Crisis del Antigüo Régimen

1.-ANTECEDENTES DE LA CRISIS (1789-1808). REINADO DE CARLOS IV

1.1.-Etapas del reinado: Los condicionamientos del proceso revolucionario francés en la política interior y exterior.

a) 1789-1792: 

( duque de Floridablanca al frente del gobierno) Reacción frente al estallido revolucionario francés mediante determinadas medidas: cierre de la frontera con Francia para evitar la difusión de las ideas revolucionarias, censura de los periódicos y control de las publicaciones, fortalecimiento de la Inquisición, alejamiento del gobierno de los reformistas, etc. Crisis en las relaciones con Francia.

b) 1792:

 el conde de Aranda sustituye a Floridablanca. Línea política más aperturista con el apoyo de los ilustrados, difícil de mantener por la radicalización del proceso revolucionario francés (el destronamiento de Luis XVI en agosto de 1792 implica la sustitución de Aranda).

c) 1792-1808:

 subida de Godoy (postura intermedia entre los conservadores y los reformistas). Declaración de guerra a Francia en 1793 con ocasión de la ejecución de Luis XVI, Paz de Basilea (1795). Alianza con Francia (Tratado de San Ildefonso, 1796), cierto aperturismo en el interior (incorporación de ministros reformistas, medidas desamortizadoras de 1798) que dura muy poco. Guerra con Inglaterra (1796-1802), paz de Amiens (España recobró Menorca y cedió a Inglaterra la isla de Trinidad).
A partir de 1802 total vinculación de la política exterior española a los planteamientos de Napoleón, con la finalidad de defender las colonias americanas. En 1803 nueva guerra con Inglaterra en el marco del bloqueo continental por parte de Napoleón; batalla de Trafalgar (desastre de la flota franco-española), desprestigio creciente de Godoy. Tratado de Fontainebleau (1807) con Francia: intervención directa de Napoleón en los asuntos internos de España (permiso de España a Napoleón para la entrada de su ejército con la excusa de ocupar Portugal, aliado de Inglaterra).

1.2.- Una coyuntura económica desfavorable:

-Crisis agraria: descenso de la producción debido al estancamiento técnico y a las adversidades climatológicas, teniendo unas consecuencias negativas para la economía y la población debido al precario equilibrio entre producción y consumo:
-encarecimiento de los productos alimenticios básicos
-hambre y epidemias y, por tanto, crisis demográfica
-inflación económica
-disminución de los ingresos tributarios
-descontento social (revueltas populares)
-Inflación económica, acentuada por las guerras
-Reducción del comercio exterior (especialmente de las relaciones comerciales con las colonias)
-Déficit hacendístico del Estado: motivado por las guerra y las malas cosechas, por las deficiencias estructurales del sistema impositivo y por la reducción de la llegada de caudales de Indias. Ello obliga a recurrir a soluciones extraordinarias para hacer frente a ese problema:
-aumento de la deuda pública: emisiones de vales reales, que asumen los sectores pudientes, provocando su descontento cuando el Estado no pueda pagar los intereses ni hacerse cargo de su amortización)
-primer proceso desamortizador (1798): enajenación y venta de bienes raíces pertenecientes a instituciones regentadas por el clero (hospitales, hospicios, casas de misericordia, obras pías, etc.)

1.3.- Malestar social y político:

-Descontento de los sectores populares, del clero y de la nobleza por las motivaciones señaladas en el apartado anterior. Motín de Aranjuez (marzo de 1808): revuelta popular contra Godoy y los Reyes, apoyada por sectores de la nobleza y el clero. Consecuencias: destitución de Godoy y abdicación de Carlos IV.

