Hispania Romana: Conquista y Romanización de la Península Ibérica
Los cartagineses y los romanos firmaron un pacto para repartirse la Península Ibérica. Sin embargo, la toma de Sagunto por parte de los cartagineses provocó que los romanos iniciaran la conquista de la Península en tres fases:
- Roma derrota a Cartago y controla la zona del Mediterráneo, el Guadalquivir y el Ebro.
- Roma conquista la Meseta, enfrentándose a celtíberos y lusitanos (como los arévacos en Numancia).
- Conquista del norte de la Península tras guerras con cántabros, galaicos y astures, aunque la romanización nunca penetró con la misma fuerza.
El Proceso de Romanización en Hispania
La romanización fue el proceso por el que los pueblos integrados en el Estado romano adoptaron las formas de vida y la mentalidad de sus conquistadores. Factores fundamentales que impulsaron este proceso fueron:
- Nueva regulación administrativa del territorio (establecimiento de cinco provincias).
- Modelo de ciudad romana (comunidad de ciudadanos con un conjunto de derechos). Las ciudades se organizaron como colonias y municipios.
- Extensión del modelo social romano (conceptos de libertad y derecho).
- Organización de la economía según el modelo romano.
El Legado Cultural de Roma en Hispania
El legado de Roma en la Península Ibérica fue profundo y duradero:
- El latín se impuso como lengua vehicular.
- El derecho romano como elemento clave para regular las relaciones entre los habitantes del Imperio y el Estado.
- Las obras artísticas (esculturas e ingeniería civil, como acueductos y calzadas).
- La religión cristiana (introducida y extendida durante el Imperio).
La Revitalización Económica y Urbana en Al-Ándalus
La Economía en Al-Ándalus
El objetivo principal de la agricultura fue el abastecimiento de las ciudades. La propiedad de las tierras estuvo en manos de los conquistadores, y algunos campesinos visigodos trabajaron como aparceros. La agricultura se convirtió en una actividad altamente rentable gracias a las innovaciones musulmanas en la obtención y transporte de agua.
Se introdujeron nuevos cultivos como el arroz, la caña de azúcar y los cítricos. La producción artesanal se centró en sectores como la cerámica, el vidrio, el textil y el cuero. El comercio floreció tanto en los mercados urbanos como a nivel internacional. Los ingresos fiscales procedían de diversas fuentes: limosnas, impuestos territoriales y personales, y tributos de vasallaje.
La Sociedad en Al-Ándalus
En Al-Ándalus convivieron diversas etnias y religiones. La sociedad estaba estratificada de la siguiente manera:
- En la cúspide se encontraba una aristocracia árabe e hispanovisigoda.
- Por debajo, el grupo de los bereberes y muladíes.
- Seguidos por cristianos y judíos (conocidos como dimmíes).
- Y, finalmente, los esclavos.
Las Ciudades Andalusíes
Las ciudades andalusíes se revitalizaron y desempeñaron un papel fundamental en la economía gracias a la artesanía y el comercio, destacando urbes como Granada, Sevilla y Córdoba. Su plano solía ser irregular y se estructuraban alrededor de la Mezquita Mayor y el zoco. Las principales zonas urbanas incluían la Mezquita, la alhóndiga (almacén y mercado de grano) y la alcacería (mercado de productos de lujo). Los arrabales constituían los barrios más pobres. Muchas de estas ciudades llegaron a albergar alrededor de 50.000 habitantes.
Los Reinos Cristianos en la Baja Edad Media: Crisis, Peste y Tensiones Sociales
Durante los siglos XIV y XV, Europa, incluida la Península Ibérica, experimentó una grave crisis. Esta etapa estuvo marcada por el hambre, la Peste Negra, las guerras y las crecientes tensiones sociales.
Crisis Agraria
La agricultura, que venía de una fase expansiva, terminó en el siglo XIV debido a una serie de malas cosechas provocadas por razones climáticas adversas. Esto generó una crisis de subsistencia, que implicó la subida del precio del trigo por la escasez, y un aumento de la mortalidad.
