Contexto Histórico y Biográfico de Antonio Machado
Este poema pertenece a Campos de Castilla (1912) de Antonio Machado. Machado fue el poeta español más representativo del siglo XX. Nació en Sevilla, aunque a los 8 años se trasladó a Madrid. En 1907 se desplazó a Soria como catedrático de francés, donde conoció a Leonor, mucho más joven que él, con la que se casó tras un largo noviazgo.
Unos años después, mientras visitaban Francia, ella contrajo la tuberculosis y falleció. Fue tras su pérdida cuando publicó esta obra, que aborda temas como España, la religión y, como en el caso de “A un olmo seco”, la enfermedad y muerte de su esposa Leonor. Además, abandonó Soria, ya que todo allí le recordaba a ella, y solicitó ser trasladado a Baeza. Durante la Guerra Civil fue exiliado a Francia debido a sus ideas políticas republicanas y murió en 1939.
Machado y la Generación del 98
Machado perteneció a la Generación del 98, junto con Pío Baroja, Unamuno, Valle-Inclán, etc. Como el resto de autores, se sintió afectado por la crisis moral, política y social que culminó con la pérdida de las últimas colonias de España.
Este grupo de escritores se inició en el Modernismo, lo que, en el caso de Machado, se ve reflejado en su obra Soledades (1907). Sin embargo, abandonaron la ornamentación característica de este movimiento y evolucionaron hacia una literatura más intimista, tendencia que el autor sigue en Campos de Castilla.
Interpretación de “A un olmo seco”: Símbolo de Esperanza y Muerte
Resumen y Métrica
En el poema “A un olmo seco”, Machado describe la decadencia del árbol, símbolo de su mujer enferma. A pesar del mal estado del olmo, este muestra brotes verdes primaverales. Aunque el poeta es consciente de la posibilidad de un triste final, este hecho lo lleva a tener fe en la recuperación de Leonor.
El poema es una silva consonante de versos endecasílabos y heptasílabos que consta de cinco estrofas.
Estructura y Primera Parte (Versos 1-4)
Podemos dividir el poema en tres partes. La primera abarca los cuatro primeros versos, donde el autor describe la apariencia actual del olmo. Utiliza verbos en presente para referirse a la realidad y adjetivos descriptivos de forma negativa (viejo, podrido, carcomido), lo que le otorga un carácter connotativo.
También encontramos adjetivos (verdes) que indican que, a pesar de su deterioro, le han salido algunas ramas con cierta vitalidad gracias a las lluvias de abril (metáfora de la primavera). Machado relaciona el estado del árbol con la salud de Leonor a través de varias figuras literarias:
- Antítesis: Contrapone la idea de la vida y la muerte mediante alusiones a la primavera y el brotar de las hojas verdes, evidenciando vida y esperanza (lluvias de abril, sol de mayo, algunas hojas verdes).
- Hipérbaton: Utilizado para resaltar la esperanza y enfatizar la mejoría (algunas hojas verdes le han salido).
Segunda Parte: Deterioro y Angustia
La segunda parte engloba el resto del poema, excepto los cuatro últimos versos. Aquí comienza una descripción interna del árbol, utilizando metáforas para referirse a su deterioro y a la muerte próxima (ejército de hormigas en hilera va trepando por él en sus entrañas).
El cromatismo (amarillento, gris, blanquecino) se utiliza para transmitir el deterioro. El autor también establece una comparación entre el olmo y la vida que lo rodea (no será, cual los álamos cantores… urden sus telas grises las arañas), donde el uso de verbos en futuro (no será) marca un antagonismo entre la vida y la muerte.
Los verbos (urden, derribe, te convierta, descuaje) sugieren una acción destructora del árbol, reflejando cómo la enfermedad consume a su esposa. La aparición del modo subjuntivo (ardas) subjetiviza el poema, planteando hipótesis sobre la posible muerte del árbol.
Machado emplea la anáfora (antes que) para incrementar la intensidad emotiva, mostrando desconsuelo y angustia ante el posible suceso. Utiliza símbolos (mar, río) y se dirige al olmo como si fuera una persona mediante una personificación (olmo, quiero anotar en mi cartera).
Tercera Parte: La Fugacidad de la Esperanza
La última parte ocupa los cuatro últimos versos. El autor establece un diálogo personal para expresar la fugacidad de la esperanza mediante el uso de la primera persona. Para ello, utiliza el presente del indicativo (espera) y figuras retóricas clave:
- Metáfora: La “rama verdecida” expresa el anhelo de recuperación. El “otro milagro” hace referencia directa a Leonor.
- Metonimia: El término corazón se utiliza para referirse a sí mismo, reflejando la esperanza que mantiene respecto a la recuperación de su esposa.
Conclusión: Estilo y Género
El poema cierra con versos que revelan esperanza a pesar de la adversidad de la situación. A través de “A un olmo seco”, se aprecia el estilo de Machado, una conjunción de sobriedad y sencillez formal. Se observa la evolución desde una poesía modernista, cargada de símbolos, hacia un tono intimista, sobrio y personal.
Por todo lo comentado, se justifica el carácter literario del texto y su pertenencia al género lírico.