2.-EL PRIMER INTENTO REVOLUCIONARIO (1808-1814):LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA


2.2.-Contexto en España entre 1808 y 1814:

Después de la firma del Tratado de Fontainebleau entre España y Francia en 1807 la injerencia de Napoleón en los asuntos internos de España era constante, en el marco de una situación internacional caracterizada por el deseo de crear un gran imperio bajo control francés.
El motín de Aranjuez en marzo de 1808 había supuesto la forzada destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV a favor del príncipe heredero Fernando.
En mayo de 1808 tuvieron lugar los llamados sucesos de Bayona: Napoleón había convocado en esa ciudad francesa al príncipe Fernando, que entonces detentaba la legitimidad de la corona española tras la abdicación de supadre, a éste y a otros consejeros de la familia real, de forma que les exigió la renuncia a la corona, viéndose obligado a ello el príncipe por la total subordinación al emperador francés. A partir de ese momento Napoleón tuvo en sus manos el destino de la corona pudiendo manejar la política interna de España según sus intereses, poniendo como rey de España a su propio hermano, José Bonaparte (José I). Esta actuación no tuvo la oposición de la Junta de Gobierno (institución que representaba al rey cuando éste se desplazó a Bayona) ni del Consejo de Castilla (órgano consultivo más importante), ni tampoco de la mayoría de las autoridades civiles y militares que tenían el poder a escala provincial o local.
Paralelamente a los sucesos de Bayona se había producido la entrada de tropas francesas en España, con la justificación de obligar a Portugal a respetar el bloqueo establecido por Napoleón contra Inglaterra, pero, sin embargo, las tropas francesas ocuparon numerosas ciudades españolas con el fin de controlar el territorio. Esta ocupación dio lugar a numerosos levantamientos populares contra los franceses que supusieron el inicio de la Guerra de la Independencia.
La necesidad de coordinación de esos movimientos populares originó la aparición de las Juntas locales como manifestación de un poder revolucionario cuya prioridad era enfrentarse a los invasores y justificaba su legitimidad en que la inhibición de las instituciones y autoridades ante las medidas adoptadas por Napoleón (imposición de José I como rey) hacía que el poder revirtiese al pueblo. A su vez, la coordinación de las Juntas locales a nivel provincial dio lugar a la aparición de las Juntas provinciales, que constituyeron después la Junta Suprema Central, que, además de dirigir el enfrentamiento contra los franceses, desarrolló labores de gobierno, y entre sus objetivos estaba el de promover la convocatoria de Cortes, para lo cual creó una Comisión de Cortes, encargada de debatir y establecer los procedimientos de elección, el sistema de representación y otras características de las mismas. A principios de 1810, a consecuencia de la derrota de Ocaña (noviembre de 1809) sufrida por un ejército español a manos de los franceses, la Junta Suprema Central se autodisolvió y cedió el poder a un Consejo de Regencia, que continuó la doble labor de dirigir la guerra y de realizar funciones de gobierno de la Junta y llevó a cabo la convocatoria de elecciones a Cortes en junio de 1810, por la presión de los sectores más liberales. En septiembre de 1810 se procedió a la apertura de las Cortes de Cádiz.
Al mismo tiempo que se desarrolló esa estructura de poder revolucionario existía un poder oficial representado por el gobierno de José I, cuyas características más destacables fueron las siguientes:
*control limitado y parcial del territorio
*rechazo mayoritario de la población
*subordinado a las decisiones de Napoleón
*contó con la colaboración de un sector reducido procedente de los ilustrados (afrancesados), que creyeron que el gobierno de José I podría impulsar las reformas necesarias para la modernización de España.
*la base legal fue la Constitución de Bayona (en realidad una carta otorgada) (Documento) que desarrollaba un sistema pseudoparlamentario con algunos rasgos propios del Antiguo Régimen y otros propios de una revolución burguesa moderada.
*Entre los decretos promovidos por Napoleón cabe destacar:
– la supresión del Tribunal de la Inquisición
– la abolición de la jurisdicción señorial
– la reducción a un tercio de los conventos existentes, expropiando los bienes de
los conventos suprimidos para venderlos y amortizar parte de la deuda pública
– la eliminación de las aduanas interiores

2.3.-La Guerra de la Independencia.

