Conceptos clave sobre la red hidrográfica y sus factores condicionantes

Acuífero

Estrato subterráneo donde se acumula agua infiltrada en cantidad, normalmente entre roquedos impermeables. Los acuíferos se suelen aprovechar mediante captación para uso humano, agrario, incluso industrial. Constituyen un reservorio de agua dulce muy importante, por lo que debemos evitar por todos los medios su contaminación. Ej: Mapa de Acuíferos

Cauce

Lecho o terreno por el que discurren los ríos, arroyos y torrentes, que suele corresponder con la línea que une los puntos más bajos del valle fluvial.

Caudal absoluto

Cantidad de agua por unidad de tiempo que fluye por una corriente de un río o arroyo en un lugar determinado. Se mide en M3s en las estaciones de aforo. Ej: Mapa de Coeficientes de caudal.

Caudal relativo

Es el volumen de agua que lleva un río en un momento y lugar determinado en relación a la superficie de la cuenca. Se mide en l/s/km².

Cuenca hidrográfica

Espacio entre divisorias de agua recorrido por un río principal y sus afluentes. Desde un punto de vista institucional, la administración de este espacio recae en las Confederaciones Hidrográficas. Ej: Mapa de Demarcaciones hidrográficas

Escorrentía

Agua de lluvia y deshielos que discurre libremente por la superficie de un terreno hasta alcanzar finalmente el colector principal. Aumenta si las precipitaciones son abundantes. Puede ocasionar, dependiendo de la pendiente, de la vegetación, o de la estructura del suelo o por pérdidas por erosión.

Estiaje

Fenómeno que consiste en la disminución de los caudales de los cursos fluviales durante épocas secas debido a la escasez de precipitaciones. Ej: Mapa de Coeficientes de caudal

Régimen fluvial

Hace referencia a la evolución y variación del caudal de una corriente a lo largo del año. Diversos factores influyen en esa variación estacional: climáticos, geológicos, bióticos. Normalmente se clasifican en función de la alimentación del río (pluvial, nival o mixto). Ej: Mapa Tipos de régimen fluvial

Trasvase

Obra de ingeniería hidráulica que conecta dos cuencas hidrográficas, una excedentaria y otra deficitaria con el fin de abastecer de agua a la cuenca de menor caudal y de esta manera poder satisfacer sus necesidades hídricas para consumo humano, riego y otros usos. El trasvase más significativo a nivel nacional es el del Tajo – Segura.

Vertiente hidrográfica

Agrupación de cuencas hidrográficas que tienen en común el que todos sus ríos vierten el agua en el mismo mar u océano. Ej: Mapa de Demarcaciones hidrográficas.



Factores condicionantes de la red hidrográfica:

Un río es una corriente continua de agua que discurre por un cauce.

La red hidrográfica está condicionada por:

-El relieve: Condiciona la disposición y la organización de la red fluvial. La Península Ibérica está inclinada hacia el oeste. Este factor explica la importante disimetría entre las vertientes atlántica, cantábrica y mediterránea.

-Litología: Los suelos condicionan la red fluvial a través de la permeabilidad y resistencia a la erosión que presenta cada roca:

  • La roca caliza, que es permeable, se define por una escorrentía superficial mínima, por lo que domina la circulación subterránea.
  • La roca silícea, mayoritariamente en el oeste peninsular, es muy poco permeable, lo que favorece la circulación superficial, salvo en los sectores diaclasados, en los que el agua se infiltra hacia niveles subterráneos.
  • Los roquedos arcillosos (propios de las grandes cuencas sedimentarias) son muy impermeables y se caracteriza por la escorrentía superficial.

-Clima: Determina el caudal y la regularidad de los cursos, puesto que el agua que alimenta los ríos, lagos y acuíferos proviene fundamentalmente de las precipitaciones.

De la cuantía y distribución anual de las precipitaciones podemos considerar los siguientes aspectos:

  • Una España húmeda, de ríos regulares y de caudal abundante en el área de clima atlántico.
  • Una España seca, con ríos menos caudalosos e irregulares en la región de clima mediterráneo.
  • Una España árida, en el sureste peninsular, con ríos de caudal muy pobre y grandes estiajes.

Las temperaturas son el otro elemento que influye en la red hidrográfica. De ellas dependen las pérdidas por evaporación, que son máximas en verano en el interior y en el sur.

