B.11. Organización Política del Estado Franquista
El régimen surge tras la Guerra Civil, configurándose como una dictadura personal, un nuevo Estado basado en los llamados principios del 18 de julio: un Estado fuerte, el caudillaje militar y la unidad de España.
Características del Nuevo Estado Franquista
- Caudillismo, con la concentración de todos los poderes en una persona.
- Totalitarismo, con clara inspiración del fascismo alemán e italiano, rechazando los principios democráticos.
- Concepción unitarista y centralista del Estado: se abolieron los estatutos de autonomía y se fomentó la unificación española.
- Gran represión de la oposición, que se inició con la persecución de los simpatizantes de la causa republicana y continuó durante todo el franquismo de manera constante y planificada.
- Control de los medios de comunicación, que estaban sujetos a numerosas censuras y eran utilizados como un aparato de propaganda franquista.
Los Pilares del Régimen Franquista
Franco contó con el apoyo de:
- El Ejército: fue el más destacado sostén del régimen y participó activamente en el poder. Sus miembros gozaron de privilegios como personas y como institución.
- El único partido, denominado Falange Española Tradicionalista y de las JONS: se encargó de dotar al régimen de sus bases ideológicas, de controlar los medios de comunicación y de suministrar una buena parte de los cargos de la administración.
- La Iglesia Católica: tuvo un papel destacado en la legitimación y construcción del régimen franquista, obteniendo el control del sistema educativo y el predominio de los valores y la moral católica en la sociedad española.
La Estructura del Nuevo Régimen: Leyes Fundamentales
La falta de legalidad democrática se cubrió con Leyes Fundamentales, promulgadas según las necesidades y la evolución política del régimen:
- En 1938 se establece el Fuero del Trabajo, que concibe el trabajo como “un derecho y un deber social subordinado a un bien común y un servicio de fortaleza a la patria”.
- La construcción del nuevo Estado organizaba la participación del pueblo a partir de tres unidades básicas: la familia, el municipio y el sindicato, lo que se denominó democracia orgánica.
- En 1942, la Ley de Constitución de Cortes, que se configuraban como órgano representativo y participativo, pero sin mermar la capacidad legislativa del Jefe de Estado ni aceptar la existencia de partidos políticos.
- En 1945, se instauró el Fuero de los Españoles, para aparentar que en la España de Franco también los ciudadanos gozaban de derechos y libertades.
B.11. La Crisis de la Dictadura Franquista (desde 1973)
La sociedad en su conjunto pedía un cambio, pero Franco se resistía. La fractura entre quienes apostaban por la permanencia de la dictadura, aunque fuese con un incremento de la represión (los inmovilistas), y quienes apostaban por la necesidad de un cambio progresivo creando asociaciones políticas dentro del movimiento (los aperturistas), fue haciéndose cada vez mayor.
- Los sectores ultraderechistas denunciaron el peligro de destrucción del régimen y forzaron una nueva dinámica en la que, con Franco gravemente enfermo, el gobierno de Arias Navarro se decantó claramente por el inmovilismo.
- A partir de 1973 tuvo lugar un espectacular crecimiento de la conflictividad social y de la contestación política. La protesta obrera y estudiantil aumentó considerablemente y los grupos de oposición promovieron la creación de organismos unitarios para reivindicar la democratización del país.
Con la muerte de Franco, en 1975, llega el fin del régimen y empieza un periodo de Transición.
B.7.4. Origen y Evolución de los Nacionalismos Periféricos en España
Nacionalismo Catalán
La justificación de este nacionalismo político se busca en:
- La historia propia y diferenciada del resto del Estado español.
- Una lengua diferente, tan antigua como el propio castellano y conservada en público y en privado.
- Una realidad económica diferenciada del resto de España: el desarrollo industrial desde los años 40 del siglo XIX se hizo en la periferia. Este desarrollo económico estuvo unido a una importante burguesía industrial y de negocios con mentalidad empresarial.