Se desarrolla entre 1808 y 1814. en ella pueden distinguirse tres fases: 1ª fase: desde mayo hasta el otoño de 1808. la población madrileña se opone a que el resto d la familia real sea trasladada a bayona y se amotina. El general murat q manda a las tropas francesas estacionadas en Madrid, ordena a los soldados franceses q disparen contra los amotinados.
El pueblo madrileño se lanza a la calle y algunos oficiales españoles a titulo individual se unen al pueblo. La sublevación popular es sofocada y tiene lugar una dura represión, inmortalizada por Goya en los fusilamientos.
El pueblo de Madrid se a sublevado y la junta de gobierno y las mas altas autoridades del pais no qieren saber nada d los echos o apoyan a los franceses y mientras tanto el ejercito español pertenece en los cuarteles.
Los acontecimientos de Madrid y la imposición de un rey extranjero son conocidos poco a poco por el pais y a lo largo del mes de mayo y la primera semana de junio, las distintas regiones se levantan contra los franceses.
Al mismo tiempo el pueblo entiende q se ha producido un vacio en el poder, qe es asumido por el propio pueblo creando juntas a nivel local y provincial, q reciben el poder por aclamación popular. Estas juntas en un principio actuan de forma independiente. Ante la necesidad de coordinar las acciones contra los franceses, en septiembre se constituye un ajunta suprema central con sede en aranjuez, qe asume funciones d gobierno.
Las tropas francesas tratan d sofocar los distintos levantamientos urbanos q se producen por todo el pais, demostrando su incapacidad para dominar rapidamente el territorio. El ejercito, qe dirigido por Dupont, se disponia a ocupar andalucia es derrotado en bailen por el general castaños.
La victoria de bailen rompe el mito existente en Europa sobre la invencibilidad del ejercito napoleónico. Tambien los ingleses desembarcan en Portugal y dirigidos por Wellesley vencen al frances junot en Lisboa.
En esta primera fase se pone de manifiesto q las tropas francesas desplazadas a la peninsula son insuficientes para la ocupación de la totalidad del territorio.
2ª fase: desde el otoño de 1808 hasta el verano de 1812. En otoño de 1812 napoleon llega a la peninsula con su gran ejercito lo que proporcionara a los franceses una gran superioridad militar.
Los ejercitos españoles inicialmente son derrotados en encuentros convencionales dada la superioridad de los franceses. Las sucesivas derrotas provocan un cambio de táctica. Como no se puede combatir en campo abierto, el ejercito se dispersa, se une al pueblo y se pone en practica un nuevo tipo de lucha: la guerra de guerrillas. Las guerrillas formadas por grupos reducidos iran creciendo paulatinamente hasta formar importantes contingentes, qe en algunos casos suman varios millares. Asentan golpes d mano a la retaguardia de los ejercitos franceses, a los abastecimientos, convoyes de armas, correos, etc. Con sus acciones retrasan el avance d los ejercitos y causan inquietud e importantes bajas entre las tropas francesas. El éxito d las guerrillas se explica por el conocimiento perfecto del terreno en el qe actúan y por apoyo popular.
En esta fase los franceses ocupan toda la peninsula, con la excepcion d la franja territorial situada entre cadiz y Lisboa. Aunqe solo dominan las ciudades, pues el campo se halla en manos de los guerrilleros.
3ª fase: desde el verano de 1812 hasta la primavera de 1814. Se asiste a la superioridad de los ejércitos ingleses e hispanos frente a los franceses. Esta superioridad militar es posible porque la compaña de Rusia obliga a Napoleón a retirar importantes contingentes militares de la península, con lo que esta qeda semidesguarnecida.
En esta etapa se asiste de nuevo a enfrentamientos belicos de tipo convencional en campo abierto. Wellington desde Portugal avanza hacia el este y en julio de 1812 logra derrotar a los franceses en la batalla de los Arapiles. A partir de esos momentos los ejercitos hispano-ingleses se lanzan a la ofensiva y aunque los franceses realizan alguna contraofensiva, en realidad se iran retirando hacia el norte sin apenas combatir, ante el peligro de qedar rodeados.
Jose I abandona españa en 1813. los ejercitos persiguen a las tropas francesas a las que derrotan en vitoria y en san marcial, e incluso penetran a suelo frances.
Como consecuencias de la guerra se pueden citar las 300.000 bajas y la economicas con la destrucción de ciudades, de fabricas, abandono de las tierras de cultivo y la ruina definitiva de la hacienda española, ya qe es la qe financia la guerra. Asimismo cabe mencionar las consecuencias políticas como el qe la guerra provocara la transición de la monarquia absoluta al estado liberal o el estallido independentista en las colonias americanas.


