Democracias y Ascenso de los Totalitarismos tras la Primera Guerra Mundial

DEMOCRACIAS Y ASCENSO DE LOS TOTALITARISMOS

Tras la Primera Guerra Mundial, los Estados liberales evolucionaron hacia sistemas democráticos. Se extendió la participación de las mujeres en el voto, se ampliaron derechos como la jornada laboral de 8 horas o la seguridad social, y el sistema democrático se extendió a muchos países. Sin embargo, estas políticas pronto se vieron amenazadas por fuerzas nacionalistas como reacción a la amenaza comunista, gobiernos inestables desbordados por la Gran Depresión, gobiernos autoritarios y Estados totalitarios fascistas.

Estados Unidos

Estados Unidos, bajo gobiernos republicanos sucesivos (Harding, Coolidge, Hoover), mantuvo una economía no intervencionista. El conservadurismo se impulsó, ejemplificado por la Ley Seca. Las autoridades quebrantaron derechos individuales persiguiendo a los “radicales” y tolerando grupos como la Legión Americana y el Ku Klux Klan. Los afroamericanos fueron privados de derechos sociales y políticos por las leyes de Jim Crow. En política exterior, la “política de cañoneras” en América Central y del Sur utilizó barcos de guerra para imponer intereses estadounidenses.

En 1932, el demócrata Roosevelt ganó las elecciones, ampliando derechos y aplicando el New Deal para combatir la crisis, aunque sin resolver todos los problemas.

Francia

La Tercera República Francesa enfrentó la reconstrucción, la deuda con el Reino Unido, el revanchismo alemán, la debilidad económica y la crisis social. El bloque moderado, bajo Poincaré, ganó las elecciones de 1919 y ordenó la invasión del Ruhr ante el retraso en las reparaciones de guerra alemanas.

Más tarde, con la izquierda en el poder, Herriot reconoció a la URSS. El Gobierno moderado estabilizó el franco y reactivó la economía. En los años treinta, Francia vivió inestabilidad política con gobiernos cortos y el auge de partidos fascistas. El Frente Popular, con León Blum, aprobó la semana laboral de 40 horas, nacionalizó la industria armamentística y controló el Banco de Francia. La inflación y el miedo a un golpe de Estado provocaron su caída. Gobiernos conservadores impulsaron el rearme y una política de apaciguamiento con Hitler.

Reino Unido

El Partido Conservador y el Partido Laborista (que desplazó al Partido Liberal) se alternaron en el poder. La caída de las exportaciones generó cierres industriales y desempleo. El Estado brindó ayudas insuficientes. Una huelga general protestó contra las bajadas salariales de los mineros. La Ley de Conflictos Sociales limitó el derecho a huelga.

El Estado Libre de Irlanda obtuvo Gobierno y Parlamento propios, excepto Ulster, que permaneció en el Reino Unido.

Los gobiernos de Baldwin y Chamberlain enfrentaron el rearme alemán, la política de apaciguamiento con Hitler, movimientos independentistas y la boda de Eduardo VIII.

Alemania

La República de Alemania nació en 1918 con Friederich Ebert como presidente. Liebknecht y Rosa Luxemburg crearon el Partido Comunista Alemán (KPD) e iniciaron la fallida revolución espartaquista. La Asamblea de Weimar aprobó la progresista Constitución de 1919. En 1923, el Gobierno respaldó la huelga obrera ante la ocupación francesa del Ruhr.

La hiperinflación generó protestas. El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Hitler protagonizó el Putsch de Múnich. En 1924, la economía mejoró con préstamos estadounidenses. En 1925, con Hindenburg como presidente, hubo una mejora económica que se truncó con la Gran Depresión.

Ascenso de Regímenes Autoritarios

Las democracias surgidas tras la guerra fueron sustituidas por regímenes personalistas o militaristas que reprimían libertades, prohibían partidos políticos y anulaban parlamentos. Ejemplos: Hungría, Polonia, Austria, España, Portugal, Grecia, Yugoslavia, Turquía, Bulgaria, Rumanía, Japón e Iberoamérica.

El Fascismo

El “fascismo” se refiere a los movimientos nacionalistas radicales surgidos en la Europa de entreguerras, iniciado en Italia y conocido como nazismo en Alemania. Los factores que lo propiciaron fueron: nacionalismo, militarismo, miedo a la revolución social rusa, clase obrera, sociedad de masas y medios de comunicación. Compartían principios como el nacionalismo radical, la política imperialista, la exaltación de lo irracional, la violencia, el afán de revancha, la desigualdad y la juventud como instrumento de cambio. Sus objetivos eran crear Estados totalitarios con un partido único, un líder carismático y una economía dirigida por el Estado. Sus movimientos se dirigían a todas las clases sociales, con apoyo de la clase media (temerosa de los movimientos obreros y el ejemplo soviético), la alta burguesía, estudiantes, artistas, intelectuales, trabajadores afectados por la Gran Depresión y el ejército o excombatientes.

Italia

En Italia, el malestar por los tratados de paz, el endeudamiento, el paro y las huelgas crearon un clima propicio para el fascismo. En 1919, Mussolini fundó los fasci di combattimento, el Partido Nacional Fascista y las escuadras de acción. En 1922, se ofreció al rey como solución a la crisis y anunció la Marcha sobre Roma de miles de camisas negras. El rey cedió y le encargó formar un Gobierno de concentración.