-Vegetación: La vegetación retiene el agua de las precipitaciones, favorece la humedad del suelo y dificulta la erosión. Por eso, en un suelo desprovisto de vegetación, las filtraciones de agua son menores, aumenta la evaporación y el agua de arroyada fluye más rápidamente, erosionando y destruyendo el suelo. Por el contrario, en un suelo cubierto por un denso tapiz vegetal, la evaporación y la erosión del suelo se dificultan, lo que favorece la formación de acuíferos y de cursos permanentes de agua.

-Acción antrópica: Las personas modificamos los caracteres de la red fluvial mediante la construcción de infraestructuras de regulación como embalses, que tratan de paliar los profundos estiajes de muchos de nuestros ríos; embalses que también se utilizan para generar electricidad, o para abastecer de agua a los cultivos de regadío.



Vertiente hidrográfica

Es el conjunto de cuencas cuyas aguas vierten en el mismo mar.

En la península existe una gran disimetría entre las vertientes atlánticas – cantábrica y mediterránea a causa de la inclinación de la Meseta hacia el oeste

En los archipiélagos no encontramos auténticos ríos, y la escorrentía superficial se limita a una red de barrancos y torrentes.

Vertiente cantábrica

Esta cuenca se define por unos cursos fluviales cortos. La mayoría de sus ríos nacen en la Cordillera Cantábrica, muy próximos a su desembocadura. En su recorrido excavan profundos valles para salvar grandes desniveles (de hasta 2.000 m) entre las montañas donde nacen y el mar, por lo que tienen una gran fuerza erosiva y un carácter torrencial que se aprovecha a lo largo de toda la cornisa cantábrica para producir electricidad.

Las elevadas y regulares precipitaciones otorgan a estos ríos un caudal abundante y regular, con un régimen de alimentación pluvial y pluvio-nival.

  • Los ríos vascos (Bidasoa, Nervión) son los más regulares.
  • Los cántabros y astures (Pas, Besaya, Sella, Nalón, Narcea, Navia) tienen una gran potencia erosiva.

Vertiente atlántica

La vertiente atlántica es la más extensa de la península. Agrupa a los ríos gallegos (Tambre, Ulla, Miño), los grandes colectores de la Meseta (Duero, Tajo y Guadiana), y la de la depresión Bética (Guadalquivir). Los ríos atlánticos se caracterizan por su gran longitud, excepto los ríos gallegos, ya que nacen en montañas alejadas de su desembocadura.

Discurren por extensas llanuras, en un ambiente climático mediterráneo con una marcada aridez estival, que se traduce en un régimen irregular, dulcificado por el aporte de sus afluentes.

  • Los ríos gallegos (Tambre, Ulla, Miño y Sil) son cortos y de caudal abundante y regular, como los ríos de la vertiente cantábrica.
  • El río Duero es la cuenca más extensa de la Península (drena las tierras de la Submeseta Norte, parte sur de la cordillera Cantábrica y este del Sistema Ibérico). Nace en los Picos de Urbión (Soria) y, tras atravesar las tierras castellanas, se encaja en los Arribes del Duero (Portugal), salvando el gran desnivel entre las tierras españolas y las portuguesas.
  • El río Tajo, en la Submeseta Sur, discurre entre el Sistema Central, las estribaciones del Sistema Ibérico y los Montes de Toledo. Es el río más largo de la Península: nace en la Sierra de Albarracín y desemboca en Lisboa. Está regulado por numerosos embalses. Sus principales afluentes son el Jarama, el Alberche, el Tiétar y el Alagón.
  • El río Guadiana, Submeseta Sur, extiende su cuenca entre los Montes de Toledo y Sierra Morena. Nace en las lagunas de Ruidera y desemboca en Ayamonte. Es un río de caudal pobre e irregular. La litología caliza favorece la circulación subterránea. Su régimen de alimentación es pluvial y sus afluentes (Jabalón, Zújar y Matachel) aportan poca agua al curso principal. Casi todos sus embalses se aprovechan para el regadío.
  • El río Guadalquivir recorre la depresión Bética. Recoge las aguas de Sierra Morena y las Subbéticas. Nace en la Sierra de Cazorla (Jaen) y desde Sevilla discurre por una llanura casi horizontal hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda, en el golfo de Cádiz, donde se forman las marismas del Guadalquivir. Su régimen de alimentación es pluvial subtropical, aunque el de su principal afluente, el Genil, que nace cerca de Sierra Nevada, tiene influencia nival.