2.4.-Las Cortes de Cádiz: 

La Constitución de 1812. es una constitución liberal, inspirada en la francesa de 1791 y promulgada el 19 de marzo de 1812. como principios fundamentales contempla los siguientes: -soberania nacional, división de poderes: el legislativo reside en unas cortes unicamerales. Los diputados son elegidos por sufragio universal indirecto. El judicial en unos tribunales independientes. El ejecutivo se reserva para el rey qe lo ejerce con los ministros qe el designa. El rey posee iniciativa legal, es el jefe de las fuerzas armadas, dirige las relaciones internacionales, aunque con el consentimiento de las cortes, tiene derecho de veto durante dos años, pero no puede disolver las cortes. Contempla una serie de derechos individuales como el derecho a la educación, libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio, derecho a la libertad y a la propiedad. Establece un ejercito nacional permanente encargado de la defensa exterior de españa y tambien de una milicia nacional para reforzar al ejercito y defender a la constitución. Alcaldes y concejales elegidos por sus vecinos. Esta constitución ejercera una gran influencia sobre los movimientos del primer tercio del s.XIX.
La obra legislativa las cortes de cadiz promulgan toda una serie de decretos y leyes con el objetivo de reformar profundamente ls intituciones políticas, economicas y jurídicas españolas para realizar un cambio qe básicamente consistira en sustituir la sociedad estamental, basada en el privilegio, por una sociedad clasista en la qe todos los individuos seran iguales ante la ley y en la qe las diferencias sociales las establece la riqueza, existiendo un permeabilidad social. Como medidas legislativas de mayor trascendencia destacan: establecimiento de la libertad de imprenta y supresión de la censura previa. Abolición del regimen señorial. Con ello todos los españoles pasan a depender de la jurisdicción del estado al eliminarse los señoríos jurisdiccionales. Abolición del tribunal de inquisición. Prohibición de la tortura en los interrogatorios. Supresión de las pruebas de la nobleza y limpieza de sangre para ingresar en las academias militares. Abolición del regimen gremial. Desvinculacion de los mayorazgos mas pequeños y desamortización de algunas tierras.
La mayoria de estas medidas apenas tendran aplicación practica al estar ocupado el territorio nacional en su mayor parte por los franceses y seran derogadas en 1814 al regresar fernando VII.



3.- EL REINADO DE FERNANDO VII (1814-1833): REACCIÓN Y REVOLUCIÓN. LA EMANCIPACIÓN DE LAS COLONIAS AMERICANAS

3.1.-INTRODUCCIÓN

Aunque teóricamente el reinado de Fernando VII se remonta al motín de Aranjuez (marzo de 1808) y llega hasta su muerte (septiembre de 1833), el estallido de la Guerra de la Independencia y las abdicaciones de Bayona hicieron que su mandato no fuera realmente efectivo hasta que, derrotadas las tropas francesas, Napoleón decidiera, por el Tratado de Valençay, devolverle el trono. En marzo de 1814 Fernando VII regresa a España y al poco tiempo, amparándose en la petición de un grupo ultraconservador de las Cortes (Manifiesto de los persas), emite desde Valencia un decreto en virtud del cual se restablece el absolutismo y se deja sin efecto todo lo legislado durante su ausencia. Comienza un periodo de reacción absolutista dentro de una oleada conservadora que invade a toda Europa tras la derrota de Napoleón, y que es conocida con el nombre de Restauración.