Crisis Demográfica y Peste Negra
La llegada de la Peste Negra se unió a la crisis agraria, empeorando drásticamente la situación. La peste duró aproximadamente tres años y fue seguida por nuevas oleadas. Sus consecuencias fueron dobles:
Consecuencias Demográficas:
- Aumento drástico de la mortalidad.
- Desplazamiento de la población del campo a la ciudad.
- Despoblamiento de numerosas zonas rurales.
Consecuencias Económicas:
- Aumento de los precios debido a la disminución de la producción.
- Aumento de los salarios por la escasez de mano de obra, lo que generó un proceso inflacionario.
Tensiones Sociales
Las tensiones sociales se originaron con los señores feudales, quienes también sintieron los efectos de la crisis. El aumento de la mortalidad disminuyó el número de vasallos y, con ello, sus rentas. Además, sufrieron la subida de precios, lo que redujo su poder de compra. La reacción señorial ante esta situación afectó tanto a la monarquía como al campesinado.
Reacción Señorial y la Monarquía:
Los señores intentaron aprovecharse de la debilidad de la monarquía para aumentar sus territorios y obtener permisos para cobrar nuevos impuestos.
Reacción Señorial y el Campesinado:
Los campesinos vieron endurecidas sus condiciones de vida de dos maneras: acortando los plazos de arrendamiento y buscando convertir a los campesinos en siervos. Este comportamiento provocó rebeliones que tuvieron como objetivo frenar los ‘malos usos’.
Principales Movimientos de Rebelión Campesina:
- Los Forans (1450-1452) en Mallorca.
- Hermandiña (1467-1469) en Galicia.
- Payeses de Remensa (1480-1486) en Cataluña.
Movimientos Antisemitas
Paralelamente, surgieron una serie de movimientos antisemitas por dos motivos principales: se culpó a los judíos de la Peste Negra y por su relación con la banca y el préstamo. Los ataques más graves se produjeron en Cataluña y Andalucía. A partir de ese momento, se inició un proceso de conversión forzada de judíos al cristianismo.
Los Reyes Católicos: La Reorganización del Estado Moderno
Los Reyes Católicos crearon un Estado integrado por territorios unidos bajo su corona. Aunque no tenían una Constitución común a todos los reinos, se crearon instituciones que buscaban una mayor homogeneidad. Los Reyes Católicos tuvieron dos objetivos principales: primero, restaurar el orden y la paz en los reinos, para lo cual crearon la Santa Hermandad de Sevilla; y segundo, disminuir el poder político de la nobleza, aunque consolidaron su poder económico y social. Las órdenes militares pasaron a estar bajo el control directo de la Corona.
La Monarquía Autoritaria y sus Instituciones
Los Reyes Católicos establecieron una monarquía autoritaria, cuyo gobierno se articulaba a través de figuras como el virrey, los Consejos y las Cortes.
Los Consejos:
Los Consejos, formados principalmente por letrados de la pequeña nobleza, gestionaban la creciente complejidad administrativa. Se reunían por comités especializados. El Consejo de las Órdenes Militares se creó para que el rey controlara directamente estas poderosas instituciones.
La Santa Hermandad:
La Santa Hermandad fue una institución clave para perseguir malhechores y mantener el orden público.
Las Cortes:
Las Cortes, con mayor relevancia en Castilla que en Aragón, tenían como funciones principales aprobar subsidios e impuestos y nombrar al heredero.
Administración de Justicia:
En cuanto a la administración de justicia, se aumentó el número de Chancillerías en Castilla y de Audiencias en Aragón y Navarra.
Obstáculos a la Unificación Jurídica
El mayor problema para los Reyes Católicos fue la preexistencia de los señoríos jurisdiccionales y de los fueros locales, que impedían una unificación jurídica completa. Se intentó legislar a través de compilaciones como el Ordenamiento de Montalvo en Castilla y los Fueros y Observancias del Reino de Aragón.
La Administración de Hacienda y el Control Local
En la administración de Hacienda, la institución más importante fue la Contaduría Mayor del Reino. Los ingresos aumentaron gracias a una mayor recaudación de impuestos y a la creación del maravedí como unidad de cuenta. En el ámbito local, se mantuvo una política intervencionista para asegurar el control de la monarquía, extendiendo la figura del corregidor a todos los municipios.
