El Golpe de 1923 y la Dictadura de Primo de Rivera: Origen, Fases y Legado

El Golpe de Estado de 1923: Contexto y Justificación

Nos encontramos ante un texto publicado en el periódico La Época en Madrid el 13 de septiembre de 1923, cuyo autor es el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera. Este se dirige “al país y al Ejército” en la misma fecha en que se pronunció contra la legalidad constitucional y declaró el Estado de Guerra. Comienza justificando que actúa forzado por las circunstancias y por el clamor popular para salvar a la Patria de los profesionales de la política que han llevado a España a una situación de absoluta inmoralidad desde 1898. Continúa desgranando los males que, según él, arruinan España y que le han llevado a dar un golpe de Estado. El primero, los vicios del sistema electoral (el encasillado, el pucherazo y el turnismo) que secuestran la auténtica voluntad popular. Incide en la idea de que la intervención militar es un clamor popular y critica la inestabilidad del sistema político, presentando un claro componente populista, a fin de ganarse la adhesión popular. Anuncia su firme voluntad de limpiar el país de caciques, acabar con el bandidaje político, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional. En resumen, pinta un cuadro catastrófico para España, lo que le obligaría, según él, a intervenir militarmente para salvar a la Patria ante este panorama.

Contexto y Desarrollo de la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

Causas y Reacciones al Golpe de Estado

El golpe de Estado que dio Primo de Rivera el 13 de septiembre de 1923 se produjo en un contexto internacional marcado por el avance del fascismo en Europa, con Mussolini en Italia, el partido nazi en Alemania, la Revolución Socialista en Rusia y otros regímenes en el este y centro de Europa. Otras causas fueron la crisis del sistema de la Restauración, originada por la inestabilidad política y los continuos cambios de gobierno que no podían hacer frente a los problemas existentes; el auge de los nacionalismos, los republicanos y el movimiento obrero; y el terrorismo anarquista. Asimismo, el golpe tendría como objetivo inmediato neutralizar la exigencia de responsabilidades políticas, que podrían afectar al propio rey y al Ejército, al estar prevista la discusión en las Cortes del llamado Informe Picasso sobre el Desastre de Annual en Marruecos. Por último, este rápido triunfo solo se explica por la aceptación de la gran mayoría de la población española, que acogió la sublevación entre la indiferencia y la aprobación. Además, contó con el apoyo de Alfonso XIII, que veía la crisis como una amenaza a la monarquía. Desde el primer momento, la Iglesia, las élites económicas, la burguesía (especialmente la catalana) y las clases medias católicas y derechistas recibieron la dictadura con enorme entusiasmo y satisfacción. Por el contrario, anarquistas y comunistas reaccionaron convocando una huelga general que fracasó, mientras que los socialistas (PSOE, UGT) prefirieron no ofrecer ninguna resistencia activa y solo protestaron verbalmente con gran prudencia. En un principio, Primo de Rivera no pretendía establecer un régimen definitivo, pero finalmente intentó perpetuarse. Declaró el Estado de Guerra y exigió que el poder pasara a manos de los militares.

Fases de la Dictadura

El Directorio Militar (1923-1925)

En 1923, Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado, sin hallar prácticamente oposición. El rey Alfonso XIII lo llamó para formar un nuevo gobierno y le concedió el cargo de presidente y de ministro único (Directorio Militar). En esta primera fase, el Directorio Militar (1923-1925), Primo de Rivera asumió todos los poderes y dejó en suspenso la Constitución de 1876, disolvió las Cortes, prohibió las actividades de los partidos políticos y de los sindicatos, impuso el orden público con duras medidas represivas contra la CNT y el PCE, y reprimió cualquier manifestación de nacionalismo no español, lo que conllevaría una radicalización del nacionalismo catalán hacia posturas separatistas. Los ayuntamientos fueron disueltos y sustituidos por juntas de “vocales asociados”. Su reforma de la administración, que decía pretender acabar con el sistema caciquil, lo que hizo fue reforzarlo aún más. Además, Primo de Rivera cosechó un éxito importante con el desembarco de las tropas españolas en Alhucemas, alcanzando sus objetivos iniciales y controlando todo el protectorado un año después.

El Directorio Civil (1925-1930)

El Directorio Civil (1925-1930). En esta segunda fase, Primo de Rivera trató de institucionalizar la dictadura, aprovechando el poder que ganó con la victoria de Marruecos. Impulsó desde el poder la formación de un gran partido de derechas, la Unión Patriótica (1924), para asegurar el apoyo popular al régimen. En 1926 anunció la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva, compuesta por representantes del Estado, de la administración y de la Unión Patriótica, con el objetivo de elaborar una nueva “Constitución”. Sin embargo, además de estar bajo control del gobierno, sus funciones eran meramente consultivas. La dictadura se benefició de la coyuntura expansiva internacional de los años veinte y emprendió una política social y económica intervencionista. Sus objetivos fueron impulsar la industria nacional mediante unos elevados aranceles proteccionistas y la concesión de ayudas a las grandes empresas. El fomento de las obras públicas fue uno de los aspectos más destacados de esta etapa. A partir de 1926, la dictadura empezó a perder apoyos y arreciaron las críticas y la oposición. Así, encontramos el pronunciamiento militar conocido como la “Sanjuanada”, protagonizado por militares descontentos. Por otra parte, fue en aumento el ascenso de los partidos republicanos y la oposición al régimen de intelectuales y periodistas, que se enfrentaron al dictador, a pesar de la rígida censura. Primo de Rivera, falto de apoyos (incluso del grueso de los militares y del rey, cuya imagen había quedado ligada al régimen dictatorial), presentó su dimisión en enero de 1930.

