Creación del Estado Franquista
El franquismo fue el régimen político y social que nació durante la Guerra Civil. Dicho entramado se apoyaba en la ideología política de partido único, el Movimiento. Los sublevados encontraron el mando único en la figura de Franco, el cual, hasta su muerte, concentró en su persona la potestad e iniciativa legislativas. Se promulgaron un conjunto de leyes, entre las que sobresalía la Ley de Principios del Movimiento Nacional. El régimen permaneció fiel a sus principios iniciales y nunca abandonó su carácter de dictadura personal. La ideología del régimen pertenecía a la derecha conservadora y autoritaria europea de entreguerras, y pervivió hasta llegados los años setenta. Posee diversos rasgos:
- Rechazo de la sociedad burguesa contemporánea y nostalgia en etapas pasadas triunfantes de España.
- Aversión hacia las instituciones políticas liberales y la democracia parlamentaria, identificadas con la masonería o la judeomasonería.
- Represión del marxismo y del comunismo.
- Exacerbado nacionalismo, combinado con la xenofobia y el catolicismo más conservador, el cual se convirtió en religión oficial del Estado.
A su vez, se suprimieron lenguas como el catalán, vasco y gallego.
Evolución Política y Coyuntura Exterior
Podemos distinguir entre un primer franquismo y un tardofranquismo, separados por el año 1959. En cuanto al primer franquismo, distinguimos una fecha clave, el 1951, como medio de separación en el periodo. Entre 1938-42, la figura más relevante del régimen fue Ramón Serrano Súñer, encargado de diseñar un Estado de tinte fascista. El partido único, FET de las JONS, no llegó a convertirse en un movimiento de masas, y cabe destacar la predominancia de ministros de origen falangista y los militares. También participaron los católicos, aunque en minoría.
La proyección exterior del régimen durante la Segunda Guerra Mundial se concretó en una postura de no beligerancia. En ella España no intervino militarmente, pero sí como comerciante e intermediario. En este periodo destaca la entrevista en 1940 entre el líder nazi Adolf Hitler y Franco, en la estación de Hendaya. A partir de 1942 Súñer perdió poder y abandonó el Gobierno. Con ello el fascismo perdió influencia. Desde 1945 se incrementó en los gobernantes franquistas la influencia católica en cuestiones políticas. Se inició en ese momento una etapa de nacionalcatolicismo, con Luis Carrero Blanco como personaje importante, llegando a ser nombrado como ayudante más próximo a Franco. La Falange fue totalmente sometida y se suprimió el gesto del brazo en alto. En el ámbito legislativo, se promulgaron nuevas leyes, como la del Fuero de los Españoles (1945) o la de Referéndum Nacional, entre otras. Tras 1945 España sufre un periodo de ostracismo internacional, con un abandono masivo del país por parte de embajadores. Tras esto, EE. UU. logró un acercamiento al régimen de Franco. En materia económica, el primer franquismo se caracterizó por una rígida política de intervencionismo estatal que buscaba la autarquía, y dada la gran escasez, se suscitaron las primeras protestas sociales y huelgas.
La Consolidación del Régimen
Entre 1951-59 se produce una progresiva consolidación del régimen franquista en España. Destaca la eliminación progresiva de aspectos políticos autárquicos característicos de la década anterior. La culminación del proceso fue la puesta en marcha del Plan de Estabilización y la visita a España del presidente americano Dwight D. Eisenhower, que tuvo lugar en 1959. Esta visita simboliza una unión entre ambos países. En la década de los 50 destacan el crecimiento de la tendencia católica, representada por miembros de la ACNP y con la consolidación de Carrero Blanco como mano derecha de Franco. Por otra parte, se producen diversos cambios políticos, destacando el reconocimiento de los ministros católicos como tecnócratas, encabezados por Laureano López Rodó. Se produjo un aumento de la liberalización económica, así como una apertura exterior, destacando la de EE. UU., mediante la cual Franco obtenía seguridad económica y militar para su régimen. En 1955 es destacable la admisión de España en la ONU.
El tardofranquismo se puede dividir en dos etapas separadas por el año 1973. En ellas se produjo un crecimiento económico que transformó totalmente la sociedad española y aumentó la oposición al sistema. Durante esta etapa se mantuvo el inmovilismo institucional y la represión. En este periodo, el régimen adquirió una apariencia más moderna para garantizar su continuidad. Se procedió a la promulgación de la Ley Orgánica del Estado (1967), la cual diseñaba la España posterior a la muerte de Franco. Manuel Fraga Iribarne promovió la Ley de Prensa e Imprenta. Destaca en 1969 el nombramiento de Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco. Al margen de esto, a partir de finales de los sesenta se produce un endurecimiento del régimen franquista, promovido por partidarios franquistas, los cuales consideraban que el gobierno se estaba declinando por una línea liberal. Este sector fue denominado por la oposición como el búnker.
