La Constitución de 1812: La Pepa
Tarea 1. Clasificación y Naturaleza del Texto
Se trata de un texto histórico, específicamente la Constitución de 1812 (norma suprema del ordenamiento jurídico). Sus autores son las Cortes de Cádiz, inauguradas el 24 de octubre de 1810. Este documento es crucial para comprender la Revolución Liberal en España y la labor de las Cortes durante la Guerra de la Independencia (1808-1814).
Está dirigido a la Nación española, posee un carácter público, legal y oficial. El texto es de naturaleza jurídica y su contenido es fundamentalmente político, pues aborda cuestiones relativas a la soberanía y a la separación de poderes.
Tarea 2. Ideas Principales
La Constitución de 1812 representó un compromiso entre absolutistas y liberales (aunque claramente favorable a estos últimos por la situación política del momento). Su labor reformadora abarcó diversos ámbitos, destacando:
- Separación de poderes: Ejecutivo, legislativo y judicial.
 - Reconocimiento de derechos: Derechos civiles y de propiedad.
 - Soberanía nacional: El poder reside en la nación, lo que implicó el fin de la monarquía absoluta y la implantación de los principios del liberalismo democrático.
 
Tarea 3. Contexto Histórico
El contexto se inicia con las Abdicaciones de Bayona (marzo de 1808), donde Carlos IV cedió la corona a Napoleón, lo que desencadenó la Guerra de la Independencia y la ocupación francesa. Paralelamente, se desarrolló una auténtica revolución política contra José I Bonaparte.
La Junta Central nombró un Consejo de Regencia, que organizó la reunión de las Cortes en Cádiz (1810), una ciudad libre de ocupación francesa y fácil de defender por la cercanía del ejército inglés en Gibraltar. Estas Cortes, una Asamblea nacional unicameral, fueron las responsables de la elaboración constitucional.
Trascendencia Histórica
Se trata de un texto de gran trascendencia en la historia del constitucionalismo español, pues es la primera constitución elaborada en nuestro país por unas Cortes soberanas. Tuvo una gran influencia en constituciones posteriores, tanto españolas como europeas, durante las décadas de 1830 y 1840.
Por su carácter avanzado, la Constitución de 1812 ha sido considerada una de las más radicales de la Historia de España. La Guerra de la Independencia (1808-1814) fue decisiva en la crisis del Antiguo Régimen, demostrando la fragilidad del Estado absoluto y posibilitando la introducción de reformas liberales. De este modo, guerra y revolución política fueron dos procesos paralelos y complementarios.
El Manifiesto de Manzanares (7 de julio de 1854)
Tarea 1. Clasificación y Naturaleza del Texto
Este es un texto histórico, redactado en Manzanares, Ciudad Real, el 6 de julio de 1854. Aunque fue firmado por Leopoldo O’Donnell (liberal moderado, noble y político), el ideólogo principal fue Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897), político conservador e historiador español, personaje clave en la política de la Restauración borbónica.
El manifiesto es esencial para comprender el reinado de Isabel II y el inicio del gobierno liberal progresista tras diez años de gobierno moderado. Su destinatario es la Nación española. Posee un carácter narrativo (propio de un manifiesto) y aborda aspectos:
- Políticos: Monarquía constitucional, Cortes, partidos políticos.
 - Militares: La Revolución de 1854.
 - Sociales: Reivindicación de ciertas libertades.
 
Tarea 2. Ideas Principales
El Manifiesto surge como consecuencia de que la Revolución de la Vicalvarada de 1854 no logró los efectos esperados inicialmente. Redactado por Cánovas del Castillo, el texto tiene el objetivo de ganar el apoyo de las fuerzas progresistas para acabar con el régimen moderado.
Defiende la legalidad de la monarquía constitucional y propone medidas de carácter progresista, tales como:
- Transparencia política.
 - Rebaja de impuestos.
 - Reforma electoral.
 - Descentralización estatal.
 
El Manifiesto se extendió por las grandes ciudades, dando lugar a una serie de revueltas que marcaron el inicio del Bienio Progresista.
Tarea 3. Contexto Histórico
La Revolución de 1854 se produjo fundamentalmente en torno a dos acontecimientos: uno de carácter bélico, el levantamiento del general O’Donnell en Vicálvaro (la Vicalvarada) en junio, y otro de carácter político, el propio Manifiesto de Manzanares en julio. Este último fue de gran trascendencia para entender el momento histórico, pues acarreó consecuencias importantes y el cambio de gobierno.
La Crisis de la Década Moderada y el Bienio Progresista
Desde 1844 hasta 1854 tuvo lugar la fase conocida como Década Moderada, donde los moderados se habían turnado en el poder y habían realizado políticas sin contar con el apoyo progresista, lo que llevó a la rebelión mencionada que dio lugar al Bienio Progresista (1854-1856).
La reina Isabel II de Borbón entregó el poder al general Baldomero Espartero. Esta nueva etapa se caracterizó por la inestabilidad política y social, con protestas populares, reivindicaciones sociales y carestía de alimentos, lo que motivó que los moderados decidieran desplazar al general.
En julio de 1856, O’Donnell, actuando como Ministro de Guerra, declaró el estado de sitio y puso fin al bienio, comenzando de nuevo una etapa de gobiernos de moderados y unionistas en el reinado de Isabel II, que se prolongaría hasta la Revolución Gloriosa de 1868.