Marx y Nietzsche: Dos Críticas a la Cultura Occidental

1. El Ser Humano según Marx

Para Marx, el ser humano es un ser natural, social e histórico.

Como seres naturales, tenemos necesidades materiales, y somos realidades que modifican el medio para satisfacerlas. El trabajo es la esencia del ser humano, y la noción de la praxis es el centro de la visión marxista del mundo.

TRABAJO: Es la actividad ejecutada por el ser humano para transformar la naturaleza y producir bienes que satisfagan nuestras necesidades. El trabajo puede considerarse la esencia del ser humano, y nos realizamos como humanos en el trabajo solo si es un trabajo humanizador. Esto significa que es ética y políticamente justo. Si el ser humano es explotado en su trabajo, esto es una condena. Por eso el trabajo se puede alienar.

PRAXIS: Para Marx, el ser humano es praxis, acción. Al definir al ser humano como una persona racional, parece que solo hablamos de la parte más espiritual o intelectual. Y esto es erróneo. Para explicar la vida humana y la historia, hay que hablar de cuestiones prácticas. Y no solo sirve con analizar conceptos para hacer filosofía. La crítica que dirige Marx a la filosofía es la de haberse convertido en un ejercicio especulativo, sin relación alguna con el cambio social. Para él, la filosofía debe ser práctica.

Por otro lado, somos seres sociales, porque satisfacemos nuestras necesidades y creamos la mayoría de ellas en sociedad. El ser humano es actividad, porque se ordena en sociedad. La esencia humana es el conjunto de las relaciones sociales, y esta idea puede ser interpretada de dos modos:

  1. Sólo comprenderemos al ser humano si analizamos la totalidad de su contexto.
  2. El ser humano es un reflejo de su sociedad y está determinado en su visión del mundo por la clase social a la que pertenece.

Somos seres históricos porque las sociedades cambian. La historia no es más que la sucesión de sistemas de organización social. El ser humano poco a poco ha ido desarrollando su actividad, y por eso el ser humano es un ser histórico. Es un ser histórico que va cambiando con su época. La reflexión filosófica marxista se orienta hacia la sociología, la economía y la historia.

La Alienación

El ser humano ocupa una posición central en la filosofía de Marx, por eso algunos autores la llaman humanista. Aunque la filosofía se debe centrar en conseguir que el ser humano consiga ser libre en una sociedad con igualdad de condiciones, pero actualmente la sociedad ni ofrece libertad ni es igualitaria. En Marx, la alienación es una situación negativa. Es un proceso en el que el humano pierde el dominio sobre la vida. La vida comienza a hacerse algo extraño para él. Las relaciones sociales en las que vive le hacen sentirse como una cosa, o una herramienta. La vida y sus trabajos angustian y deshumanizan al ser humano. La alienación es la ruptura de la vida individual, porque siendo explotados no conseguiremos desarrollarnos en nuestro trabajo. Y también, y sobre todo, es una ruptura de la vida social, ya que se divide en clases, y una clase domina sobre otra.

Tipos de alienación

A. Alienación económica. El propietario de los medios de producción compra al mercado laboral la fuerza de trabajo que necesita. Marx llama proletariado a ese grupo social que debe vender la fuerza de su trabajo a cambio de un salario. En esta relación mercantil, el trabajador es libre de derecho, pero no de hecho. Esto significa que no es un esclavo, pero que está obligado a vender su trabajo a cambio de un salario para así poder sobrevivir. La plusvalía es la diferencia entre el coste de producción de algo y el precio al que se comercializa. Marx muestra que la plusvalía ha sido generada por el trabajo y que sirve para incrementar el capital.

B. Alienación antropológica. El trabajo es la característica fundamental del ser humano. El trabajador está vendiendo su propia esencia, por lo que se aliena, se transforma en la herramienta de otro, y en el trabajo se cosifica. El sistema capitalista se convierte en un sistema inhumano.

