España bajo los Borbones: Del Conflicto Sucesor a las Reformas Ilustradas

1. La Guerra de Sucesión Española (1701-1713)

En 1700, Carlos II moría sin descendencia y había dos posibles candidatos: Felipe de Anjou (Borbón) y el archiduque Carlos de Austria. Carlos II designó en su testamento al príncipe francés. Felipe de Borbón sería Felipe V. Francia se fortaleció, pero las potencias rivales no lo iban a permitir. En 1701 estalló la Guerra de Sucesión, que se desarrolló en dos escenarios: la guerra europea y la guerra en el interior de España.

1.1. La Guerra en Europa

En Europa había dos bandos: Francia y España lucharían contra Gran Bretaña, Holanda, Austria, Portugal y el Ducado de Saboya. En 1711, Carlos recibió la corona de Austria y el título imperial alemán. Entonces, Gran Bretaña y Holanda abandonaron la guerra. En 1713 se firmó el Tratado de Utrecht, que pondría fin a la guerra y reconocía a Felipe V como rey de España a cambio de que renunciara a todas las posesiones españolas: Flandes, Nápoles y Cerdeña fueron para Austria y Sicilia para el Ducado de Saboya. Gran Bretaña se quedó con Gibraltar y la isla de Menorca. Gran Bretaña tenía que enviar un navío de permiso anualmente a América, con lo que lograba introducirse en el mercado de esta. También consiguió el tráfico de esclavos africanos. Se estableció en Europa un equilibrio entre grandes potencias que duraría todo el siglo XVIII.

1.2. La Guerra en España

Dentro de España, tras la batalla de Almansa en 1707, Felipe V ocupó Valencia y Aragón, pero Cataluña resistió hasta después de la firma del Tratado de Utrecht. En 1714, el 11 de septiembre, día de la Diada, las tropas felipistas entraron en Barcelona. Se consolidaba así en España una nueva dinastía que llegaría hasta la actualidad.

2. El Ascenso de la Nueva Dinastía Borbónica y las Primeras Reformas

En España, el ascenso de una nueva dinastía de origen francés trajo importantes cambios en la estructura del Estado. Hubo reformas para modernizar la administración, reforzar el poder real y fomentar la actividad económica.

2.1. Reinado de Felipe V

Felipe V tuvo un largo reinado, interrumpido por la abdicación en su hijo Luis I, pero la muerte de este le obligó a volver a reinar. Unificó la organización del Estado mediante los Decretos de Nueva Planta. En su segundo matrimonio con Isabel de Farnesio, obsesionada por obtener reinos para sus hijos, le impulsó a una política exterior agresiva.

2.2. Reinado de Fernando VI y el Marqués de la Ensenada

Fernando VI inauguró una época de neutralidad en la política exterior. Su secretario fue el Marqués de la Ensenada, que puso en marcha un programa político que comprendía:

  • La reordenación de la Hacienda.
  • Un estudio sobre la situación económica de los territorios con el fin de implantar un impuesto único (que no se llevó a cabo).
  • Un programa de construcción de barcos, medio para mejorar la defensa del país y las relaciones con las colonias americanas.
  • Medidas de renovación intelectual, viajes científicos al extranjero, creando academias (como la de Medicina, etc.).
  • La elaboración de un mapa más exacto de España.

Estas medidas abrieron el camino para el Despotismo Ilustrado de Carlos III.

3. La Centralización del Estado: Los Decretos de Nueva Planta y la Administración Borbónica

En un primer momento, Felipe V acepta las leyes de los distintos reinos. Tras la Guerra de Sucesión, procede a su unificación por los Decretos de Nueva Planta, asimilando las leyes de todos los reinos a las de Castilla, salvo Navarra y el País Vasco, que mantuvieron sus fueros por ser fieles a Felipe V durante la guerra. Las Cortes de Aragón se unen a las de Castilla y pierden su competencia legislativa y su función de vigilancia de las leyes. La unificación dinástica de los Reyes Católicos se convierte ahora en política y administrativa. España será gobernada desde Madrid de forma centralista.

3.1. Cambios Institucionales

Se introduce la Ley Sálica francesa, según la cual las mujeres no pueden reinar. Los monarcas se comportan como reyes absolutos, establecen una corte única y prescinden de los Consejos, algunos de los cuales desaparecen por la pérdida de territorios. Sus funciones las asumen las Secretarías de Estado, que sufrieron variaciones con el tiempo. Al frente están los secretarios, hombres de confianza del rey, que no alcanzarán el poder de los validos. Esquilache, Floridablanca o Aranda con Carlos III son algunos ejemplos. El territorio se divide siguiendo el modelo francés.

3.2. Hacienda e Iglesia

Por otro lado, la nueva dinastía conseguirá un relativo saneamiento de la Hacienda Pública debido a la aplicación de algunas reformas y a la eliminación del gasto que suponían los territorios europeos que habían poseído los Austrias. Frente a la Iglesia se intentó una política de control (Regalismo) que en la práctica se redujo a la expulsión de los jesuitas. Esta (la Iglesia) y la nobleza continuaron ejerciendo una gran influencia, aunque con los Borbones se reconoce en España como indiscutible la autoridad superior del rey.

4. El Despotismo Ilustrado en España: Carlos III y sus Reformas

El Despotismo Ilustrado era una práctica política que pretendía introducir reformas destinadas a fortalecer el poder del Estado mediante una administración más racional, eficaz y centralizada, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida del pueblo. Carlos III y sus ministros: Floridablanca, Campomanes y Aranda, fueron los mejores representantes del Despotismo Ilustrado en España.

4.1. Medidas Destacadas

Las medidas más destacadas fueron:

  • Se autorizó el libre comercio directo con América, suprimiendo el monopolio de Cádiz y creando compañías comerciales al estilo de las británicas y holandesas.
  • La industria se estimuló mediante la creación de Fábricas Reales de artículos de lujo (porcelana, relojes, etc.) para evitar las importaciones de esos costosos productos.
  • En cuanto a la agricultura, se encargó a Jovellanos el Informe sobre la Ley Agraria, sobre la situación de la agricultura, sus problemas y posibles soluciones. Sin embargo, cuando se publicó el informe, ya había estallado la Revolución Francesa y el informe fue ignorado.
  • Frente a la Iglesia se intentó una política de control (Regalismo), que en la práctica se redujo a la expulsión de los jesuitas.
  • Se estimuló la educación y la ciencia, consideradas por los ilustrados como motores del progreso. Se crearon Reales Academias (Historia, Arte, Lengua), museos (como el Prado) y centros de investigación (como el Jardín Botánico en el Paseo del Prado en Madrid).

Aunque tras el estallido de la Revolución Francesa el movimiento ilustrado fue dejado de lado, muchas de estas reformas se mantuvieron y continuarían en el siglo XIX.