Arte Rupestre: Comparativa entre el Arte Cantábrico y el Arte Levantino
El Arte Rupestre Paleolítico Superior (35.000-9.000 a.C.)
El Arte Rupestre del Paleolítico Superior (35.000-9.000 a.C.) se realizó sobre las paredes y formas rocosas de cuevas o abrigos. Aparece principalmente en tres grandes áreas: la Península Ibérica, el centro y sur de Francia, y el sur de la Península Itálica, destacando la denominada zona francocantábrica.
Las pinturas representan principalmente animales (bisontes, caballos, toros, etc.), y no escenas. Son de gran tamaño, naturalistas y utilizan las protuberancias de la roca para dar sensación de volumen.
Sobre su significado, se cree que podían ser usadas como un ritual para favorecer la caza (magia simpática).
El Arte Rupestre del Mesolítico (9.000-6.000 a.C.) o Arte Levantino
El Arte Rupestre del Mesolítico (9.000-6.000 a.C.) se desarrolla principalmente en la zona oriental de la Península Ibérica, con ejemplos destacados como la Cueva de Valltorta en Castellón.
A diferencia del Arte Paleolítico (predominantemente en cuevas), el Arte Levantino sitúa siempre sus conjuntos artísticos en abrigos rocosos al aire libre.
En esta etapa, sí se representan escenas (caza, combates o vida cotidiana) donde aparece la figura humana. Estas representaciones son de tamaño reducido, muestran movimiento y son esquemáticas.
Una Cultura Plural en la Península Ibérica: Cristianos, Musulmanes y Judíos. El Camino de Santiago
Convivencia de Culturas y Religiones
En la Península Ibérica convivieron tres religiones distintas: la cristiana, la judía y la musulmana. La cordialidad en la convivencia fue variable. Los mayores problemas los tuvieron los mozárabes (cristianos en Al-Ándalus), quienes, al aumentar los conflictos, huyeron hacia los reinos cristianos del norte. Los judíos fueron generalmente aceptados en Al-Ándalus, aunque relegados a las juderías. Sin embargo, en los reinos cristianos, fueron perseguidos a partir del siglo XIII.
Centros Culturales y la Influencia Europea
Los principales centros culturales fueron los monasterios, destacando entre ellos el de San Millán de la Cogolla y San Juan de la Peña. Sus actividades culturales principales incluían la copia de libros y la función de escuelas monásticas. A partir del siglo XI, comenzaron a llegar a la Península Ibérica los modos culturales europeos, especialmente a través del Camino de Santiago, lo que propició la llegada de órdenes religiosas reformadas desde Francia.
Evolución Lingüística y Literaria
El latín dejó de ser una lengua oral y fue progresivamente sustituida por las lenguas romances. Los primeros testimonios escritos en romance castellano son las Glosas Emilianenses y las Glosas Silenses. A partir de ese momento, aparecen dos formas de expresión literaria: el Mester de Clerecía y el Mester de Juglaría.
El Camino de Santiago: Historia y Significado
Según la tradición, Santiago el Mayor murió en Jerusalén y sus restos fueron trasladados a Galicia. Siglos después, el rey Alfonso II de Asturias decidió construir una iglesia en el lugar donde se creía que estaba enterrado Santiago, que posteriormente daría origen a la Catedral de Santiago de Compostela. A partir del siglo IX, el apóstol Santiago se convirtió en un símbolo de la Reconquista y de la cruzada religiosa. Se inició entonces un proceso de peregrinaje para visitar la tumba del apóstol, dando origen al célebre Camino de Santiago.
En el siglo XII, Santiago de Compostela ya era considerado uno de los principales centros de peregrinaje de la cristiandad. El Camino de Santiago no solo fue una ruta religiosa, sino también una vía fundamental de intercambio económico, cultural y artístico entre Europa y la Península Ibérica. A través de él, llegaron influencias como el arte románico y los cantares de gesta. Además, contribuyó a la consolidación de las lenguas romances y al surgimiento de las primeras universidades, como la de Palencia (1212) y la de Salamanca (1218).