bienio anterior.

En esta segunda fase tuvo lugar la Revolución de Octubre de 1934, preámbulo del triunfo del Frente Popular en 1936 y del golpe militar que llevaría a la Guerra Civil. Podemos decir que, en esta etapa republicana, emergieron todos los problemas que acabarían dividiendo al país.

2. Proclamación de la II República y el Gobierno Provisional

El 12 de abril de 1931 se celebraron elecciones municipales en las que las candidaturas republicanas vencieron en las grandes ciudades, donde la libertad de voto, lejos de la influencia caciquil, era mayor. En la España rural, sin embargo, vencieron los monárquicos. Pero, aunque el número de votos monárquicos fue superior en el conjunto de España, estos resultados fueron interpretados como un rechazo a la monarquía, por lo que algunos ministros aconsejaron al rey que renunciase al trono y se exiliase.

El día 13 de abril, las manifestaciones llenaban las calles de las ciudades, y el 14 se proclama la II República Española en Éibar. En las horas siguientes fue proclamándose en otras ciudades como Valencia, Sevilla, Oviedo y Zaragoza. Ante esta situación, viendo que era imposible controlar la situación, Alfonso XIII se exilia.

El Gobierno Provisional y sus Medidas Urgentes

A continuación, se formó un Gobierno Provisional, en el que estaban representadas todas las fuerzas progresistas, cuya primera medida fue la de convocar a Cortes Constituyentes. Fue un gobierno heterogéneo en el que estaban Alcalá Zamora, Lerroux, Azaña, Casares Quiroga, Largo Caballero, entre otros. No era un gobierno revolucionario, aunque sí eran conscientes de la necesidad de modernizar el país, por lo que tuvo que afrontar una serie de problemas que no podían esperar a que se aprobara la nueva Constitución. Entre esas medidas urgentes podemos destacar:

  • En legislación agraria: Se aprueba la jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo y el laboreo forzoso.
  • En el campo militar: Se les exige a los militares jurar fidelidad a la República, se suprimen efectivos y los ascensos irregulares de la Dictadura.
  • En educación: Para acabar con el analfabetismo, se construyen escuelas y bibliotecas, se amplían las plantillas de maestros, se crean las Misiones Pedagógicas para extender la enseñanza a los adultos y se suprimió la obligatoriedad de la enseñanza de la religión.
  • En Cataluña y País Vasco: Se desarrollaron procesos que conducían a la aprobación de estatutos de autonomía, aunque el proyecto vasco quedó paralizado por su tinte religioso y conservador.

Pero en estos inicios de la II República también hubo problemas, como el anticlericalismo que dio lugar a la quema de conventos, lo que perjudicó la imagen de la República, así como el aumento de huelgas en el campo y en la ciudad.

3. La Constitución de 1931

El 28 de junio se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes con una clara victoria republicano-socialista. Estas Cortes se fijaron como primer objetivo la elaboración de una Constitución que sustituyera a la monárquica de 1876. Dicha Constitución tenía nueve títulos y 125 artículos, siendo sus principales características:

Características Fundamentales de la Constitución

  • España se define como una República Democrática de trabajadores de toda clase.
  • Se establece una extensa declaración de derechos y libertades, como el sufragio universal para mayores de 23 años, tanto masculino como femenino. Se reconoce el matrimonio civil, el divorcio y el derecho a la educación, entre otros.
  • Prevé la posibilidad de crear regiones autonómicas con transferencia de competencias.
  • Las Cortes eran unicamerales y se elegían cada cuatro años; en ellas se depositaba el poder legislativo.
  • El presidente de la República se elegía cada seis años y este nombraba al presidente del Gobierno.
  • Se establece un poder judicial independiente.
  • El principal problema fue la cuestión religiosa, al establecerse la disolución de las órdenes religiosas, se les prohíbe la enseñanza y se proclama la libertad de culto.

