Las Cortes de Cádiz y su Obra Legislativa (1810-1814)
Las Cortes de Cádiz fueron elegidas mediante el voto de los varones mayores de 25 años, quienes elegían representantes por provincias. Se convocó una asamblea única, en la que a cada diputado le correspondía un voto, rompiendo con la organización estamental del Antiguo Régimen (A.R.). Las nuevas Cortes se reunían en representación de la nación y no del rey.
Entre los diputados elegidos predominaban los eclesiásticos, abogados, funcionarios, militares e intelectuales. Podemos distinguir diferentes grupos ideológicos:
- Los liberales: Defendían la soberanía nacional, la división de poderes y la igualdad jurídica. Era el grupo mayoritario.
- Los absolutistas o serviles: Pretendían mantener la monarquía absoluta y el poder del rey. Apostaban por mantener el Antiguo Régimen.
- Los “jovellanistas” o ilustrados: Defendían la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes.
Obra Legislativa Menor de las Cortes de Cádiz
Aunque la principal obra legislativa de las Cortes de Cádiz fue la elaboración de la Constitución de 1812, también tomaron decisiones que significaron el final del Antiguo Régimen. Destacan las siguientes:
- Libertad de Imprenta.
- Abolición de los señoríos jurisdiccionales (un señor no tiene dominio sobre un territorio).
- Derogación de los gremios (desaparecen los gremios, al considerarse que obstaculizaban la economía).
- Supresión de la Mesta (cada pastor lleva su rebaño).
- Abolición de la tortura.
- Supresión de la Inquisición (desaparece este tribunal).
- Definición de España como nación única (no se admiten otras naciones).
El Reinado de Fernando VII (1814-1833)
El reinado de Fernando VII duró desde el año 1814, cuando regresó de su cautiverio en Bayona, hasta el año 1833. Su reinado se divide en tres etapas:
1. Sexenio Absolutista (1814 – 1820)
Cuando Fernando VII regresó, en España estaba vigente la Constitución de Cádiz. Sin embargo, hubo una acción contrarrevolucionaria por parte del ejército, plasmada en el Manifiesto de los Persas. Al final, se volvió al Antiguo Régimen, lo que provocó una dura represión contra los liberales y afrancesados que habían apoyado a José I.
Con la vuelta del A.R. se anuló la obra legislativa de Cádiz, aunque se mantuvo la libertad de imprenta, pero se restauró la Inquisición. Se volvió al régimen fiscal anterior, reponiendo los fueros, leyes y libertades entregadas a los repobladores de villas. Como última reforma, se devolvieron los privilegios a la Mesta. Debido a todo esto, hubo varias intentonas golpistas por parte de los liberales. Finalmente, gracias al pronunciamiento de Riego, se logró acabar con el absolutismo y empezar la segunda etapa.
2. Trienio Constitucional (1820-1823)
Se volvió a imponer la Constitución de Cádiz y todas las reformas propuestas en ella, volviendo a suprimir los fueros. Esto hizo que la Iglesia perdiera poder en la sociedad. Sin embargo, durante estos tres años hubo una división liberal:
- Los moderados.
- Los exaltados o progresistas.
También, como pasó en la época absolutista, los absolutistas intentaron dar algún golpe, como la Regencia de Urgel. Estos contaron con la ayuda de los franceses que, con el ejército de los Cien Mil Hijos de San Luis, invadieron España para restaurar el absolutismo. Con esto, se invalidó la legislación anterior y, por tanto, la Constitución.
3. Década Ominosa (1823 – 1833)
Hubo otra vez una represión, pero más dura, contra los liberales. Regresaron las reformas del Antiguo Régimen, pero de una manera parcial, ya que restaurar todas era inviable; se repusieron de nuevo los fueros. Hubo constantes cambios de gobierno debido a la crisis económica y política en la que estaba España. Y volvieron a haber amenazas por parte de los liberales contra los absolutistas.
El Problema Sucesorio y la Regencia
Finalmente, cuando Fernando VII murió, surgió un problema sucesorio. En España estaba vigente la Ley Sálica, pero Fernando VII solo tenía hijas, por lo que antes de morir abolió esa ley mediante la Pragmática Sanción. Esto causó enfado a los partidarios del A.R. (que apoyaron a su hermano Carlos María Isidro, dando origen al carlismo). Además, su hija Isabel II era menor de edad. Por ello, su madre, María Cristina, ocupó su lugar para ejercer sus funciones. A esto se le llamó la Regencia de María Cristina, que fue uno de los alicientes para que se produjera la I Guerra Carlista.
El Debate Histórico sobre los Fueros
Los fueros son un conjunto de leyes, derechos o privilegios que en la Edad Media concedía un soberano o señor a un territorio, municipio o grupo social. La finalidad de estos es regular la vida local. Fue un sistema de derecho local utilizado en la Península Ibérica a partir de la Edad Media y constituyó la fuente más importante del derecho alto medieval español.
