El Pensamiento de Santo Tomás de Aquino: Vías, Razón y Legado Filosófico

La Relación entre Razón y Fe en Santo Tomás de Aquino

Para San Agustín y los Padres de la Iglesia, la fe y la razón eran complementarias. La fe ayudaba a la razón porque suponía una transformación moral a la luz de la cual se conocía la verdadera realidad. La razón, por su parte, ayudaba a la fe exponiendo con claridad los principios del dogma cristiano. Por ello, algunos de los Padres de la Iglesia (como San Agustín y San Anselmo) afirmaban que era necesario entender para creer, y creer para entender.

Santo Tomás de Aquino también mantiene la complementariedad entre fe y razón, pero en términos diferentes. Para los Padres de la Iglesia no existía demarcación alguna entre fe y razón; no eran autónomas, sino intrínsecamente complementarias. Sin embargo, para Santo Tomás, el conflicto es posible, ya que la fe y la razón van a tener cierta autonomía. La razón se ocupa de lo sensible, mientras que la fe aborda aquello que se escapa a los sentidos. La fe y la razón solo comparten el territorio de la demostración y el conocimiento de Dios. Así, Dios ha creado dos vías de acceso para llegar a Él:

  • La vía de la fe: Destinada a aquellos que, por su ignorancia o falta de recursos, no conocerían a Dios desde la razón.
  • La vía de la razón: Es la vía propia de las personas doctas que, solo con la fuerza de su intelecto, se bastan para llegar a Dios.

No obstante, estos dos caminos se complementan mutuamente:

  • La razón colabora con la fe en la Teología, procediendo a la ordenación de las verdades de la fe y brindando ayuda dialéctica para convencer a los no creyentes.
  • Por otro lado, la fe ayuda a la razón como criterio extrínseco (externo) de verdad; es decir, si se produce un conflicto, hay que asumir lo que nos dice la fe.

Influencias Filosóficas en Santo Tomás de Aquino

Principales Corrientes que Moldearon su Pensamiento

El pensamiento de Santo Tomás de Aquino es una síntesis magistral de diversas corrientes filosóficas, destacando principalmente las influencias aristotélicas, platónicas y neoplatónicas. Estas corrientes moldearon su concepción de Dios, del ser humano y del conocimiento.

Influencias Aristotélicas

La filosofía de Santo Tomás de Aquino se nutre profundamente de las ideas aristotélicas, entre las que destacan:

  • Los conceptos de potencia y acto.
  • La diferencia entre el movimiento sustancial (nacimiento y muerte) y el accidental (todos los demás). Solo se rompe el hilemorfismo de la sustancia en el movimiento sustancial.
  • La composición hilemórfica de la sustancia. A este respecto, cabe destacar que Santo Tomás también aborda la composición de esencia y ser (esse).
  • La diferencia entre sustancia y accidente: la sustancia es el sujeto en el que se apoyan los accidentes.
  • Santo Tomás acepta las cuatro causas de Aristóteles. De hecho, las cinco vías para la demostración de la existencia de Dios recurrirán siempre a la causalidad.
  • La doctrina del Acto Puro y del Motor Inmóvil de Aristóteles es fundamental y seguida por Santo Tomás.
  • En el concepto de alma y el problema del conocimiento:
    • Respecto al alma, esta es la forma sustancial del cuerpo; el ser humano es una única sustancia compuesta de materia (cuerpo) y forma (alma). Sin embargo, para Santo Tomás, el alma puede sobrevivir al cuerpo y es inmortal.
    • Respecto al conocimiento, Santo Tomás, al igual que Aristóteles, no acepta las ideas innatas: el conocimiento comienza siempre por los sentidos que nos aportan la forma accidental de los objetos. Para llegar a la esencia de las cosas, debe intervenir una operación llamada “abstracción”, realizada por el Entendimiento Agente separado; dado que para Santo Tomás, el sujeto cognoscente es pasivo, únicamente receptivo.

Influencias Platónicas y Neoplatónicas

Además de Aristóteles, las ideas platónicas y neoplatónicas también dejaron una huella significativa en el pensamiento tomista, especialmente en su noción de Dios (como el ser no participado) y en la jerarquía de los seres:

  • La jerarquía de los seres:
    • Para Santo Tomás, el primero de los seres es Dios, que es simplicísimo, similar a la idea de Bien platónica.
    • En segundo lugar, coloca a los ángeles y a las almas separadas, las cuales están compuestas de esencia y existencia, a diferencia de Dios que es simple.
    • En tercer lugar, sitúa a los seres vivientes contingentes, los cuales están compuestos de materia y forma.
    • En cuarto lugar, ubica a los seres no vivientes, también compuestos de materia y forma.
    • Por último, se encuentran los accidentes que afectan a las sustancias.

Las Cinco Vías de Santo Tomás de Aquino para la Existencia de Dios

El Porqué de las Vías: La Necesidad de la Demostración a Posteriori

Las pruebas neoplatónicas (como las de San Agustín y San Anselmo) no son suficientes para Santo Tomás de Aquino, porque la proposición “Dios existe” no es un enunciado cuya contradicción sea impensable. Es decir, la proposición “Dios existe” no es una verdad lógica que nos veamos obligados a admitir; la lógica no nos lleva a pensar que la proposición “Dios no existe” sea una contradicción.

Santo Tomás de Aquino diferencia dos tipos de proposiciones:

  • Las que nosotros denominamos a priori, y que él llama per se notum secundum se (las que por sí mismas nos vemos obligados a aceptar): son aquellas en las que el predicado está incluido en el sujeto.
  • Y, por otra parte, las que nosotros denominamos a posteriori, proposiciones que él llama per se notum quoad nos (las que aceptamos para nosotros, no por sí mismas): son aquellas en las que el predicado no está incluido en el sujeto.

Las primeras son verdades por definición incuestionables, y la proposición “Dios existe” no es una de ellas. Dios es solo cognoscible a posteriori, por el examen de sus efectos. Es decir, solo conocemos a Dios partiendo de la observación de los seres naturales, sus efectos, los seres creados por Él.