En conjunto, era una Constitución que permitía un sistema político abierto, aunque fue atacada por la Iglesia y partidos de derechas por su carácter anticlerical. Tras su aprobación el 10 de diciembre, fue elegido como primer presidente de la República a Niceto Alcalá Zamora, y a Manuel Azaña como jefe del Gobierno.

La II República la podemos dividir en tres periodos:

  1. Bienio Progresista (1931-1933)
  2. Bienio Radical-Cedista (1933-1936)
  3. Gobierno del Frente Popular (febrero a julio 1936)

4. Bienio Progresista (1931-1933)

Formado por radicales y socialistas y presidido por Azaña, se caracterizó por un clima de tensión tanto de las izquierdas (huelgas obreras) como de las derechas, con boicoteo de las reformas. El gobierno siguió profundizando en las reformas del Gobierno Provisional que tanta falta hacían, entre las que podemos destacar:

Reformas Clave del Bienio Progresista

  • Medidas sociales: Se promulga la Ley de Jurados Mixtos, la negociación colectiva y la creación de inspectores de trabajo, todas ellas rechazadas por la patronal.
  • Medidas en Educación: Se establece la escuela gratuita, pública y obligatoria, la enseñanza mixta, se elimina la religión como asignatura y se prohíbe a las instituciones religiosas enseñar, lo que trajo el rechazo de la derecha y de la Iglesia.
  • En el campo militar: Se toman medidas como el ascenso por estudios y el recorte de los presupuestos en defensa, a lo que se opone el ejército.
  • Reforma Agraria: Sin duda, la reforma en la que más interés puso el gobierno fue en la Ley de Bases de la Reforma Agraria, la cual daba continuidad a las desamortizaciones del siglo XIX, y con la que se pretendía sacar al país de la crisis y del atraso. Con esta ley se pretendía asentar a los campesinos en tierras de latifundios no cultivadas. Como esta ley apenas se cumplía por la oposición de los propietarios, se creó el IRA (Instituto de la Reforma Agraria) con el fin de hacer un registro de tierras expropiables y sus beneficiarios. Pero dichas medidas fracasan por la falta de dinero y por la oposición de los terratenientes, lo que trajo la decepción de los campesinos, que, agitados por los sindicatos de izquierdas, llevaron a cabo manifestaciones, robo de cosechas, destrucción de maquinaria y ocupación de fincas, las cuales fueron duramente reprimidas por la Guardia Civil, destacando entre ellas las de Castilblanco en Badajoz y la de Arnedo en Logroño.

Problemas y Oposición

A pesar de esta amplia labor legislativa, el gobierno tuvo que afrontar numerosos problemas:

  • La oposición de las derechas por estar en contra de los Estatutos de Autonomía de Cataluña y País Vasco, al creer que esto suponía la ruptura de la unidad de España.
  • El golpe de Estado, encabezado por el general Sanjurjo, llevado a cabo por parte del ejército, que de esta manera rechazaba la reforma militar, aunque este acabó en fracaso por su escaso respaldo.
  • El levantamiento campesino de Casas Viejas en 1933, donde un grupo anarquista se apodera del pueblo, matando a varios guardias civiles, a lo que el gobierno respondió con gran dureza.

Polarización Política

Todos estos acontecimientos hicieron que las distintas fuerzas políticas se reorganizaran, polarizándose así el país en dos bloques:

  • La Derecha: Se organiza en torno a la CEDA de Gil Robles (oligarquías y católicos), cuyo objetivo era desmontar todas las reformas del gobierno progresista, sobre todo la Reforma Agraria, y en torno a la Falange de José Antonio Primo de Rivera, un partido de extrema derecha similar al fascismo y nazismo, que usó la violencia como medio de conquista del poder.
  • La Izquierda: Formada por el PSOE y el PC, partidaria de radicalizar la lucha en contra del gobierno y de la revolución social, ya que las reformas no llegaban.

