España: Proceso de Transición Democrática y Consolidación Constitucional (1975-1978)

Transición a la Democracia y Constitución de 1978

Introducción

La Transición es el proceso político mediante el cual España pasó de un sistema dictatorial a un sistema democrático entre 1975 (muerte de Franco) y 1978 (aprobación de la Constitución). Algunos autores extienden este periodo hasta 1982 (llegada de la izquierda al poder) o incluso hasta 1996 (acceso de la derecha al gobierno).

La Transición se realizó en un tiempo relativamente corto, a pesar de la gravedad de la situación. Su desarrollo fue posible gracias a una reforma política pactada que rompía con el régimen anterior. Los factores que posibilitaron esta reforma fueron:

  • La nueva realidad social española: En los últimos diez años del franquismo, el país experimentó profundos cambios socioeconómicos. La separación entre la política oficial y la sociedad real era abismal en 1975. La sociedad deseaba mayores cuotas de libertad, pero dentro de un sistema estable y en paz.
  • La actitud del rey Juan Carlos I: A diferencia de otros reyes, Juan Carlos I contaba con poderes ejecutivos como sucesor de Franco y era jefe supremo del ejército, lo que le permitió llevar a cabo el cambio político. Su objetivo era transformar el sistema político en un sistema democrático.
  • El fracaso del gobierno de Carlos Arias Navarro: El rey nombró como presidente del gobierno a Carlos Arias Navarro, quien fue incapaz de hacer frente a la convulsa situación social y política. Su única respuesta a los conflictos sociales fue la represión. El rey consiguió que Arias Navarro dimitiera en 1976.
  • La habilidad de Adolfo Suárez: Político joven procedente de Falange. El rey situó a Torcuato Fernández-Miranda como presidente de las Cortes y del Consejo del Reino. Tras la dimisión de Arias Navarro, y a propuesta del Consejo del Reino, el rey nombró a Adolfo Suárez como presidente del gobierno.
  • El contexto internacional favorable: El 25 de abril de 1974, la Revolución de los Claveles derrocó la dictadura de Oliveira Salazar en Portugal, lo que dificultaba la pervivencia de la dictadura de Franco. España estaba rodeada de estados democráticos. Las Comunidades Europeas no ampliaban sus relaciones comerciales y no aceptaban la candidatura española a la integración.
  • La voluntad del ejército de no intervenir: El ejército se mantuvo mayoritariamente fiel al rey y bajo el control del general Manuel Gutiérrez Mellado.
  • El papel de los partidos políticos de oposición: La oposición mostró una voluntad de acuerdo y colaboración.

La Oposición a la Dictadura

Desde la clandestinidad, tanto dentro como fuera del país, las principales fuerzas de oposición al franquismo fueron:

  • Monárquicos: Partidarios de retornar al sistema constitucional (Juan de Borbón).
  • PSOE (Partido Socialista Obrero Español): Partido dividido entre partidarios del sistema republicano y partidarios de una monarquía constitucional y la colaboración con todos los partidos para asegurarla. En el Congreso de Suresnes, Felipe González fue elegido como secretario general, imponiéndose la tendencia socialista monárquica.
  • PCE (Partido Comunista de España): Promovía la formación de un frente antifranquista, defendiendo la reconciliación nacional y la superación de rencores provocados por la guerra. Su secretario en el exilio fue Santiago Carrillo, partidario del eurocomunismo.

Estos dos últimos partidos eran rivales pero activos, y tejieron alianzas con otros partidos para cumplir sus objetivos. En julio de 1974 se constituyó la Junta Democrática, integrada por el PCE, Comisiones Obreras y el Partido Socialista Popular. Esta reclamaba la ruptura con la legalidad de la dictadura y buscaba la desaparición del sistema franquista.

