El Giro Copernicano de Kant: Una Revolución en el Conocimiento
Nicolás Copérnico afirmó que el movimiento de los astros no podía entenderse si se suponía que la Tierra era el centro del universo, por lo que invirtió los papeles, colocando al Sol en el centro. Del mismo modo, Immanuel Kant sostiene que si las condiciones de objetividad del objeto no pueden ser enviadas por este —ya que solo envía impresiones—, es necesario, al igual que Copérnico, afirmar que son las cosas las que se ajustan a nuestros conceptos y no al revés.
Por lo tanto, las categorías son conceptos puros a priori, lo que implica que el sujeto es activo y que las cosas se someten a nuestros conceptos para el conocimiento. El giro copernicano se refiere a que solo podemos comprender el conocimiento a priori si admitimos que únicamente conocemos los fenómenos (la realidad tal como se nos aparece) y no las cosas en sí mismas, los noúmenos (la realidad independiente de nuestra experiencia).
Comparativa Filosófica: Descartes y Kant sobre el Conocimiento
Similitudes y Distinciones Fundamentales
En primer lugar, cabe destacar que ambos filósofos pueden ser considerados idealistas, puesto que ambos afirman que no podemos conocer las cosas tal y como son: para Kant, solo las podemos conocer como fenómenos; y para Descartes, como contenidos del pensamiento. Así, ambos filósofos establecen una distinción fundamental en cuanto a las ideas:
- Descartes distingue entre ideas adventicias (provenientes de la experiencia), facticias (creadas por la imaginación) e innatas (nacidas con el pensamiento).
- Kant diferencia entre conocimiento a priori (independiente de la experiencia) y a posteriori (derivado de la experiencia).
El conocimiento a priori de Kant se relaciona con las ideas innatas de Descartes, ya que ambas son independientes de la experiencia y, por lo tanto, necesarias y universales. Otro punto que comparten ambos filósofos es la primacía del sujeto de conocimiento: para Descartes, es el yo (el cogito), una verdad indudable; y para Kant, es el punto de partida de la reflexión filosófica, siguiendo los pasos del giro copernicano.
Diferencias Clave en la Metafísica y los Límites de la Razón
Sin embargo, mientras Descartes postula tres sustancias (yo, Dios y extensión), para Kant estas no son sustancias en sí, sino que la idea de sustancia es una categoría del entendimiento que sirve para unificar la experiencia sensible, pero no para aumentar nuestro conocimiento de la realidad en sí misma (es decir, no es un juicio sintético a priori).
Así, Kant refuta la demostración cartesiana de la existencia de Dios, argumentando que de la mera idea de algo no se puede deducir su existencia real. Todo esto los lleva a diferenciarse enormemente: Descartes considera la metafísica como el conocimiento supremo para referirse al mundo, mientras que Kant, aunque valora las matemáticas y la física, negará que la metafísica sea una ciencia en sentido estricto, al no poseer juicios sintéticos a priori.
Por último, cabe destacar que Kant considera que la razón tiene límites, a diferencia de Descartes, quien no le impone tales restricciones.
La Ética Kantiana: Fundamentos y Conceptos Clave
El Imperativo Categórico: La Ley Moral Universal
Para Kant, el valor moral de una acción no reside en lo que se quiere lograr (en su fin), sino que consiste única y exclusivamente en el principio por el cual se realiza la acción. De esta manera, Kant formula el célebre imperativo categórico:
“Obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal”.
De esta manera, una acción es moralmente válida solo cuando podemos desear que la máxima que la rige se convierta en una ley universal. Así, el imperativo categórico busca eliminar las excepciones, estableciendo principios que sean universalmente válidos para todas las personas.
La Formalidad de la Ética Kantiana: Más Allá de lo Empírico
Que la ética kantiana sea formal significa que, según Kant, la moralidad no puede fundarse en nada empírico. Una norma moral debe ser universal y válida para todos los seres humanos en todas las circunstancias y, por lo tanto, debe ser necesaria y cumplirse por sí misma. Una norma moral no puede establecer ningún bien o fin de conducta específico, ni puede decirnos cómo actuar; solamente debe contener la forma de la moralidad, es decir, la universalidad y la necesidad.
La Conciencia Moral y el Deber en Kant
Mientras que todo en la naturaleza está condicionado por las leyes de la causalidad, en la conciencia moral domina un imperativo que no conoce condiciones: el imperativo categórico. La conciencia moral no permite circunstancias particulares que condicionen la validez de la ley moral; esta siempre tiene validez.
Para Kant, lo único absolutamente bueno es la buena voluntad, la cual, sin embargo, suele estar condicionada por las «inclinaciones» irracionales del ser humano, como el amor, el odio, el placer, la avaricia, etc. De este modo, cuando existe esta lucha entre la buena voluntad y las inclinaciones, la buena voluntad se manifiesta como deber.
Es crucial distinguir entre:
- Obrar «por deber»: cuando la acción se realiza por respeto a la ley moral, a pesar de las inclinaciones.
- Obrar «conforme al deber»: cuando la acción coincide con la ley moral, pero se realiza por algún interés o inclinación (y, por lo tanto, carece de valor moral intrínseco).
Kant y la Ilustración: Razón, Libertad y Dignidad Humana
La época de la Ilustración, también conocida como el Siglo de las Luces, comparte gran parte de su ideología con la filosofía de Kant. Entre los aspectos más relevantes, destacan:
- La importancia de la razón: Aunque Kant establece límites a la razón (el noúmeno no es accesible a ella, es decir, no podemos conocer la realidad tal y como es en sí misma), la considera la facultad suprema para el conocimiento y la moral.
- El lema de la Ilustración: Se relaciona directamente con los principios kantianos:
- Libertad de la razón y autonomía: La capacidad del ser humano de pensar por sí mismo y de darse sus propias leyes morales.
- Igualdad para todos los seres humanos y defensa de la dignidad humana: Todos los individuos poseen un valor intrínseco por su racionalidad.
- Fraternidad: Implica no condicionar el papel del ser humano en la sociedad por factores externos, sino reconocer su valor universal.
En resumen, la filosofía kantiana subraya que, por el mero hecho de ser personas, todos somos iguales en dignidad y derechos, un pilar fundamental del pensamiento ilustrado.
Kant vs. Hume: La Razón como Fundamento de la Moral
La respuesta es no, Kant no está de acuerdo con Hume en que la razón sea incapaz de dar fines últimos a la voluntad. La postura de ambos filósofos es fundamentalmente opuesta en este punto:
- David Hume sostenía que la razón es esclava de las pasiones y que no nos indica cuál es el fin último de una acción; por lo tanto, no podemos saber qué debemos hacer moralmente solo por la razón. Para Hume, si la razón marcara el fin último, podríamos discernir lo que conviene y lo que no de manera universal.
- Immanuel Kant, por el contrario, afirma categóricamente que la razón es el único fundamento de cualquier acción moral. Para Kant, el ser humano es digno precisamente por ser racional y capaz de actuar por principios universales. Además, sostiene que en el uso práctico de la razón reside el saber práctico y, por ende, el saber moral. Kant concluye que la razón autónoma es el origen de la libertad y de los derechos humanos, siendo capaz de darse a sí misma la ley moral.