Es en este contexto donde tenemos que situar el nacimiento del nacionalismo político catalán, que se va a identificar con los intereses económicos de las clases sociales emergentes. El catalanismo político partió de dos corrientes que, aunque contradictorias ideológicamente, reivindicaban el reconocimiento de la identidad catalana frente al unitarismo de la monarquía española:
- El republicanismo federal catalán, que reclamaba la soberanía para Cataluña.
- A finales de siglo, se inició el predominio del catalanismo conservador, que defendía desde posiciones regionalistas hasta un catalanismo católico de base rural, pasando por los defensores de una Cataluña singular dentro de una España plural.
Un paso importante en la consolidación del catalanismo fue la elaboración de las Bases de Manresa, documento producido por la Unión Catalanista que proponía la consecución de un poder catalán como resultado de un pacto con la Corona, y por tanto la consideración como una entidad autónoma dentro de España.
En 1901 se creó la Lliga Regionalista, que consistía en participar activamente en la política y tener representantes en las instituciones que defendiesen los intereses del catalanismo. Los propósitos autonomistas de la Lliga colisionaron; solo consiguieron un organismo que agrupaba a las diputaciones provinciales catalanas con amplios poderes administrativos y autogobierno económico.
Nacionalismo Vasco
Su fundamento ideológico era:
- Una lengua propia, el euskera.
- La defensa de sus fueros históricos, que fueron derogados durante la Restauración en 1876. Esta pérdida de los fueros, junto con la industrialización que conoció el País Vasco y la llegada de inmigrantes de otros territorios, favorecieron el desarrollo del sentimiento nacional porque veían peligrar sus costumbres y tradiciones.
- Un importante componente religioso, ya que consideraban la religión como pilar ideológico, moral y social del pueblo vasco.
Fue Sabino Arana quien configuró el primer programa político nacionalista, creó la Ikurriña y fundó en 1895 el Partido Nacionalista Vasco (PNV). El PNV se defendía como un partido conservador opuesto al liberalismo, la industrialización, el españolismo y el socialismo. Desde el punto de vista social, el PNV encontró sus bases de apoyo entre la pequeña y mediana burguesía y en el mundo rural. Por otra parte, el proletariado, procedente en su mayor parte de otras regiones españolas, se acercó mayoritariamente al socialismo.
En un principio, el PNV se declaró independentista con respecto a España, pero esta posición fue evolucionando hacia el autonomismo. En los primeros momentos tuvo escasa presencia, pero a partir de 1898-1899 la base social se amplió y tuvieron los primeros éxitos electorales en el ámbito local y provincial.
Regionalismo Gallego
La situación de atraso socioeconómico en Galicia dificultó la implantación del galleguismo que en sus inicios se limitó a una minoría intelectual que actuó como su impulsora. Este se inició como un movimiento cultural, el Rexurdimento, que buscó respuestas al atraso económico y cultural de Galicia y que empezaron a responsabilizar a la subordinación política gallega que forzaba a muchos gallegos a la emigración. Se limitaron a reivindicar la descentralización administrativa y el uso de la lengua gallega sin llegar a un partido unificado.
B.7. Corrientes del Movimiento Obrero en España
El movimiento obrero se organiza en España durante el periodo de la Restauración y coincidiendo con épocas de mayores libertades, especialmente durante los gobiernos de Sagasta. Las dos ideologías mayoritarias en el movimiento obrero fueron: la anarquista y la socialista.
Anarquismo en España
Los anarquistas se dividieron en dos tendencias: la de quienes proponían replegarse para esperar tiempos mejores y la de quienes proponían la “política de los hechos”, es decir, el terrorismo.
En 1881, el gobierno de Sagasta autorizó nuevamente las organizaciones internacionales, afirmándose así la libertad sindical y la legalidad de las asociaciones proletarias. Ese rápido crecimiento del movimiento obrero sindical inquietó a la burguesía conservadora y a los empresarios, pues consideraban que la AIT representaba una amenaza para el orden establecido y para sus intereses económicos.