En junio de 1975, el PSOE animó a la formación de la Plataforma de Convergencia Democrática, a la que se unieron los democristianos, liberales y partidos de extrema izquierda. Querían conseguir la transformación de la dictadura en democracia partiendo de su propia legalidad. Entonces, se hicieron evidentes las diferencias entre comunistas y socialistas, aunque ambos querían acabar con la dictadura y reformar el sistema constitucional.

La necesidad de acuerdo entre la oposición al franquismo impulsó el camino hacia la Transición. En 1976 se formó la Plataforma de Coordinación Democrática, donde convivieron la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia para fijar objetivos comunes:

  • Ruptura pactada con el gobierno a través de un periodo constituyente.
  • Liberalización de presos políticos y retorno a España de exiliados.
  • Restablecimiento de libertades y derechos humanos.
  • Legalización de partidos políticos y sindicatos.
  • Reconocimiento de autonomías regionales.

Además de estos dos partidos ilegales, cobró importancia el papel desempeñado por el fuerte sector aperturista del franquismo, que, procedente del mismo, reclamaba una reforma constitucional a partir de las instituciones y leyes franquistas (Manuel Fraga, Pío Cabanillas).

Primeros Pasos: De Arias Navarro a Adolfo Suárez

Tras la muerte de Franco (1975), se planteaban tres alternativas:

  1. Continuidad: Sin cambios del sistema franquista, defendida por las fuerzas políticas y sectores sociales más representativos del franquismo (el “Búnker”).
  2. Ruptura democrática: Disolución inmediata de las instituciones franquistas y formación de un gobierno provisional que garantizase el establecimiento de estructuras democráticas (Junta Democrática).
  3. Ruptura pactada: Para que desde la legalidad se desembocara paulatinamente en un sistema democrático (Convergencia Democrática y sector aperturista).

Dos días después de la muerte de Franco, Juan Carlos I fue coronado como rey. Su papel fue decisivo, aunque había sido nombrado por Franco, lo que generaba desconfianza en la oposición, que creía que continuaría el franquismo. Tenía poco margen de error, ya que desconfiaban de él tanto los franquistas como los monárquicos, pero se convirtió en el motor de la reforma, iniciándola desde las instituciones franquistas para restablecer las instituciones democráticas.

Para realizar este cambio, contó con tres hombres clave: el teniente general Gutiérrez Mellado, Torcuato Fernández-Miranda y Adolfo Suárez.

A) Gobierno de Arias Navarro (Diciembre 1975 – Julio 1976)

Inicialmente, Arias Navarro fue confirmado como presidente del primer gobierno de la monarquía para garantizar la estabilidad. Éste se vio obligado a incluir en su gobierno a ministros de corte aperturista, mientras la oposición seguía criticando.

El rey se encontró con que no podía llevar a cabo las reformas hacia la democracia con Arias Navarro, pero no era aconsejable destituirlo directamente. Después de un despacho rutinario, Juan Carlos I mostró su desagrado por la marcha de los asuntos del país, forzándolo a dimitir. Arias Navarro dimitió y Juan Carlos I aceptó su dimisión.

B) Nombramiento de Adolfo Suárez

Tras numerosas negociaciones, Torcuato Fernández-Miranda consiguió que el Consejo del Reino incluyese en la terna para presidente del gobierno a Adolfo Suárez, que era ministro Secretario General del Movimiento.

El rey eligió a Suárez el 3 de julio de 1976 como presidente del gobierno. El nombramiento de Suárez fue mal visto por la oposición, ya que tenía origen falangista y no se le veía capacitado para este cargo. Muchos no quisieron formar gobierno con él, por lo que se vio obligado a formar un gobierno de interinos.

El rey contaba ya con los hombres que habían sido llamados para transformar el sistema franquista: Gutiérrez Mellado (ejército), Torcuato Fernández-Miranda (Consejo del Reino) y Adolfo Suárez (presidente del gobierno). Todos procedían del franquismo, por lo que la transformación se iba a llevar a cabo desde dentro del sistema. Comenzaba así la reforma definitiva.