C. La alienación respecto a la naturaleza. En principio, la naturaleza sería el espacio en el cual el ser humano realiza su esencia, donde ejecuta su actividad. Pero la naturaleza se convierte en algo ajeno, la propiedad privada de otro.

D. Alienación social. El ser humano puede trabajar de forma solidaria desde la libertad. Pero en el sistema capitalista esto no es así. Cada cual trabaja para sí mismo. El otro es visto como un extraño. La sociedad se parte en clases.

E. Alienación religiosa. Los dioses acaban por convertirse en instrumentos de control y opresión, puestos al servicio de los intereses de los poderosos. La religión se convierte en un elemento adormecedor de conciencias.

2. Teoría de la Sociedad

La teoría social de Marx se funda en una filosofía dialéctica y materialista.

A. Dialéctica. La idea principal de la dialéctica es que el conflicto y la oposición son el fundamento último que explica la estructura de la sociedad y sus cambios. Las tensiones entre las diferentes clases sociales y las contradicciones que generan los procesos económicos explican el cambio.

B. El materialismo considera que la comprensión de la realidad debe atender a los aspectos materiales de la vida. La realidad social se ve como un sistema de producción de los medios que satisfacen las necesidades y conflictos que se crean dentro de ella. La filosofía de Marx también es materialista, ya que niega la existencia de una realidad inmaterial, o también llamada alma.

Siguiendo el esquema marxista, la sociedad se construye en tres niveles: la infraestructura, la estructura social y la superestructura ideológica y jurídica.

Llamaremos infraestructura a la relación que existe entre todos los elementos que han participado en el proceso de producción. Estas son las fuerzas productivas y las relaciones de producción.

A. Las fuerzas productivas. Son todos aquellos elementos que han sido importantes en la transformación de lo real y que gobiernan la vida social. En especial, el trabajo y los medios de producción. Es decir, aquellos instrumentos con los que transformamos el mundo. Dentro de los medios de producción tenemos los instrumentos de trabajo y los sistemas de trabajo. El capital es fuerza de trabajo acumulada y también un medio de producción, por lo que gracias a él podemos comprar técnica y mano de obra. En el capitalismo encontramos una de las mayores contradicciones que definen a la sociedad, la oposición entre burgueses y proletariado. Ambos son dueños y propietarios de su trabajo, pero los burgueses son además propietarios de los medios de producción, por lo que se encuentran en una posición más ventajosa. Y el proletariado se ve obligado a vender su fuerza de trabajo para conseguir un salario y sobrevivir.

Las relaciones de producción no son nada más que la organización de las fuerzas productivas. Los principales elementos de organización son:

  1. La división del trabajo
  2. Los sistemas de propiedad
  3. La organización social en clases

La estructura es la organización de la sociedad en grupos, como familias, tribus, etc. La estructura que organiza en grupos a una sociedad depende de la vida económica, y estas sociedades se dividen según Marx en aquellos que tienen propiedad y los que no.

La superestructura es el conjunto de ideas y creencias que configuran la conciencia de los individuos de una época, y a partir de ella interpretan su vida. Un ejemplo de superestructura son las creencias religiosas, en las que hay dos elementos fundamentales: la superestructura jurídico-política, que gracias a ella se construye el Estado, y también se construye el marco de derecho; y la superestructura ideológica, que son las ideas de todo tipo, las que dan una identidad a una época.

La infraestructura y la superestructura tienen una relación dialéctica. Esto significa que las ideas de la sociedad a veces frenan el desarrollo económico. Esto crea un conflicto y se debe modificar alguna de ellas para buscar un nuevo equilibrio. En esta relación dialéctica, en última instancia, el elemento material es el prioritario.

3. Teoría de la Historia: El Materialismo Histórico

El materialismo histórico es una manera de ver la historia, según la cual, para explicar el devenir de la humanidad, debemos hacer caso a la contradicción y a la interdependencia entre los componentes de la sociedad.

