Fundamentos Filosóficos: Materia, Vida, Ser y Conciencia

Conceptos Fundamentales en Filosofía y Ética

La Materia

La materia alude comúnmente a lo inerte e informe. Históricamente, los filósofos la han concebido como el constituyente último de la naturaleza, es decir, como sustancia, aquello que subsiste a través de los cambios. Hoy en día, el concepto de materia ha quedado reducido a la densidad de campo. La materia no es más que una cierta concentración de energía en un espacio delimitado.

La Vida

La vida designa aquello que es animado y se desarrolla. El ser vivo está formado por partes heterogéneas que funcionan coordinadamente en beneficio del conjunto. La vida se define como la propiedad de los seres dotados de un proyecto de morfogénesis autónoma.

En la antigüedad, se pensaba que el alma era la responsable de la vitalidad de los cuerpos, de su calor y de su movimiento. Así se formuló la teoría del Alma del Mundo.

El Espíritu

El espíritu se identifica, para unos, con el alma y, para otros, con la actividad superior de los seres humanos. En la teología cristiana, nombra a las entidades totalmente incorpóreas (Dios, los ángeles, etc.). La biología contemporánea reconoce que la vida organizada, si bien tal vez no incluya el espíritu, sí implica una organización de sus elementos que determina relaciones específicas.

Características Comunes del Ser Vivo

La biología trabaja con la hipótesis de la existencia de ciertas características comunes a todo ser vivo:

  1. Autoorganización: El ser vivo, cuando se desarrolla, evoluciona del desorden al orden.
  2. Metabolismo: Conjunto de funciones del organismo vivo destinadas a captar y utilizar la energía y la materia externa necesaria para su conservación y reproducción.
  3. Reproducción: Capacidad de generar nuevos seres vivos.
  4. Evolución y capacidad de adaptación al medio.
  5. Unidad estructural a nivel molecular: Todos los seres vivos comparten la propiedad de la transcripción de un código genético esencialmente común.

Teorías sobre la Naturaleza de la Vida

  • Hilozoísmo: Según esta doctrina, materia y vida son inseparables, ya sea porque la materia posee propiedades vitales o porque la vida tiene su origen en la materia.
  • Mecanicismo: En biología, esta teoría se caracteriza por reducir las leyes biológicas a leyes fisicoquímicas. Su propósito es integrar lo viviente en el nivel de lo físico, sin considerarlo una excepción de la naturaleza. Descartes, por ejemplo, negó la existencia de alma en los animales.
  • Organicismo: Comprende el cuerpo viviente como una estructura en la que cada parte se subordina y colabora en el funcionamiento del todo. Aunque formalmente un organismo se pueda describir como un entramado de órganos o células con una determinada composición bioquímica, según los organicistas esto no explicaría todavía la diferencia entre lo vivo y lo inerte. Los filósofos románticos concebían la naturaleza como un gran ser vivo dinamizado por un elemento espiritual que actúa según niveles y formas diferentes.
  • Vitalismo: Afirma la acción de una fuerza interna específica que impulsa a una determinada clase de materia. Se opone al mecanicismo en la medida en que se niega a reducir la vida al funcionamiento de leyes fisicoquímicas. Sostiene la especificidad de la vida como algo irreductible a una interpretación causal y mecanicista.

La Religión y la Fe

En la religión cabe distinguir dos aspectos relacionados, pero que no se confunden:

  1. Como credo, es decir, como conjunto de verdades trascendentes e indemostrables, la religión remite a la fe.
  2. Como práctica social y cultural, la religión remite a cultos, ritos y ceremonias de carácter público.

También en lo que respecta a la fe es preciso distinguir entre dos aspectos:

  1. Por un lado, su contenido interno, es decir, las creencias, que resultan ajenas y tal vez extrañas para aquel que no participa directamente en ellas.
  2. Por otro, un conjunto de signos, símbolos, rituales e ideas cuya significación, en tanto que se manifiestan abiertamente, se revelan a quien sabe interpretarlos.

El Problema de Dios en la Filosofía Medieval

Para los filósofos medievales, el problema de Dios consistió, en gran medida, en analizar racionalmente la posibilidad misma del Ser que es objeto de fe para los creyentes.