3.2.-SIGNIFICADO DEL REINADO

El regreso de Fernando VII equivale, pues, al intento de volver a instaurar las formas políticas y socioeconómicas que habían sustentado la sociedad del Antiguo Régimen y que se habían tambaleado en el curso de la guerra por efecto de las reformas legislativas emprendidas por las Cortes de Cádiz. Ahora se deroga la Constitución de 1812, se persigue con saña a sus defensores y se impone un régimen político absolutista con el apoyo de los viejos grupos sociales privilegiados. En suma, se acaba, por la fuerza, con el primer intento de revolución liberal-burguesa.
Pero el triunfo de la acción contrarrevolucionaria encarnada en la figura del rey no sirvió para superar la crisis del Antiguo Régimen en España, que ya había manifestado sus primeros síntomas de gravedad durante el reinado de Carlos IV. Ahora, en el periodo que va de 1814 a 1833, la crisis permanecerá viva y la restauración del absolutismo será un vano intento de resucitar un tipo de sociedad y un régimen político aquejado de daños irreparables. Podría decirse que, todo el reinado de Fernando VII está atravesado por esta quiebra del viejo régimen social y político, que no obstante se resiste a morir del todo. Se arrastran los problemas económicos (el estancamiento demográfico y productivo, el endeudamiento del Estado acentuado por las desastrosas consecuencias de la Guerra de la Independencia y la definitiva separación de las colonias americanas) y sociopolíticos (la incapacidad de hacer una política progresista y moderna que atrajera a las clases populares y a los sectores sociales -burguesía, intelectualidad, etc.- más dinámicos de la sociedad).
A pesar de que el periodo 1814-1833 pasó por distintos momentos políticos, lo que hace de él algo unitario es esta crisis permanente y no resuelta del Antiguo Régimen. En efecto, si en una primera fase (1814-1820-Sexenio absolutista-)se recurre a una durísima reacción absolutista, en un segundo momento (1820-1823), durante el llamado Trienio liberal, se ensaya, contra la voluntad del rey, un segundo intento fallido de revolución burguesa, que, debido a la intervención extranjera, fracasará, abriendo así la última etapa del reinado (1823-1833), conocida bajo el nombre de Década absolutista, periodo en el que la reacción contrarrevolucionaria se ve acompañada de una progresiva apertura hacia formas incipientes e incompletas de reforma de las estructuras del Antiguo Régimen. Sólo después de la muerte del rey, en 1833, y en plena guerra civil por el conflicto sucesorio entre seguidores del absolutismo más puro (carlismo) y partidarios de las reformas liberales (cristinos), asistimos al triunfo de la revolución burguesa y al desmantelamiento definitivo del Antiguo Régimen.

3.3.-ETAPAS

3.3.1.-RESTAURACIÓN DEL ABSOLUTISMO (1814-1820)

Con el apoyo de algunos altos mandos militares y de algunos diputados (que habían elaborado el Manifiesto de los persas para justificar la vuelta al absolutismo), el rey da un golpe de Estado suprimiendo todo lo hecho en las Cortes de Cádiz, restableciendo el Antiguo Régimen y ejerciendo una dura represión de sus enemigos políticos.
No obstante, prosiguen los problemas económicos, sociales y políticos que producen malestar social. Una Administración inoperante e incapaz de hacer frente al mínimo funcionamiento del país y que no puede impedir la emancipación de las colonias americanas. La oposición al régimen se plasma en una serie de pronunciamientos militares. Uno de ellos, protagonizado por el comandante Riego al mando de las tropas que debían embarcar para sofocar la rebelión de las colonias americanas, triunfa y obliga al rey a restablecer la Constitución de 1812: comienza una nueva etapa.

3.3.2.-EL TRIENIO LIBERAL (1820-1823)

Se intenta una revolución de carácter liberal siguiendo las ideas y reformas que en su día hicieron las Cortes de Cádiz, empezando por el restablecimiento de la Constitución de 1812. Con la oposición del propio rey, se abolen los señoríos, los diezmos, la Inquisición, etc. En un clima de grandes pasiones políticas (sociedades patrióticas, prensa, etc.) y de enfrentamientos entre el gobierno y el monarca, los propios liberales se dividen (moderados y exaltados) y va surgiendo una oposición violenta y armada al gobierno constitucional: los realistas. Éstos son de ideas absolutistas intransigentes y defienden plenos poderes para el rey. Aunque llegan a establecer la llamada Regencia de Seo de Urgel no serán capaces de derrotar al gobierno de Madrid. Finalmente, ante el cariz que toman los acontecimientos y las esperanzas que en algunos círculos políticos de Europa suscita la revolución española, serán las tropas francesas de los Cien Mil Hijos de San Luis, dirigidas por el duque de Angulema, quienes, interviniendo en nombre de una alianza de potencias conservadoras (Rusia, Austria y Prusia), impongan, sin demasiada resistencia, el regreso al absolutismo, frustrando así el segundo intento de revolución burguesa en España.

