La Restauración Borbónica y el Bienio Radical-Cedista: Claves de la Historia Política Española (1876-1936)

El Sistema Canovista y la Restauración Borbónica (1874-1923)

Cánovas del Castillo: Arquitecto de la Restauración

Antonio Cánovas del Castillo fue el cerebro de la Restauración (Restauración = Canovismo). Participó en el pronunciamiento de 1874 y redactó el Manifiesto de Manzanares. Fue ministro en gobiernos moderados y de la Unión Liberal en época de Isabel II e impulsor del partido alfonsino durante el Sexenio Democrático. Como jefe indiscutible del Partido Conservador, pretendía:

  • Asentar la monarquía como forma de Estado.
  • Crear un sistema válido para las distintas fuerzas políticas con la única condición de que aceptasen la monarquía y la Constitución.
  • Terminar con los pronunciamientos y con la inestabilidad política que provenía de la insatisfacción de algunos partidos por no llegar al poder (especialmente los progresistas).

La Constitución de 1876: Bases del Nuevo Régimen

La Constitución de 1876 pretendía ser una mezcla entre la Constitución de 1845 (moderada) y la de 1869 (liberal). El borrador se redactó bajo la influencia de Cánovas. El texto expuso ideas clave para el nuevo sistema:

  • Establecer un sistema político que permitiese acceder al poder a los partidos que aceptasen la Constitución y al Rey, buscando evitar los pronunciamientos.
  • Proponer la teoría del doctrinalismo (defensa de un liberalismo donde el gobierno se tenía que apoyar en las Cortes y el Rey).
  • Rechazar el sufragio universal (aunque esto se remitía a una ley electoral posterior).
  • Permitir que el Rey actuara tanto en lo ejecutivo (eligiendo al Jefe de Gobierno) como en lo legislativo (aprobando leyes).
  • Establecer unas Cortes bicamerales: Congreso y Senado.

Composición del Senado y el Congreso

En el Senado había tres tipos de senadores:

  1. Por derecho propio.
  2. Por designación real.
  3. Elegidos por los mayores contribuyentes.

El Congreso era elegido por sufragio directo, pero no se fijaba el tipo de sufragio, sino que se remitía a una futura ley electoral. Las elecciones de 1875 fueron elegidas por sufragio universal, pero las Cortes aprobaron el censitario hasta 1890, cuando se aprobaría el universal definitivamente.

Otros Aspectos Constitucionales

La Constitución también establecía que los ayuntamientos y las diputaciones provinciales estarían bajo el control del gobierno. Sobre la religión, declaraba que España era católica, pero permitía otras religiones si no se manifestaban públicamente. Por último, ampliaba la declaración de derechos y deberes, similar a la del 69, aunque posteriores leyes la restringieron (como la Ley de Imprenta).

El Funcionamiento Político: El Turno Pacífico

Cánovas había previsto la existencia de dos grandes partidos, uno más conservador, liderado por él, y otro más liberal, liderado por Sagasta. La Restauración se basó en el turno pacífico de estos dos partidos, siguiendo el modelo de bipartidismo británico. El partido del gobierno debía ceder el poder cuando perdía la confianza de las Cortes o del Rey. Para que pasase a gobernar el otro partido, este respetaría la obra legislativa de sus antecesores, aunque implantase una nueva línea política.

La Oposición al Sistema de la Restauración

El Sistema Político de la Restauración reservaba la participación política a los partidos nacionales, burgueses y monárquicos. Sin embargo, existían otras fuerzas que se oponían al sistema:

  • La oposición republicano-demócrata.
  • Los partidos regionalistas y nacionalistas.
  • El movimiento obrero.

Movimientos Nacionalistas y Regionalistas

Estos movimientos explotaban los sentimientos nacionales de ciertas regiones para arrebatar cuotas de poder a la oligarquía centralista.

El Catalanismo

Fue el primero en manifestarse. Su primera expresión fue la Renaixença, que pretendía recuperar la cultura y lengua catalanas. En la Restauración adquirió su forma política como un movimiento autonomista (no independentista), regenerador de la vida política española y conservador, siendo una expresión de la burguesía catalana.