Evolución de la Cuestión Foral hasta el Siglo XIX
- Reyes Católicos y Austrias: Durante el reinado de los Reyes Católicos se produjo la unión territorial de Castilla (que incluía las Provincias Vascongadas) y la Corona de Aragón, además de la anexión de Navarra a Castilla en 1512. El matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón unía los reinos, pero cada uno mantenía su diferenciación institucional, sus libertades y sus propios fueros. Durante el reinado de los Austrias (siglos XVI y XVII), los fueros se mantuvieron e incluso se ampliaron en algunos casos, aunque no dejaron de alzarse voces para que se suprimiesen.
- Llegada de los Borbones: Tras el final de la dinastía de los Austrias, empezaron los enfrentamientos por la sucesión de la corona española. Felipe V y los Borbones consiguieron alzarse con la victoria e impusieron un proceso de castellanización de los reinos de la Corona de Aragón debido a que habían apoyado al bando contrario. De esta manera, dichos reinos perdieron sus propias instituciones y fueros, y se les impusieron las leyes de Castilla a través de los Decretos de Nueva Planta.
- Excepciones: Los fueros navarros y vascos siguieron vigentes por haber apoyado a Felipe V.
- Siglo XIX: La primera Constitución Española (1812) decretó la supresión de los Fueros en favor de la igualdad de todos los españoles y de todos los territorios. No obstante, durante el reinado de Fernando VII (1814-1833) se restauraron (excepto durante el Trienio Liberal, 1820-1823).
El Sexenio Democrático o Revolucionario (1868-1874)
Gobierno Provisional y Constitución de 1869
Tras la Revolución de 1868, surge un gobierno provisional que convocó elecciones mediante sufragio universal masculino. En estas elecciones ganó la coalición de unionistas, progresistas y demócratas. En la derecha de la oposición quedó el partido carlista y a la izquierda los republicanos. Este parlamento elaboró la Constitución de 1869 (la cuarta), que convierte a España en una monarquía constitucional, democrática y parlamentaria. Reconoce la soberanía nacional, el bicameralismo y amplios derechos del individuo. La definición del estado como reino planteaba un problema: había que encontrar un príncipe europeo dispuesto a ser rey de España y que no perteneciera a la familia Borbón. Finalmente, el elegido fue Amadeo de Saboya.
Reinado de Amadeo I (1871-1873)
Amadeo I se encontró con un país en grave crisis económica y financiera; además, en Cuba seguía la insurrección separatista. Contaba con el apoyo de la coalición gubernamental. El rey juró la Constitución, pero la coalición se dividió, creando una gran inestabilidad. Los carlistas iniciaron revueltas que se tradujeron en una nueva guerra (la III Guerra Carlista). Finalmente, Amadeo I abdicó.
La Primera República Española (1873-1874)
El mismo día de la abdicación, las Cortes proclamaron la I República. Se celebraron elecciones en mayo de 1873 y comenzó el intento de construir una república federal. Los federales intentaron establecer un régimen federal “desde arriba”. Se inició el proyecto de Constitución Federal que organizaba España en 17 estados.
En el verano de 1873, los federales intransigentes promovieron el movimiento cantonal, que intentaba establecerla “desde abajo”. El cantonalismo se convirtió en una guerra civil y provocó el desgaste de los gobiernos federales. Pi i Margall tuvo que dimitir como presidente de la República. Nicolás Salmerón fue elegido presidente y aplastó la insurrección cantonal.
Fin del Sexenio e Inicio de la Restauración
Pronto dimitió Salmerón y pasó a ser presidente Emilio Castelar, representante del sector más conservador del republicanismo. Gobernó de forma autoritaria. Las Cortes desautorizaron la gestión de Castelar y esto precipitó el golpe de estado del general Pavía. Se disolvieron las Cortes y el general Serrano gobernó de forma autoritaria.
La III Guerra Carlista
La III Guerra Carlista (que había comenzado durante el reinado de Amadeo I) solo sería solucionada con la restauración monárquica en la persona de Alfonso XII, hijo de Isabel II.
La Restauración Borbónica: El Sistema Canovista (1874-1931)
Bases Fundamentales de la Constitución de 1876
Esta Constitución fue promulgada en junio de 1876, tras escasos debates. Sus principales características, además de su moderación y eclecticismo, eran:
- Soberanía compartida en la línea del liberalismo doctrinario (entre el Rey y las Cortes).
- Amplias atribuciones del monarca, que mantenía el poder ejecutivo, la dirección del Ejército y ejercía un papel moderador.
- Sistema bicameral: Senado mixto (con miembros de derecho propio) y Congreso (con miembros elegidos por los ciudadanos). La Constitución no determinaba el tipo de sufragio, remitiéndose a una Ley Electoral que establecería el sufragio censitario y, en 1890, el sufragio universal masculino.
- Declaración amplia de derechos individuales, aunque estos quedaban limitados por leyes restrictivas posteriores.