Ante esta situación, se convocan nuevas elecciones en las que triunfa la derecha, debido al desgaste del gobierno por la conflictividad social, a la unidad de la derecha frente a la división de la izquierda, al voto femenino que le favoreció, y al absentismo obrero.

5. Bienio Radical-Cedista o Derechista (1933-1936)

También llamado rectificador, se puede dividir a su vez en dos periodos:

5.1. Gobierno de los Radicales (Hasta octubre de 1934)

El presidente de la República, Alcalá Zamora, encargó gobierno al radical Alejandro Lerroux, aunque la CEDA fue el partido más votado; esto se debió a la desconfianza que había hacia el líder Gil Robles por sus simpatías con los regímenes totalitarios fascista y nazi.

Medidas de Rectificación

Las medidas que se tomaron fueron:

  • En el campo agrario: Se modifica la ley de términos municipales, se devuelve parte de las tierras expropiadas a sus antiguos dueños y se modifica la ley de jurados mixtos, haciéndola más favorable a los patronos.
  • En el campo militar: Se dan destinos claves a generales antirrepublicanos (Franco y Mola) y ascensos a militares africanistas.
  • Se paralizan los estatutos de autonomía de Cataluña y País Vasco.
  • En enseñanza: Se paraliza la secularización, la construcción de escuelas y la enseñanza mixta.

Mientras tanto, el país sigue polarizado desde el punto de vista político y social. Por un lado, la derecha formada por los monárquicos (alta burguesía y nobleza), la Falange Española de las JONS de José Antonio Primo de Rivera, de corte fascista, y la CEDA de Gil Robles (clases medias y católicos), cuyas juventudes actuaban de forma violenta contra manifestaciones obreras. Por otro lado, la izquierda, que estaba dividida antes de las elecciones, pero ahora empieza a unirse, estando formada por la Izquierda Republicana de Azaña, el PSOE de Largo Caballero, las Juventudes Socialistas, ERC y el Partido Comunista.

Podemos apreciar que el abismo que separaba a las dos Españas era cada vez mayor. En este ambiente de tensiones políticas y sociales, y como protesta por la anulación de las reformas del primer periodo, la UGT organiza una huelga general de campesinos durante la época de la siega que duró 12 días y arrastró a más de 300.000 campesinos, y que fue duramente reprimida con cientos de muertes y detenciones.

La Revolución de Octubre de 1934

Estos conflictos en el campo, junto al problema nacionalista y la entrada de la CEDA en el gobierno, hicieron que el PSOE preparase un movimiento revolucionario, que llevó al país a la huelga general y a la insurrección armada. Esto ocurre en Octubre de 1934 y, aunque fue seguida en gran parte de España, solo triunfa en Asturias, donde los obreros se levantaron en armas, se hicieron con el control de la provincia y establecieron un orden revolucionario que se encargó de controlar el poder y la producción.

Para solucionar este problema, el gobierno entregó plenos poderes al general Franco, quien, utilizando tropas de la Legión y Regulares, logró hacerse con la situación, terminando con dicha insurrección. El balance fue de más de 2000 muertos, 3000 heridos y unos 30000 detenidos, entre ellos Azaña, Companys y otros líderes socialistas.

5.2. Gobierno Radical-Cedista

Tras acabar con la revolución, la CEDA salió fortalecida y obtuvo cinco ministros en el nuevo Gobierno Radical-Cedista, y en el que su líder Gil Robles fue nombrado ministro de Defensa. A continuación, nombró a Franco jefe del Estado Mayor, y a otros generales como Mola, Goded o Fanjul, los colocó en los principales puestos de mando.

Como todos estos generales estuvieron a favor del golpe de Estado de Sanjurjo, se generó una gran desconfianza en las izquierdas y en el presidente Niceto Alcalá Zamora. Estos problemas, unidos a los derivados de la corrupción (caso Estraperlo), en los que se vieron implicados varios ministros, hicieron que Alcalá Zamora disolviera las Cortes y convocara elecciones.

