Conceptos Fundamentales de la Filosofía Cartesiana
Atributo
A cada sustancia le corresponde un atributo. Este constituye la esencia de la sustancia y se identifica con ella. Cada tipo de sustancia posee un atributo específico: el alma, el pensamiento; y los cuerpos, la extensión.
Criterio de Certeza
Mi existencia como sujeto pensante no es solo la primera verdad y la primera certeza, sino también el prototipo de toda verdad y certeza. ¿Por qué la existencia del sujeto pensante es absolutamente indubitable? Porque se percibe con toda claridad y distinción. De aquí deduce Descartes su criterio de certeza: todo lo que se perciba con igual claridad y distinción que el «cogito, ergo sum» será verdadero.
Crítica al Silogismo y el Modelo Matemático
Ya Francis Bacon había acusado al método silogístico de Aristóteles de valer únicamente para exponer las verdades ya conocidas, pero no para descubrir nuevas verdades y ampliar el conocimiento. Se trata, pues, de encontrar un método de descubrimiento. El modelo de este método se encuentra en el método matemático. Los racionalistas, por tanto, quieren proceder del mismo modo que los matemáticos (more geometrico), de tal manera que el sistema filosófico construido posea la misma evidencia y necesidad que un sistema matemático.
Deducción
La deducción es el proceso mediante el cual alcanzamos aquellas verdades que, sin ser inmediatamente evidentes, presentan una evidencia mediata. Esto se logra partiendo de los axiomas a través de pasos sucesivos que son, a su vez, evidentes.
Dios
Fundamento y bóveda del pensamiento cartesiano. Al ser bueno y veraz, garantiza la verdad de las ideas y de las cualidades primarias, anulando la hipótesis del genio maligno.
Duda Metódica
Descartes partió de la duda. Puesto que había admitido como verdaderas muchas opiniones falsas, en lo sucesivo procuraría rechazar como falso todo aquello de lo que pudiera imaginar la más mínima duda. Se trata de una duda metódica y no de una duda escéptica; la duda escéptica parte de la duda y termina en la duda. La duda metódica, en cambio, parte de la duda tan solo para buscar la verdad. Además, se trata de una duda hiperbólica (exagerada) y no de una duda natural; Descartes exagera su duda, pues cuanto más rigurosa y extrema sea la duda, más evidente e indubitable resultará la verdad que la supere.
Error
Consiste en afirmar como verdadero aquello que no es evidente, sino oscuro y confuso.
Idea
Podemos considerar las ideas bajo dos aspectos distintos:
- En cuanto actos mentales o modos del pensamiento: Todas las ideas son iguales, pues consisten en ciertas afecciones o acontecimientos que tienen lugar en nuestra mente o espíritu.
- En cuanto a su contenido objetivo (es decir, la realidad en ellas representada): Podemos distinguir tres clases de ideas: innatas, adventicias y facticias.
Ideas Innata
Ideas innatas (nacidas con el sujeto): El pensamiento las posee en sí mismo. Con esto, llegamos a la afirmación fundamental del racionalismo de que las ideas primitivas, a partir de las cuales se ha de construir el edificio de nuestros conocimientos, son innatas. Ideas innatas son, por ejemplo, la idea de pensamiento (Cogito) y existencia (Sum), que no son construidas por el individuo ni proceden de experiencia externa alguna, sino que se encuentran en la intuición mental del «pienso, luego existo».
Intuición
La intuición es una especie de luz natural que permite a la razón captar inmediatamente verdades evidentes (naturalezas simples o axiomas) sin que haya posibilidad de duda o error.
Método Cartesiano
La filosofía de Descartes es una filosofía metódica. Según Descartes, el entendimiento o la razón (bona mens), por ser patrimonio de todos los seres humanos, lo poseen todas las personas. De tal modo, los errores no suelen deberse a la carencia de capacidades intelectuales, sino a la falta de un método adecuado: «no basta con tener buen ingenio, lo principal es aplicarlo bien». Descartes entiende por método un conjunto de «reglas ciertas y fáciles de tal forma que el que las observe atentamente no tomará nunca lo falso por lo verdadero».
Modos
Son propiedades no esenciales de la sustancia. Los del alma serían: pensar, imaginar, sentir, dudar, etc. Y los del cuerpo: tamaño, figura y movimiento.
Primera Verdad y Evidencia
De este modo, Descartes se encuentra abocado a una duda absoluta: duda de todo y no puede estar seguro de nada. Pero, de pronto, en el interior mismo del acto de dudar, surge un resto indubitable: si se duda, se equivoca o se es engañado por el genio maligno, es necesario que se exista. Si dudo, existo; si me equivoco, existo; si me engaña el genio maligno, existo. En consecuencia, pienso (entendido como entendimiento y voluntad, es decir, razonar, dudar, pero también querer, sentir, etc.), luego existo. Tenemos, pues, la primera verdad indubitable: «Pienso, luego existo» (***cogito, ergo sum***).
Razón (Bona Mens)
La razón (bona mens) es, según Descartes, el entendimiento, patrimonio de todos los seres humanos. Todas las personas la poseen, de tal modo que los errores no suelen deberse a la carencia de capacidades intelectuales, sino a la falta de un método adecuado para aplicarla bien.
Reglas del Método Cartesiano
Condiciones a tener en cuenta para conducir bien la razón y no confundir lo falso con lo verdadero. Son cuatro reglas fundamentales:
- Evidencia
- Análisis
- Síntesis
- Enumeración
Sustancia y Dualismo Cartesiano
Hay dos clases de sustancias:
- La sustancia infinita: Aquello que es en sí y por sí, es decir, lo que existe de tal manera que no tiene necesidad de otra cosa para existir. De esta definición se seguiría que solo Dios es sustancia, puesto que las criaturas necesitan de Dios para existir.
- Las sustancias finitas (almas y cuerpos): Aquellas que son en sí pero no por sí; es decir, no necesitan de nada más para existir, salvo Dios. Por tanto, una sustancia finita no necesita, para existir, de ninguna otra sustancia finita (el alma, por ejemplo, no necesita del cuerpo para existir). De aquí se sigue inmediatamente el dualismo cartesiano.
Verosímil
Aquello que tiene apariencia de ser verdadero, pero no ha alcanzado el rango de verdad y certeza.