1. La Relación entre Fe y Razón en Tomás de Aquino
La propagación del pensamiento aristotélico por Europa obligó a cambiar la concepción agustiniana de la relación entre la fe y la razón. Por ello, se explica el planteamiento novedoso de Tomás de Aquino, quien, según esta perspectiva, defendió la teoría de la doble verdad, que sostiene que en un problema pueden existir dos respuestas distintas pero verdaderas (una desde la fe y otra desde la razón). El averroísmo latino y la teoría de la doble verdad son un intento por defender la autonomía de la razón.
El planteamiento de las relaciones entre fe y razón se basa en tres afirmaciones clave:
- La razón y la fe son facultades distintas de conocimiento, cada una con sus propios métodos.
- Existen verdades comunes que se pueden conocer tanto por la fe como por la razón, y que forman la teología natural o racional.
- No contradicción de la fe-razón: la contradicción sería posible en las verdades comunes, pero es un caso imposible, dado que la verdad es única y no hay posibilidad de contradicción.
El planteamiento entre la fe y la razón supone un intento por mantener la autonomía de la razón sin llegar a los excesos. Sin embargo, esta autonomía es insuficiente, puesto que la razón está subordinada a la fe y la limita. Reconocerla como fuente de conocimiento independiente supone llegar al límite permitido por un autor creyente.
2. Pensamiento Metafísico Tomista
La metafísica de Tomás de Aquino es una síntesis de la filosofía griega, medieval y la religión cristiana, compuesta por principios aristotélicos y no aristotélicos.
Distinción entre Esencia y Existencia
Este es el principio esencial de la filosofía tomista. Mientras Aristóteles había establecido dos estructuras fundamentales en la sustancia, Tomás de Aquino incluye la distinción esencia-existencia, afirmando que toda sustancia se puede distinguir entre su esencia y su existencia. La esencia es el conjunto de rasgos que hacen que una cosa sea esa cosa, mientras que la existencia es la materialización de una esencia. Esta distinción se da en todo ser, excepto en Dios, porque Dios es el ser cuya esencia consiste en existir. Este principio establece una diferencia fundamental entre lo creado y lo necesario (Dios).
Principio de Causalidad Ejemplar
De origen platónico e interpretado en clave cristiana, sostiene que Dios es la causa ejemplar de todas las criaturas, que imitan el modelo de Dios.
Principio de Participación
Lo asocia al de causalidad. Las criaturas participan, en cierto modo, de su creador.
Principio de los Grados del Ser
Introduce una visión jerárquica del universo. Los seres más perfectos y bellos están más cerca de Dios y son los que más se le asemejan.
3. Teología: Las Cinco Vías para Demostrar la Existencia de Dios
La existencia de Dios es una verdad evidente en sí misma, pero no lo es para nosotros, por lo que su demostración es necesaria. Tomás de Aquino se separó del ontologismo, que defendía la existencia de Dios sin pruebas. Sostenía que la existencia de Dios puede demostrarse mediante argumentos a posteriori (que parten de los efectos para llegar a las causas), considerando que para ello es necesario partir del mundo empírico, por ser este más accesible.
Aquino elaboró cinco argumentos racionales para demostrar la existencia de Dios, conocidos como las Cinco Vías. Los motivos que impulsaron a Tomás de Aquino a proponer argumentos a posteriori son razonables, ya que se debe partir de lo más simple para llegar a lo más complejo. El mundo empírico es aquel que captamos por los sentidos, mientras que Dios no es una realidad empírica. Las Cinco Vías se estructuran de la siguiente manera:
- Punto de partida: Un hecho empírico observable a través de los sentidos.
- Aplicación del principio de causalidad: Se introduce un principio de naturaleza filosófica desde el cual se desarrolla la prueba.
- Imposibilidad de series infinitas de causas: Todo efecto tiene una causa, que remite a otra… esta cadena no puede extenderse al infinito, ya que debe existir una Causa Primera que sea el origen de todo lo existente.
- Término: La Causa Primera es Dios, y así queda demostrada su existencia. En cada vía se atribuye a Dios una cualidad distinta. De este modo, las Cinco Vías no solo demuestran la existencia de Dios, sino que también nos proporcionan información sobre su naturaleza.
4. Antropología Tomista: La Naturaleza del Ser Humano
Tomás de Aquino defendió una visión dualista del ser humano, intentando hacer compatible la visión griega con la imagen cristiana.
- La unión cuerpo-alma es sustancial, aunque la separación sea antinatural. Rechazó la tesis de la naturaleza mortal del alma.
- El alma está compuesta por distintas facultades o potencias: potencias superiores (exclusivas del ser humano) e inferiores (no específicas del hombre).
Una vez que el alma se separa del cuerpo, subsiste porque es inmortal, pero solo se conservan las potencias superiores, ya que no están ligadas a un órgano material.
Asimismo, elaboró la teoría de la abstracción, que explica el origen de los conceptos:
- Los sentidos captan un ente real y los datos se graban en la memoria en forma de imágenes.
- Sobre las imágenes, actúa el entendimiento, que abstrae lo común y elimina lo particular. Esta función la realiza el entendimiento agente, que despoja al objeto de todo lo individual.
- El entendimiento elabora el concepto a partir de lo universal.
- El concepto es aplicado a las imágenes; de esta tarea se encarga el entendimiento mediante juicios.
Las funciones del conocimiento (abstraer y generalizar) son complementarias. El entendimiento conoce de forma primaria lo universal, y no el individuo concreto. A este último se le conoce de manera indirecta cuando se le aplica el concepto universal.
5. Pensamiento Ético-Político de Tomás de Aquino
La ética y la política de Tomás de Aquino reciben una marcada orientación aristotélica, lo que se evidencia en su defensa de una ética eudemonista (la felicidad como el fin último de la vida) y teleológica (la felicidad como un fin que se consigue mediante el desarrollo de las capacidades naturales del ser humano).
La felicidad, para Aquino, consiste en alcanzar el conocimiento más elevado: el conocimiento de Dios. Esta solo puede lograrse plenamente en la vida eterna; la auténtica felicidad no es equiparable a la felicidad alcanzable en la vida terrenal.
Una vez explicado el concepto de felicidad, es necesario determinar el modo de ordenar la conducta humana.
En el universo, Tomás de Aquino distingue tres tipos de leyes:
Ley Eterna
Es el orden de la inteligencia divina, de acuerdo con el cual Dios gobierna todo lo creado. Solo el ser humano es consciente de las leyes que regulan su comportamiento.
Ley Natural
Es el orden divino inscrito en la naturaleza misma. El ser humano posee tendencias inherentes a su naturaleza de las cuales puede derivar normas de conducta:
- El ser humano como sustancia tiende a conservar su existencia.
- El hombre como animal tiende a garantizar la existencia de la especie.
- El hombre como criatura racional tiende a conocer la verdad y a vivir en sociedad.
Estas tendencias imponen unas normas que Tomás denomina preceptos morales fundamentales.