El Nacimiento del Liberalismo en España: De la Invasión Francesa a La Pepa

1. La Revolución Liberal

Se entiende por revolución liberal un cambio brusco en el sistema político, económico o social. El liberalismo, ensalzado por los ilustrados del siglo XVIII y puesto en práctica durante la Revolución Francesa, promovía la monarquía parlamentaria, la separación de poderes, la libertad económica y la igualdad ante la ley (fin de la sociedad estamental). Sin embargo, no fue un proceso sencillo, y algunos diputados defendieron el poder absoluto del rey.

La ausencia de monarquía, provocada por la invasión francesa, dio lugar a dos modelos políticos que intentaron ocupar el vacío de poder:

A) Afrancesados

Este modelo, liderado por José I, fue apoyado por una parte de la alta burguesía. Buscaban un rey fuerte que implementara reformas sin excesos revolucionarios, considerando a José I el candidato ideal para ello.

B) Patriotas

Veían la guerra como una resistencia al invasor. La mayoría no tomó partido por cuestiones ideológicas, limitándose a combatir a los franceses.

Dentro de este grupo, se distinguían tres facciones:

  • Formado por la mayor parte del clero y la nobleza, cuyo deseo era regresar al Antiguo Régimen.
  • Compuesto por sectores de ilustrados que buscaban un modelo intermedio entre el liberalismo y el absolutismo, pero sin la intervención francesa.
  • Los liberales, quienes vieron en la situación generada por la guerra el momento ideal para transformar España del Antiguo Régimen a un sistema liberal parlamentario.

2. Las Cortes de Cádiz

El ejército francés obligó a la Junta Suprema Central a trasladarse a Cádiz, una ciudad de más fácil defensa y libre de la ocupación francesa, donde las ideas de renovación política y social podían propagarse con mayor facilidad. Las circunstancias eran favorables para proceder al cambio del sistema tradicional de gobierno. Para una parte de la sociedad, era necesario introducir reformas y suprimir abusos, manteniendo la autoridad absoluta del rey; para otros, más avanzados, se consideraba imprescindible efectuar cambios radicales en las instituciones y en la sociedad.

a) La Convocatoria a Cortes

La idea de convocar Cortes estaba muy extendida y fue recogida por la Junta Suprema Central. Esta, a mediados de 1810, se disolvió, pasando el poder a un Consejo de Regencia, que procedió a la convocatoria de elecciones a Cortes. A diferencia del procedimiento tradicional del Antiguo Régimen, terminó siendo una cámara única donde los representantes eran elegidos.

Así, en el verano de 1810, los diputados fueron elegidos en condiciones muy difíciles debido a la situación de guerra. Estas Cortes se declararon depositarias de la soberanía nacional, con facultades para dotar a España de una Constitución que transformaría profundamente el país.

b) Composición de las Cortes

En Cádiz se congregaron unos 300 diputados. La composición social de los diputados reflejaba una parte muy influyente de la sociedad de la época. Predominaban el clero, junto a abogados y juristas, funcionarios, militares y catedráticos, así como algunos propietarios de negocios industriales o comerciales. La presencia de nobles y miembros del alto clero era escasa. Puede decirse que dominaban los individuos pertenecientes a las clases medias y con una sólida formación intelectual y académica. El voto de los diputados era nominal.

Durante las sesiones, pronto aparecieron entre los diputados dos tendencias ideológicas diferentes. Una, la de los partidarios de las reformas, llamados liberales, defendían las libertades, una sociedad estructurada en igualdad ante la ley y el fin de la monarquía absoluta. La otra, los absolutistas, eran partidarios de la continuidad de la monarquía absoluta.

3. La Labor Legislativa de las Cortes

Además de redactar una Constitución, las Cortes aprobaron una serie de decretos y leyes entre 1810 y 1813, mediante las cuales se procedió a una profunda reforma de las instituciones políticas, económicas y jurídicas españolas. Estas medidas venían a abolir los fundamentos del Antiguo Régimen:

  • Libertad de imprenta y supresión de la censura de prensa.
  • Abolición de los señoríos jurisdiccionales y del régimen señorial. La nobleza consiguió salvar buena parte de sus bienes raíces al poder convertir sus señoríos territoriales en bienes de propiedad privada.
  • Abolición de la Inquisición.
  • Eliminación de las organizaciones gremiales y establecimiento de la libertad económica.
  • Supresión del mayorazgo y, como medida desamortizadora, la desamortización de los bienes comunales.
  • Igualdad entre los españoles.
  • Igualdad ante la ley.

4. La Constitución de 1812

En 1810, los diputados proclamaron que representaban la soberanía nacional. Así, tras los correspondientes debates, se aprobó la primera Constitución española, de carácter liberal, aprobada el 19 de marzo de 1812 y conocida popularmente como “La Pepa“.

La Constitución es un texto de gran extensión y su contenido se basa en los siguientes principios fundamentales:

  • Afirmación de la soberanía nacional: el poder político pertenece a la nación, siendo delegado en los representantes elegidos por los ciudadanos.
  • La división de poderes:
    • El ejecutivo, que recae en el rey, se encarga de dirigir el gobierno y tiene capacidad de iniciativa legislativa.
    • El legislativo, que recae en las Cortes, es el encargado de elaborar las leyes, revisar la Hacienda pública y elaborar los tratados internacionales.
    • El judicial, que recae en los tribunales, sienta las bases del Estado de Derecho, proponiendo garantías procesales para todos los juzgados. Se elabora un código único para todo el territorio español.
  • La proclamación de una monarquía constitucional como forma de gobierno del Estado español. El monarca ya no era el titular de la soberanía y quedaba limitado por la Constitución. El rey poseía un derecho de veto suspensivo, durante dos años, sobre las leyes aprobadas por las Cortes.
  • Las Cortes eran unicamerales y elegidas por sufragio universal indirecto de los varones mayores de 25 años. Sin embargo, para ser candidato a diputado era necesario tributar una cierta cantidad a la Hacienda.
  • La igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, lo que significaba el fin de las diferencias estamentales y de los privilegios fiscales, militares y jurídicos que beneficiaban a la nobleza.
  • El reconocimiento de los derechos y libertades individuales: libertad de imprenta, libertad de comercio e industria, derecho a la propiedad, entre otros.
  • La Constitución de 1812 propuso una enseñanza pública.
  • Se reformó la Hacienda.
  • Se creó la Milicia Nacional.
  • Instauración del servicio militar.

La Constitución ponía fin a la antigua división en reinos, estableciendo la uniformidad y centralización administrativa con una nueva división de España en provincias. Se recuperaban para el Estado los cargos públicos que muchas personas, como ocurría en los ayuntamientos, habían adquirido por venta y que transmitían a sus herederos.