6. Las Elecciones de 1936 y el Frente Popular

Las fuerzas políticas se presentaron a las elecciones de 1936 divididas en dos grandes bloques:

Bloques Electorales

  • El Frente Popular (Izquierda): Estaba formado por PSOE, Partido Comunista y otros partidos de izquierda. Tuvo el apoyo de la UGT y otros sindicatos, aunque la CNT quedó al margen. Su programa se basó en poner de nuevo en marcha las medidas del primer bienio, una amnistía y garantizar el cumplimiento constitucional.
  • El Bloque de la Derecha: Poco cohesionado y formado por monárquicos y la CEDA, presentando un programa de rechazo al marxismo y a las reformas.

Las elecciones dieron la victoria al Frente Popular por 278 escaños frente a los 131 de la derecha. Las nuevas Cortes nombraron a Manuel Azaña presidente de la República y a Casares Quiroga presidente del Gobierno, siendo sus primeras medidas una amnistía política, restablecer el Estatuto Catalán y restablecer las medidas de la reforma agraria, entre ellas nuevas expropiaciones de fincas por parte del IRA para asentar en ellas a unas 100.000 familias.

7. Camino hacia la Guerra Civil

Tras las elecciones, España se vio envuelta por una oleada de violencia con asesinatos, incendios, ajustes de cuentas, saqueos y enfrentamientos entre milicias falangistas y de izquierdas, a la vez que se iba gestando una conspiración militar apoyada por civiles y la Iglesia contra la República.

La Conspiración Militar y sus Apoyos

La conspiración militar fue llevada a cabo por militares descontentos con el objetivo de establecer el orden social tradicional menoscabado por la República. Esta fue apoyada por grupos de derechas donde jóvenes radicales uniformados se organizaron militarmente, como los Carlistas con sus milicias, los Requetés, la Falange de José Antonio y grupos sociales vinculados a la derecha.

En cuanto a la Iglesia, debido al creciente anticlericalismo (quema de edificios religiosos, cierre de colegios, enseñanza mixta) también era favorable a una sublevación militar, la cual, más tarde, legitimaría dándole el carácter de cruzada frente al comunismo ateo.

El gobierno, ante esta conspiración, tomó la ineficaz medida de alejar a los principales cabecillas: Franco a Canarias, Mola a Navarra, Goded a Baleares.

El golpe se precipitó debido al asesinato del teniente Castillo (militante socialista) por parte de miembros de la Falange, y la respuesta por parte de la izquierda, con el asesinato llevado a cabo por miembros de la Guardia de Asalto, del político de la CEDA, Calvo Sotelo.

El presidente del Gobierno, Casares Quiroga, decidió permanecer inactivo creyendo que dicho pronunciamiento militar acabaría en fracaso como tantas otras veces, al pensar que no sería apoyado por las masas populares, que en su mayoría defenderían a la República. Así, el 17 de julio se levantó el ejército de Marruecos, y dos días más tarde la Guerra Civil era un hecho. Duraría tres años, y traería consigo miles de muertos, una dura represión y la paralización del proceso democrático y de modernización iniciado en 1931.

8. Conclusión

La II República fue proclamada en un momento de profunda crisis nacional, en medio de los efectos de la crisis económica del 29 y de la crisis social que España arrastraba desde hacía décadas. Esta crisis socioeconómica se tradujo en crisis política, como muestran los sucesivos gobiernos republicanos cada vez más inestables. La victoria del Frente Popular, una coalición de izquierdas, en las elecciones de febrero de 1936, provocó la organización de los jefes militares conservadores, que realizaron un pronunciamiento que desembocó en la Guerra Civil.

Este conflicto bélico duró tres años; la victoria nacional en la guerra inauguró un nuevo periodo: la Dictadura del General Franco, que se prolongó hasta 1975. España llegaba al último cuarto del siglo XX sin haber solucionado sus problemas de convivencia política.