1. ¿Qué significa la libertad?
La libertad designa la capacidad de autodeterminación, la capacidad de cada persona de elegir una acción por sí misma. Esta interpretación no significa que una persona solo sea libre cuando hace lo que quiere sin restricciones ni límites.
2. ¿Cómo surgió el determinismo y cómo reaccionó Kant frente a ese problema?
El desarrollo de la ciencia moderna impuso la idea de un orden cósmico regulado. La previsión cierta de los acontecimientos futuros se basa en el determinismo. La ilusión de la libertad se debería, en realidad, al hecho de que somos incapaces de conocer todas las leyes que rigen la naturaleza y todas las relaciones de causa-efecto que existen detrás de cada acción.
El concepto de determinismo surgió en los siglos XVII y XVIII cuando se impuso el modelo mecanicista, según el cual todo lo que sucede está determinado por una causa.
Frente a este problema, Kant entiende que, mientras el ámbito de la naturaleza está regido por ese completo determinismo, la libertad tiene su lugar propio en el ámbito de la moral. En virtud de la acción humana son posibles nuevas posibilidades de organización. En conclusión, para hablar de responsabilidad y justicia hay que reconocer en los seres humanos la libertad de acción y la capacidad de dirigir su comportamiento.
3. ¿En qué consiste la responsabilidad?
La responsabilidad es la capacidad de dar razones sobre nuestras decisiones y sobre nuestras acciones y así justificarnos. Cabe distinguir entre:
- La responsabilidad moral, marcada por nuestra conciencia.
- La responsabilidad civil, referida a las leyes sociales.
Las condiciones de la responsabilidad son, por tanto: la existencia de una ley, estar en plena posesión de nuestras facultades mentales y actuar libremente.
4. Definición e importancia de la autonomía y la heteronomía para la moral
Autonomía
El concepto de autonomía proviene de las palabras griegas “autos” (sí mismo) y “nomos” (norma, ley). Se refiere a la capacidad de darse las propias leyes, de actuar respetando normas aceptadas libremente por el propio sujeto, sin verse condicionadas por impulsos, pasiones o sentimientos que no controlamos.
Heteronomía
El concepto de heteronomía proviene de las palabras griegas “heteros” (otro) y “nomos”. Se aplica a la conducta que está determinada por una norma que procede de algo ajeno al sujeto, no de la racionalidad del sujeto que lleva a cabo la acción. También puede proceder de factores subjetivos que no podemos controlar, como ciertas pasiones, emociones o ideas inconscientes.
Importancia para la moral
La autonomía es la raíz de la moralidad y su condición necesaria. Las acciones morales solo son atribuibles a un sujeto autónomo, es decir, libre y responsable.
5. ¿Por qué sin límites ni normas no hay libertad, y por qué la libertad es un ideal?
Es preciso comprender la libertad en conexión con la existencia de leyes que señalen unos límites a la libertad, y a la vez la conviertan en un derecho.
No es adecuado afirmar que “mi libertad acaba donde empieza la de las demás personas”, sino que: “Mi libertad comienza donde comienza la de las demás personas”. La libertad solo es posible con el buen funcionamiento de la convivencia y la sociedad.
En este sentido, la libertad es un ideal, pues solo existe en el esfuerzo que se desarrolla para conquistarla y en virtud de ciertas condiciones históricas.
6. ¿Cuál es la diferencia entre “libertad de” y “libertad para”?
Lo que llamamos “libertad de” es la ausencia de cualquier tipo de coacción a la actuación del individuo por parte de las demás personas.
La llamada “libertad para” consiste en la autonomía del individuo.
Así, pues, ser libre incluye tanto estar libre de condicionamientos opresivos como el poder de configurar autónomamente el propio proyecto vital.
7. Restricción de la libertad según John Stuart Mill
El filósofo utilitarista John Stuart Mill defendió que la libertad es un requisito necesario para lograr el ideal moral, que es para él conseguir el máximo de felicidad para el mayor número de personas.
Mill considera razonable restringir la libertad en situaciones donde se ocasiona un perjuicio a otras personas (por ejemplo, la intervención policial). También está justificada la intervención de los poderes públicos para evitar que una parte de la ciudadanía se cause daños a sí misma.