Contradicción. El materialismo histórico explica la historia como un proceso de cambio en los sistemas sociales. Esto se debe a un desequilibrio entre las fuerzas productivas y la estructura que las organiza. Ese desequilibrio más tarde tendrá consecuencias en la organización social y en las ideas que tendrán sobre esto los humanos.

La interdependencia. El materialismo histórico hace dependiente el cambio en el orden de las ideas del cambio en el orden de la vida material. Para el materialismo histórico, en el seno de las sociedades se establecen relaciones entre los individuos de cara a la producción de los medios que satisfacen nuestras necesidades. Estas relaciones crean un orden social, y son históricas de la economía. Se llaman modos de producción.

Las relaciones de producción de una época quedan desfasadas cuando tienen que haber cambios en sus miembros. Este desfase provoca una crisis en el modelo económico y social, terminando con el cambio de estos miembros y con la entrada en el poder de una nueva clase social que anteriormente no dominaba.

Lo que llamamos cultura, es decir, el conjunto de conocimientos, valores, arte, etc., es lo que forma nuestra manera de pensar, nuestra visión sobre el mundo y lo que consideramos importante. Para Marx, la cultura y la forma en que pensamos no es algo neutro, sino que refleja los conflictos entre diferentes grupos sociales. Según él, las ideas religiosas, filosóficas, etc., han sido usadas durante mucho tiempo y seguirán siendo usadas para mantener el poder de unas clases sociales sobre otras, y para justificar los sistemas económicos. Por eso, Marx dijo la frase, “la religión es el opio del pueblo”, ya que adormece y calma a la gente frente a las injusticias.

El conjunto de creencias, mitos, que nos da una imagen sobre el mundo se llama ideología. Pero estas ideologías intentan explicar y justificar la realidad en la que vivimos, pero suelen ocultar o suavizar las injusticias. La ideología crea una falsa conciencia, es decir, una forma de ver el mundo que no muestra cómo son realmente las cosas. Por otro lado, tenemos la teoría crítica, que es todo lo contrario. Busca desenmascarar esas ideologías. Su objetivo es ayudar a las personas a ver la realidad tal y como es, un mundo lleno de conflictos. Pero no basta con entenderlo, sino que tenemos que actuar para cambiar las condiciones sociales y económicas que generan esta falsa conciencia.

Sociedad y Lucha de Clases

Para Marx, la historia es el resultado del cambio impulsado por la lucha de clases, es decir, por el enfrentamiento entre grupos humanos con diferente poder y posición dentro del sistema productivo. Una clase social es un conjunto de individuos que comparten una situación económica, política y social similar. La pertenencia a una clase es objetiva y depende del lugar ocupado en el sistema de producción, aunque puede llegar a convertirse en conciencia de clase cuando las personas reconocen sus intereses comunes.

En el capitalismo, la dignidad humana se degrada al romperse la igualdad natural, originando un conflicto permanente entre clases: la lucha de clases. Esta se refleja en distintos ámbitos (económico, cultural, político) y constituye el motor principal del cambio social. La confrontación entre explotadores y explotados debe, según Marx, conducir a la desaparición del capitalismo, considerado un sistema injusto, y al surgimiento de una sociedad comunista sin clases, basada en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción.

La historia humana es entendida como un proceso de búsqueda de la emancipación. En el contexto capitalista, el proletariado —la clase trabajadora explotada— se convierte en el sujeto revolucionario. Según Marx, el proletariado tiene una misión histórica y redentora: tomar conciencia de su situación, organizarse y, guiado por la teoría marxista, llevar a cabo la revolución obrera que instaurará el socialismo o comunismo.

Esta revolución no vendrá de fuera, sino que nacerá de las propias contradicciones internas del capitalismo, como las crisis económicas. Siguiendo la influencia de Hegel, Marx sostiene que estas crisis son inevitables y empujan al sistema hacia su superación. Así, el comunismo será el producto final del desarrollo capitalista, surgido cuando este sistema colapse desde dentro.

4. Nietzsche y la Crítica a la Cultura Occidental

¿Qué es la cultura occidental?