- Ámbito religioso: Se optó por la tolerancia de otros cultos no católicos, aunque se mantenía el Estado confesional y se reconocían los privilegios tradicionales de la Iglesia católica.
- Organización centralista del Estado: Se controlaban los ayuntamientos. Se establecía la unidad de códigos y la igualdad jurídica de los españoles, aboliendo los fueros vascos, estableciendo la igualdad fiscal y de servicio militar, aunque el poder central realizó conciertos económicos especiales con estas provincias.
- Fue la Constitución más duradera, permaneciendo en vigor hasta 1931.
El Bipartidismo y el Turnismo
El sistema estuvo controlado con la formación de dos opciones políticas representativas, diseñadas por Cánovas del Castillo:
- Partido Conservador: Aglutinó las diversas fuerzas moderadas, siendo el sostén de la monarquía Alfonsina.
- Partido Fusionista o Liberal: Liderado por Sagasta, agrupó a partidarios de la Constitución de 1869.
Los dos partidos establecieron un “turno pacífico” para gobernar. En la práctica, este sistema solo podía funcionar mediante el caciquismo. Tras morir Alfonso XII, su esposa María Cristina lo sucedió como Regente, manteniéndose el turno de partidos tras el Pacto de El Pardo entre Cánovas y Sagasta.
Problemas del Sistema de Turno
El sistema parlamentario distaba mucho del modelo británico que Cánovas tomó como referencia, debido a la manipulación electoral:
- Caciquismo: Los caciques eran poderosos, con gran influencia económica. Controlaban la vida política, económica y social del país, sobre todo en las zonas rurales. Comprobaban los votos y hacían “favores” para premiar la fidelidad electoral (concediendo puestos de trabajo, rebaja de contribuciones, etc.).
- Manipulación: El Ministerio de la Gobernación imponía unos candidatos introducidos en las listas electorales.
- Pucherazo: Se falsificaban las actas electorales y el censo.
La Oposición al Sistema Canovista
Este sistema trató de volver al régimen anterior a las revoluciones con una Constitución moderada que no agradó a todos. Entre los opositores se encontraron:
1. Carlistas y Republicanos
- Carlistas: Fueron derrotados en la Tercera Guerra Carlista y no aceptaban la dinastía borbónica. Se dividieron en el Partido Liberal (los posibilistas) y los intransigentes de Nocedal (Partido Tradicionalista).
- Republicanismo: Perdieron el apoyo de las clases medias por el fracaso de la I República. Con la vuelta a la legalidad en 1881, Castelar fundó el Partido Posibilista y aceptó la Restauración con sufragio universal (tras 1890 se integró en el Partido Liberal). Pi i Margall lideró el federalismo y Zorrilla agrupó a los radicales en el Partido Progresista. Todos estos se unificaron en la Unión Republicana (excepto los del partido posibilista) y tuvieron cierta importancia en las Cortes.
2. El Movimiento Obrero
El movimiento obrero también se opuso al sistema, con un gran desarrollo gracias a la industrialización y el capitalismo. Estaba dividido en dos movimientos revolucionarios, cuya ruptura se produjo en el Congreso de Zaragoza:
Anarquismo
Se fundamentaba en la defensa del individuo por encima de todo y en la lucha contra el Estado. No aceptaba llegar al poder por medio de partidos políticos. Defendía el federalismo y la huelga revolucionaria. Creó su propio sindicato en 1910 (la CNT, Confederación Nacional del Trabajo) y protagonizó acciones terroristas. Eran partidarios de la socialización de los medios productivos.
Socialismo
Defendía el alcance del poder mediante la participación en elecciones en democracias burguesas. Partía de la lucha de clases para establecer una dictadura del proletariado y eliminar la sociedad clasista, buscando la socialización de los medios de producción. En 1888 creó su propio sindicato, la UGT (Unión General de Trabajadores), y se influyó mucho en el partido marxista PSOE (Partido Socialista Obrero Español). Estaban más organizados que los anarquistas y crecieron mucho.
3. Regionalismo y Nacionalismo
Estos movimientos también se opusieron. El regionalismo defendía la autonomía administrativa de la región y el nacionalismo defendía la formación de un estado independiente por cada nación. Se produjeron por el fracaso del liberalismo centralista.
- Cataluña: La Renaixença fue un movimiento que defendía la lengua y cultura catalana. El catalanismo defendía la autonomía frente al centralismo. La Unió Catalana elaboró las Bases de Manresa.
- País Vasco: El Partido Nacionalista Vasco (PNV) fue creado en 1895 por Sabino Arana. Arana defendió la raza, la lengua y los fueros tradicionales. Exigía la independencia vasca y diseñó la ikurriña. El PNV osciló entre el independentismo y una postura más moderada que era la autonomía del País Vasco dentro de España.
- Galicia: El Rexurdimiento trajo consigo el regionalismo en Galicia. Este fue un movimiento que defendía la cultura y lengua gallega.
- Otras provincias: El regionalismo también llegó tarde a Andalucía, además de a Valencia, Asturias y Murcia.