3.3.3.- LA DÉCADA ABSOLUTISTA (1823-1833)

Fernando VII, liberado del gobierno liberal, regresa al absolutismo practicando, en un principio, una política de represión sanguinaria muy parecida a la de 1814 (ejecución de Riego y otros mucho liberales, y miles de encarcelados y exiliados). Ahora bien, pese a las presiones de los sectores más reaccionarios de la Iglesia y de la nobleza, sólo se produjo una restauración parcial del Antiguo Régimen e incluso, en el curso de esta última etapa, se hicieron algunas reformas administrativas y económicas parciales. Esta versión neoabsolutista y parcialmente reformista no evitó el descontento. Ahora se terminan de independizar las colonias españolas de América y prosiguen los problemas de fondo. La oposición liberal, desde el exilio, intentará varias veces sin fortuna el derrocamiento del régimen. Por el lado opuesto, en esta etapa se inicia una oposición a Fernando VII protagonizada por los ultrarrealistas (también llamados realistas puros, que se apoyan en Carlos María Isidro, hermano del rey, y que representan la extrema derecha absolutista), que incluso llegan, con el apoyo del clero rural, a levantarse en armas (movimiento de los malcontents).
Así, a la altura de 1830 España se encontraba en una situación paradójica, una situación de constitucionalismo impracticable y absolutismo inviable. A todo ello se suma la crisis política del final del reinado, originada por la cuestión sucesoria. La corona de España se suponía podría pasar a su hermano Carlos María Isidro si el rey moría sin descendencia, pero en su último matrimonio con María Cristina de Nápoles el rey tuvo una hija (en 1830 nació Isabel). Antes de la muerte del rey, dos bandos le presionaron para que se decidiera a favor de su hermano (carlistas) o a favor de su hija (isabelinos). Al morir el monarca en 1833, esos bandos, que representaban al absolutismo (carlistas) y al liberalismo (cristinos o isabelinos), se enfrentan en una larga y cruenta guerra civil.

Durante el reinado de Fernando VII se culmina el proceso de emancipación de las colonias españolas en América (excepto Cuba y Filipinas), que se remonta al movimiento de juntas ocasionado, desde 1809, con motivo de la Guerra de la Independencia. Desde entonces hasta 1824 se incrementa la conciencia independentista de los criollos (descendientes de españoles que hacen las funciones de dirección burguesa, liberal y nacionalista del movimiento emancipador) y que, ante la impotencia del Estado español, tras larga guerra, convierten al subcontinente americano en un conjunto muy fragmentado de países, que salen de la dependencia política española para caer progresivamente en la dependencia económica de Gran Bretaña y Estados Unidos. Como hemos dicho más arriba, la destrucción del viejo imperio colonial fue un elemento muy importante para precipitar en España la crisis del Antiguo Régimen. La formación en América Central y del Sur de estados independientes herederos culturales del antiguo imperio español constituye un acontecimiento trascendental en la historia del mundo contemporáneo.

4.-LA EMANCIPACIÓN COLONIAL

En el primer cuarto del siglo XIX, coincidiendo con las circunstancias excepcionales que se produjeron en la metrópoli (Guerra de la Independencia, primer intento revolucionario protagonizado por las Cortes de Cádiz, reinstauración del absolutismo por parte de Fernando VII, etc.), se consolidó el proceso de independencia de una gran parte del imperio colonial español en América, de forma que desde 1825 sólo Cuba y Puerto Rico seguían siendo posesiones españolas.

Una serie de circunstancias han de ser tenidas en cuenta para explicar el proceso de emancipación de las colonias americanas españolas:
a) La existencia de una estructura social caracterizada porque una minoría, integrada por población peninsular y por los criollos (población nacida en América heredera de los colonizadores españoles), controlaba la administración y la economía respectivamente, y una mayoría social de gran complejidad étnica (indios, mestizos, negros y otras mezclas raciales) constituía una masa de campesinos y de trabajadores en las minas fuertemente sometida a la explotación de los criollos y al pago de impuestos.
b) El férreo control político y administrativo ejercido por los gobernantes designados por la monarquía. Los altos funcionarios de la administración en las colonias (virreyes, presidentes de las Audiencias, capitanes generales, etc.) eran enviados desde España, siendo excluidos los criollos de estos nombramientos, lo que era motivo de descontento.
c) El control ejercido desde la metrópoli sobre el comercio colonial era otra de las razones que motivaban el descontento de los criollos, debido a los perjuicios económicos que les ocasionaba.
d) La difusión entre la burguesía criolla de la ideología liberal desde principios del siglo XIX, así como el ejemplo de la independencia de Estados Unidos también contribuyeron al proceso emancipador.