  • Prueba Ontológica: La existencia forma parte de los predicados necesarios del Ser supremo, principio de toda realidad. Por tanto, este Ser supremo ha de existir necesariamente. Aquí se confunden las condiciones del pensamiento con las condiciones de la realidad.
  • Prueba Cosmológica: Si algo existe, es preciso que exista también un Ser absolutamente necesario como causa primera. Sin embargo, incluso admitiendo la existencia de un Ser necesario, este lo sería solo en el nivel del pensamiento lógico, no como existencia real.
  • Prueba Físico-Teleológica: De la unidad, la belleza, el orden y la finalidad de los objetos de nuestra experiencia se concluye la existencia de una inteligencia suprema, causa única del universo, que es Dios. No obstante, incluso admitiendo en las cosas un orden intencional impreso en ellas, de ahí solo se deduciría la existencia de un fabricante o arquitecto del mundo, es decir, un ser al que convendría una perfección elevada, pero no necesariamente la perfección absoluta.

El Ateísmo

El ateísmo es la negación de la existencia de Dios o de la posibilidad de conocer su existencia. Se manifiesta en la indiferencia religiosa y en un modo de vida ajeno a la fe y a las doctrinas de los creyentes. Ateo es, pues, quien sostiene, en la teoría o en la práctica, que «Dios no existe».

Existe una importante diferencia que tiene que ver con la modalidad de esta experiencia en cada caso:

  1. La racionalidad científica solo admite la realidad observable, reproducible y que puede ser formulada mediante hipótesis racionales y leyes universales válidas.
  2. Obviamente, la religión y la teología entienden por realidad algo que se expresa con criterios diferentes a los utilizados convencionalmente por la ciencia.

La Metafísica y el Ser

La Metafísica según Platón

Platón afirmó que es posible un conocimiento de la verdad por encima de las diversas opiniones particulares y subjetivas. Lo que percibimos son solo las apariencias de las cosas; más allá de ellas está el mundo de las esencias o Ideas. Platón propuso las siguientes concepciones:

  1. Diseñó un dualismo metafísico que distingue entre el mundo inteligible y el mundo sensible.
  2. Elaboró una teoría del conocimiento que diferencia entre ciencia y mera opinión.
  3. Formuló una concepción del ser humano formado por alma y cuerpo.
  4. Aplicó estas teorías para desarrollar una doctrina ética basada en la justicia y una concepción política.

La Metafísica según Aristóteles

Aristóteles reconstruyó el concepto de metafísica como teoría de la sustancia y fundamento de todos los saberes. Consideró que el verdadero Ser es la esencia que se manifiesta en la apariencia.

«Ser» es la palabra utilizada para designar la existencia y el sentido fundamental, del cual dependen los «seres» como conjunto de sus manifestaciones o expresiones concretas. Es una ciencia del Ser en sí, en cuanto algo más fundamental que las meras apariencias fenoménicas de las cosas concretas que se muestran a nuestros sentidos.

Concepciones del Ser

  • El Ser en Parménides: Parménides fue quien atribuyó al Ser la condición de «necesario», es decir: lo propio del Ser es que no puede no ser, y, por tanto, ha de ser eterno, inmutable y único, existiendo fuera del tiempo.
  • La Concepción del Ser de Aristóteles: Privilegió el carácter de necesidad como distintivo de la estructura formal del Ser, que se realiza en la sustancia. La necesidad del Ser ofrece al saber la posibilidad de ser ciencia, pues con Aristóteles la necesidad del Ser en el orden ontológico se traduce en la necesidad de la causalidad.
  • El Ser de Dios y de las Cosas en la Escolástica Medieval: Atribuía la necesidad del Ser y sus atributos de unidad, eternidad, etc., a Dios como sustancia más elevada y perfecta. El ser de las demás cosas radica en la necesidad con la que derivan de la sustancia divina.

La Relación entre Apariencia y Realidad

La realidad siempre deberá poder diferenciarse de lo que se considera como simple apariencia. El uso de «aparecer» por oposición a «ser» es de sentido común y también una tradición constante en la filosofía metafísica. Entonces, el término «apariencia» puede entenderse en dos sentidos:

  1. Como algo que oculta la realidad verdadera: un intento de superación de la apariencia hasta acceder a lo en sí.
  2. Como la manifestación o expresión de la realidad misma: permitir que se muestre lo que se nos aparece.