Para Nietzsche, la cultura occidental tiene tres raíces: el mundo griego y romano, la religiosidad judeocristiana y el pensamiento liberal. La cultura occidental, en la época contemporánea, es una apuesta por:

  1. La racionalidad científica y tecnológica.
  2. Una ética universal, defendida desde la Ilustración, que tiene una base cristiana platónica y que culmina en la ética de Kant y en las Declaraciones de los Derechos del Hombre.
  3. Europa ha creado una organización social basada en el Estado. El Estado crea unas normas que se aplican a todos por igual a través de la burocracia, una estructura a través de la cual el Estado controla a la sociedad. El Estado normativiza, define lo que es bueno y lo que es malo.

Diagnóstico: Nihilismo

La ciencia y la filosofía racionalista definen a la cultura occidental. El racionalismo ofrece una visión reduccionista de la realidad natural y humana. Olvida, oculta y reprime la vida en su pluralidad. El pensamiento occidental ha negado lo complejo y lo diferente de lo individual y lo irracional.

Por otro lado, el universalismo ético cristiano y europeo están en crisis. La idea de Dios se cuestiona. Además, descubrimos que hay más formas de vida, y hubo otras épocas, en las que la ética era distinta. El relativismo y el historicismo entran en juego. Por otro lado, la imposición del Estado uniformiza y ahoga la diversidad de los individuos.

A. El nihilismo es un fenómeno histórico, un hecho del siglo XIX que Nietzsche se encuentra. La crisis de la cultura, la pérdida del valor de los valores tradicionales, nacidos de la religión o la filosofía.

B. El nihilismo, para Nietzsche, es el destino de la cultura occidental. En el pasado está la raíz de la crisis del presente. El nihilismo no solo está en crisis. El sentido positivo supone la toma de conciencia de este error fatal, el reconocimiento de que Occidente necesita una nueva filosofía. Tres grandes momentos de una nueva filosofía son:

  1. Momento de la duda. Se toma conciencia de lo que vivimos en una sociedad nihilista. Asumimos el fin de las verdades únicas. Se produce desorientación y angustia que acompañan al náufrago, el símbolo de este momento.
  2. La genealogía de la moral. El pensador toma conciencia de la necesidad de pensar lo que ha pasado. Se necesita una nueva ciencia de la moral.
  3. Transmutación de los valores. Tenemos que crear nuevos valores, una filosofía de la vida y una moral de libertad. El ser humano se convierte en artista, y se orienta hacia el superhombre.

La Genealogía de la Moral

Genealogía. Dos puntos:

  1. Es un método de investigación crítica.
  2. La idea principal es que nuestros valores e ideales tienen una historia. Hay que investigar el origen y desarrollo de las ideas clave de la civilización occidental. Para reflexionar sobre ésta, Nietzsche se basa en la evolución del lenguaje. Nuestro objetivo es clasificar las distintas ideas y valores, descubrir su origen e historia, y valorar su fuerza.

Moral de esclavos

La moral tradicional de la cultura occidental refleja una postura antivital. Es una moral de esclavos. La ley moral niega los impulsos vitales. Uniformiza. Como dice Kant, es heterónoma.

Antes de la inversión de valores: La moral de señores. Antes de que la moral de esclavos se impusiera, la moral dominante era la moral de señores, en la que lo bueno se identificaba con la libertad y la fuerza. En este mundo, los nobles no necesitaban justificar su existencia, ni someterla a ideales abstractos. Con el triunfo de la moral de esclavos, impulsada por el resentimiento de los débiles, esta moral fue desplazada. Se exaltó la humildad sobre la grandeza. La compasión sobre la fuerza.

La negación de la vida en la moral de esclavos. La vida es deseo y alegría en el existir. La moral de esclavos ha tenido como objetivo reprimir toda manifestación de la vida real. Niega el placer de vivir. Esta moral de esclavos es una moral del resentimiento. Nos hunde en la mediocridad, y es una moral del rebaño.

