La Crisis de la Restauración en España y la Dictadura de Primo de Rivera (1900-1930)

La Crisis de 1900-1908: El Inicio del Reinado de Alfonso XIII

Alfonso XIII inicia su reinado poniendo de relevancia su gusto por implicarse activamente en la política y el mundo militar, lo que falseó aún más el sistema de la Restauración. Esta sensación de decadencia se acentuó con una grave crisis en Cataluña, durante 1905, cuando, tras unas elecciones municipales, triunfa el partido de la Lliga Regionalista de Catalunya, de Francesc Cambó, y sube en votos el Partido Republicano de Alejandro Lerroux y Esquerra Republicana de Catalunya, lo que generó un gran recelo en el resto de España. El estamento militar exigió al gobierno una Ley de Jurisdicciones, según la cual los delitos contra el ejército y la Patria quedaban bajo jurisdicción militar.

La Crisis de 1909: El Gobierno de Maura y la Semana Trágica

Antonio Maura, conservador, gobernó desde 1907 a 1909 e intentó regenerar el régimen «desde arriba», para evitar que se destruyese «por sí mismo desde abajo». Durante la Crisis de 1909 (o Semana Trágica), Maura se vio obligado a enviar el ejército para reprimirla y firmó diecisiete penas de muerte, entre ellas la del pedagogo Francisco Ferrer i Guàrdia, anarquista y colaborador de la Institución Libre de Enseñanza, cuya oratoria había encendido a las masas. Las críticas a esta pena de muerte hicieron que Alfonso XIII tuviera que intervenir, cesando a Maura de inmediato.

La Primera Guerra Mundial y la Influencia de la Revolución Rusa en la Crisis de 1917

La crisis gestada en el verano de 1916 confluye en una coyuntura económica inflacionista influenciada por la Primera Guerra Mundial, en la que Eduardo Dato consigue mantener la neutralidad de España. El país experimentó un rápido enriquecimiento por la venta de materias primas a los países contendientes y la acumulación de divisas extranjeras.

Los Tres Focos de la Crisis de 1917

  • Políticamente: Existía en España una fuerte división entre germanófilos y anglófilos, lo que obligó a Dato a cerrar el Parlamento.
  • Militarmente: El ejército estaba muy descontento por la congelación de los salarios y la diferenciación en el tipo de ascensos (en el cuerpo africanista estos se hacían por méritos de guerra y en el peninsular, por antigüedad). Los militares decidieron unirse en Juntas de Defensa, cuestionando la soberanía estatal. Eduardo Dato, alarmado por la Revolución Bolchevique y temiendo su posible extensión a España, aceptó esta medida.
  • Socialmente: La crisis se extendió a Cataluña, con una elevadísima conflictividad obrera alentada por los sindicatos anarquistas, reflejada en la quema y saqueos de las fábricas y en la respuesta patronal de recurrir al «lock out» (cierre patronal).

El Trienio Bolchevique y el Pistolerismo en Cataluña

El periodo de gran tensión social se caracterizó por varios factores:

  • El aumento del nacionalismo, que ponía en jaque la unidad de la nación.
  • La proliferación de nuevos partidos políticos diferentes a los dinásticos, como el PCE (creado en 1921 como satélite del PCUS) y su adhesión a la III Internacional, rompiendo con el PSOE.
  • Las tensiones sociales entre obreros y patronos, reflejadas en la Huelga de la Canadiense (empresa eléctrica barcelonesa que llegó a paralizar el 70 % de la industria, obligando a la patronal a flexibilizar sus posturas).

Estos factores ocasionaron una ola de violencia y atentados en Barcelona, dirigida por la CNT (sindicato anarquista fuertemente arraigado en Cataluña). Esta violencia fue repelida por parte de la patronal con la creación de una asociación llamada el Sindicato Libre, que se dedicaba a contrarrestar la violencia sindical con violencia patronal. Esta ola de atentados y asesinatos mutuos fue tan catastrófica que Barcelona pasó a ser conocida como «el pequeño Chicago».

La Dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930)

El temor a que la Revolución Bolchevique se extendiese a España corrió paralelo al ascenso de los movimientos totalitarios propiamente europeos, que se manifestarían apenas dos años después del golpe de Estado de Primo de Rivera en Italia, donde los Camisas Negras de Mussolini marcharían sobre Roma, y en Alemania, donde Hitler intentaría un fracasado golpe de Estado fraguado en la ciudad de Múnich. Hartos de esta situación de desgobierno, las juntas militares y las fuerzas africanistas decidieron llevar a cabo un golpe de Estado en connivencia con el propio rey, que sería el preludio de una breve dictadura militar, cuyo objetivo era resolver los problemas del régimen para posteriormente devolver al Estado su carácter constitucional.

El Directorio Militar (1923-1925)

Los principales objetivos del Directorio Militar eran:

  • Erradicar definitivamente el caciquismo.
  • Exaltar el patriotismo y el militarismo.
  • Favorecer a las élites tradicionales, como los grandes terratenientes, empresarios y jerarcas de la Iglesia Católica.

Por sus actuaciones radicales, Primo de Rivera se ganó el apodo de “el cirujano de hierro” y sentó las bases del Estado Corporativo, a imitación del fascismo italiano.

Medidas Impulsadas:

  1. Sustitución de gobernadores civiles por gobernadores militares.
  2. Reforma de la administración local, buscando aumentar la autonomía económica de los municipios.
  3. Creación de un partido único a imitación de los regímenes totalitarios.
  4. Imposición del orden público, por medio de una fuerte represión militar y adaptación del Somatén Nacional.

En política exterior, Miguel Primo de Rivera se apuntó un gran tanto con el fin de la Guerra de Marruecos, que tantas vidas había segado. La campaña de Marruecos crearía una prestigiosa élite de militares africanistas, ascendidos por méritos de guerra, que serían el germen futuro del bando nacionalista en la futura Guerra Civil Española.

El Directorio Civil (1925-1930)

Tras el éxito del Directorio Militar, se creó una Asamblea Nacional Consultiva integrada por representantes de instituciones locales y regionales, corporaciones militares y políticos. Su misión era redactar una nueva constitución, que se quedó finalmente en un anteproyecto de ley sin especificaciones orgánicas ni división de poderes. En este anteproyecto se afirmaba la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, y la representación del pueblo a través de unas cortes unicamerales, elegidas por el rey y por el pueblo, en un sufragio universal masculino al 50%.

Política Social y Económica

Se crea el Consejo Nacional del Trabajo, suprimiéndose los sindicatos y agrupando a obreros y patronos en corporaciones locales basadas en los gremios medievales y supervisadas por el Estado. Se establece así un Estado Corporativo de corte fascistizado, donde el Estado ejerce de árbitro entre obreros y patronal, eliminando la lucha de clases y el peligro de una revolución bolchevique.

Durante este periodo se impulsaron grandes monopolios estatales (como Telefónica y RENFE) y se creó el Consejo Económico Nacional, organismo encargado de dar el visto bueno al establecimiento de empresas internacionales en territorio español.

Crecimiento y Movimientos Demográficos

Demográficamente, el periodo se caracteriza por un hundimiento experimentado a causa de la «Gripe Española» de 1918, pandemia originada en un campamento de instrucción del ejército norteamericano en Kansas. Fue transmitida por las tropas americanas a las europeas en la conflagración bélica, suponiendo más bajas por esta causa que por la propia guerra, aunque ninguna potencia informó debidamente de ello, cosa que sí hizo España, al ser país neutral.

Tras la mortalidad de esta gripe, la demografía española se ajustó a la europea, dándose un importante descenso de la mortalidad catastrófica gracias a la aparición de medidas higiénicas básicas (como el alcantarillado urbano y la potabilización del agua) que acabaron con las enfermedades infecciosas y contagiosas, si bien la natalidad continuó siendo muy alta.

Movimientos Migratorios

Los movimientos migratorios aumentaron significativamente:

  • Internacionalmente: Los países receptores fueron el Cono Sur americano y Cuba.
  • Internamente: Fueron más importantes los desplazamientos del campo a la ciudad. Las principales receptoras fueron Cataluña, Madrid y las provincias vascas, que absorbieron población de Andalucía, Galicia, Castilla y León.