El Nacionalismo Vasco

Surgió de la mano de Sabino Arana, con una clara herencia carlista (catolicismo y reivindicación de los fueros abolidos). Fue un movimiento radical, antiespañolista y separatista. Inicialmente fue minoritario y no contaba con el apoyo de la burguesía industrial vasca.

El Regionalismo Gallego

Fue el movimiento regionalista más débil, pues no contaba con una burguesía industrial fuerte. Nació en 1889 con la Asociación Regionalista Gallega de Murguía.

El Movimiento Obrero

El movimiento obrero, que había surgido en el Sexenio Revolucionario, se desarrolló en la Época de la Restauración debido al desarrollo de la industria y a la Ley de Asociaciones de 1887, que legalizaba las organizaciones obreras que habían permanecido en la clandestinidad tras la prohibición del General Serrano.

El Anarquismo

Fue la mayor corriente obrera en Barcelona y Andalucía. Durante la Restauración se radicalizó, especialmente la corriente anarcocomunista de Kropotkin, que recurrió cada vez más al terrorismo. Así, un atentado anarquista acabó con la vida del propio Cánovas en 1897.

El Socialismo Marxista

En 1879, Pablo Iglesias fundó el PSOE como principal partido marxista en España. En 1888 se fundó un sindicato socialista, la UGT (Unión General de Trabajadores), y en 1889 se asociaron a la Segunda Internacional. Los marxistas españoles utilizaron la huelga como principal medio de lucha, pero, desde el principio, fue un movimiento moderado, reformista y de carácter socialdemócrata.

El Bienio Radical-Cedista (1933-1935) de la Segunda República

Contexto Electoral y Formación del Gobierno

Los problemas con la reforma agraria y las represiones provocaron que la unión de republicanos y socialistas del gobierno se rompiera y fueran separados a las elecciones. La derecha, por su parte, creó la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas).

La CEDA y el Partido Radical de Lerroux (republicanos de centro) ganaron las elecciones. El presidente de la República, Alcalá Zamora, dudaba de la lealtad de Gil Robles (líder de la CEDA), por lo que encargó la formación de gobierno a Alejandro Lerroux, aunque este estaba apoyado por la CEDA en el parlamento.

La Paralización de las Reformas y la Tensión Política

Lerroux tenía medidas basadas en el conservadurismo, mientras que las intenciones de la CEDA eran reaccionarias. Las reformas del primer periodo republicano se paralizaron y se produjeron tensiones con el gobierno de la Generalitat de Cataluña y con el País Vasco, que seguía planteando la cuestión de su estatuto.

En 1934, Alcalá Zamora tuvo que aceptar a tres ministros de la CEDA en el gobierno. Sus ideas principales eran:

  • Reformar la Constitución.
  • Paralizar la Reforma Agraria.
  • Devolver el poder perdido al catolicismo.
  • Limitar la política social.

La izquierda no tenía bien vista esa participación, por lo que llamó a la huelga general.

Los Conflictos de 1934: La Huelga General y la Revolución de Asturias

Hubo conflictos significativos en varias regiones:

Conflictos en Cataluña

Lluís Companys, presidente de la Generalitat, proclamó la República Catalana. Este movimiento fue controlado por el ejército a las pocas horas.

La Revolución de Octubre en Asturias

Se produjo la Revolución de octubre de 1934, liderada por UGT y CNT, que actuaron conjuntamente. Los sublevados controlaron el valle del Nalón y tomaron Oviedo. Para controlar la insurrección, el gobierno tuvo que llamar a las tropas de África (dirigidas por el general Franco). Este evento es considerado una anticipación de la Guerra Civil.

Consecuencias y Fin del Bienio

El gobierno aprovechó la situación para suspender el estatuto catalán y creó una nueva Ley Agraria, que revertía gran parte de las reformas anteriores. Al año siguiente, hubo escándalos administrativos (el escándalo del estraperlo) y el gobierno tuvo que dimitir, convocando elecciones en febrero de 1936.