Sin embargo, Mill argumenta que una situación en la que el perjuicio supone daño moral y no físico no debe tener una limitación regulada por ley de antemano. Incluso puede haber casos en los que la difusión de opiniones y comportamientos que ofendan las creencias de algunas personas, incluso de la mayoría, no sea un daño, sino que suponga un beneficio moral.
10. La Razón Práctica o Conciencia Moral
El ser humano se sitúa en un terreno intermedio entre la impulsividad y la racionalidad. Para vivir moralmente, debemos superar los comportamientos impulsivos y controlar los deseos.
Para ello, contamos con la razón práctica, también llamada conciencia moral, que es la actividad mental por la que nos representamos la rectitud o la ausencia de rectitud de una decisión y una acción. Es una capacidad que adquirimos en el proceso de socialización. Mediante esa facultad podemos hacer juicios o valoraciones morales y comprender la obligación que nos impone nuestro sentido del deber.
No disponemos de soluciones dogmáticas, válidas sin discusión, para enfrentarnos a los problemas éticos; solo disponemos de principios formales: es el individuo quien debe decidir autónomamente sobre lo que es o no correcto. Es, pues, su conciencia la norma última de la moralidad.
11. Diferencia entre Moral y Ética
Moral
La moral designa el conjunto de costumbres y normas por los que debe regirse el comportamiento de una persona para que sea juzgada moralmente buena.
Ética
La ética se entiende como la reflexión acerca de qué se ha de considerar un comportamiento bueno y cómo hay que fundamentar los juicios morales sobre el bien y el mal.
Relación y Pluralidad
Las morales son y han sido muchas y muy diversas en las distintas épocas históricas y regiones del mundo. La pluralidad de las éticas se debe, en cambio, a las diferentes teorías que se han propuesto para explicar y fundamentar las morales.
En resumen: La moral trata sobre cómo actuar, y la ética, sobre cómo fundamentar la acción.
13. La Ética Consecuencialista: Eudemonismo y Utilitarismo
Las éticas consecuencialistas (o éticas de fines) son doctrinas que hacen depender la valoración de lo bueno y de lo malo de los fines prácticos o de las consecuencias que se derivan de ellos para la existencia humana.
Variantes principales
Eudemonismo (Antigua Grecia)
Filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles formularon la ética eudemonista, según la cual la felicidad es el bien supremo, y su búsqueda es el fin de la acción moral.
Utilitarismo (Siglos XVIII y XIX)
Filósofos como Mill formularon el utilitarismo, según el cual el bien supremo es la utilidad para el mayor número posible de personas. En este caso, el criterio de toda acción es calcular la cantidad de placer y dolor que se van a seguir de cada acción.
14. La Ética Formal y su formulación en Kant
Frente a las teorías consecuencialistas, la ética formal atiende sobre todo a la máxima que orienta la acción, en lugar de sus consecuencias. Esta ética, defendida por Kant, parte de que la norma moral (el sentido del deber) es un hecho constitutivo humano y, por ello, se puede considerar universal.
Son necesarias normas racionales que nos obliguen y guíen las decisiones de nuestra voluntad hacia el cumplimiento del deber. La forma de la máxima o norma moral de cada uno tiene que ser, por tanto, en todo caso, la siguiente:
“Obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal”.
O dicho de otro modo:
“Obra de tal modo que uses la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro siempre como un fin y nunca meramente como medio”.
Esto implica el reconocimiento de los demás seres humanos como sujetos morales, y es la condición del respeto a su dignidad.
Para Kant, solo la voluntad es un bien en términos absolutos, en concreto la voluntad determinada directamente por la razón y no por los deseos, que decide cumplir la norma moral por la norma moral: el deber por el deber, de manera desinteresada.
15. Diferencia entre Legalidad y Moralidad
Legalidad
La legalidad es la mera conformidad de una acción con la ley moral, pero realizada por otros motivos distintos del puro respeto a la ley moral (por ejemplo, por interés económico o para evitar algún daño).
Moralidad
La moralidad es la conformidad inmediata de la voluntad con la ley moral sin que intervengan en ella otros motivos distintos.