La España Borbónica del Siglo XVIII: Consolidación, Reformas y la Ilustración

La Guerra de Sucesión Española y la Política Exterior Borbónica

La muerte de Carlos II sin descendencia en 1700 provocó un enfrentamiento entre los dos herederos más próximos: el francés Felipe de Anjou y el austriaco Carlos de Habsburgo. El temor al centralismo borbónico provocó la sublevación de la Corona de Aragón a favor de Carlos de Habsburgo.

A nivel internacional, el expansionismo francés de Luis XIV y la posibilidad de unir ambas coronas provocaron el apoyo inglés y holandés a Carlos de Habsburgo. Sin embargo, al heredar Carlos de Habsburgo el trono en Austria y ser elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Inglaterra forzó un acuerdo con la Paz de Utrecht (1713). Por este tratado, España cedió a Austria los Países Bajos y sus posesiones en Italia, y Felipe V renunció a convertirse en rey de Francia, mientras que Inglaterra obtuvo las bases de Gibraltar y Menorca.

La Política Exterior de Felipe V y Carlos III

La política exterior de Felipe V estuvo marcada por el deseo de conseguir tronos para los hijos de Isabel de Farnesio, su segunda esposa, proteger el Imperio colonial y recuperar Gibraltar y Menorca.

Esto llevó a la firma de los Pactos de Familia con Francia frente al enemigo común, Inglaterra, en 1734, 1743 y 1761. España se enfrentó a Inglaterra en:

  • La Guerra de Sucesión de Polonia, que supuso la conquista de Nápoles para Carlos (futuro Carlos III).
  • La Guerra de Sucesión Austriaca, en la que Inglaterra fracasó en el ataque a Cartagena de Indias, y se consiguieron los ducados de la Toscana para Felipe (hijo de Isabel de Farnesio).

Con el rey Carlos III, España participó en:

  • La Guerra de los Siete Años, en la que se perdió Florida (a cambio, Francia cedió Luisiana a España).
  • La Guerra de Independencia de EE. UU., por la que España recuperó Florida y Menorca.

Las Reformas Internas Borbónicas: Centralización y Modernización

Los Decretos de Nueva Planta supusieron que la Corona de Aragón perdiera sus fueros debido a su oposición al nuevo rey Borbón. Se le impusieron las leyes de la Corona de Castilla, lo que otorgó más poder a la monarquía. El País Vasco y Navarra conservaron sus fueros por el apoyo prestado a Felipe de Anjou.

Se promulgó la Ley Sálica, por la cual las mujeres no podían reinar. Se impuso el absolutismo real a través de un centralismo administrativo, con la creación de los Secretarios de Estado.

Organización Territorial y Control de la Iglesia

En las provincias se crearon:

  • Audiencias: con poder judicial.
  • Capitanías Generales: encargadas de la organización militar.
  • Intendencias: encargadas de la administración y la hacienda.

Mediante el Regalismo se controló a la Iglesia y se decretó la expulsión de los Jesuitas en 1757.

Hacienda y Ejército

La Hacienda fue saneada, porque la pérdida de los territorios europeos redujo el gasto en guerras y permitió un mayor desarrollo económico. Aumentó la llegada de metales preciosos de América y se realizó una reforma fiscal que incrementó los ingresos de la Corona.

El ejército se reestructuró, dividido en:

  • Ejército de Tierra
  • Armada

Se convirtió en un ejército permanente mediante la instauración de un servicio militar por cuotas, y se creó una red de acuartelamientos por todo el país.

Reformas Económicas y Fomento de la Industria

Las reformas económicas incluyeron:

  • La desaparición de las aduanas interiores.
  • La liberalización peninsular del comercio con América, suprimiendo el monopolio de Cádiz.
  • El cambio del sistema de flotas por el sistema de registros, en el que los particulares podían cargar sus mercancías en barcos autorizados.
  • La creación de compañías comerciales.

Esto supuso un gran estímulo para la industria y el comercio, aunque el contrabando continuó debido a la imposibilidad de cubrir la demanda americana.

Fomento Agrícola e Industrial

Se crearon las Reales Fábricas de artículos de lujo (tapices, porcelanas, relojes, vidrio) para evitar la importación de estos productos.

En agricultura, Jovellanos redactó el Informe sobre la Ley Agraria, pero las noticias de la Revolución Francesa hicieron que fuera ignorado. La creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País mejoró las prácticas agrícolas del campesinado.

Cataluña inició su despegue económico gracias a la posibilidad de comerciar con la América castellana, mediante la exportación de aguardiente y vino, estimulando su producción agrícola, y los inicios de una producción textil de algodón.

El Despotismo Ilustrado y la Cultura de las Luces

El Despotismo Ilustrado buscaba fortalecer el poder del Estado, incrementando sus recursos y capacidad militar mediante la mejora de la administración y la economía. Esta ideología, impulsada por Carlos III, tropezó con la resistencia de parte de la sociedad.

Educación y Pensamiento

La universidad estaba apegada a la antigua enseñanza de teología y derecho canónico, rechazando nuevas disciplinas como la medicina, el derecho natural o las ciencias. Por ello se crearon nuevos centros de estudios como:

  • Academias Reales (Historia, Artes).
  • Colegios.
  • Museos (como el Museo del Prado).
  • Centros de investigación (como el Observatorio Astronómico).

La Inquisición frenó el desarrollo de la ciencia y el pensamiento, y perdió influencia, pero no desapareció.

Los escritores y pensadores españoles siguieron las ideas de los pensadores franceses, poniendo a la razón como método de progreso. Criticaron las instituciones del Antiguo Régimen y defendieron el liberalismo en todos los órdenes de la vida. En materia religiosa, transitaron del escepticismo a la crítica, lo que les trajo problemas con la Inquisición, especialmente cuando, tras la Revolución Francesa, se volvió a posiciones más conservadoras y se miró con sospecha todo lo ilustrado.

Economistas como Jovellanos, ensayistas como José Cadalso o Feijoo, y poetas y dramaturgos como Nicolás Fernández de Moratín son buenos ejemplos de la Ilustración española.