Sentido de la frase «Dios ha muerto». Esta es una expresión que sintetiza la filosofía de Nietzsche. «Dios ha muerto» es una constatación histórica. Dios ha envejecido como idea. Sin un Dios nos encontramos con la libertad como situación básica del ser humano. Para Nietzsche, la muerte de Dios tiene un sentido positivo. Implica la crisis definitiva del monoteísmo de la razón. No hay una única racionalidad, sino plurales razones luchando por subsistir en la vida.

Comparativa entre Marx y Nietzsche

Para Marx, las ideas de Nietzsche representarían una “ideología romántica burguesa”, una filosofía estética que distrae a las personas de la verdadera realidad material y del sufrimiento producido por el sistema capitalista. Desde la perspectiva de Nietzsche, en cambio, el socialismo y el comunismo serían expresiones de la “moral de rebaño”, una moral de los débiles que promueve la igualdad y el colectivismo, anulando la individualidad y la fuerza creadora de los seres humanos.

Aunque mantienen diferencias profundas, Marx y Nietzsche comparten rasgos importantes: ambos consideran que la historia es el eje fundamental de la realidad y que la vida es dinamismo, lucha y transformación, siguiendo la inspiración del filósofo griego Heráclito. Además, junto con Freud, son considerados los “maestros de la sospecha”, porque ejercen una crítica radical hacia los grandes ideales que han construido la cultura occidental, como la religión, la razón, el humanismo y la ética universal. Sospechan que estos ideales no son más que máscaras que ocultan relaciones de poder y de dominio sobre el ser humano.

Ambos critican duramente la modernidad, el capitalismo, el Estado liberal y la cultura burguesa, acusándolos de intentar uniformizar la realidad y de negar aspectos esenciales de la vida como el deseo, el poder y la voluntad. Para Marx, la razón humana está condicionada social y económicamente; la filosofía, la moral y el derecho no son verdades objetivas, sino ideologías que justifican la opresión de unas clases sobre otras. Nietzsche, por su parte, muestra cómo la cultura occidental ha reprimido los impulsos vitales más creativos y afirmativos, imponiendo una moral de esclavos que niega la fuerza, la emoción y la vida.

El diagnóstico marxista de la modernidad se centra en la alienación: el ser humano reducido a una pieza del engranaje capitalista, explotado y privado de su libertad real. Su propuesta es superar esta alienación mediante la acción crítica y revolucionaria del proletariado, instaurando una sociedad socialista sin clases. Nietzsche, por otro lado, diagnostica el nihilismo: la cultura europea ha negado la vida en favor de valores estáticos y abstractos. Su respuesta es el vitalismo, en el que el artista y el superhombre representan la superación de los valores caducos y la afirmación de una nueva vida creadora.

Finalmente, aunque ambos denuncian que nuestras ideas comunes esconden elementos irracionales y opresivos, no caen en un irracionalismo absoluto. Marx apuesta por una teoría racional que critique las ideologías falsas y proyecte un mundo libre y justo. Nietzsche defiende la “transmutación de los valores”, proponiendo una cultura nueva que recupere la autenticidad de la vida frente a la decadencia de la tradición.

Dialéctica

La tesis central de la dialéctica afirma que el conflicto y la oposición son el fundamento último que explica la estructura de la sociedad y sus cambios. La dialéctica es conflicto, lucha, enfrentamiento. Las tensiones entre las clases sociales, con intereses opuestos, y las contradicciones que se generan entre los procesos económicos y las ideas y estructuras sociales, explican el cambio social. La infraestructura económica de una sociedad y la superestructura poseen una RELACIÓN DIALÉCTICA. A veces las ideas o creencias de la sociedad obstaculizan y frenan el desarrollo económico. Esto crea un conflicto y se modifican (cambian la una o la otra) para buscar un nuevo equilibrio. Ahora bien, en esta relación dialéctica en última instancia el elemento material (infraestructura) es el primario y prioritario. Igualmente, La historia es la sucesión DIALÉCTICA de diversos sistemas de organización social o modos de producción (sociedad primitiva, sociedad esclavista, sociedad feudal, sistema capitalista burgués…)