Dentro del obrerismo español se mantuvo el predominio de la corriente anarquista, que se dividió en múltiples tendencias, entre las cuales destacó la Federación de Trabajadores de la Región Española. Esta división condujo a los anarquistas a una ineficacia en el mundo laboral; para contrarrestarla, los grupos más exaltados recurrieron al terrorismo.
Los principales rasgos ideológicos que defendían los anarquistas eran:
- Rechazo de cualquier autoridad impuesta: “no al Estado, no al Ejército, no a la Iglesia”.
- Supresión de la propiedad privada y defensa del colectivismo.
- Defensa de la revolución violenta y del recurso a las huelgas generales, insurrecciones, sabotajes y actos terroristas como medio para destruir el Estado burgués, al que consideran opresor, y liberar a la humanidad de la explotación.
- Apoliticismo: rechazan el juego político y la participación en las elecciones, consideradas un engaño.
- Anticlericalismo: negación de la religión y de la Iglesia.
Elementos Fundamentales del Sistema Político de la Restauración (Cánovas)
De entre los variados elementos del sistema político de la Restauración, ideado por Cánovas, vamos a distinguir el sistema bipartidista y el “turnismo” o turno pacífico.
- Sistema bipartidista: Cánovas defendía que los partidos debían ser un instrumento al servicio de la monarquía. Para ello era necesario formar nuevos partidos que, superando la etapa del Sexenio, creasen un muro de contención frente a los radicalismos republicanos y los carlistas. Acabó imponiéndose un sistema bipartidista, similar al británico, dominado por los partidos Conservador, liderado por Cánovas, y Liberal, liderado por Sagasta.
- El “turnismo” o turno pacífico: En este elemento se plasma el sistema bipartidista, constituyendo uno de los rasgos esenciales del periodo de la Restauración. La práctica del turnismo se lograba mediante la manipulación electoral, es decir, mediante el falseamiento de los resultados electorales. Este continuo fraude permite hablar de una democracia puramente formal o “sistema liberal sin democracia”. En este falseamiento electoral desempeñaban una labor decisiva los caciques locales y comarcales, además de los gobernadores civiles provinciales, amén del apoyo de la Corona y de las élites de los partidos dinásticos.
B.11. Transformaciones Económicas de España (1959-1973)
Aspectos Económicos del Desarrollismo Franquista
Con predominio de tecnócratas, estos políticos consideraban el crecimiento económico como la principal garantía de la estabilidad social. Apostaban por un esfuerzo político que, sin cuestionar la dictadura, encontrase una salida a la grave situación económica y social derivada de la autarquía.
- La primera acción correctora de la política económica vino de la mano del Plan de Estabilización (1959): trataba de limitar la intervención del Estado.
- El desarrollo económico fue espectacular y se manifestó claramente en la tasa de crecimiento anual del PIB y en el aumento de los niveles sociales de bienestar y consumo.
- En la década de los 60 se pusieron en marcha Planes de Desarrollo Económico y Social. Los planes emprendieron dos líneas de actuación: las acciones estructurales, que pretendían solucionar algunas deficiencias de la industria, y los polos de desarrollo, que intentaban reducir los desequilibrios económicos regionales promoviendo nuevas industrias en zonas de escasa industrialización. Por otro lado, se favoreció especialmente la industrialización del País Vasco y Cataluña.
Sectores Productivos
- El sector industrial: actuó como motor de la expansión de la economía española, y entre 1960 y 1973, el incremento de la producción alcanzó tasas del 10% anual. Este crecimiento fue debido a la mejora de la productividad, gracias a los bajos salarios, a la importación de tecnología y a la inversión de capitales extranjeros. La mejora de la productividad permitió el descenso de los precios y ello favoreció las exportaciones. También estimuló la subida de los salarios que condujeron a un aumento de la demanda de bienes de consumo.
- La agricultura: atrasada, sufrió los efectos del proceso industrial. Las transformaciones económicas de España en la década de los 60 provocaron crisis en la agricultura tradicional. Esta se sustentaba en la abundancia de mano de obra y bajos salarios, así como en la adecuación a un mercado poco extenso y diversificado en sus necesidades alimenticias. Los empresarios agrícolas iniciaron un proceso de mecanización y de uso de abonos químicos que comportaron una intensificación de los cultivos.
