Antropología y Epistemología en la Antigüedad Clásica
Los Modos de Conocer del Alma según Platón
Estos niveles de conocimiento tienen un paralelismo directo con el escenario de la caverna, donde se hacen presentes estadios clave en el proceso cognitivo:
- El mundo de lo que se ve (Mundo Sensible).
- El horizonte de las ideas (Mundo Inteligible).
- La luz de la idea suprema: el Bien (Objeto preeminente).
Estos estadios determinan tres modos de conocimiento:
- La sensación, a través de la cual se hace presente el mundo. Por este nivel empieza todo y puede ser engañoso. No obstante, es el primer filtro a través del que el mundo nos llega.
- Las ideas (Doxa), donde el alma se hace forma de conocimiento no inmediata como la sensación. Apenas roza el mundo exterior, aunque se refiera a él. Su territorio es la doxa, las opiniones.
- Solo en esa lucha por la verdad se puede alcanzar el conocimiento que se expresa en la ciencia (Episteme). Este saber alcanza su momento esencial en el conocimiento del Bien, objeto preeminente de un grado superior de conocimiento, el Nous, o inteligencia.
El concepto de Nous fue una forma de ver «adivinando» lo que se «veía tras la apariencia». Esta forma de mirar entendiendo se convertirá en el momento superior de la inteligencia, como veremos en Aristóteles.
Vías de Acceso al Mundo Inteligible
¿Cómo podemos acceder al conocimiento del mundo inteligible? Platón propone diferentes caminos:
A través de la Dialéctica
Platón establece un paralelismo ontología-epistemología. El mundo sensible se divide en imágenes (grado de ser), que pueden ser aprehendidas con la imaginación, y cosas, que son captadas a través de la creencia. Platón adjudica un grado de conocimiento general para este mundo: la doxa.
El mundo inteligible se subdivide en objetos matemáticos, estudiados por la razón discursiva del matemático, e ideas, que son captadas por la inteligencia (Nous). La Idea de Bien en sí hace inteligibles al resto de las ideas.
A través de la Reminiscencia
El alma ha estado en el mundo de las ideas y puede recordarlo. Este concepto se basa en que, si el alma existía antes de que nosotros existiéramos, precisamente por ello hemos «conocido antes» lo que luego llegamos a saber.
El Mito de la Caverna: Alegoría del Proceso de Conocimiento Platónico
Platón explica el proceso del conocimiento a través del famoso mito de la caverna, una alegoría fundamental de su epistemología.
La Visión en la Sombra (El Mundo Sensible)
Al fondo de la caverna hay, atados de pies y manos, unos personajes, obligados a mirar al frente. A sus espaldas hay una tapia, tras la que pasan porteadores que dejan asomar objetos. La luz de una hoguera y la luz del sol (que también ilumina el mundo real) proyectan sombras. Estos prisioneros viven envueltos en sombras.
Según el simbolismo platónico, podríamos pensar que los hombres nacen encadenados a determinados esquemas propios de la época en que viven y desde los que contemplan la vida. Esta interpretación plantea un problema de extraordinaria modernidad: como si el pensamiento dependiese de algo que está fuera de nosotros mismos y que nos condiciona y determina.
Para los prisioneros de la caverna, el mundo es lo que ven. La verdadera realidad está, sin embargo, en otra parte. Los condenados a ver lo que otros les muestran solo conocen el mundo por su apariencia.
La Liberación y el Ascenso (El Camino de la Episteme)
El mito describe, además, un segundo estadio: uno de los prisioneros es liberado. Ve los objetos que pasan por encima del tabique y le irrita los ojos la luz que nunca ha percibido directamente. Después se le fuerza a ascender por una cuesta para alcanzar la salida.
Allí necesita acostumbrarse a la luz del sol, para admirar las sombras, luego los objetos que se reflejan en el agua, y después los objetos mismos. Finalmente, percibirá la luz del sol, contemplándolo en sí mismo y entendiendo que es la causa de todo lo que ha visto. Esto le mostrará la ignorancia en la que vivía en la caverna y le llevará a compadecerse de sus compañeros.
Platón nos presenta la vida como un proceso de liberación y un camino en una dirección. Al final se halla la salida y en ella aparece otro mundo de cosas reales. El mito platónico marca un sendero desde la tiniebla a la luz, e indica que el camino está para recorrerlo. Entre tantas enseñanzas platónicas se encuentra la de que el saber es siempre camino. El verdadero filósofo se libera de las sombras a través de la dialéctica y alcanza el mundo verdadero de las ideas.
El Retorno y la Solidaridad Ética
Todo conocer parece surgir de esa sombra inicial y su meta es la inteligencia de la realidad, y la luz que nos lleva a descubrir el mundo, investigarlo y hacerlo nuestro. Por eso hay un tercer acto en la «comedia» platónica.
El prisionero que haya podido liberarse de sus ataduras y contemple lo que hay al otro lado de la caverna, siente un sentimiento de solidaridad con los pobres encadenados que siguen en el fondo, y le impulsa a comunicar a los antiguos compañeros su sorprendente descubrimiento. Un componente moral, una actitud de solidaridad, parece encontrarse en todo proceso de conocimiento. El saber no es saber si no se comunica, si no se enseña, si no sirve para sentir en él la necesidad de compartir y educar.
Teoría del Conocimiento en la Escolástica Medieval (Tomás de Aquino)
El conocimiento tiene su origen en los sentidos y, a partir de estos, extrae los inteligibles. Hay que extraer el elemento universalizable que está contenido en la materia.
Proceso Cognoscitivo (Abstracción)
- Los sentidos perciben lo individual.
- La memoria registra una imagen individual de estos objetos (Fantasmas).
- El entendimiento agente obtiene los rasgos esenciales del objeto (Abstracción).
- Esto activa el entendimiento paciente, que formula un concepto universal.
La separación de las facultades posibilita el proceso de abstracción que permite percibir un objeto sensible y obtener de él un concepto inteligible.