Análisis de Texto Periodístico: Elementos Clave

Como podemos observar, estamos ante un texto formal y no literario, dado que presenta un conjunto de enunciados que forman una unidad de sentido e intención comunicativa. Pertenece al género periodístico, escrito por [AUTOR]. Sabemos que es un artículo de opinión (no es una firma editorial, sino una columna) ya que expresa su punto de vista, dándonos a entender que [TEMA], anunciado en el periódico de tirada nacional “El País” el día [FECHA].

Se trata de un discurso expositivo y argumentativo, debido a que expone con datos objetivos y argumenta su valoración personal, intentando persuadir al lector y presentando una modalidad expresiva característica del género periodístico de opinión (EJEMPLO DE EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN). Además, tiene un propósito divulgativo debido a que es un artículo publicado en prensa. Se caracteriza por su sencillez gramatical (sintaxis sencilla), un uso de la lengua que facilita el entendimiento del lector, un léxico sencillo y un registro estándar. Existen otras modalidades en la columna/editorial a comentar, como la narrativa y la descriptiva, que aportan un valor literario en su redacción. En la primera, observamos partes que cuentan sucesos con personajes en un tiempo y un espacio determinado (EJEMPLO); y en la segunda, observamos que define a una persona, animal, obra, objeto o paisaje a través de sus atributos (EJEMPLO).

Además, destacan diversas funciones del lenguaje como:

  • La función representativa (relacionada con el contexto), que transmite contenidos objetivos, exposiciones de hechos y realidades demostrables.
  • La función apelativa (haciendo alusión al receptor, que es [RECEPTOR]), que aparece cuando el objetivo de la comunicación es provocar una determinada reacción en el oyente (es la función de orden, recomendación y pregunta).
  • La función expresiva (hablando del emisor, que es [EMISOR]), que permite conocer la subjetividad del hablante y su estado emocional.

En cuanto al mensaje del escrito, nos pretende decir que [TEMA PRINCIPAL] (título sin verbos), firmando con el título [TÍTULO DEL ARTÍCULO]. Incluye un resumen y tesis (la idea que defiende el autor en todo momento; puede ser explícita, si se ve, o implícita, si se deduce; deductiva: al principio; inductiva: al final; encuadrada: al principio y al final). En cuanto al tipo de estructura, podemos dividirla en interna y externa. Respecto a la interna, podemos separar el texto por la introducción ([NÚMERO] párrafos), cuerpo argumentativo ([NÚMERO] párrafos) y conclusión ([NÚMERO] párrafos). La externa se divide en [NÚMERO] claros párrafos, estando la tesis, como se mencionó anteriormente, en [UBICACIÓN DE LA TESIS].

Por otra parte, podemos encontrar distintos tipos de argumentos a lo largo de la lectura:

  • De autoridad: afirmación de una persona importante.
  • De experiencia personal: conclusiones o críticas basadas en la experiencia.
  • Probabilístico: basado en datos o probabilidades.
  • De ejemplificación: uso de ejemplos.
  • Analógicos: elementos comunes para establecer semejanza.
  • Emotivo-afectivo: busca la emoción del interlocutor.
  • De causa-efecto.

Nivel Léxico-Semántico y Cohesión Textual

Por último, en el nivel léxico-semántico, cabe destacar el empleo de:

  • Familia léxica (ej: flor, florero, florería).
  • Hiperónimos (ej: animal) e hipónimos (ej: caballo).
  • Sinónimos y antónimos.
  • Relación con el tema.
  • Palabras baúl (misma palabra repetida).
  • Homógrafas (se escriben igual, significado distinto) u homófonas (suenan igual, pero se escriben diferente).

También cabe mencionar los marcadores textuales, que apoyan la cohesión textual:

  • De adición: añaden una idea a otras anteriores (ej: además, incluso).
  • De oposición: manifiestan contraste o contradicción (ej: aunque, en cambio, pero).
  • Lógicos: muestran una relación causa-efecto o consecuencia (ej: porque, así que, por eso).
  • Organizativos: establecen un orden temporal (ej: ahora mismo, cuando, a partir de).
  • De reformulación: enuncian nuevamente el contenido o niegan (ej: nunca mejor dicho, no… jamás).

A su vez, cabe destacar la sustitución, que es el uso de pronombres, adverbios o palabras que hacen referencia de forma anafórica (a elementos mencionados antes: ej: “Mi hermano es… él a…”) o catafórica (a elementos que se van a mencionar después: ej: “Comimos mucho: la pizza estaba…”).

Para terminar, concluimos con la deixis, que se produce cuando una palabra hace referencia directa a algún elemento de la situación comunicativa y no aparece explícitamente en el escrito. Tipos:

  • Espacial: adverbios de lugar (ej: aquí, allí, cerca, este).
  • Personal: presencia de personas que intervienen (ej: yo, tú, me, te lo dije).
  • Social: mención directa al receptor (ej: usted, su majestad).
  • Temporal: designa tiempo (ej: hoy, ahora, ayer).