- El sector terciario: en los años 60 se produjo un considerable aumento del peso de los servicios en el conjunto de la economía española. En la terciarización de la economía influyeron notablemente un intenso proceso de urbanización, el aumento de las redes de distribución y comercio, la mejora de los elementos de comunicación, y con un peso muy específico, el turismo. Las necesidades de financiación promovieron el crecimiento del sector bancario, que invirtió cuantiosos capitales en empresas industriales y obtuvo abundantes beneficios.
Problemas y Desequilibrios del Crecimiento Económico
Si bien la expansión económica fue espectacular y contribuyó a evitar tensiones sociales asegurando la continuidad del régimen, resultó desequilibrada e insuficiente, provocando importantes problemas:
- El crecimiento económico se dio en los sectores secundario y terciario, pero no en el primario.
- Migración interior y exterior muy fuerte.
- Aumento de los desequilibrios regionales: unas regiones crecieron más que otras. Más de la mitad de las instalaciones industriales se localizaron en las zonas tradicionalmente desarrolladas.
- Desastres ecológicos relacionados con el desarrollo de las zonas turísticas, sin ningún tipo de planificación, y con los vertidos incontrolados de productos industriales en ríos.
- Los índices de crecimiento se ralentizaron y se conoció un fenómeno relevante.
B.11. Transformaciones Sociales de España (1959-1973)
El crecimiento económico llevó aparejada una profunda transformación social. Se produjo un “desarrollismo social”: la población española experimentó la tasa de crecimiento más importante de todo el siglo. Este aumento demográfico fue la consecuencia de un descenso de la mortalidad, sobre todo infantil, y una elevada natalidad, resultado de unas mejores condiciones de vida y mejoras en la alimentación.
La mayor parte de la población se dedicaba a actividades relacionadas con el sector secundario y terciario. Existían dos grupos sociales: el proletariado industrial y las clases medias. Ambos van a contribuir en los cambios de los hábitos y costumbres. Los primeros, cada vez más reivindicativos, serán los protagonistas del resurgimiento del movimiento obrero; los segundos, más formados, más cultos, con más tiempo de ocio, contribuirán a la introducción de los hábitos europeos y querían un cambio sin sobresaltos en la sociedad española.
- El crecimiento demográfico estuvo acompañado de importantes movimientos migratorios. El proceso de mecanización y modernización de la agricultura dejó sin trabajo a muchos campesinos que vieron en la emigración la posibilidad de obtener unos ingresos que no podían conseguir en su lugar de origen.
- Las grandes urbes industriales crecían al borde de la saturación y recibían a miles de emigrantes sin las infraestructuras necesarias para acogerlos. El chabolismo y la proliferación de barrios mal equipados y con viviendas precarias caracterizaron el urbanismo de aquellos años.
- El aumento del poder adquisitivo de los españoles hizo posible la entrada en la sociedad de consumo.
- Otro aspecto destacado en el ámbito social es la aparición en 1970 de la Ley General de Educación que remodeló todo el sistema educativo y supuso un aumento de la población escolarizada, desde la enseñanza primaria a la universitaria, y un crecimiento de las inversiones del Estado en Educación. En consecuencia, el analfabetismo disminuyó de manera drástica hasta alcanzar los niveles de países más avanzados.
- La condición femenina también cambió sustancialmente. La mujer empezó a abandonar su papel tradicional de madre y esposa para incorporarse al mundo de los estudios y al trabajo remunerado, sobre todo en actividades administrativas y servicios.
- Un sector de la Iglesia española comenzó a distanciarse del régimen y a alinearse junto a los sectores sociales que reclamaban democratización.
El cambio social estimuló el fortalecimiento de un nuevo tipo de oposición que reclamaba la democratización del régimen, libertades políticas y sindicales, y una sociedad más abierta en nuevos movimientos culturales.