En el siglo XVIII ya se habían producido movimientos de protesta y levantamientos contra la metrópoli en algunas zonas de América del Sur protagonizados sobre todo por sectores indígenas de la población, aunque las motivaciones eran esencialmente de carácter económico (relacionadas con las cargas fiscales) y no existían reivindicaciones políticas (Un ejemplo significativo de estos levantamientos fue el que se produjo en Perú en 1780 dirigido por Tupac Amaru, siendo sofocado por las tropas españolas).

El desarrollo del proceso emancipador fue muy complejo y no tuvo características uniformes en todas las zonas.
Las élites criollas ejercieron el liderazgo desde las ciudades y las masas de población indígena no apoyaron inicialmente este proceso, aunque se fueron vinculando paulatinamente a él, debido en parte a que las autoridades políticas y militares españolas mantuvieron una actitud fuertemente represiva y violenta que contribuyó a ampliar los apoyos a la emancipación.

Fases del proceso:

La primera fase se inició en 1808 formándose Juntas en las ciudades (igual que en la Península), promovidas por la burguesía criolla, como reacción a la ocupación francesa. Poco después los dirigentes americanos empezaron a cuestionar la autoridad de la Junta Central y constituyeron juntas revolucionarias en algunas ciudades (Caracas, Buenos Aires, Bogotá y Santiago de Chile) tras la destitución de las autoridades españolas.

Las divisiones internas entre los líderes independentistas posibilitaron la recuperación del control político por parte de las autoridades de la metrópoli con el apoyo de un ejército enviado desde España en 1814.

En Méjico se desarrolló un movimiento revolucionario campesino dirigido por Hidalgo y más tarde por Morelos cuyas reivindicaciones (fin de la esclavitud, abolición de tributos, reparto de tierras, fin de los monopolios de explotación minera, etc.) perjudicaban los intereses de los criollos, por lo que éstos apoyaron a las autoridades españolas.
En esta primera fase se produjo una importante difusión del ideal revolucionario y emancipador por toda América.
La segunda fase se desarrolló entre 1816 y 1820, reavivándose las acciones revolucionarias: Artigas proclamó la independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica (que más tarde sería Argentina); las operaciones desarrolladas en Venezuela por parte de Simón Bolívar condujeron, después de la batalla de Boyacá en 1819, a la proclamación de la República de la Gran Colombia, presidida por él mismo; y, por último, la actuación militar en Chile por parte de José San Martín llevó a la independencia de Chile.
Entre 1820 y 1825 (tercera fase) se consolidaron las nuevas repúblicas y, por tanto, el proceso emancipador concluyó. En el virreinato de Perú se produjo la convergencia de los dos grandes líderes independentistas, Bolívar desde el norte y San Martín desde el sur. La definitiva batalla de Ayacucho en diciembre de 1824 en la que el general Sucre derrotó a las tropas del virrey español puso fin al último intento español por conservar el control de los territorios americanos.
En 1825 sólo Cuba y Puerto Rico permanecían bajo el control de la Corona española.

Las razones que permiten explicar el éxito del proceso de emancipación son de diferente tipo:
a) La propia fuerza del movimiento y los apoyos que tuvo entre los distintos grupos de la sociedad hispanoamericana.
b) Los problemas internos de la metrópoli que impidieron afrontar la insurrección con las suficientes garantías.
c) El apoyo británico por sus intereses comerciales y como respuesta al que había dado España anteriormente al proceso de independencia de Estados Unidos.
d) El apoyo de Estados Unidos, que en esa época había formulado la denominada doctrina Monroe (América para los americanos).