Lucha de Clases

La lucha de clases es la oposición y el enfrentamiento entre dos clases sociales. En cualquier modo de producción se constituye una clase social dominadora que por definición es la negación de la otra clase social (porque la explota). Esta negación de una clase a otra se refleja en diferentes ámbitos: en la producción y distribución de bienes y riqueza (ricos – pobres), en la cultura (sabios – masas ignorantes y pasivas), o en la política (dignatarios – súbditos). Esta lucha de clases constituye el motor fundamental del cambio social y de la historia. La lucha de clases es necesaria para que la historia progrese y se termine produciendo el hundimiento del capitalismo (injusto), dando paso a la sociedad comunista (justa). Al abolir la propiedad privada de los medios de producción se crea una sociedad sin clases.

Plusvalía

La plusvalía forma parte de la alienación económica, puesto que implica que parte del producto del trabajo realizado por los proletarios les es negado. En Marx, la plusvalía se define como la diferencia entre el coste de producción de un bien determinado y el precio de mercado de este. El “coste” de cualquier producto es resultado de la suma de la materia prima, los medios de producción y el trabajo necesario para producirlo. El capitalismo funciona añadiendo a este precio una cierta cantidad, que es precisamente la “plusvalía” o valor añadido. Analizando la plusvalía, Marx muestra la contradicción fundamental del capitalismo. La plusvalía ha sido generada por el trabajo (común) pero sirve para incrementar el capital (privado, de un individuo o grupo reducido).

Genealogía

Nietzsche introduce la genealogía como método crítico para investigar el origen de nuestros valores. No son verdades absolutas, sino productos históricos. Analiza la evolución de conceptos como “bueno” y “malo”, mostrando que en los poemas homéricos “bueno” se asociaba con la nobleza y “malo” con lo plebeyo. Con el tiempo, los valores fueron invertidos: la obediencia y sumisión de los plebeyos pasaron a ser considerados buenos, mientras que la fuerza y autonomía de los nobles se consideraron malas. Nietzsche utiliza la historia, la filología y el estudio del lenguaje para revelar estas transformaciones y cuestionar la vigencia de los valores actuales.

Moral de señores

La moral de señores es la moral antigua, anterior a la inversión de valores. Representa una afirmación vital: fuerza, libertad, creación, orgullo y alegría. Los señores crean sus propios valores sin depender de normas externas ni de la aprobación ajena. La vida se celebra en todas sus manifestaciones: fuerza física y espiritual, belleza, salud y creatividad son virtudes. Los señores aceptan la desigualdad natural, valoran la jerarquía y desprecian la compasión excesiva y el sacrificio. La moral de señores promueve la superación personal y la conquista interior y exterior.

Moral de esclavos

Con el triunfo de los plebeyos, surge la moral de esclavos, dominada por el resentimiento. Esta moral niega la vida, reprime los impulsos vitales y uniformiza a los individuos. Es una moral heterónoma, como señaló Kant, basada en normas externas. La moral de esclavos transforma valores activos en pasivos: glorifica la obediencia, la sumisión y la resignación. La ética tradicional de Occidente, incluyendo el cristianismo y el socialismo, es para Nietzsche una expresión de esta moral decadente, que genera hombres-masa mediocres y débiles.

Nihilismo

El nihilismo define la crítica de Nietzsche a la cultura occidental. Negativamente, es el diagnóstico de la crisis de valores tradicionales como Dios, la Razón o la Verdad, percibidos como vacíos. Positivamente, el nihilismo impulsa el reconocimiento de este vacío y la necesidad de crear nuevos valores. El proceso del nihilismo consta de tres fases:

  1. Duda: Tomamos conciencia del carácter nihilista de nuestra sociedad y experimentamos desorientación.
  2. Genealogía: Reflexionamos históricamente sobre el origen de nuestros valores.
  3. Transmutación de los valores: Creamos nuevos valores que afirmen la vida y la libertad.