La Ruta de Descartes hacia la Verdad: Duda Metódica, Cogito y Fundamentos de la Realidad

1.2. La Búsqueda de la Primera Verdad: La Duda Metódica

Significado y Sentido de la Duda en Descartes

La duda cartesiana representa una crítica radical a las opiniones admitidas hasta entonces como verdaderas.

Razones para Dudar de Todas Nuestras Verdades (Los Pasos de la Duda)

El Testimonio Falaz de los Sentidos

De lo primero que podemos dudar es de todos los conocimientos que nos llegan a través de los sentidos. Porque los sentidos nos engañan a veces. Si los sentidos nos engañan algunas veces, podríamos inferir que nos engañan siempre, ya que no es prudente fiarse nunca más de quien nos ha engañado alguna vez.

La Dificultad de Distinguir con Claridad el Sueño de la Vigilia

La segunda razón por la cual debemos dudar de todas nuestras verdades es el hecho de que es imposible distinguir con claridad el sueño de la vigilia. Algunas veces, mientras dormimos, tenemos sueños que son “tan reales” que solo descubrimos que eran un sueño cuando despertamos.

La Hipótesis del Genio Maligno

Esta hipótesis convierte la duda en una duda radical que cuestiona absolutamente todas las verdades del saber de la época sin excepción. Si este ser existiese (un Genio Maligno, un manipulador), yo no tendría forma alguna de saberlo; por tanto, no puedo demostrar que no exista. Naturalmente, el genio maligno de Descartes es tan solo una hipótesis.

Conclusión de la Duda: ¿Escepticismo?

La duda cartesiana es una duda general y radical porque afecta al edificio entero del saber. Sin embargo, no desemboca en el escepticismo, tan de moda en su época. De hecho, la filosofía de Descartes pretende combatir esta corriente.

1.3. El Descubrimiento de la Primera Verdad y su Naturaleza

La Primera Verdad: La Existencia del Yo

El hallazgo de esta verdad lo podemos exponer de la siguiente manera:

  1. Puedo dudar de todo.
  2. Pero si dudo, la conclusión necesaria es que YO EXISTO. Para poder dudar, necesito existir.

La primera verdad ha sido hallada POR INTUICIÓN, es decir, conocida por medio de la primera operación de la razón o del espíritu, con CLARIDAD Y DISTINCIÓN, y por tanto es EVIDENTE.

La Naturaleza del Yo

Descartes no puede definirse como cuerpo. El único material del que dispone es el pensamiento. Por eso, ante la pregunta ¿qué soy?, Descartes responde: UNA COSA QUE PIENSA (res cogitans).

1.4. La Deducción de las Otras Certezas: La Existencia de Dios y la Existencia del Mundo

Descartes descubrió mediante intuición la primera verdad, el cogito. De lo que se trata ahora es de deducir nuevas verdades a partir del cogito. Esta deducción va a suponer al mismo tiempo una eliminación de los motivos de duda.

El Criterio de Certeza

Descartes establece como regla general que todo cuanto se presente con igual claridad y distinción será verdadero.

El Peligro del Solipsismo

La estrategia que diseña es la siguiente: si demuestro la existencia de un Dios bueno, demuestro a la vez la falsedad de la hipótesis del genio maligno, ya que un Dios bueno no puede permitir que yo me engañe. Los pasos son estos cuatro:

  1. Análisis de las ideas del yo.
  2. Demostración de la existencia de Dios.
  3. Eliminación de la hipótesis del genio maligno.
  4. Demostración de la existencia del mundo.

El Análisis de las Ideas del Yo

Comienza analizando las ideas que piensa el yo, distinguiendo tres tipos de ideas:

  • Ideas adventicias: Aquellas que parecen proceder del exterior a mí.
  • Ideas facticias: Aquellas que parecen haber sido producidas por mí.
  • Ideas innatas: Aquellas que no parecen proceder del exterior ni haber sido producidas por mí.

2ª Verdad: Demostración de la Existencia de Dios

Descartes analiza dos de esas ideas innatas, la de infinito y la de perfección, argumentando que no pueden haber sido causadas por mí, dado que soy finito e imperfecto.

1ª Demostración: Basada en la Idea de Infinitud

Entre las ideas que tengo en mi mente se encuentra la idea de Dios como una sustancia infinita y eterna. Esta idea no es adventicia, puesto que los sentidos no perciben nada que sea infinito ni eterno. Tampoco es facticia. Yo puedo ser la causa del resto de ideas, pero no de esta, porque esta idea me supera en grado de realidad.

2ª Demostración: Basada en la Idea de Perfección

Yo me reconozco como un ser imperfecto. Reconozco al mismo tiempo que no puedo ser el autor de mi ser. Conclusión: es necesario que exista un ser perfecto como causa de su idea en mí.

Argumento Ontológico de San Anselmo

La esencia de la idea de Dios contiene su existencia. Ya que la idea de Dios representa a un ser perfecto, y es imposible pensar un ser perfecto inexistente, porque dejaría de ser perfecto.

3ª Verdad: Demostración de la Existencia de las Cosas Corpóreas

Existencia de los Cuerpos

Para la demostración de la existencia de las cosas corpóreas, Descartes procede al análisis de las ideas de las cosas corpóreas. Esas ideas deben proceder de alguna sustancia distinta de mí mismo. Esa sustancia puede ser un cuerpo, Dios mismo o el Genio Maligno:

  1. Dios no puede ser la causa, porque entonces me estaría engañando y Dios no es engañador.
  2. El Genio Maligno no puede ser, porque entonces Dios me estaría engañando indirectamente al permitir que el genio maligno actúe en mí.
  3. Por tanto, hay que concluir que la causa de las ideas de las cosas sensibles son las cosas corpóreas mismas.

Naturaleza de los Cuerpos

De todo lo que percibimos de los cuerpos, de lo único que podemos estar seguros es de todo lo que percibamos con claridad y distinción: EXTENSIÓN, MOVIMIENTO, FIGURA. Es decir, todas las cualidades matematizables de los objetos.