Destaca en 1969 el estallido del escándalo Matesa, que provocó una crisis gubernamental y la presencia de Carrero Blanco como nuevo vicepresidente. En torno a 1973 se produce una crisis energética en España, acompañada por la muerte en un atentado por parte de Carrero Blanco. Tras su muerte, Franco nombró presidente a un acérrimo franquista cercano a él: Carlos Arias Navarro, lo que provocó la expulsión de Rodó y los tecnócratas del poder. Finalmente, en 1975 fallece el dictador, dejando tras de sí un Estado en decadencia y con una gran ruptura política.
La Oposición al Régimen
Durante el franquismo, la resistencia a dicho Gobierno fue muy escasa, ya que la oposición se hallaba muy desunida. En primer lugar, el franquismo encontró oposición en los republicanos exiliados, los cuales intentaron crear una institución común, la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas. Además, excluyeron a los comunistas, sobre todo en el periodo de la Guerra Fría. Por otro lado, los Borbones reivindicaban una transición hacia la monarquía institucional, por lo que optaron por presionar a Franco para llegar a un acuerdo. En tercer lugar, otro grupo de oposición lo componían los maquis, grupos de comunistas y anarquistas que luchaban contra el franquismo.
En la década de los 50 se procedió a una reconstrucción de una auténtica oposición, cuyos rasgos fueron:
- Se expresaba mediante una protesta social espontánea y descoordinada.
- La mayor parte de sus protagonistas estaban integrados en el sistema.
- El centro principal de la oposición se estableció en el interior del país y no en el exilio.
A partir de 1960 se incrementó la oposición al régimen y se emplearon nuevas formas de lucha, así como una intensificación de la izquierda revolucionaria. Distinguimos la protesta obrera, sobre todo a partir de Comisiones Obreras, que surgió dentro de la propia organización sindical vertical del franquismo. También son destacados la USO y la ELA-STV. La UGT, por su parte, no recuperó parte de su influencia hasta mucho más tarde. Por otra parte, los organismos universitarios propugnaron diversas protestas a modo de revueltas, además de movimientos vecinales y ciudadanos, los cuales se concentraban en las barriadas obreras y populares de grandes urbes. Por último, distinguimos partidos como el PCE, los cuales también ofrecieron oposición al régimen franquista durante la década de los 60.
Transformaciones Económicas
Tras la Guerra Civil, el franquismo adoptó una política económica de autarquía y de aislamiento y autosuficiencia con respecto al mercado exterior. Como consecuencia, se produjo un estancamiento económico generalizado, escasez, hambre y el racionamiento de productos básicos. Las causas de dicha adopción fueron:
- Las enormes pérdidas materiales y de capital humano ocasionadas por la Guerra Civil.
- Los obstáculos internacionales.
- El nacionalismo económico proteccionista adoptado por el régimen.
La autarquía benefició a ciertas élites. Por una parte, surgió una corrupción ilimitada y estructural, y por otra, adquirió gran importancia el mercado negro, también conocido como estraperlo. En cuanto a la agricultura, esta entró en una profunda crisis: disminuyeron las cosechas y se impusieron cartillas de racionamiento. En cuanto a la industria, esta se estancó. Surge la creación del INI. Por último, en cuanto a la economía, se produce un descenso de los salarios y un aumento de los precios, lo que causó una gran deuda pública.
Entre 1951 y 1959 se producen diversos cambios en las directrices económicas del régimen que tuvieron como objetivo un progresivo abandono de la política autárquica. Dichas reformas produjeron diversas consecuencias, como un crecimiento económico, una recuperación del crecimiento agrícola, una reforma agraria conservadora y un gran crecimiento industrial. Pese a todo, en la economía española persistían las antiguas limitaciones, como la inflación, apoyada por el Estado, y muchas actividades industriales en manos de empresas públicas en régimen de monopolio.
El Plan de Estabilización de 1959 puso en práctica una serie de medidas orientadas a controlar la inflación, como la reducción de créditos y la supresión de muchas regulaciones y subvenciones. Además, los gastos de Estado se ajustaron a los ingresos y las importaciones se detuvieron al devaluarse la peseta. Se inicia, pues, una década de crecimiento económico que no se detendrá hasta 1975. La política económica se concretó en los Planes de Desarrollo, ejemplo de planificación indicativa. La economía se centró en la industria y en los servicios en un menor grado, y en cuanto a los ingresos del extranjero, se compensó el déficit con las remesas de emigrantes españoles, así como con el turismo y la entrada de capital externo. Como consecuencia del crecimiento económico, el poder adquisitivo de los españoles aumentó, lo que permitió elevar y sostener los niveles de demanda interna, que a su vez provocó un mayor crecimiento.