Parménides y Platón fueron los máximos representantes de una consideración de la apariencia como objeto del conocimiento sensible.

Para Aristóteles, la sustancia es el Ser mismo, que permanece idéntico a sí mismo bajo las transformaciones de sus atributos accidentales. Para la metafísica tradicional, la esencia de una cosa suele ser comprendida como aquello que responde a la pregunta: «¿Qué es tal cosa?». Por su parte, Tomás de Aquino, siguiendo a Aristóteles, definió la esencia como lo común a todas las naturalezas en virtud de lo cual un conjunto de entes son ordenados y clasificados en una serie de géneros y de especies. La existencia, por su parte, significa el hecho de ser.

El Ser Humano: Evolución, Naturaleza y Conciencia

Evolución del Homo Sapiens

La aparición de los primeros seres humanos sobre la Tierra se explica a partir de la idea darwiniana. En nuestros antepasados Homo sapiens, el hecho de caminar erectos apoyándose en los pies dejó libres las manos, que pudieron cumplir muchas de las funciones que, en los animales, se realizan con las patas. Al caminar erecto, los ojos del Homo sapiens se situaron mirando hacia adelante, lo que facilitó las tareas manuales. Cada animal, en su adaptación al medio, ha desarrollado órganos de acción, sean de defensa o de ataque. En el caso del Homo sapiens, su situación de desprotección debido a su precaria dotación corporal lo encaminó a un desarrollo de su capacidad cerebral y a un perfeccionamiento progresivo de su inteligencia como instrumento propio.

Se empezó a comprender lo humano en relación con su naturaleza biológica y con los ambientes en los que los seres humanos interactúan.

Perspectivas Antropológicas

  • Antropología Cultural: Los primeros antropólogos evolucionistas influyeron en pensadores como Marx, Engels y Freud. Desligándose del evolucionismo estricto, la antropología se orientó hacia estudios de tipo más concreto sobre pueblos determinados. Durante las décadas de 1920 y 1930, se desarrolló la llamada «escuela sociológica». El estructuralismo en la antropología cultural se basa en la producción de modelos culturales sustentados en los métodos de la lingüística y de la lógica formal para establecer principios relativos al comportamiento social.
  • El Ser Humano desde la Ciencia Natural: Se impuso también el estudio de la vida humana como una rama de la ciencia natural. El estudio científico del ser humano tenía que relacionar el funcionamiento de su mente y su comportamiento con los procesos bioquímicos. Se comenzó, así, a investigar la influencia de los instintos en el comportamiento social, la relación entre las necesidades de adaptación al medio y las costumbres de los grupos humanos, o la relación entre las sensaciones y la percepción. A partir de todos estos estudios, se concluyó que la conciencia es una propiedad que emerge en los seres humanos por factores naturales y como consecuencia de su interacción con el medio.

Dualismo de Alma y Cuerpo

El ser humano es un compuesto de dos sustancias distintas y heterogéneas: el cuerpo y el alma. Por nuestra educación, estamos acostumbrados a distinguir en nosotros entre alma y cuerpo, e incluso a pensar que son cosas opuestas. Sin embargo, esta es una creencia de origen religioso. El dualismo de alma y cuerpo hace imposible explicar la conexión de ambas realidades en nuestra vida cotidiana, donde siempre se mezclan factores espirituales e intelectuales (es decir, del alma) y factores afectivos y sensitivos (es decir, del cuerpo). Nuestras ideas y vivencias no son cosas separadas de la dinámica de nuestro cuerpo.

Comportamiento Mítico, Mágico y el Trasfondo Animal

De igual modo, nuestro pasado animal se deja sentir en los ámbitos de nuestro comportamiento más alejados de nuestra conciencia racional, como son los sueños, las pasiones, el delirio o la locura. La conciencia de este hecho ha llevado igualmente a relacionar ese trasfondo animal del ser humano con sus comportamientos antisociales y criminales.